2 de febrero de 2011

MORIR EN LA HOGUERA.

Morir en la hoguera
Por Ana Lía Glas (ARTEMISA)
En esta última semana nuevamente dos mujeres murieron en la hoguera, víctimas de femicidio. La Inquisición ha retornado en pleno siglo XXI en la forma de maridos, exmaridos, amantes, para castigar a las 'brujas'.

En el último año hemos asistido al incremento de una nueva forma de femicidio: prenderle fuego a las mujeres, matarlas en la hoguera


Se registra un aumento de los casos de violencia hacia las mujeres 'De 260 mujeres y niñas que fueron asesinadas en 2010, once de ellas fueron incineradas, con un incremento (de esos casos) del 10% respecto al año anterior', según datos suministrados por la ONG La Casa del Encuentro, especializada en violencia de género.


Parecería que ante el avance de las mujeres en el trabajo, en la política, en la cultura, en las ciencias, en el acceso a nuevos derechos, la legislación que previene y sanciona la violencia hacia las mujeres, el patriarcado se siente amenazado, se rebela; recurre a viejas figuras: las brujas, y viejos sistemas punitorios: la Inquisición, la hoguera


En 1484 el Papa Inocencio VIII denunció la brujería como una conspiración del demonio, a partir de ahí se instituyó la guerra contra las mujeres. Las víctimas se calculan en millones.


Dice Norma Blazquez , filósofa de la UNAM 'En realidad estas brujas eran parteras, alquimistas, perfumistas, nodrizas o cocineras que tenían conocimiento en campos como la anatomía, la botánica, la sexualidad, el amor o la reproducción, y que prestaban un importante servicio a la comunidad. Conocían mucho de plantas, animales y minerales, y creaban recetas para curar, lo cual fue interpretado por los grupos dominantes del medievo como un poder del Diablo'.


Eran curanderas y sanadoras con conocimientos médicos de avanzada, cuando la Universidad estaba vedada a las mujeres. Las brujas fueron perseguidas por conocer y enseñar a otras mujeres cómo controlar su destino y su sexualidad. Ellas tenían conocimientos sobre reproducción, sobre métodos abortivos y esto representaba una amenaza para la Iglesia y los varones en general.


Estos conocimientos implicaban la posibilidad de ejercer una sexualidad más libre, lo cual ponía en riesgo la hegemonía masculina y, por ello, los hombres expropiaron sus conocimientos y las aniquilaron en las hogueras.


Asimismo, la mayoría de estas mujeres vivían solas, en casas en el bosque, independientes, generaban sus propios ingresos y esto provocaba mucha desconfianza.


Toda mujer que no aceptara la moral cristiana, que no quisiera casarse, que eligiera vivir sola, podía ser acusada de bruja, torturada y ejecutada..


Hoy, muchos varones no toleran la mayor autonomía de las mujeres, sus nuevos roles, la diversidad en que se manifiestan, sus reivindicaciones, su acceso a lugares de poder, su rebeldía (por qué no). Se sienten amenazados como ocurrió siglos atrás.


El Patriarcado,el dominio masculino sobre las mujeres se encuentra cuestionado, jaqueado. Tenemos una Presidenta mujer, varias Ministras, Juezas en la Corte Suprema de Justicia.


Las mujeres se reúnen cada año en los Encuentros Nacionales de Mujeres, que cada vez son más masivos, se han organizado en la Campaña por el acceso al aborto seguro legal y gratuito, en innumerables ONGs que luchan por sus derechos.


El Estado las ha reconocido como sujetas de derechos promoviendo políticas públicas, algunas más efectivas, otras menos, pero que significan un avance.
Estas nuevas modalidades en las relaciones de poder no resisten el modelo de mujer como objeto, propiedad de los varones, ellos sienten que no pueden controlar sus cuerpos y deciden asesinarlas utilizando una metodología atávica: la hoguera.
Fuente:Argenpress

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