09 de noviembre de 2010
Un ex cabo del Ejército pidió "perdón" hoy por la muerte de un preso político, en 1976 en un penal de Córdoba, al declarar en el juicio que se sigue por delitos de Lesa Humanidad y que tiene como principales imputados a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez.
Lo que ocurrió fue un "accidente, se me escapó el tiro" dijo el ex cabo Miguel Angel Pérez, al aludir a la muerte del ex preso Raúl `Paco` Bauducco, quien fue asesinado de un tiro en la cabeza que salió de la pistola reglamentaria que manipulaba el suboficial durante una requisa que se había realizado en la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1).
Al declarar ante el Tribunal de enjuiciamiento, Pérez añadió que su declaración sobre el hecho fue "manipulada" por sus superiores cuando le hicieron testimoniar que la muerte sucedió en un intento de arrebato del arma.
Asimismo pidió "perdón" por haberle "arruinado" la vida a la familia Bauducco. "Sólo a ellos les debo explicaciones", dijo al hacerse cargo de la muerte del ex preso que ocurrió el 5 de julio de 1976.
En otro tramo de su declaración Pérez culpó al Ejército Argentino de arruinar su vida y la de su familia por enviarlo a la cárcel "que no era un destino militar, yo tenía dos meses de cabo, no tenía la experiencia ni la formación para ir a ese lugar y yo conocía mis limitaciones, sólo estaba preparado para realizar fagina".
Finalmente al aludir a sus superiores de mando dijo que "la responsabilidad no se delega ni se comparte, se asume", por lo tanto "el cabo Pérez no es culpable de todo".
En esta 49na audiencia también ampliaron sus declaraciones los imputados Pedro Mones Ruis, Vicente Meli y Fernando Rocha.
Previamente se realizó una nueva inspección ocular en la UP1, a los efectos de establecer los detalles vinculados a los asesinatos de Bauducco y de René Moukarzel.
Moukarzel murió el 14 de julio de 1976 luego de ser estaqueado desnudo en el patio del penal durante una jornada de intenso frío, mediante orden emitida por el teniente Gustavo Adolfo Alsina, según las manifestaciones de varios testigos que declararon en este juicio.
La inspección ocular contó con la participación de los imputados Alsina y Mones Ruiz, junto a los testigos Gerardo Otto y Norma San Nicolás, ex presas en la UP1.
El abogado querellante Martín Fresneda evaluó a lo expresado en la audiencia como "muy importante porque aportó elementos positivos para acreditar los episodios tal cual ocurrieron".
"Los dichos de los imputados y de los testigos, sumado a las dimensiones y visualizaciones que pudimos observar en la cárcel dejan en claro que las víctimas no mentían cuando declararon en las audiencias", dijo a Télam el letrado.
La audiencia pasó a cuarto intermedio hasta el próximo jueves a las 9.30 para recibir las últimas declaraciones testimoniales y luego establecer un breve receso para pasar a la instancia de los alegatos.
En este juicio se debate el asesinato de 31 presos políticos alojados en la UP1, fraguando hechos de fuga en distintas circunstancias, además de secuestros y tormentos contra ex policías del ex Departamento de Informaciones Policiales (D2).
Fuente:Telam
Militares rompen el pacto de silencio por un crimen
10/11/10
Un teniente acusó a un cabo por el asesinato de un estudiante en 1976.
PorMarta Platía
Córdoba. Corresponsal
Militares,juicio oral“Hago responsable de haberme arruinado la vida a los 20 años al Ejército que me envió a un lugar (la UP1) para el cual yo no estaba preparado (...) También digo, escuchando las declaraciones del (teniente Pedro) Mones Ruiz, que la responsabilidad no se delega, se asume.
Que el cabo no es culpable de todo ”.
Así, de un tirón, y con los nervios de punta, el cabo Miguel Ángel Pérez, el hombre que fusiló de un balazo a quemarropa en la cara al estudiante de periodismo Raúl “Paco” Bauducco el 5 de julio de 1976, frente a otros 300 presos políticos, le respondió a su otrora “superior” quien, en audiencias anteriores y ayer mismo en una recorrida por la cárcel de San Martín –ex UP1— le echó todas las culpas del crimen. Mones Ruiz repitió una y otra vez que él no estuvo en el patio en ese momento.
Sin embargo, más de cuarenta testigos que declararon en el juicio dieron fe de que ése día, el propio Mones Ruiz, le habría dado “la venia” para que matara a Bauducco cuando éste no podía levantarse del piso luego de un atroz golpe en la cabeza.
Quebrado y nervioso Pérez se defendió de la acusación diciendo que “se me escapó un tiro por accidente” —una hipótesis que abonó su ex jefe y el también militar Vidente Meli—; y que todo este tiempo mintió “sobre éso de que Bauducco me había querido arrebatar el arma porque así me dijeron que lo diga. Pero no es justo seguir con eso: encima de víctima, lo quieren hacer culpable de algo que no había hecho”, argumentó intentando aliviar una eventual condena a cadena perpetua.
Algunas horas antes de la declaración de Pérez, tres penalistas adelantaron a Clarín “la bronca” del imputado quien, cuando Mones Ruiz “lo dejó pegado diciendo que él no dio la orden de muerte porque no estaba en el patio”, separó su defensa de la de su ex teniente.
“A mí me arruinaron la vida. Y mi situación en la cárcel es distinta a la de ellos que sí son los responsables de lo que pasó en el país”, recriminó; haciendo más visibles las grietas que, al calor del final del juicio, se vienen abriendo entre los superiores y sus subordinados. El caso de Mones Ruiz y Pérez es emblemático: el primero en romper el pacto de silencio es un teniente; en tanto que el cabo se hunde sin el piso de una obediencia debida hecha añicos. Otro dato: Pérez dijo: “ Quiero perdirle perdón a Diego y a la señora Dorys de Bauducco por haberles arruinado la vida”, convirtiéndose en el primer represor que lo hace en un juicio por delitos de lesa humanidad. Y desde el banquillo de los acusados, el ex dictador Jorge Rafael Videla, está viendo saltar por los aires las esquirlas de la obediencia debida que aún le quedaban a su “ejército victorioso".
Fuente:Clarin
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