08 de Febrero
LESA HUMANIDAD: EL JUICIO
“El Ejército Argentino se comportó como una fuerza de ocupación”
Marie-Monique Robin mostró la relación entre los militares franceses y argentinos. La mujer realizó un documental sobre el tema en el 2003.
Por DANIEL CALIVARES
Argelia, 1957, el poder de la policía sobre la población civil queda en manos de los militares a través de un decreto del Gobierno francés, que era el que tenía el dominio sobre esa colonia. Argentina, 1975, el gobierno de María Estela de Perón les da, mediante un decreto, el poder de aniquilar a la subversión a los militares y pone a las policías federales y provinciales a su disposición. Ambos instrumentos son similares. Esta es una de las relaciones que la periodista e historiadora francesa Marie-Monique Robin mostró ayer en el juicio por delitos de lesa humanidad que se está llevando adelante en Mendoza.
MÁS SIMILITUDES.
Robin llegó al debate como experta. La mujer, que ha sido corresponsal en América latina, tuvo hace unos años la idea de hacer un documental sobre el Plan Cóndor, sin embargo, a poco de empezar, se encontró con una línea de investigación no prevista: la conexión francesa con la dictadura argentina. Cuando la comunicadora ahondó más en el tema, pudo comprobar que los métodos utilizados por la dictadura militar se asemejaban mucho a lo que hizo el Ejército francés en Argelia contra el Frente de Liberación Nacional, que buscaba la independencia del país africano.
Esto, respaldado por documentos desclasificados del Gobierno que mostraban que en Argentina habían existido oficiales franceses adoctrinando a los militares argentinos, le permitió hacer su documental, llamado Escuadrones de la muerte, que provocó gran revuelo en su país, en el que existe una amnistía para los militares que provocaron el genocidio en Argelia. Según lo que la mujer investigó, lo que también es material de un libro, además del mencionado documental, durante la batalla de Argelia, tras quedar al mando la fuerza militar de la seguridad de la población, se hicieron cientos de redadas en distintos puntos del país africano, llegando a detener a alrededor de 24 mil personas.
Estos operativos formaban parte de lo que se llama guerra moderna o guerra antisubversiva, que había tenido su inicio en Indochina. Prácticamente consiste en un enfrentamiento que se da dentro del territorio en donde el militar considera que su enemigo puede ser cualquier persona, desde un comerciante o profesor hasta un cura u obrero. Pero también tiene una característica muy particular, y es que la tortura, que siempre ha existido, en Argelia también estuvo presente, pero ya como un arma, y aquellos que eran torturados eran luego desaparecidos.
Todos estos métodos se repitieron en Argentina durante la dictadura. Según el documental hecho por Robin y luego repetido en su testimonio, desde 1959 instructores franceses entrenan a militares argentinos en prácticas antisubversivas, aprovechándose principalmente de la fiebre anticomunista y del temor a que esta ideología se extendiera en el mundo en esa época.
Desde ese momento, dos o tres instructores se instalaron en Argentina y, años después, uno de ellos, Robert Bentresque, se convertiría en asesor de la Junta Militar durante la dictadura, según dijo el presidente de facto Reynaldo Bignone, a la hora de hablar con Robin para su documental en el 2003, antes de la derogación de la Ley de Obediencia Debida y de Punto Final. De hecho, esta colaboración francesa también fue confirmada por el general retirado Martín Balza, quien en el video sostiene que la doctrina francesa tuvo gran influencia sobre Argentina.
En tanto, Bignone aseguró que es “una copia”. De hecho, las semejanzas entre Argentina y Argelia también existen en dividir el territorio en cuadrículas o zonas y en las desapariciones de personas, al punto tal que en Argelia se arrojaron desde helicópteros cuerpos al mar, mientras que en Argentina existieron los vuelos de la muerte. En tanto, el ex general Ramón Díaz Bessone en el video afirma que “la tortura es la única forma de sacar información” y señala que “en la guerra se cometen errores”.
Finalmente, el ex ministro del Interior Albano Harguindeguy también aparece sosteniendo que las desapariciones tal vez fueron un error, porque cada víctima “tenía su padre, hermano, etc.” Debido a esa enseñanza a los militares argentinos, Robin señaló: “El Ejército Argentino se comportó como una fuerza de ocupación en su propio país”.
Declara la esposa de una víctima
Con el testimonio de Georgina Vuletich hoy continuará el debate por delitos de lesa humanidad. Vuletich es la mujer de Héctor Brizuela, quien fue asesinado en 1976. Brizuela era dirigente del sindicato Soeva y fue secuestrado en octubre de 1976. Pocas horas después apareció asesinado. Un día más tarde, pasaría por lo mismo con otro dirigente, Antonio García.
Fuente:ElSolDiario
08 de Febrero
Una mujer detalló el secuestro y muerte de su esposo durante la dictadura militar
Quien declaró fue la esposa del gremialista de Soeva, Héctor Brizuela, asesinado de varios disparos en 1976.
La mujer declaró sobre la desaparición de su esposo gremialista.
El Tribunal Oral Federal mendocino escuchó hoy los testimonios de una mujer que denunció el secuestro y asesinato de su esposo gremialista y de otro dirigente sindical durante la dictadura militar, y que se investiga en el juicio por delitos de lesa humanidad que se lleva a cabo en esta capital.
Georgina Ramona Vuletich recordó el secuestro de su esposo Héctor Brizuela, dirigente del Sindicato Obreros y Empleados Vitivinícolas (Soeva), ocurrido en su domicilio en la madrugada del 18 de octubre de 1976 por cuatro hombres con vestimenta militar, en el departamento de Maipú.
Detalló que "ella fue encerrada en una habitación mientras su pequeña hija, entonces de 4 años, continuaba descansando en otro dormitorio".
"Al día siguiente del secuestro, en la zona del distrito Barriales, fue hallado el cuerpo de mi marido con cinco disparos de bala en el cuerpo", amplió Georgina.
Recordó que ese mismo día (19 de octubre de 1976) y a pocos kilómetros donde fue hallado el cuerpo de su esposo, "en el departamento San Martín fue encontrado un compañero de trabajo de mi marido, Antonio García, también dirigente sindical, asesinado de varios disparos".
El Tribunal Oral Federal 1 estuvo presidido por Antonio González Macías e integrado por Alejandro Piña y Héctor Cortes.
González Macías explicó que los testimonios de Georgina Vuletich fueron adelantados debido a problemas de salud de la denunciante.
La ronda de juicio por lesa humanidad continuará el próximo lunes.
Fuente:ElSolDiario


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