17 de octubre de 2010

LA SOMBRA QUE PROYECTA LA MEMORIA.

Un reloj en homenaje a los desaparecidos
La sombra que proyecta la memoria

En el alma de la Plaza Pocho Lepratti, en barrio Ludueña, se construyó un reloj de sol en homenaje a los detenidos-desaparecidos de la ciudad entre 1976 y 1983. El reloj, que mide el tiempo con las sombras de las personas, lleva grabados los nombres de pila y su fecha de desaparición. La construcción colectiva estuvo a cargo del área de Derechos Humanos de la Facultad de Arquitectura, de niños y jóvenes que integranel Bodegón Cultural Casa de Pocho y de las escuelas Nazaret y José Mármol. enREDando participó de la jornada de inauguración que sumó música, artistas y la presencia de militantes, sobrevivientes y vecinos del barrio.

Es el tiempo de las hormigas, murmuran las voces en el barrio Ludueña. El sábado 2 de octubre, el barrio adquirió luminosidad. Fueron muchas las actividades que allí se realizaron durante todo el día. Un mate bingo en la escuela por la mañana, sonaron los acordes de la orquesta Vibrato en el mediodía y por la tarde noche, el sol resplandeció bajo las alas de un reloj único, especial, poético. “Todo lo que se hace en ludueña surge desde las bases”, dice, orgulloso, el entrañable Padre Edgardo Montaldo.

Ese mismo día, en el centro de la plaza Pocho Leprati de barrio Ludueña, el sol proyectó una sombra y con ella, iluminó los nombres de los desaparecidos entre 1976 y 1983 en la ciudad de Rosario. Novedosamente, un reloj de sol se inauguró en esta plaza cuyo nombre homenajea a un militante social asesinado por las balas de la policía santafesina en diciembre del 2001: Claudio Pocho Lepratti.

Las huellas de la memoria quedaron selladas en el espacio público; allí, donde los pibes del barrio pasan sus horas jugando y encontrándose para matear, compartir, proyectar, soñar, bailar. Donde hay risas también hay recuerdos, pero sobretodo, un latido constante que reclama contra el Olvido y no cesa de exigir Justicia. La iniciativa la concretó el área de Derechos Humanos de la Facultad de Arquitectura de la UNR pero surgió de un grupo de sobrevivientes, amigos y militantes sociales exiliados durante la última dictadura militar.

La jornada de inauguración contempló deseosamente la aparición del sol que penetró en el cemento central de la plaza. Allí se hicieron presentes familiares, organizaciones sociales, vecinos de Ludueña, integrantes del Espacio Juicio Y Castigo y artistas y músicos que acercaron sus guitarras, sus voces, su canto, como Jorge Fandermole.

El objetivo de este proyecto es construir un reloj de sol en cada ciudad del país. De esta manera, Rosario se suma a la ciudad de Villa María, Gualeguay, Concordia y Santa Fe. Al mismo tiempo, en nuestra ciudad, la construcción fue posible gracias a la colaboración y las manos de organizaciones del barrio como el Bodegón Cultural Casa de Pocho, adolescentes del taller de Herrería de la Escuela Nazaret del Padre Edgardo Montaldo, los niños de la Escuela José Mármol y vecinos del barrio. La coordinación estuvo a cargo de estudiantes de arquitectura que forman parte del área de derechos humanos de la Facultad.

enREDando participó de la inauguración de este poético reloj de sol que proyecta sobre el espacio la posibilidad de hacer visible y presente las sombras y las huellas de los desaparecidos. “Este reloj contiene todos los nombres de los rosarinos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, sus nombres de pila que se intercalan con fechas que remiten a su fecha de desaparición.”, explica la arq. Alejandra Buzaglo.

Le preguntamos a Alejandra ¿qué es un reloj de sol? Y sobretodo ¿cómo funciona? Y es aquí como el reloj se transforma en un símbolo de resistencia. “El reloj de sol es un instrumento astronómico de medición del tiempo. Lo interesante es cómo aparece como símbolo. El reloj de sol, dijo Fontanarrosa, “tiene que ser un lugar de encuentro, de citas y nunca más ese instrumento que te sirva para medir las horas angustiosas de espera de esa persona que no volvió jamás”.

En el reloj que está construido en la Plaza de Ludueña no hay ajugas y no hay una pieza fija “Este reloj cobra sentido cuando aparece una persona que se para en la posición precisa y que refiere a una fecha del año, entonces su sombra proyecta la hora”. Así, la persona le otorga movimiento al reloj. Es su sombra, únicamente ella, la que proyecta la hora del tiempo, de la vida. Casi como un símbolo anudado en los cuerpos humanos, en las figuras de los desaparecidos que no están, pero que, sin embargo, aparecen, en la memoria, dejando sus huellas, sus marcas, sus sombras presentes en el tiempo.

Haciendo entre todos
Alejandra cuenta cómo se construyo este reloj que contó con la ayuda de niños y jóvenes que forman parte de las organizaciones sociales de Ludueña y de las escuelas. “Cuando llega a la Facultad el desafío de hacer este homenaje lo primero que surge es el lugar. Nosotros entendimos que era importante acercarlo a los barrios y la plaza Pocho Lepratti, simbólicamente es muy fuerte porque contiene a un asesinado por la violencia de Estado en democracia.”

En la construcción, participó el Bodegón Cultural Casa de Pocho que realizó el grabado de chapas, intervino la escuela José Mármol, quien grabó las horas del reloj, los chicos del taller de herrería de la Escuela Nazaret construyeron la parte de los caños y “también participamos con los vecinos y todos pusimos las manos en esta construcción colectiva.”

Por otra parte, el área de Derechos Humanos de la Facultad de Arquitectura cumple un appel relevante en el proceso de juicios por crímenes de lesa huamnidad que se están llevando adelante en la ciudad, ya que son sus integrantes los encargados de construir las maquetas de los centros clandestinos de detención, a pedido de la Justicia Federal y para ser utilizados en el marcos de estos juicios. A su vez, el Museo de la Memoria de Rosario solicitó al Área en DDHH de la FAPyD una réplica de la maqueta del ex Servicio de Informaciones, que funcionaba durante la última dictadura militar en el edificio de la Jefatura de Policía. “Todas las disciplinas tiene que ver con los derechos humanos. En el Estatuto de la UNR está escrito claramente la necesidad de velar por los derechos humanos, pero a veces esto está olvidado. Cada disciplina tiene algo para decir y es un compromiso que tenemos que asumir todos”, apunta Alejandra Buzaglo.

“El primer acercamiento que tenemos es el relevamiento que hacemos de los centros de detención clandestinos y que son utilizados en los juicios. Es un peritaje técnico, porque los planos de estos lugares no están. Nosotros tuvimos que reconstruir todo el material y la documentación correspondiente a esos lugares que funcionaron como centros clandestinos. También, tuvimos el honor de haber sido convocados para desarrollar un espacio dedicado a los centros de detención y para lo que estamos replicando una de las maquetas en una escala muy clara que va a ser una pieza central de este lugar.”
Fuente:Enredando                                                                                                  

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