Jueves, 7 de julio de 2011
PUBLICAN LOS POEMAS DE ROSA MARIA PARGAS, DESAPARECIDA POR LA DICTADURA
Respirar palabras, exhalar poesía
Rosa María Pargas fue secuestrada el 16 de agosto de 1977.
Hubiera querido recupera los textos de esta militante montonera que escribía “con desenfreno”, a quien se vio por última vez en El Vesubio. Y también permite escuchar su voz, porque el libro viene acompañado por un CD con poemas leídos por ella.
Por Silvina Friera
Respirar palabras, exhalar poesía. El desconsuelo profundo garabateado en un poema de despedida. “Hubiera querido traspasarte/ hasta diluirme en tu sangre somnolienta,/ y conocerme al revés,/ y salirme/ y verme al verte./(...) Hubiera querido tantas cosas, dije/ y no me alcanzó el tiempo.” Rosa María Pargas, militante de Montoneros detenida en la cárcel de Rawson, escribió estos versos en su celda, pocos días después de la masacre de Trelew, cuando todavía pensaba que su compañero era uno de los 19 presos políticos fusilados el 22 de agosto de 1972, luego del intento de fuga. Aislada en el penal, cauterizaba el dolor y la impotencia, “la bronca de los disparos por la espalda”, desafiando a los asesinos con su escritura. “Miles de ojos te espían/ no te escondas, capitán”, le advirtió al capitán Sosa, quien impartió la orden de fusilamiento, en otro poema. Recién más tarde se enteraría de que su pareja, Alberto Camps, había sido uno de los tres sobrevivientes. Después se reencontraron y recuperaron la libertad por la amnistía del gobierno de Héctor Cámpora, en 1973. Al año siguiente se exiliaron en Perú, México e Italia, pero regresaron al país, clandestinamente, al poco tiempo. Y continuaron militando. Tuvieron dos hijos, “todo muy rápido, ¡todo al mismo tiempo!”, como había escrito en ese poema, cuando creyó que su compañero estaba muerto. En el mismo operativo parapolicial, Camps fue asesinado y Pargas secuestrada, el 16 de agosto de 1977. La última vez que la vieron fue en el centro clandestino de detención El Vesubio. Los lectores descubrirán los textos y la voz de Rosa en las páginas y el CD de Hubiera querido, editado por el sello platense Libros de la Talita Dorada, en la colección de poesía argentina “Los detectives salvajes”.
Su hija, Raquel Camps, cuenta en el prólogo que ese oscuro agosto de 1977, cuando ella tenía apenas once meses, perdió la posibilidad del cuerpo y las palabras de su madre: “Mi memoria no pudo retenerla, ni un gesto, ni una caricia, sólo recuerdos prestados, ajenos, de otros”. Desde el hallazgo de los poemas, esa caja de Pandora preservada por la tenaz abuela materna, que un día Raquel abrió junto a su hermano Mariano, pudo reconstruir a su madre. “Así empecé a conocerla, a sentir lo que decía, a creer que sus palabras de vez en cuando eran para mí, a saberme en ella y a que al menos sus letras pudieran traspasarme.” Más allá de la palabra escrita –chiquita y prolija, a veces en imprenta–, anudándose a los ojos y al cuerpo de la hija, está la voz. Su voz trémula que regresa. Que se vuelve a oír con cierta premura en la lectura, acaso por el temor a que el tiempo no le alcanzara –como reconoce en el poema inicial– o que esa tecnología prehistórica, la del grabador, le tendiera una emboscada y no registrara la dulce cadencia que hilvana su dicción apresurada.
Rosa necesitó grabar varios poemas en algún momento entre 1974 y 1977, cuando vivía en la clandestinidad. Tal vez “por el simple capricho/ de creerme poeta”, como se podría conjeturar al leer estos versos. ¿Qué dice hoy el sonido inquietante de un fusil FAL, que se escucha en el CD que acompaña la edición del libro, como música de fondo? No es un “efecto especial” agregado a posteriori de la limpieza de audio, que se realizó para que la voz se proyecte nítida. ¿Empuñó las armas, al igual que el poeta Francisco Urondo, porque buscaba la palabra justa? ¿Creía que la poesía implicaba también llevar el arma en el bolsillo? Como si las detonaciones de la voz y las ráfagas interpelaran a releer esa época, restituyendo poesía y militancia política en una misma dimensión. “Con la mano hecha hueco/ esperando la bala que mate al tirano/ y buscando tus ojos que me anuncien la hora/ de tirar al podrido bastante perfumado/ y levantar al dueño de todo que sos vos, proletario/ Para vos estoy yo... ¡y otros tantos!”, augura la poeta.
