Colegiaturas: Traslado de 13 mil millones del presupuesto público a negocios de escuelas privadas
Por Pedro Echeverría
1. ¡Qué gran cinismo del gobierno y de toda la clase política hablar de “beneficio a la educación nacional” cuando 13 mil millones de pesos se entregan o devuelven a las clases altas y medias! Desde hace medio siglo se sabe de los proyectos de becas crédito, de devolución fiscal, de campañas de desprestigio a la educación pública, de los enormes negocios de las escuelas privadas, de la profunda penetración del clero católico en esos negocios, de la caída o estancamiento de la inversión en educación pública, etcétera. Ha llevado a que en México la educación privada de ser 5 por ciento haya crecido a 35 por ciento en la educación nacional. A que paralelamente, la educación pública, gratuita y laica se haya desplomado de 95 a 65 por ciento. ¿Cómo carajos no llegar a ese acuerdo cínico si el 99 por ciento de los altos y medios funcionarios tienen a sus “hijitos” en colegios privados, en tanto que millones de jóvenes son rechazados en la escuela pública por falta de espacio, maestros y presupuesto?
2. Nada de patriotismos y demás zarandajas que el gobierno y los empresarios otorgan halagando a los inversionistas millonarios de la escuela privada y silenciando el enorme negocio de familias millonarias panistas y clericales. Hoy las asociaciones derechistas de padres de familia, priístas, empresarios, lanzan el grito de alegría al cielo a favor de ese viejo proyecto de panistas, clero y su ideólogo Luis Pazos. Resulta extraño que la priísta Paredes salga ahora diciendo que la privatización educativa es su viejo proyecto cuando hasta los años setenta parecían defender la educación pública. ¿Por qué esos 13 mil millones que el gobierno va ha devolver a burgueses y pequeño burgueses que usan la escuela privada no se invierten en la educación pública para dar desayunos, comidas, subsidios a pasajes de transporte, reparación de servicios en las escuelas abandonadas a las cuotas de padres de familia? ¿Cuándo la educación media superior y superior dejará de rechazar a millones de estudiantes que no tienen lugar en la educación pública?
3. No debe olvidarse que las grandes quemas de libros de texto gratuitos por poderosos grupos derechistas, y el grito de libertad de enseñanza religiosa en los años sesenta, dio inicio a las grandes campañas contra la educación pública. Durante 50 años los gobiernos se hicieron a la “vista gorda” o de plano apoyaron las grandes campañas de desprestigio contra los libros de texto gratuitos, programas, profesores, de las mismas escuelas públicas que entonces tenían conciencia alta en la defensa de la educación popular. Sin embargo a partir de 1982, es decir, hace casi 30 años, con la imposición del neoliberalismo, el apoyo total a la educación privada y la plena libertad del clero para intervenir en el país, demuestran que la conciencia nacionalista y laica ha sido absorbida, borrada del pensamiento de los profesores y del pueblo. Aunque Esther Gordillo sea una líder cacique, asesina, acomodaticia- es de las pocas que aún con límites, ha salido en defensa de la educación pública. Ese decreto de Calderón debería ser rechazado nacionalmente.
4. Todos aquellos viejos profesores que tuvieron conciencia de la educación cardenista en México, que lucharon en los cincuenta y sesenta en la nacional de maestros, que fueron profesores rurales, que egresaron de las normales de hijos de trabajadores, así como del Poli, de las huelgas magisteriales junto a Othón, pero sobre todo los de la CNTE, deberían combatir ese decreto que busca hundir más a la educación pública. No es un simple decreto electoralista como dicen los ignorantes y los oportunistas, es un terrible golpe de la derecha contra la educación pública. Yo, en 1969, por aquello de falta de ingresos me ví obligado a trabajar unos meses en una grande secundaria particular de la colonia Moctezuma del DF donde tenía grabadoras en cada salón, a media clase salían los alumnos a confesarse y se impartía misa en aquella escuela. Salí de aquella escuela como “tapón de sidra” y nunca más laboré en otra privada donde después de cada clase me “aconsejaban” que no hable de esto o aquello.
