Construir arte, fundar memoria
Por Jimena Arnolfi
Víctor Basterra y Lila Pastoriza resignifican con su trabajo el lugar donde fueron detenidos en dictadura
No hay que transmitir desde el horror. Ésa es la premisa que comparten ambos sobrevivientes de la ex Esma. Víctor Basterra fue secuestrado en 1979 junto con su esposa y su hija recién nacida. Fue liberado el 3 de diciembre de 1983. Pertenecía a la agrupación Peronismo de Base. Colaboraba en la confección de documentación apócrifa que le permitía a sus compañeros de militancia moverse sin ser identificados. Durante su cautiverio, los militares lo obligaron a realizar tareas de falsificación de documentos de identidad. Él sacaba las fotos carnet y se arriesgaba a guardar una copia en el único lugar donde no requisaban: el papel fotosensible. Basterra fue uno de los testigos principales en el Juicio a las Juntas donde presentó las fotos que guardó en su tiempo de detención. La exposición de esas fotos puede verse actualmente en el edificio Cuatro Columnas de la ex Esma, hoy Espacio para la Memoria y Derechos Humanos.
Lila Pastoriza prefiere no hablar de su detención. Ella también fue secuestrada y detenida en la Esma durante la última dictadura militar. Fue directora de Ancla (Agenda de Noticias Clandestinas) fundada en 1976 por Rodolfo Walsh. Es periodista y escritora. Volvió del exilio en 1985. En el campo de los derechos humanos, participó en numerosas tareas orientadas a la recuperación de la memoria colectiva. Hoy trabaja en el área de relaciones institucionales de la ex Esma, destinada a integrar los distintos organismos que forman parte de este espacio para la promoción y defensa de los derechos humanos. El programa de actividades para el Mes de la Memori” difundido por el Ente Público que gestiona el Espacio, incluye ciclos de cine, obras de teatro, muestras de artes plásticas, presentaciones de libros y mesas redondas, que ya comenzaron y se extenderán hasta fin de mes.
–¿Cuáles son los nuevos desafíos del Espacio para la Memoria?
Lila Pastoriza: –Queremos abrir este lugar a la sociedad, queremos sumar y recibir otras miradas de otros lugares, de otras generaciones, que no quede restringido a los sectores más próximos a esta problemática. Un lugar como éste, es el recuerdo de lo que pasó y es una expresión clara de cómo el propio Estado vulneró los derechos humanos. Por supuesto que también está todo el debate sobre cómo se llegó a eso. Qué paso en nuestra sociedad. Y en el caso nuestro, los ex militantes políticos.
Víctor Basterra: –No, no, a mí me llevaron porque encontraron mi nombre en una agenda (risas). Volviendo. Se está revirtiendo la situación, la idea es ésa, hay que sacarnos de la cabeza que al entrar acá te vas a encontrar con olor a sangre y trozos de carne tirados por ahí. Primero, porque eran muy limpios estos señores. Y, segundo, por el trabajo que nosotros hemos hecho a lo largo de todo este tiempo, digo nosotros porque somos de los que seguimos resistiendo, resistiendo a la mentira que permanentemente nos tratan de meter en la cabeza, resistiendo al olvido y a la desmemoria. Nosotros seguimos peleando, no nos metieron el miedo… Películas como La noche de los lápices, con la idea de “te va a pasar esto porque luchaste”, erraron en la manera de comunicar y no retrataron lo que pasaba. El miedo tiene efectos serios y dura años.
–¿Cuál es la mejor manera de comunicar a las generaciones futuras esa parte de la historia?
L.P.: –La gente joven sabe que acá pasó algo muy terrible, hay que explicar qué es lo que pasó, pero dar sobre todo elementos críticos para que puedan interesarse, puedan investigar, para motivar el “Bueno, pero ¿por qué ustedes? ¿Qué hacían? ¿Cuál era el orden existente? ¿Por qué las fuerzas armadas llegaron a lo que llegaron en nuestro país? ¿Qué evolución tuvieron? ¿De dónde salió la doctrina de seguridad nacional?”. Hubo toda una serie de cosas que hicieron que generaciones de milicos se formaran de la forma en la que se formaron, porque tampoco podés entender la cosa desde un sólo lugar.
–Últimamente, muchos comunicadores insisten con “dejar de hablar de los ’70”. ¿Qué sienten cuando los escuchan?
V.B.: –A mí particularmente me resulta lamentable. Es un pasaporte a la impunidad. Los tipos pueden decir lo que quieran. Los milicos también dicen. Pero yo nunca voy a ser vocero de los milicos. Nunca voy a ser funcional a los milicos. Es simple. Muchos querían dejarle el muerto sólo a los militares. Y ahora aparecen los civiles. Entonces se asustan.
L.P.: –Hubo toda una serie de declaraciones como diciendo “basta de pasado” ¿no?, “miremos para adelante”. Yo creo sinceramente que están equivocados. No se puede mirar para adelante sin mirar el pasado. Ahora bien: una de las primeras cosas que aprendí es el problema de trasmisión de estas experiencias. No sirve para nada decir “mirá qué barbaridad lo que me pasó”. No sirve centrarse en el horror. El horror separa, sólo lo podés compartir con los que lo vivieron con vos. A mí no me interesa que la historia quede entre nosotros. Hay que compartirla, si no se transforma en un ejercicio de nostalgia. Por eso festejamos que la gente siga viniendo y participando de las actividades culturales. Y sobre todo la gente joven. Viene mucha gente joven.
• Cultura en la ex Esma
En marzo, en el Espacio para la Memoria continúan las actividades culturales, artísticas y de debate. El miércoles 16 a las 18hs se realizará el Encuentro Poesía y Memoria, en el que familiares de poetas desaparecidos leerán sus obras. Participarán: Taty Almeida, madre de Alejandro Almeida; Ángela Urondo, hija de Francisco Paco Urondo; Vicente Zito Lema y Camilo Blajakis, entre otros. El miércoles 30 a las 18:30hs será el Encuentro Cine y Memoria. Se proyectarán cuatro cortometrajes seleccionados por el Incaa y el Festival Internacional de Cine de DD.HH., con posterior debate sobre el aporte del cine a la construcción colectiva de la memoria. Ambas actividades se realizarán en el Auditorio Alicia Eguren de Cooke, Archivo Nacional de la Memoria (Libertador 8151, Caba).
FuentedeOrigen:MiradasalSur
Fuente:Agndh
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