La voz jamás envejece. La de Rosa tiene 27 años, aunque los avatares de la biografía consignen que nació en 1949, en Gualeguaychú (Entre Ríos); que a los 20 viajó a La Plata para iniciar la carrera de Sociología y que debería cumplir –el próximo 10 de agosto– 62 años. El archivo sonoro, la poeta recitando sus poemas, cristaliza el tono de una muchacha que aglutina una ética colectiva, apuntalada en los versos finales de dos de sus poemas grabados: “le sacaremos las lagañas a la historia” y “tu grito no se escucha todavía/ pero anda creciendo”. Hay una joven –la misma– que parlotea con sus pensamientos más elípticos y que le arranca “al tiempo sílabas resecas”. Y que tiene miedo de “quedar empantanada/ en el pozo de la tristeza”. La materia articulada por la “voz que vive” –o los textos que viven en esa voz– le permite a Raquel recomponer la identidad de esa madre, en diálogo y tensión permanente con su propia identidad de hija de desaparecidos. “Tenemos que reconocernos en ellos pero sin ellos –explica en el prólogo–, tenemos que enemistarnos con la parte que no nos gusta y amar lo bueno que nos dejaron, pero siempre con la ausencia en el bolsillo que nos hace ruido.”
Antes de la hazaña de la publicación del libro, antes de la posibilidad de explorar la escritura de esa joven que dicen que escribía “con desenfreno”, los hijos de Rosa decidieron dar a conocer parte del acervo documental de su madre en la muestra Para la libertad. Cárcel y política 1955-1973, que fue inaugurada en el Museo de Arte de la Memoria de La Plata, en agosto de 2008. Entonces ingresaron Julián Axat y Juan Aiub, dos jóvenes poetas y editores, también hijos de desaparecidos, que no cejan en el rastreo de la poesía inédita, perdida y escondida por efecto del terrorismo de Estado. Estos muchachos están haciendo historia, recuperando el tiempo perdido y restituyendo el vacío de los cuerpos desaparecidos por cuerpos de “versos aparecidos”. Los editores revelan que algunos poemas de Rosa se remontan a su adolescencia; pero la etapa del ’72 al ’73, los años en que estuvo presa en la cárcel de Rawson, evidencian una mayor intensidad hacia la escritura. Ninguno de los poemas publicados en Hubiera querido tiene título. El orden de la transcripción de esas hojas sueltas y amarillas lo dispuso Raquel, que decidió incorporar algunas notas al pie para aproximar el contexto o el destinatario.
“El acto de escritura funcionaba para los presos políticos como la necesidad de respirar –plantean Axat y Aiub en “Tras la búsqueda de Rosa”, las notas de la edición–. Los mecanismos de censura internos y la propia dinámica institucional de la cárcel potenciaban los registros de escritura a la vez que obligaban a los presos a ingeniar una suerte de sistema de mensajes clandestino o cifrado entre pabellones–mundo exterior; lugar donde quedaban a salvo sus secretos, la proyección de sus planes, o donde aparecía la reflexión política, la amistad, el amor, el deseo de libertad.” Los editores esbozan la hipótesis de que la experiencia carcelaria durante ese período ponía a prueba la formación de una subjetividad militante cuya épica podría sintetizarse en unos versos paradigmáticos de Urondo: “Del otro lado de la reja está la realidad de/ este lado de la reja también está/ la realidad/ la única irreal/ es la reja”.
En el epílogo, “El querer, siempre”, la poeta Alejandra Szir confiesa que el encuentro con los poemas de Rosa la dejó “sin aliento”. “Algunos son cortos y redondos, otros más largos con versos–hallazgos sencillos, ciertos.” El “hubiera querido” que la hija eligió para titular el libro abarca dos campos de acción que se superponen y retroalimentan: el deseo mutilado de la generación militante, que regresa para suturar el diálogo fracturado; y el deseo “desde el alma” de sus hijos, que quieren saber “qué tanto de ellos desparramamos en el presente”, como afirma Raquel. En el devenir de las pesquisas, los editores han aprendido con Roberto Bolaño que cada detective salvaje busca a su Cesárea Tinajero. “Si bien en este caso la hemos encontrado –confían Axat y Aiub–, y por esas casualidades la musa tiene el nombre de la rosa, seguramente habrá otras por hallar.” Que así sea.
* Hubiera querido se presentará el 15 de julio a las 19, en el Anfiteatro de ATE, Belgrano 2527. Participarán Eduardo Luis Duhalde, Raquel Camps y Julián Axat.
Textual
Le saco al tiempo sílabas resecas,
y formo palabras cubiertas de polvo.
Con cara cansada de cosas ya vistas
recorro mi casa que a veces no es mía.
Le ando los rincones, la camino un rato,
le cuento algún cuento,
la acaricio un poco...
y sé de su llanto de paredes duras
de sus huesos torpes que se van quebrando.
Con cara cansada de cosas ya vistas
recorro mi casa...
que a veces no es mía porque ella es distinta...
sus pies telarañas de tan subterráneos
me saben extraños,
no quieren correr...
Fuente:Pagina12
“La voz y la furia”, el nuevo libro de crónicas de Stieg Larsson, el autor de la trilogía “Millennium”
Conocido por su exitosa trilogía de ficción “Millennium”, el escritor sueco Stieg Larsson (1954-2004) también se hace presente en las librerías con el flamante libro “La voz y la furia”, que recopila trabajos periodísticos sobre cuestiones como el avance del racismo, la defensa de los desprotegidos y la lucha contra la extrema derecha.
