1 de noviembre de 2010

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS: TESTIMONIO DE MARCELO DE LA TORRE-Adelanto.

REPRESION-ROSARIO
"ESE ERA UN LUGAR INFERNAL", DIJO TESTIGO DEL JUICIO A DIAZ BESSONE

Rosario, 1º de noviembre (Télam).- El sobreviviente del centro clandestino que funcionó en el Servicio de Informaciones (SI) de la policía de Rosario durante la última dictadura, Marcelo de la Torre, declaró hoy que "ese era un lugar verdaderamente infernal" donde "los detenidos eran cuerpos yacentes, dañados y tirados".
De la Torre declaró hoy ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) de Rosario, que lleva adelante desde julio pasado el juicio oral y público de la denominada causa Díaz Bessone, donde además del ex comandante del II Cuerpo de Ejército, también están acusados cuatro ex policías y un civil.
En su testimonio reconoció como sus verdugos a tres de los ex policías juzgados -José Rubén Lo Fiego, José Carlos Scortechini y Mario Marcote- y al general retirado Ramón Genaro Díaz Bessone, de quien dijo que "era el jefe de los genocidas de ese tiempo".
También identificó a otros detenidos en el lugar, que fue el principal centro clandestino de detenciones de Rosario durante la última dictadura, por donde se estiman que pasaron entre 1.800 y 2.000 personas.
El ex militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) recordó que fue detenido en 1975 junto a José Berra, otro adolescente que militaba con él, para luego ser liberados porque eran menores de edad.
"Con el golpe (de Estado) me voy de Rosario, me oculto hasta junio de 1976", recordó el sobreviviente, quien para esa fecha tomó contacto con su padre, abogado de esta ciudad, quien le dijo que "estaban desapareciendo compañeros".
Sin embargo, "el 28 de junio me presento espontáneamente en el II Cuerpo de Ejército, donde estuve una semana y fui interrogado cuatro veces", declaró Marcelo de la Torre sobre el inicio de su derrotero por las cárceles y los centros clandestinos de la última dictadura cívico-militar.
Como allí no habló, un día fue trasladado "al Servicio de Informaciones de la Jefatura de policía, encapuchado, tirado debajo de un auto", dijo.
Agregó que ese centro clandestino, donde permaneció unos meses, "fui torturado por Lo Fiego: él me golpeó, él me pegó".
De la Torre describió que en la escala de ferocidad de los represores "Lo Fiego era el torturador principal, la última puerta del infierno".
"Tengo la memoria de la crueldad con la que Lo Fiego torturaba a (otra detenida, Patricia) Antello", ejemplificó.
Sobre el SI, sostuvo ante los jueces federales que "era un lugar de detención y torturas permanentes, las 24 horas del día y todos los días".
El primer piso del edificio, donde se torturaba y golpeaba a los detenidos, "era un lugar de desechos humanos, donde todo el tiempo había lamentos de hombres y mujeres", puntualizó De la Torre.
Y añadió: "Nunca pensé que los seres humanos podíamos llegar a estos niveles de degradación".
El ex militante de la UES también planteó su fatiga por la falta de condena a sus victimarios al señalar a los jueces del TOF 2 que "es la cuarta vez que declaro y hace 26 años que presté la primera declaración. Voy a dar testimonio para que se haga justicia, pero estos hechos ya están más que ventilados".
Entonces aseguró que "estoy acá por mandato casi paterno, porque mi padre era abogado y de la familia judicial, y por mis hijos para que digan: `el viejo hizo que se haga un poco de justicia`".
De la Torre explicó que del SI fue traslado a la cárcel de Rosario y luego a otras prisiones, y que en dichos traslados pudo identificar a sus captores, y unir los sobrenombres de guerra que usaban con sus apellidos.
Así identificó a "El Cura" Marcote, "El Ciego" Lo Fiego, "Archi" Scortechini -tres de los acusados en este juicio oral- y a "Caramelo", el ex policía Carlos Ulpiano Altamirano.
Dijo que a pesar de ser civil y menor de edad "fui juzgado por un tribunal militar junto a Antello" en el II Cuerpo del Ejército y a otro en el ex Batallón de Comunicaciones 121 de Rosario.
En uno de esos juicios el entonces teniente coronel Enrique González Roulet "se enojó y me dijo que si no decía la verdad me la iba a tener que ver con El Ciego, que era Lo Fiego", recordó.
"Usted De la Torre es un pelotudo, porque si dijera la verdad podría quedar en libertad", dijo el sobreviviente que le dijo González Roulet.
"Es evidente que con los terroristas no se puede hacer nada", agregó.
En un momento de su declaración, cuando recordó un traslado en el que participó el ahora acusado José Carlos Scortechini, De la Torre dijo: "Te acordás Scortechini, debés estar haciendo una sonrisa".
Entonces, le preguntó a los jueces por qué tenía que estar de espaldas a sus verdugos, sin poder verlos, mientras ellos sí lo veían.
"Permiso", dijo Marcelo de la Torre, y se paró de la silla para darse vuelta y enfrentar con la mirada a sus captores de hace más de tres décadas.
Pero sólo se encontró con Marcote y otro dos imputados, el ex policía Ramón Rito Vergara y el civil acusado de cómplice de la represión, Miguel Ricardo Chomicky.
El presidente del TOF2, Otmar Paulucci, le explicó que el resto de los imputados habían decidido seguir las instancias de su declaración desde un cuarto contiguo, donde podían verlo a él.
"Ah, no es recíproco", respondió De la Torre sin poder mirar a los ojos a sus victimarios, volvió a sentarse y siguió declarando.
Fuente:Telam

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