Homenaje en la CGT al artista plástico Ricardo Carpani
“Él nunca pintó hombres que sufrían, sino hombres en lucha”
Publicado el 18 de Mayo de 2011
Por Sergio Di Nucci sdinu
Así lo recordó su viuda, Doris Halpin, quien compartió el acto junto al titular de la CGT, Hugo Moyano, el historiador Norberto Galasso y representantes de diversos gremios. Un recorrido por las obras y sus concepciones estéticas y sociales.
Se realizó ayer en el Salón Felipe Vallese de la CGT el homenaje al artista plástico y militante Ricardo Carpani (1930-1997), célebre dentro del peronismo por sus pinturas y murales nutridos de hombres gigantes, fornidos y de miradas profundas o impersonales. El acto arrancó minutos después de las 18 con una breve presentación sobre la vida y obra de Carpani. Siguió la proyección del documental La persistencia de la utopía, de Watta Fernández (aquellos que no lo vieron podrán hacerlo por YouTube), a continuación hablaron la viuda de Carpani, Doris Halpin, el historiador Norberto Galasso, el titular de la CGT Hugo Moyano, el secretario de Formación Profesional, Juan Carlos Schmid, y el secretario general de SADOP, Horacio Ghilini. Coincidieron todos en definir a Carpani como “un gran artista, pero sobre todo como un excelente militante justicialista”. El salón, con capacidad para unas 300 personas, estaba repleto, en parte gracias a los empleados del Sindicato de Dragado y de Peones de Taxi que asistieron para la ocasión. También presente casi todo el espectro de medios televisivos.
Galasso, que subió al escenario junto a Doris, recordó que “Carpani fue uno de los tantos silenciados y marginados por la clase dominante. Tradicionalmente, los artistas no se unieron nunca al bando de los trabajadores. Carpani fue una excepción. Hoy por suerte algo ha cambiado, y es un momento de confluencia entre algunos intelectuales y artistas y el movimiento obrero. Pero esto no era así. En ello, Carpani fue pionero.”
A menudo se define a Carpani como uno de los mayores representantes del “arte social argentino”. Nació en 1930 en Tigre, provincia de Buenos Aires, aunque su infancia transcurrió en Capilla del Señor. En 1936, la familia se trasladó a Buenos Aires, donde cursó los estudios secundarios e ingresó a la carrera de abogacía. Sin embargo, hastiado, la abandonó en 1951, año en que decidió radicarse en París. Allí vivió dos años y comenzó a estudiar pintura. De regreso en la Argentina, viajó por Chile y el interior, pero se radicó en Buenos Aires, donde retomó los estudios de pintura, esta vez junto a Emilio Pettoruti. Admirador de Lino Spilimbergo, del ecuatoriano Osvaldo Guayasamín y sobre todo del gran movimiento de muralistas mexicanos, expuso por primera vez en 1957 junto a Juan Manuel Sánchez y Mario Mollari. “Sus hombres”, las figuras con las que ha trabajado tanto tiempo, “son obreros que levantan reivindicaciones en las calles, o piensan en la mesa de un café, bailan un tango, sueñan una utopía, buscan un camino, luchan, aman, viven intensamente…”, escribió Galasso en el prólogo a la edición argentina de Arte y Militancia, el manifiesto estético-político de Carpani, publicado originalmente en España en 1975. Lector de José Martí y Henri Lefebvre, en 1959, junto a otros artistas revolucionarios entre los que estaban Juan Manuel Sánchez, Mario Mollari, Carlos Sessano, Espirilio Butte, Juana Elena Diz, Pascual Di Bianco y Franco Venturi (sobreviviente de la masacre de Trelew y desaparecido en 1976), fundó el Grupo Espartaco, que denunció el colonialismo cultural y rechazó la obra de arte “hermética” y “estéticamente ajena” a lo que ocurre en la sociedad. “De la pintura de caballete, como lujoso vicio solitario, hay que pasar resueltamente al arte de masas, es decir, al arte”, se dice en ese manifiesto. Hombre de acción, Carpani publicó Arte y revolución en América latina, en 1961 y La política en el arte, un año después. Desde 1968 acompañó a la CGT de los Argentinos, liderada por Raimundo Ongaro, realizó murales en varios sindicatos, y sus afiches callejeros acompañaron a menudo los reclamos salariales. De ahí la relación estrecha, casi íntima, con la central de trabajadores. Pintó un gran mural en el Aeropuerto de Viedma, otro en la Casa Rosada, y antes de morir realizó un retrato de Ernesto Che Guevara, que actualmente se encuentra en la Plaza de la Cooperación en Rosario, a pocos metros del lugar donde nació Guevara. Galasso, en su charla, añadió que las instituciones encargadas de fomentar el arte en la Argentina no repararon jamás en las obras de Carpani, y que hoy aun el país está en deuda con él, al menos hasta que el Museo Nacional exponga por fin una colección de sus trabajos.
Cuando fue el turno de Hugo Moyano, nadie dejó de aplaudir. Moyano celebró en Carpani “a un gran hombre que todavía no ha sido reconocido por el conjunto de la sociedad”. Y agregó: “Pero nosotros nos vamos a encargar de que este hombre que le dio tanto al movimiento obrero se tenga en cuenta. Una vez más la casa de los trabajadores, se viste de gala para hacer un homenaje a un hombre que con su actitud artística ha aportado muchísimo a la lucha permanente de los trabajadores. La lucha de los trabajadores no se agota ni en un éxito ni en un fracaso, es una constante. Y gracias al aporte de Ricardo Carpani vamos en camino a finalizar la lucha el día que logremos instalar la justicia social para todos los argentinos.”
Asistieron, también, Julio Piumato (secretario de Derechos Humanos de la CGT), Juan Carlos Schmid (secretario de Prensa de la CGT), Roberto Coria (Guincheros), Facundo Moyano (Juventud Sindical), Omar Viviani (Taxistas), Horacio Ghilini (Docentes Privados), Miguel Ángel Paniagua (Espectáculos Públicos), Jorge Pérez Tamayo (Pilotos de Líneas Aéreas).
Terminadas las evocaciones, la gente se trasladó a la sede la SADOP, donde se inauguró a las 20 una muestra con obras originales de Carpani, que fueron restauradas. Allí la viuda de Carpani expresó: “No es cierto que mostró la tristeza. El nunca pintó hombres que sufrían, sino siempre pintó hombres en lucha. Fue fiel hasta último momento a la necesidad de expresar a la clase trabajadora.” Las obras originales quedarán expuestas hasta el 16 de junio en el Salón principal de Sindicato Argentino de Docentes Privados, en Perón 2625 de la Ciudad de Buenos Aires, y podrán ser visitadas por el público en general de 10 a 17, y de lunes a viernes.
Fuente:TiempoArgentino

No hay comentarios:
Publicar un comentario