JURY POR "ACTITUD COLABORACIONISTA" CON DELITOS DE LESA HUMANIDAD
Declaran los testigos contra Miret
El juicio político al suspendido camarista mendocino Luis Miret se reinició esta mañana con el testimonio de una ex detenida, que denunció haber sido "salvajemente violada y salvajemente torturada" en la dependencia policial conocida como D2 de Mendoza. "Ninguno de los jueces del momento, de los defensores públicos ni nadie se acercó a mí ni hizo nada", declaró.
"Puedo decir con total seguridad y total responsabilidad republicana que ninguno de los jueces del momento, de los defensores públicos ni nadie se acercó a mi ni hizo nada", dijo Silvia Susana Ontivero, quien era delegada de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) al ser detenida en febrero de 1976.
La primera audiencia dedicada a escuchar testimonios se inició así en el jury de enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura, en un proceso en el cual Miret, acusado por supuestos delitos cometidos en la última dictadura, encaró su propia defensa y se encargó de preguntar a los testigos en su contra.
"Eramos todos los delegados de ATE que fuimos detenidos y llevados al D2, que se conocía como el palacio de las torturas de Mendoza", explicó Ontivero, una licenciada en administración de empresas que pasó allí 18 días hasta que fue puesta a disposición del PEN y trasladada a la cárcel de Devoto, donde estuvo seis años más.
"Yo fui salvajemente torturada, salvajemente violada, perdí la cuenta de los hombres que me violaron, a veces hasta cuatro veces al día", recordó una de las denunciantes de Miret ante el jury de enjuiciamiento que deberá resolver si lo destituye o lo repone en el cargo.
"Nos dijeron que estábamos frente a un juez, después supe que era uno llamado Carrizo, yo le denuncio todo y él, después de verme entre dos policías que me llevaban porque no podía caminar, me pregunta el juez si me había caído", dijo Ontivero.
Según explicó el propio Miret al preguntarle en la audiencia, por esa época era defensor oficial de Mendoza, no juez. "Con todo respeto no pongo en duda las vejaciones, violaciones y torturas de las que fue víctima, pero yo no era juez, el juez era Carrizo, por qué me vincula a mí con todas sus desgracias y se hace denunciante del doctor Miret", dijo refiriéndose a sí mismo en tercera persona.
"Me hubiera gustado mucho tener un defensor oficial, doctor Miret", respondió la testigo mirándolo a los ojos. "Nunca tuve defensor, no nos dejaron nombrar uno particular y me abrieron tres causas que luego fueron anuladas", agregó.
"He escuchado que hasta los jueces estuvieron también con las manos atadas, pero nunca supe desde que empezó la democracia que ninguno haya dicho desde entonces 'voy a contar lo que me pasó como juez, fiscal o defensor oficial, que me llegaba gente lastimada, torturada y no pude hacer nada'", señaló Ontiveros.
La testigo resaltó que en Mendoza "todos los expedientes fueron cajoneados, hasta los últimos dos o tres años, en donde por fin hemos podido ser escuchados".
Otro testigo, también militante de organismos de derechos humanos y secuestrado junto a Ontivero, Fernando Roulet, aseguró que Miret "fue particularmente activo" a la hora de avalar lo que hacía la policía de Mendoza de manera "previa y durante la dictadura cívico-militar".
El actual inspector de la Orquesta Filarmónica de Mendoza fue secuestrado del 9 al 26 de febrero de 1976 con el grupo de gremialistas, antes del golpe de Estado. "El superior de la Policía de Mendoza era la justicia federal, si actuaban era porque estaban avalados" señaló y recordó que tras su secuestro su madre se entrevistó con Miret y le pidió que lo buscara, que estaba en poder de la Policía.
"Estoy convencido de que el doctor Miret era parte del aparato terrorista que asaltó el país en la década dle 70", agregó Roulet.