5. Estuve como profesor de horas de historia en al menos 25 escuelas secundarias del DF y, aunque algunas escuelas públicas estaban en zonas aburguesadas y otras en lugares proletarizados, en la escuela pública nunca escuché de confesiones, visitas de curas o misas, mucho menos que alguien me llame la atención por hacer estudiantes críticos, libres y científicos, o por mis batallas sindicales. En 1972 ingresé al CCH-UNAM en planteles con alumnos de distintos orígenes sociales: CCH Oriente de súper proletarios y CCH Sur con clases medias, sin embargo siendo educación pública jamás la derecha tuvo presencia importante en esos planteles y, por el contrario, algunos miles de estudiantes apoyaban físicamente –junto a sus profesores- las huelgas obreras de los estados de México, Morelos, Hidalgo y el DF. Siempre supimos demostrar que la educación pública era diez veces superior a la educación privada porque creaba alumnos que razonaran, que criticaran, buscaran la igualdad y que se oponían a todo lo injusto.
6. En México la escuela privada y el clero han jugado una historia muy negativa porque sólo han estado al servicio de las clases poderosas. No puede olvidarse que en el siglo XIX la iglesia era la más grande terrateniente y que junto con los militares y los sectores políticos más reaccionarios, controlaron el país, hasta que el movimiento liberal de Reforma la expropió. Muy contrario a los esfuerzos del laicismo y la educación pública que a través de la historia han hecho enormes sacrificios para servir a la inmensa mayoría del pueblo. Si en algunos países la intervención del clero, así como la extensión de la escuela privada no causa el mayor escozor, en México sí porque su objetivo de reconquista siempre ha estado presente. Por eso el decreto de Calderón debe ser combatido por los sectores progresistas de izquierda del país. Necesitamos niños, estudiantes, un pueblo que reflexione críticamente, sin prejuicios, acerca de sus problemas básico e importantes.
7. Ahora el borrachín Calderón –como le dicen con todo cariño- con ese decreto altamente apoyador de la privatización, busca congraciarse con la ultraderecha reaccionaria y de paso se mete a la bolsa a las clases medias educadas en el individualismo, el racismo y el consumismo. Lo que les devolverán podrá servir para algunos viajes internacionales y comprarse otro coche de mejor modelo. Espero que pronto se den cuenta los analistas y luchadores sociales de lo que representa ese decreto de devolver a los riquillos lo que pagan en colegiaturas privadas. Al fin los sectores más reaccionarios de la educación han logrado imponer sus propuestas de apoyo irrestricto del gobierno a la educación privada. Parece que los profesores para defender la educación pública deben pasar a acciones más radicales. No basta con sus respetuosas manifestaciones y plantones; las batallas tienen que pasar a otros niveles. Esta condena no es contra las escuelas particulares cuyos dueños apenas alcanzan para vivir con honestidad.
Fuente:Argenpress
Si todo México tuviera la conciencia y la dignidad de los oaxaqueños no habría mal gobierno en el país
Por Pedro Echeverría
1. ¿Cómo recibir al presidente ilegítimo Felipe Calderón –represor y asesino, junto a Fox y Ulises Ruiz- en Oaxaca si ha demostrado con creces que es enemigo de los indígenas, campesinos, profesores y ciudadanos de ese estado? ¿Piensa acaso que con el gobernador Gabino Cué, o Fué, como le dicen, todo es borrón y cuenta nueva y que se puede pasear campantemente por el Zócalo como si fuera un turista más?.
¿Pueden olvidar la APP0, la Sección 22 del magisterio y demás trabajadores la represión y desalojo del 14 de junio de 2006 ordenada por Ulises y Fox, la represión contra los universitarios, la ocupación del Zócalo por el ejército, la bárbara represión del 25 de noviembre y los encarcelamientos, torturas y asesinatos contra luchadores sociales y periodistas? Las protestas reprimidas de ayer martes 15 son la continuidad de aquellas batallas de 2006 y no pararán sino que hasta que se haga justicia, es decir, resuelvan los problemas planteados desde entonces y castiguen a los asesinos y represores de 2006.
2. ¿Qué gobernante, gobernador o presidente de la República, se atrevería a ser represor, ladrón, asesino, tramposo, si en todo México existiera la conciencia y la dignidad de los oaxaqueños rebeldes? (Digo rebeldes, luchadores sociales, porque también hay una minoría de oaxaqueños racistas, explotadores y acomodaticios) Y este es el problema básico que resuelve todos los problemas del país: ¡que la gente, los de abajo, los trabajadores, no permitan que los gobernantes hagan lo que les dé la gana!. Pero dado que a la mayoría de la población la manipulan, la engañan, acepta cualquier limosna o promesa, los gobernantes actúan con libertad para hacer lo que les venga en gana. Y ves a la gente desesperada preguntando cómo y cuándo se podrán resolver los problemas del país, como si fuera una adivinanza. No se dan cuenta de que todo está en sus manos, de que el pueblo lo puede todo cuando lucha, protesta, sale a las calles y se enfrenta.
