Los miembros de la Asociación de Ex Presas y Presos Políticos de Mendoza se solidarizan con la valiente y decidida actitud de los abogados de XUMEC, que han logrado exponer, ante la justicia y ante toda la sociedad mendocina, lo aberrante de una práctica que arrastran policías y carceleros desde las épocas de la dictadura, por no irnos más atrás en la historia. En momentos históricos, en que se están juzgando - y condenando - a criminales responsables de crímenes de tal magnitud como no se conocieron en toda la historia reciente de nuestra patria, particularmente el crimen de lesa humanidad de la tortura, vemos el reciente descubrimiento de los videos publicados y denunciados, en la cárcel de San Felipe, como una oportunidad para iniciar un camino de reeducación de los profesionales carceleros, en donde prime el concepto de respeto a la persona humana. Asimismo, reconocemos la clara actitud de la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno de Mendoza, que toma la decisión política de desterrar para siempre la tortura de la cárceles y comisarías de Mendoza.
Los hechos revelados por el equipo defensor de los Derechos Humanos XUMEC, vienen a mostrar una cultura semisecreta de policías y carceleros: de algún modo, se les enseña a los jóvenes que ingresan a las filas de la Policía o del Servicio Penitenciario que a los presos hay que torturarlos, aunque no se hable nunca de ello. No nos mostremos sorprendidos ni tardíamente escandalizados por lo visto en los diarios: hace más de treinta años que venimos denunciando estas prácticas inhumanas ante los jueces y ante todo el que quisiera escucharnos.
Repudiamos - como siempre - la costumbre de apalear a los internados en las cárceles y comisarías. Y a la vez celebramos la valentía de los abogados denunciantes y la actitud de los funcionarios gubernamentales de empeñarse en perseguir y desterrar este tipo de delitos.
Mendoza, febrero de 2011Fuente:AeppCdba.
Los hechos revelados por el equipo defensor de los Derechos Humanos XUMEC, vienen a mostrar una cultura semisecreta de policías y carceleros: de algún modo, se les enseña a los jóvenes que ingresan a las filas de la Policía o del Servicio Penitenciario que a los presos hay que torturarlos, aunque no se hable nunca de ello. No nos mostremos sorprendidos ni tardíamente escandalizados por lo visto en los diarios: hace más de treinta años que venimos denunciando estas prácticas inhumanas ante los jueces y ante todo el que quisiera escucharnos.
Repudiamos - como siempre - la costumbre de apalear a los internados en las cárceles y comisarías. Y a la vez celebramos la valentía de los abogados denunciantes y la actitud de los funcionarios gubernamentales de empeñarse en perseguir y desterrar este tipo de delitos.
Mendoza, febrero de 2011Fuente:AeppCdba.
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