El testigo fue interrumpido también en varias ocasiones por el juez suspendido para aclarar por ejemplo que él no firmó excarcelaciones en causas por delitos de lesa humanidad por hallarse excusado y diferenciarse de su colega también con proceso abierto en la Magistratura, Otilio Romano. "Es un maridaje inventado", se indignó Miret al resaltar que él sólo intervino en una de las cinco causas por las cuales se lo denunció junto a Romano y por eso finalmente se separaron las acusaciones.
Miret fue suspendido por el Consejo de la Magistratura y presentó su renuncia al cargo, que no fue aceptada por el Poder Ejecutivo. Por ese motivo, afronta ahora el jury en su contra por distintos delitos supuestamente cometidos en la dictadura, como por ejemplo el archivo en 1977 de la denuncia de la sustracción de una beba, Rebeca Manrique Terrero, quien recuperó su identidad 20 años más tarde.
Testimonios contra Miret
“He escuchado que hasta los jueces estuvieron con las manos atadas, pero nunca supe desde que volvió la democracia que alguno haya dicho ‘Voy a contar lo que me pasó, me llegaba gente torturada y no pude hacer nada’.” La reflexión pertenece a Silvia Ontivero, ex delegada gremial secuestrada, torturada y violada durante la dictadura, y tuvo lugar en el juicio político al juez Luis Miret, acusado de encubrir delitos de lesa humanidad. Fernando Rule, secuestrado en el mismo operativo en 1976, destacó que Miret “fue particularmente activo” para avalar la actuación de la policía de Mendoza. Rule recordó que su madre se presentó ante el magistrado, le dijo que lo tenía la policía y le pidió que lo buscara. “Miret le dijo que no tenía pruebas, que las necesitaba para exigir que le mostraran al detenido. Al otro día ella le llevó una foto del diario donde se informaba que habíamos sido detenidos por la policía, que negaba tenernos”, relató. “Miret no hizo nada”, dijo, y agregó que su madre “se dio cuenta de que le tomaba el pelo porque él también había leído el diario.”
Fuente:Pagina12
Una testigo comprometió más a Miret
Silvia Ontiveros declaró hoy en la primera audiencia del juicio contra Miret y lo acusó de “no hacer nada” para evitar que ella fuera detenida en el D2. Esta tarde declarará la subsecretaria de Derechos Humanos María José Ubaldini.
viernes, 11 de febrero de 2011
Luis Miret está acusado de omitir investigaciones sobre delitos de la dictadura.
Una testigo dijo esta mañana que ni el juez mendocino Luis Francisco Miret, ni ninguno de los funcionarios judiciales que tuvieron conocimiento de su detención ilegal, "hicieron nada por evitarlo".
El relato de Silvia Susana Ontiveros, una ex delegada de ATE Mendoza detenida ilegalmente en febrero de 1976, antes del golpe de Estado, comenzó a complicar la situación de Miret, ya que aportó un dato adicional a los conocidos testimonios de una adolescente de 16 años secuestrada, violada y torturada para la misma época.
Ontiveros también sufrió vejámenes similares en una dependencia policial conocida como "D 2" de Mendoza, que funcionó ya en la dictadura como centro clandestino de detención y torturas.
Ayer, durante la primera audiencia del juicio, Miret ensayó la victimización como defensa: "está instalado en la opinión pública como inapelable que merezco la destitución".
Está acusado de incumplimiento de sus deberes de funcionario público y posible comisión de delitos a raíz de, al menos, haber tolerado -aún a sabiendas de su comisión- violaciones a los derechos humanos antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y durante la dictadura.
"Se está cometiendo un error al acusarme por haber sido juez durante la dictadura y por eso cómplice de torturadores. Se está usando la justa indignación de las víctimas del terrorismo de Estado para hacer de mí un monstruo", se quejó el camarista federal mendocino.
Durante la jornada de hoy tienen previsto declarar siete testigos, entre ellos -además de Ontiveros- la subsecretaria de Derechos Humanos María José Ubaldini.
Fuente:LosAndes

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