3. ¿Por qué entonces los oaxaqueños no han resuelto sus problemas si son muy luchadores? Porque todos los gobiernos, empresarios, medios de información, fuerzas represivas del país, se unen contra ellos; y nosotros -los trabajadores en el país- somos tan cobardes y carentes de conciencia que no nos unimos para apoyarlos; siempre los dejamos solos para que el poder los aplaste y asesine. En mayo y junio de 2006 construyeron unos quinientos campamentos de plástico en por lo menos 25 manzanas del centro donde se pasaron días y noches los profesores y demás trabajadores para obligar al gobierno a resolver los problemas de alumnos (becas, desayunos, uniformes, libros), padres de familia (empleos), profesores (varias demandas), campesinos (tierras y créditos) Los gobiernos de Fox (panista) y los priístas -sin resolver nada- se unieron para desalojar el plantón. Fox y los dirigentes nacionales del PRI habían negociado el total apoyo al gobernador Ulises Ruiz.
4. El 14 de junio a las 2 de la mañana comenzó el desalojo con gases lacrimógenos, destrucción de campamentos y persecución de mujeres y niños; desalojo del edificio de la Sección 22 y de la Casa-hotel del Maestro. Yo –como periodista- dormía en el dispensario médico del auditorio cuando llegaron los militares que se pusieron a desalojar cuartos y romper puertas. Al retirarse, todos nos unimos a las seis de la mañana (el día anterior me había publicado un artículo el diario Noticias) para recuperar la plaza desde todas las bocacalles donde con bombas lacrimógenas arrojadas por ellos y desde helicópteros, trataban de dispersarnos. Ante la gran presión de varios cientos de profesores que combativamente rodeaban el Zócalo, a los ocho quizá recibieron órdenes de retirarse a la carrera, pero los profesores pudieron tomar de rehenes a tres policías. Fue entonces cuando iniciamos una marcha alrededor del centro histórico de Oaxaca para reagrupar a la gente.
5. El 25 de noviembre, cuando ya Calderón ejercía sus funciones de presidente, a pesar que le faltaban seis días para tomar el cargo, se desató otra gran represión en Oaxaca. Como periodista marché varios kilómetros, desde la casa del gobernador hasta el Zócalo. La manifestación era gigantesca y venían en ella unos 700 mil profesores y trabajadores. Cuando llegamos a dos cuadras del Zócalo fuimos rodeando la plaza dejando contingentes en cada calle de entrada; acordonaría al Zócalo ocupado por el ejército y la policía. Después de dejar más de 10 contingentes los últimos llegamos a la altura de la calle que va a la iglesia de Santo Domingo. La posición de los militares era de reto, pues pretendían desalojar a los profesores partiendo del Zócalo. Todo estaba bien, pero los chavos, los más jóvenes, no se dejaron intimidad y se prepararon para defender la barricada. Todo terminó en represión ordenada por Calderón desde México y por Ulises Ruiz desde Oaxaca.
6. Ese día y los siguientes comenzó y se amplió la “cacería de brujas”. Muchos dirigentes fueron recogidos en sus casas y en las calles y llevados presos. Los periodistas, aunque tuviéramos colgada una identificación, éramos mal vistos por la policía. Yo viajé al DF porque de allí había salido dos días antes –con un compañero de la CNTE- que llevaba una camioneta de medicinas que sea habían reunido en el campamento de la Plaza Tolsá, frente a la Escuela de Ingenieros. Al mismo Flavio Sosa lo apresaron cuando se preparada para cumplir un cita en la secretaría de Gobernación. ¿De dónde entonces los oaxaqueños pueden adoptar una actitud de olvido si han sido víctimas de la brutal represión policiaca y del ejército y quedan pendientes mil un problemas urgentes de solucionar? En los hechos fue Calderón el que tomó el mando en agosto de 2006 porque Fox se había hecho irresponsable de los que sucedía. Por eso los oaxaqueños están seguros que Calderón ordenó la represión en la Universidad y el 25 de noviembre.
