Manual de aniquilamiento, parte 3: como ser "custodios de nuestra soberanía ideológica"
Una toma del documental realziado sobre la base del manual.
La última nota sobre el manual que elaboró la dictadura y que pretendió obligar a los docentes a denunciar actitudes "subversivas", aun en el jardín de infantes. Entrá y mirá el documental hecho sobre la base del libro "Conozcamos a nuestro enemigo".
por Gabriel Conte
La base está: "Estamos asistiendo al capítulo más importante de la historia argentina. En este momento en que el monstruo marxista se lanza sobre el mundo, lo encuentra débil, inerme. Por eso todos debemos producir una reacción. Esta es una lucha de todos, de ser o no ser como Nación y debemos pensar que hay una acción comunista-marxista internacional que desde 500 años antes de Cristo tiene vigencia en el mundo y gravita en el mundo. El monstruo del marxismo, disciplinado, ordenado, se lanza sobre el mundo occidental, atomizado, quien sufre las consecuencias de su propia desorganización". Gral. Cristino Nicolaides, comandante de la Zona 3. Citado por el Nunca Más.
Luego de las instrucciones para el jardín de infantes y de instruir a los docentes que sospechen deliberadamente de quienes reclamen “mejor educación”, el manual “Conozcamos a nuestro enemigo” elaborado, impreso y distribuido en todo el país por el Ministerio de Educación de la Nación durante la dictadura analizó los “por qué” de esas páginas.
“A los educadores –dice el libelo de lectura obligatoria para docentes en su página 60- descalificativo de ´custodios de nuestra soberanía ideológica´”.
El mensaje era terrorífico y decía, con absoluta claridad, en letra de imprenta pagada por los fondos del Estado “haz lo que yo digo y hazlo como yo lo hago”.
En el mensaje a los docentes del país, el manual avisó que “existe una verdadera urgencia de mostrar el perfil de la ARGENTINA del mañana” (sic). Nada de libertades: indicó qué es lo que había que mostrar. “En la medida en que acompañando al proceso de Reorganización Nacional, contribuyamos a dar soluciones institucionalizadas a los problemas políticos y económicos y soluciones normativas a los educativos, haremos posible, de nuevo, el progreso orientado según los valores de nuestro estilo y concepción de vida”.
Por si quedaban dudas, luego de ofrecerle a los docentes una sinopsis de los movimientos estudiantiles a los que encuadra en lo que considera como Bandas Terroristas Subversivas. Allí, da cuenta de una visión diferente de las cosas. Esto, de por sí, con las reglas de la democracia vigente sería, digamos, un matiz.
Pero, miradas desde los Ray Ban de los funcionarios militares y bajo sus propias normas, so pena de muerte, abrían el camino para que en donde la Reforma Universitaria se interpretaba como un avance para toda Latinoamérica se viera la etapa en que “el comunismo comienza a estructurarse para su posterior accionar” (página 72).
En donde se veía una democratización de los claustros universitarios, la lectura que el Ministerio de Educación de Videla hizo (el manual es de 1977) “la izquierda aprovechó física y legalmente la coyuntura para copar las universidades a través de los instrumentos jurídicos que se sancionaron”.
Las contradicciones
Mientras el manual infundió el pánico e instó a los docentes a denunciar a quienes consideraba “subversivos”, da cuenta en su página 23 que “la delincuencia subversiva urbana, si bien logra un grado de desarrollo, se caracteriza por su imposibilidad de lograr un control absoluto de un espacio determinado, por lo cual su acción es limitada”.
A pesar de llamar a respaldar el “Proceso de Reorganización Nacional”, dice respaldarse “en la Constitución y los principios republicanos en que se funda; la democracia y sus instituciones libres” (pág. 60) aunque después comienza a mostrar la hilacha, chocando de lleno con estos principios previos, al agregar que los docentes deben basarse, también en la moral pública, pero también “en la moral privada”.
Las consecuencias
Es difícil dimensionar las consecuencias que pudo generar un instrumento tan noble como un libro con instrucciones tan viles como las del mencionado manual. El primer dato evaluatorio de la dictadura es tremendo: si se discrimina a las personas que fueron “desaparecidas” por la dictadura, el segundo grupo en importancia fueron los estudiantes, con el 21 por ciento de las muertes. Los antecedieron los obreros (30,2%). Los docentes que fueron borrados de la faz de la tierra superaron los 600.
El documental
Un trabajo fílmico sobre la base de este manual que un lector de MDZ acercó a la redacción fue preparado en 1995 y reeditado en 2009. Se llama "Regístrese, comuníquese, archívese". Fue realizado -según consta en numerosas referencias sobre él disponibles- "gracias al aporte de muchos de los sobrevivientes de ese sistema de "lavado de cerebros" que tanto en la Ciudad de Buenos Aires, como en la Provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de La Plata acercaron sus materiales escolares, fotografías, cuadernos, dibujos, documentos y testimonios".
Fuente:Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/265377
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