12 de noviembre de 2010

MENDOZA-SAQUEO A SANGRE Y FUEGO: LA RELACIÓN DE MASSERA CON MENDOZA.

LESA HUMANIDAD
Saqueo a sangre y fuego: la relación de Massera con Mendoza
El represor fallecido el lunes fue el propulsor de una operación de desapariciones y robo de bienes de empresarios mendocinos durante la última dictadura. El Will-Ri y su historia
Por DANIEL CALIVARES
El 8 de noviembre del 2010 murió el ex almirante Emilio Eduardo Massera. Hace más de 33 años, todo era muy distinto para este integrante de la primera Junta Militar de la última dictadura. No estaba insano y su futuro no estaba en manos de la Justicia. Al contrario, Massera se había apropiado del futuro de mucha gente y sus decisiones podían determinar quién seguía con vida y quién no.

MENDOZA. La relación de Massera con Mendoza no fue una más. El vínculo que lo unió con la provincia desnudó que el plan militar no era solamente de aniquilación de todo aquel que tuviera ideas distintas o que perteneciera a alguna organización política, armada o no. El plan iba más lejos. Así como hubo apropiación de bebés, también hubo robo de bienes, mediante la extorsión y la tortura y para este delito no bastaron los miembros de las Fuerzas Armadas sino que también se necesitó la colaboración de civiles. El caso que une a Mendoza con Massera es emblemático en ese sentido. Se trata de la causa denominada Will-Ri. Esta es, en realidad, un desprendimiento de una mayor y quizá la más conocida a nivel nacional: la causa

ESMA. LA HISTORIA. El barrio Will-Ri está ubicado en Chacras de Coria, a pocas cuadras de la plaza. Es uno de los barrios más conocidos en esa localidad lujanina, y los irónicos nombres de las calles hacen recordar su tétrico nacimiento. Se denominan Justicia, Honor, Bondad y otras cualidades que los apropiadores de esas tierras olvidaron a la hora de secuestrar y desaparecer a los verdaderos dueños. La historia comenzó cuando la dictadura militar aún no cumplía un año, pero en los meses que llevaba había secuestrado y desaparecido a un gran número de personas.

El 10 de enero de 1977, alrededor de diez personas ingresaron a un estudio jurídico ubicado en Capital Federal. De allí robaron dinero, máquinas de oficina y un automóvil. Sin embargo, lo peor es que también se llevaron secuestrado al doctor Conrado Gómez. Un día más tarde, también en Capital Federal, un grupo de tareas ingresó al domicilio particular de Horacio Palma y también lo secuestró. La seguidilla continuaría el 12 de enero del mismo año, pero en Mendoza. Durante la madrugada, un grupo de tareas irrumpió en la casa que habitaban Victorio Cerutti y su mujer, Josefina, en Chacras de Coria. En ese momento también había una empleada con ambos. Victorio tenía 75 años. Luego de golpearlo y robar sus autos, joyas y maltratar a su mujer decidieron llevarse también a su yerno, Omar Masera Pincolini.

Ambos tuvieron el mismo destino: la ESMA, donde se reunieron con Conrado Gómez y Palma. El objetivo estaba claro. Palma, Gómez y Cerutti eran los dueños de Campo Largo SA, la empresa propietaria del loteo donde hoy se levanta el Will-Ri, y la ESMA estaba bajo el dominio de la Marina, cuyo jefe era Emilio Eduardo Massera. Según explicó la bisnieta de Cerutti, Valeria Roig, la idea de su bisabuelo era hacer un barrio allí, pero como tenía el terreno y no el dinero para el loteo, se asoció con Gómez y Palma. Finalmente, los tres, tras una serie de torturas y amenazas, fueron despojados de todos su bienes, que en total representaban más de 16 millones de dólares en aquella época.

Según explicó Federico Gómez, hijo de Conrado, a su padre le robaron “la vida, la posibilidad de una familia y no le dieron garantías para defenderse, a medida que le robaban los bienes le iban prometiendo la vida pero lo traicionaron”. El objetivo de sus captores quedó concluido el 2 de mayo de 1977 con la escritura 1.288, donde se formalizó el traspaso del dominio de las tierras de Cerutti y compañía a Will-Ri SA, cuyos dueños eran los marinos Francis Whammond, Jorge Radice y Alejandro Spinelli. Mientras tanto, la mujer de Cerutti no encontraba a nadie que la ayudara a buscar a su marido.

Estos marinos vendieron sus acciones al contador naval Mario Cédola y a la entonces abogada Emilia García, quien luego se transformó en jueza y renunció antes de ser destituida. Luego, estos traspasaron en 1982 las acciones a la empresa Misa Chico, que estaba formada por Carlos Massera, hermano del almirante; Eduardo Enrique Massera, hijo del marino, y Pedro Añon, presidente del Partido por la Democracia Social (PDS), fundado para sostener las ambiciones políticas de Massera. Actualmente, Carlos Massera murió y Eduardo Massera está a la espera de que comience su juicio, junto con el resto de los imputados, entre los que están Jorge El Tigre Acosta y Radice. En tanto, ninguno de los cuatro secuestrados apareció.
La casa de los Cerutti
Tras el secuestro de Victorio Cerutti, su mujer, Josefina, comenzó a ser amenazada para que vendiera su casa. Ella, asustada, la vendió a un precio muy bajo. En 1999, los ex dueños de Metro la compraron con el fin de derribarla y construir un supermercado, pero los vecinos se opusieron y fue declarada patrimonio provincial. Luego de la quiebra, la casa quedó en manos de un acreedor. Actualmente hay un proyecto en el Congreso y otro en la Legislatura provincial por los cuales se busca expropiarla para transformarla en un museo de la memoria.
FuentedeOrigen: http://www.elsolonline.com
Fuente:Agndh                                       

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