14 de febrero de 2011

ENTRE RÍOS: SE REACTIVA CAUSA DE FUSILAMIENTOS EN 1977.

13/02/2011
Esta semana podría haber novedades
Investigan si hubo falsos enfrentamientos entre militares y disidentes políticos en 1977
Saldrá a la luz el caso de los cuerpos que aparecieron en Diamante y Paraná.
El asesinato de cinco militantes, cuyos cuerpos aparecieron en Diamante y Paraná en agosto de 1977, sale a la luz por estos días en la Justicia Federal luego de más de tres décadas de oscuridad. Sospechan que las víctimas fueron llevadas ya muertas a Diamante y Paraná, donde aparecieron los cuerpos. La Fiscalía tratará de determinar responsabilidades y procurará establecer si se trató de enfrentamientos fraguados y si hubo traslado de los cadáveres. Por el momento no hay imputados, aunque la firma del médico militar, Juan Antonio Zaccaría -el mismo que está procesado por el robo de bebés en el Hospital Militar- figura en los certificados de defunción y eso podría eventualmente implicarlo.

Las víctimas eran oriundas de Buenos Aires -Bahía Blanca y Tres Arroyos- y fueron informadas en su momento como muertas en enfrentamientos, como habitualmente solía describir la dictadura militar a las ejecuciones de los guerrilleros y disidentes políticos en general. Se trata de Darío Miguel Valiño, Alejandro Tomás Mónaco, Felipe Guerra, María Luisa Buffo y José Antonio Garza. Para los próximos días, se esperan importantes testimoniales.

La versión militar es que estas muertes se habrían concretado en dos hechos, cuando estaba al mando de la represión ilegal en la provincia el general Juan Carlos Ricardo Trimarco, hoy declarado inimputable por la Justicia. Uno de ellos aconteció el 3 de agosto de 1977: fueron ultimados en Paraná Mónaco, Guerra y Valiño durante un “enfrentamiento”, como describieron los comunicados del Comando de la II Brigada de Caballería Blindada, publicados en los diarios La Nación, Clarín y El Diario. Los certificados de defunción indican que fue “muerte violenta”.

El segundo hecho, ocurrió el 23 de agosto de 1977 en Diamante, cuando en un supuesto control de ruta mataron a Buffo y Garza.

En aquella época, los familiares viajaron hasta Paraná para buscar los cuerpos, y las autoridades militares les informaron que estaban en el cementerio de la capital entrerriana. Pudieron recuperarlos, con excepción del de Guerra, que nunca apareció. Además, no está claro si los familiares de Valiño pudieron hacerse de los restos.

En Bahía Blanca, familiares y amigos de las víctimas denunciaron sus desapariciones y hace unos años testimoniaron en la Justicia Federal de Paraná. Uno de los testigos declaró que, a pesar de que los cuerpos aparecieron en la capital entrerriana y Diamante, los militantes habrían sido asesinados en Buenos Aires. De ser así, los cadáveres habrían sido traídos a Entre Ríos en una maniobra similar a la que se efectuó con el diputado del PJ, Diego Muñiz Barreto, quien apareció dentro de un Fiat 128 en un arroyo cercano a localidad de Raíces Oeste, departamento de Villaguay, crimen por el cual está acusado el represor, Luis Patti.

Según publicó Uno, las dudas podrían comenzar a despejarse esta semana, ya que está previsto que declaren testigos claves para determinar qué sucedió con esas víctimas del terrorismo de Estado. Los testimonios serán recolectados por los fiscales, José Ignacio Candioti y Mario Silva, quienes tienen a su cargo la investigación. También, tendrían previsto adoptar otras medidas para reactivar la causa.

La firma de Zaccaría
En el expediente por el momento no hay imputados y el responsable natural de los crímenes de lesa humanidad cometidos en Entre Ríos, Juan Carlos Ricardo Trimarco, se encuentra a salvo de todo proceso penal por su incapacidad mental decretada en la causa por sustracción de menores y sustitución de identidad en el Hospital Militar de Paraná.

Uno que debería dar explicaciones es quien se desempeñaba como jefe del servicio de Terapia Intensiva del nosocomio de avenida Ejército, Juan Antonio Zaccaría, ya que su firma aparece en los certificados de defunción indicando que se trató de muerte violenta. De hecho, se sabe que los cadáveres estaban destrozados, con signos de haber sido acribillados, lo que se contradice con la hipótesis oficial del enfrentamiento.

Zaccaría -actualmente con prisión domiciliaria- está procesado en la causa Hospital Militar y busca eludir el inminente juicio oral y público argumentando problemas de salud. Su nombre ya aparecía mencionado en el anónimo que recibió quien fuera coordinador del Registro Único de la Verdad, Guillermo Germano, y que presentó el 18 de mayo de 2005 cuando hizo la denuncia que abrió aquel expediente.
(Foto: Uno)
FuentedeOrigen:AnalisisDigital
Fuente:Agndh

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