FALLO DEL JUEZ OYARBIDE: EL ESTADO TURCO COMETIÓ GENOCIDIO.

Un fallo del juez norberto oyarbide consolidó el rol de la argentina en defensa de los derechos humanos
“El Estado turco cometió genocidio”
Publicado el 2 de Abril de 2011
Por Néstor Espósito
El magistrado llegó a esa conclusión tras cerrar una suerte de “juicio por la verdad” que llevó adelante aplicando el principio de la “justicia internacional”. Aunque no habrá condena penal, es un resarcimiento moral para las víctimas.
Los armenios fueron diezmados en sus propios e históricos territorios, invadidos y ocupados por los turcos a partir del siglo XIII. De los 2 millones de armenios existentes, entonces, 1,5 millones fueron asesinados y/o deportados, confiscando todos los bienes. Surge de manera clara, expresa e incontrastable la configuración en el caso del genocidio llevado a cabo contra el pueblo armenio.” El juez federal Norberto Oyarbide consolidó ayer a la Argentina como un bastión contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad al determinar, en un fallo de un centenar de páginas, que “el Estado turco ha cometido delito de genocidio en perjuicio del Pueblo Armenio, en el período comprendido entre los años 1915 y 1923”. No habrá condena penal, pero la verdad histórica acaso sirva como bálsamo para las víctimas.
A la altura del español Baltasar Garzón contra Augusto Pinochet, o de Carmen Argibay en tribunales internacionales contra la “limpieza étnica” de Slobodan Milosevic en los Balcanes, Oyarbide cerró una suerte de “juicio por la verdad” que llevó adelante aplicando el principio de la “justicia internacional”.
En 2000, Gregorio y Federico Hairabedian buscaron ante los tribunales argentinos el rescate para sus ancestros masacrados a principios del siglo pasado. Chocaron con obstáculos locales (el ex juez Gabriel Cavallo concluyó que no era posible una investigación penal) e internacionales: Turquía no satisfizo los exhortos internacionales, pero tampoco lo hicieron el Reino Unido, los Estados Unidos, Alemania, Francia, Grecia, Siria, Líbano, Egipto, Jordania, Irán y Palestina. La Cruz Roja ni siquiera contestó. Bélgica ofreció que sus documentos fueran revisados “en una sala de lectura accesible todos los días de 9 a 16, sin interrupción”. El Vaticano estimó que era un trabajo “más propio de historiadores”.
Una década después, Oyarbide pudo dar una respuesta: “se ha comprobado con rigor probatorio la preexistencia y el carácter de víctimas de las familias paterna y materna de Gregorio Hairabedián”.
“La política de extermino de los armenios instrumentada por el gobierno del Imperio Otomano, y luego Turquía se canalizaba mediante la expansión territorial de los turcos sobre territorios armenios llegando el ejército a un pueblo e intimando a todo el pueblo a salir de él, para dirigirse a algún otro pueblo cercano, armenio también”, señala un testimonio.
La tragedia armenia llegó con sus sobrevivientes a la Argentina y mucho después se reprodujo. Un descendiente armenio relató cómo influyó en su madre aquel trance: “años después, ya viviendo en la Argentina, tuvo oportunidad de vivir una suerte de segundo genocidio, en lo ocasión que paramilitares del Tercer Cuerpo de Ejército irrumpieron en la morada para secuestrar a su sobrina; ocasión en la que su madre, reaccionó con horror ante los efectivos, identificándolos como ‘turcos’”.
Fuente:TiempoArgentino