25 de octubre de 2010

LA INVESTIGACIÓN DEL ASESINATO DE MARIANO FERREYRA, MILITANTE DEL PO.

La investigación de la muerte del militante del PO
Se entregó el presunto homicida de Ferreyra y hoy será indagado
Cristian Favale se presentó junto a su abogado en Asuntos Internos de la Policía Federal. Quedó detenido y fue trasladado a la alcaidía de Tribunales. Antes se declaró inocente y dijo conocer al verdadero autor de los disparos.
Por Néstor Espósito y Rodolfo González Arzac
Cristian Favale, el hombre señalado por algunos testimonios como el homicida de Mariano Ferreyra, se entregó ayer al mediodía en la sede de Asuntos Internos de la Policía Federal, y hoy declarará ante la jueza Wilma López. Antes de presentarse, Favale aseguró que es inocente y prometió dar, ante la justicia, el nombre de quien disparó un arma calibre 38: alguien ligado a la Unión Ferroviaria, que ese día manejaba un automóvil Ford Focus y que tendría tatuado un payaso en el brazo.

“Soy totalmente inocente, y me quieren dejar engarronado con un crimen que no cometí. Como no pertenezco a la Unión Ferroviaria, es más fácil encanar a un perejil que a un trabajador de la Unión Ferroviaria. Yo sé muy bien quien tiró y me voy a entregar hoy al mediodía”, escribió Favale en la red social Facebook, poco antes de quedar detenido. Favale, señalado como barrabrava del club Defensa y Justicia, relató también que le habían prometido un trabajo en la Unión Ferroviaria.

La jueza de instrucción Wilma López y la fiscal Cristina Caamaño suspiraron con cierto alivio cuando recibieron la confirmación de que Cristian Favale, cuya detención había sido ordenada el sábado a la madrugada, se había entregado y estaba sano y salvo. Fuentes de la investigación dijeron a Tiempo Argentino que temían que apareciera “muerto, tal vez suicidado”. Y que son dos los testigos protegidos que señalaron haber visto a Favale mientras accionaba el arma. Uno de ellos dijo estar seguro de que él fue quien mató a Ferreyra, y hasta describió el movimiento que habría hecho cuando disparó. Lo mismo aseveró ayer, en canal 26, Lisandro Martínez, dirigente del Partido Obrero. Según Favale, el que lo convocó para impedir que los trabajadores tercerizados cortaran las vías del Ferrocarril Roca fue el otro detenido, Pablo Díaz. Por su parte, fue a “sumar puntos” pero “sin armas”.

Pablo Díaz está acusado de ser el jefe de la patota que atacó a los trabajadores tercerizados (que estaban acompañados por militantes del Partido Obrero y de otras agrupaciones de izquierda). Por ese ataque murió, a raíz de una herida de bala en el tórax, Mariano Ferreyra, de 23 años. Y todavía está internada Elsa Rodríguez, de 56 años, quien ayer permanecía en grave estado en el Hospital Argerich.

La detención de Pablo Díaz, apodado “El Tuerto”, generó que sus compañeros de la Unión Ferroviaria realizaran ayer un paro en la línea Roca durante 13 horas, hasta que el Ministerio de Trabajo intimó al gremio con el dictado de la conciliación obligatoria (ver aparte).

Favale –al igual que Pablo Díaz, delegado de la Unión Ferroviaria– fueron trasladados ayer a la tarde por orden de la jueza López a la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal. Se trata de la alcaidía del Palacio de Tribunales, ubicada en el subsuelo de Talcahuano 550. También esa fue una medida de seguridad para con los detenidos. “Los presos no se mueren en Tribunales”, dijo socarronamente a este diario una fuente de la investigación.

Desde que fue detenido el sábado por la tarde en la localidad bonaerense de Adrogué, Díaz –quien se sorprendió cuando lo fueron a buscar –prácticamente no habla. Está callado, reflexivo, con gesto adusto. No aludió a los hechos del miércoles; al menos no con las pocas personas con las que tuvo trato en las últimas 48 horas. Favale, en cambio, parece enojado y también atemorizado. “Tengo mucho miedo”, le dijo a un periodista del diario Clarín.

Según fuentes judiciales, Favale y Díaz declararán ante la justicia hoy al mediodía.

“No descarte que luego de esas declaraciones haya nuevas detenciones”, informaron. Hasta ahora, los únicos pedidos de captura ordenados se corresponden con los detenidos. La jueza y la fiscal mantuvieron ayer el ritmo de trabajo. Tomaron tres extensas declaraciones a militantes del Partido Obrero que estuvieron en el lugar de los hechos. La causa sigue bajo secreto de sumario, y así permanecerá, al menos ocho días más.

Por lo pronto, Favale prometió revelar quién disparó. La estrategia parece clara: dirá que quien disparó estaba muy cerca de su posición, lo describirá físicamente, tal vez hasta aporte su nombre y, si su abogado intuye que logró convencer a la jueza y supone que será liberado (lo que a estas alturas es poco probable), pedirá medidas de protección especial para preservar su vida. Así, su coartada será que quien disparó no fue él sino alguien que estaba muy cerca. De ahí la “confusión” de los testigos: “lo vieron a Favale, pero el que disparó fue otro”. En la justicia están investigando la posibilidad de que “un segundo hombre” haya estado armado. La descripción podría coincidir con la que dará Favale (lo que no quita que él mismo haya disparado un arma durante la emboscada).

El barrabrava se entregó acompañado por su abogado Sergio D’Amico. En las últimas horas, se habían ordenado dos allanamientos para encontrarlo. “Lo que me transmite es haber reconocido que estuvo en la marcha pero no haber estado armado y no haber sido el autor del disparo” que terminó con la vida de Mariano Ferreyra”, declaró el letrado. Y, aunque dijo desconocer el grado de imputación de su cliente, calculó que “algún elemento deberá existir para haber dispuesto la orden de detención sobre él”.

El lugar elegido para la entrega provocó algunas especulaciones. Favale se presentó a las 12:30 ante Asuntos Internos de la Policía Federal. Se trata de la división que investiga a los propios policías, que en la causa por los enfrentamientos del miércoles pasado en Barracas están sospechados de haber “liberado” la zona en la que fue asesinado Mariano Ferreyra. Sin embargo, el abogado del sospechoso aseguró que la elección de Asuntos Internos se debió a que no había médicos forenses en Tribunales.

La jueza Wilma López concentró la investigación desde el sábado luego de una pesquisa preliminar hecha por la fiscal Cristina Caamaño, quien emitió un dictamen donde mencionó a Favale y otras dos personas, sobre la base de dichos de testigos y datos recolectados por la Policía Federal en el lugar del hecho, en el barrio porteño de Barracas. Una de las grandes intrigas es saber si, finalmente, las cámaras de seguridad de la empresa Chevalier tomaron las imágenes del asesinato.
Fuente:TiempoArgentino

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