7. Oaxaca es el ombligo de la lucha social en México y sus experiencias deben recogerse. Sus estados hermanos en múltiples batallas son Guerrero, Chiapas, Michoacán, Morelos, Hidalgo, Puebla, el DF y el Estado de México. En el Norte están estados con diferentes características, pero también están contribuyendo para la transformación social. Pero por otro lado también hay estados de la República, tan pacíficos, aunque también tan pobres, tan silenciosos, que parecen no existir. Jamás se habla de luchas sociales en Nayarit, Colima, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Querétaro, Guanajuato, Tlaxcala, Baja Sur, Aguascalientes, Coahuila y Sonora; doce estados donde parece que no pasa nada porque la clase dominante (empresarios, gobierno, clero) ha impuesto durante un siglo o más, su dominio total. Habría que estudiar bien sus historias, las relaciones de clases sociales que han existido, los sistemas de dominación y control, pero sobre todo si se puede contar con esos estados para las luchas revolucionarias.
Fuente:Argenpress
“Nueva era” en Oaxaca
Por Eduardo Ibarra Aguirre
Menos de 45 minutos de estancia de Felipe Calderón en el Palacio de Gobierno y de nueve horas en la capital oaxaqueña, costaron al país, el estado y los manifestantes que repudiaron su presencia: siete horas de enfrentamientos entre profesores de la sección 22 del SNTE, la APPO y los cuerpos represivos, destacadamente la Policía Federal; 28 heridos –13 manifestantes y 15 agentes de la PF, sin contar a los reporteros golpeados--, y un litigio de alcance incierto, pero que ya colocó a decenas de miles en movimiento frente al gobierno de Gabino Cué.
Gobernador producto de la alianza entre el partido del presidente, Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia; además de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, enseguida satisfizo la exigencia de pronunciar una disculpa por la represión, a cargo de elementos de la PF que, en dos aviones gigantes, acompañaron a Calderón en su visita al estado tras concluir, el pasado 1 de diciembre, 81 años de gobiernos priístas.
En la primera de las que seguramente no serán “muchas visitas a Oaxaca”, como anunció Calderón con desparpajo que raya en el cinismo, se inauguró el martes 15 el repudio organizado y masivo al visitante que de por sí arrastra un déficit de legitimidad, agudizado con la creciente irritabilidad social por la carestía de la vida y la falta de empleo; la desesperanza por la convergencia de la crisis de seguridad --que ya cobró en el agente Jaime Zapata a su primera víctima mortal estadunidense desde 1985--, y con la alimentaria que ya toca a la puerta.
No son para omitirse los malabarismos de los conductores de los noticiarios del duopolio televisivo para subrayar que la movilización se produjo “en el marco de la visita del presidente Calderón”, pero no en su rechazo. Tanto así que “Calderón borracho, la estás regando gacho”, fue de las consigas más coreadas sin que los oídos del destinatario se enteraran, tampoco de los gritos y los hechos de confrontación entre manifestantes y subordinados de Genaro García Luna, productor televisivo de detenciones que Nicolas Sarkozy exhibe como ausencia del debido proceso para Florence Cassez, y exprime al máximo como lo hizo con Ingrid Betancourt para recomponer la baja aceptación ciudadana.
La anunciada por el abogado, economista y administrador público como “una nueva etapa”, “una nueva era” –como si fueran sinónimos--, devino para Cué Monteagudo en un litigio con la 22 y la APPO que el miércoles 16 paralizaron el sistema educativo, marcharon por decenas de miles e iniciaron un plantón para respaldar su exigencia de que sean removidos los secretarios general de Gobierno y de Seguridad Pública –golpeado por presuntos manifestantes con los que pretendió dialogar--, además del director del Instituto Estatal de Educación Pública. Los tres cargos los ocupan figuras de Elba Esther Gordillo Morales, La maestra que se acerca a marchas forzadas al primer cuarto de siglo de dominio del SNTE, pero también al precandidato presidencial Enrique Peña Nieto, en la misma medida en que se aleja del declinante michoacano de Morelia.
Los excesos de violencia de la Policía Federal, mas por desgracia también de algunos manifestantes, o bien de “infiltrados” que se identifican con Ulises Ruiz Ortiz o auspiciados por Gordillo Morales, como aseguran los dirigentes de la sección 22, obligan a una investigación como la anunciada por el novel gobernador al que sus detractores priístas acusan de “ingobernabilidad”.
Convertir a la Junta de Coordinación Política del Congreso de Oaxaca en “puente de comunicación” con el magisterio para iniciar un debate a fondo que dé respuestas a demandas históricas, pareciera formar parte de la solución.
Fuente:Argenpress
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