11 de diciembre de 2010

JUICIO ESMA: TESTIMONIÓ EL PRESIDENTE DEL EAAF QUE IDENTIFICÓ A LAS MONJAS FRANCESAS.

10 de Diciembre
La Secretaría de Derechos Humanos es querellante
Juicio Esma: Testimonió el antropólogo forense que identificó a las monjas francesas

El presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense, Luis Fonderbrider




El especialista Luis Fonderbrider, explicó el procedimiento por el cual el Equipo Argentino de Antropología Forense realizó tareas arqueológicas en el cementenerio de General Lavalle en 2005, por el cual fueron conocidas las identidades de cinco desaparecidas.
El antropólogo Luis Fonderbrider se sentó en el estrado de la sala Amia de los tribunales de Comodoro Py frente al Tribunal Oral Federal Nº 5, en el emblemático Día Internacional de los Derechos Humanos.

El especialista comenzó detallando su historia profesional, que terminó siendo una pieza clave en la identificación de desaparecidos durante la última dictadura.

Los hechos determinan que a fines de diciembre de 1977, varios secuestrados por la Marina fueron arrojados al mar. Los desaparecidos golpearon contra las fuertes corrientes, que los depositaron en las costas de la ciudad bonaerense de Santa Teresita.

Siete cuerpos fueron recogidos por la Justicia y tan sólo uno de ellos identificado: El de Ángela Aguad, apodada por el grupo de tareas 3.3.2 como una integrante de las reuniones, de los familiares de desaparecidos, de la Iglesia de la Santa Cruz. El resto de los cadáveres fueron depositados en tumbas sin identificación en el cementerio de General Lavalle.

Más de 30 años después, en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), y en el que la Secretaría de Derechos Humanos es querellante, testimonió el responsable de identificar en 2005 a cinco de los seis cuerpos depositados en las tumbas NN.

Luis Fonderbrider al iniciar su declaración expresó: “Soy antropólogo recibido en la Universidad de Buenos Aires. Con un equipo de gente fundamos en 1984 el Equipo Argentino de Antropología Forense, del cual soy titular en este momento. El equipo se creó para documentar científicamente las violaciones a los Derechos Humanos que se habían producido en la Argentina entre 1976 y 1983”.

Además, el especialista es asesor de decenas de países y de organismos, como la Organización de Estados Americanos (OEA). “Los únicos peritos forenses que existían, antes del equipo, dependían de los Fuerzas Armadas. Muchos familiares de desaparecidos no confiaban en su independencia. Por eso vimos la necesidad de formar una ONG que abordara los descubrimientos de forma integral y no solo médica”, dijo.

El antropólogo forense explicó que la Justicia Federal les encargó investigar el origen de seis cuerpos NN enterrados en el cementerio de General Lavalle y el extenso procedimiento que se lleva adelante para identificar cadáveres NN.

“Teníamos los expedientes de 1977, que decían que habían identificado a Aguad. Estimamos por investigaciones que los cuerpos podían pertenecer al mismo grupo, llamo como Santa Cruz. Se analizaron los huesos de forma integral y el ADN. En cinco casos pudieron identificarse los cuerpos. Hay uno que continúa como NN”, dijo.

Los cuerpos identificados en 2005 son el de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet; de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de De Vicenti, María Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco.

“Los cuerpos tenían lesiones contusas, fracturas múltiples como si hubiesen sido golpeados con objetos. Los cadáveres presentaban los golpes típicos de las caidas contra superficies duras, en este caso el agua”, explicó Fonderbrider.

El testigo precisó que la mayoría de los cuerpos tenían lesiones costales. “Cuando las personas tienen dominio de su cuerpo tienden a ponerse en el aire en posición vertical, para aminorar el impacto. Las que no tienen dominio giran en el aire y caen en posición horizontal, que genera grandes lesiones costales y la explosión de los órganos”.

Los vuelos de la muerte eran una práctica regular del plan de exterminio de la última dictadura. En la Marina, específicamente en la Esma, era común que los que iban a ser arrojados recibieran una inyección de Pentotal, un narcótico relajante, que por esa fuerza era apodado “Pentonaval”. La droga evitaba la resistencia de los que iban a ser asesinados.

Fonderbrider explicó que una vez que se identificaron los cuerpos, la Justicia los devolvió a sus familiares. “El equipo ya recuperó 1000 cuerpos y ha logrado identificar 435. Es importa que se sepa que la ONG se financia con dinero de gobiernos europeos; de los Estados Unidos; de la Argentina y de empresas privadas”.

Las detenciones en la Santa Cruz
El 8 de diciembre de 1977, familiares de desaparecidos estaban reunidos en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio porteño de Boedo. Cuando disponían a retirarse, observaron que se había montado en el lugar un operativo llevado a cabo por oficiales del grupo de tareas 3.3.2 de la Esma, armados, vestidos de civil, y haciéndose pasar por personal policial.

En ese momento se produjo la detención de Eduardo Horane, María Eugenia Ponce de Bianco, María Esther Ballestrino de Careaga, Patricia Oviedo, Raquel Bulit, la monja Alice Domon y Ángela Auad. En el operativo, intervino el actual imputado y ex marino Alfredo Astiz, que desde junio de 1977 había comenzado a concurrir a las reuniones del grupo de familiares, haciéndose pasar por una persona que había sufrido el secuestro de un hermano, bajo el nombre falso de "Gustavo Niño".

Finalmente, el día 10 de diciembre de 1977, secuestraron a Azucena Villaflor de De Vincenti, en el momento en el que salía de su domicilio. Horas más tarde repitieron el procedimiento con la hermana Leonie Duquet.

Dentro del centro clandestino, testigos y sobrevivientes vieron llegar al grupo, que horas más tarde era trasladado en uno de los vuelos de la muerte.
Fuente:PrensaArgentina                                                

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