Aunque su desembarco en la popularidad transcurrió de manera inversa, Larsson fue un periodista comprometido en el combate contra la intolerancia y la xenofobia de los grupos de ultraderecha suecos antes que un escritor de éxito global a partir de la saga integrada por “Los hombres que no amaban a las mujeres”, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” y “La reina en el palacio de las corrientes de aire”.
Desde su puesto de vigilia en la revista Expo –que él mismo fundó-, el escritor rastreó durante años el origen de una intolerancia que se extiende hoy por toda Europa, combatiendo los abusos y excesos de los extremistas en una serie de artículos que se acaban de publicar en la Argentina bajo el título de “La voz y la furia”.
Muerto repentinamente a los 50 años como consecuencia de un ataque al corazón, Larsson no llegó a disfrutar del éxito de su trilogía ni de la merecida difusión de una obra periodística que pivotea en torno al racismo y el maltrato a las mujeres.
El periodista y reportero de guerra formó parte en la década del 80 del proyecto antiviolencia Stop the Racism, al que siguió en 1995 la Expo Foundation, de cuya revista Expo fue fundador y director.
El material reunido en el libro recién publicado por el sello Destino fue seleccionado por el actual director de la publicación, Daniel Poohl, quien recupera al Larsson que lucha contra la intolerancia, la homofobia, el odio al islam, el antisemitismo, los abusos de los inmigrantes y la discriminación de mujeres.
“Echando la vista atrás, resulta fácil advertir que esa fuerza que Stieg imprime a sus novelas negras también se encuentra presente en otros textos suyos. Sin él todo es más silencioso. Ésta es nuestra manera de devolverle la voz”, sostiene Poohl en el prólogo de la obra.
El editor desvela algunas de las facetas del escritor menos conocidas y revela su pensamiento y sus ideas respecto a los temas que más lo conmovían: “La intolerancia forma parte de la sociedad europea y la idea de Larsson era enfrentarse a este problema”, sostiene.
Larsson comenzó a escribir sobre los movimientos de extrema derecha en los años 70 y desde aquel momento comenzó a recibir “amenazas y presiones” por parte de estos grupos, una situación incómoda a la que “llegó a acostumbrarse”, según relata el actual director de Expo.
Poohl destaca la doble faceta del autor de “Millennium”: la de “activista” y la de “periodista”, a la vez que destaca que era una persona “muy rigurosa” en sus artículos, que “nunca mentía y siempre escribía en base a la verdad”.
En todos los artículos reunidos, la voz de Larsson resuena, combativa y tenaz, y proporciona al lector la imagen más certera de un hombre que consagró su vida a denunciar las injusticias no por dinero o afán de celebridad, sino simplemente porque creía que debía hacerlo.
El autor de “Los hombres que no amaban a las mujeres” esboza en sus artículos cómo los grupos neonazis se estaban reorganizando en Europa y difundían su mensaje racistas.
“La intolerancia forma parte de las sociedades europeas –comentó a propósito Poohl durante la reciente presentación del libro en España–. Entre un 5 y un 10 por ciento de los jóvenes de mi país tienen ideas antisemitas. Una cifra que demuestra que existe intransigencia con los inmigrantes”.
Como una prolongación de sus investigaciones, Larsson fraguó para la ficción el molde de una mujer, Lisbeth Salander, que padece los atropellos de delincuentes, criminales y poderosos con pocos escrúpulos, y de Mikael Bloomkvist, que encarna al periodista comprometido que denuncia los desmanes de un sistema erosionado.
En ese marco, tanto desde la ficción como desde la crónica periodística el escritor forjó una producción que buscó alertar sobre los abusos de los movimientos radicales que atentan contra la democracia, los inmigrantes o la igualdad de género.
Fuente:Telam
Un libro sobre Emilio Mignone, figura emblemática de los derechos humanos
Por Mora Cordeu
06/07/11
"La vida de Emilio Mignone", de Mario del Carril, fue presentada anoche en la librería El Ateneo por la historiadora Hilda Sabato y el presidente del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) Horacio Verbitsky, quienes junto al autor fueron describiendo los rasgos centrales de una de las figuras más emblemáticas de los derechos humanos en la Argentina.
"Emilio sufrió la actitud ambigua de la Iglesia que yo atribuyo a que no había una unión en la comunidad religiosa. Había un sector que callaba y otro muy comprometido", dice el biógrafo a Télam minutos antes de comenzar la presentación del libro, publicado por Emecé.
Hilda Sabato, que prologó el libro, puso de manifiesto el entusiasmo que le despertó la lectura de esta biografía sobre un hombre "que influyó sobre muchos de nosotros desde el movimiento social más trascendente del último cuarto de siglo XX en la Argentina, el movimiento de los derechos humanos".
La biografía, a su criterio, permite descubrir "cómo Emilio llegó a ser el que conocimos, es el producto de las opciones y decisiones que adoptó en cada momento y ante cada circunstancia".
Y repasó brevemente la historia de Mignone, proveniente de una familia de inmigrantes "que reflejaba el ambiente político de la Argentina del final de la década del 20 y los años 30".
"El padre era un comerciante de familia genovesa radicado en la localidad bonaerense de Luján, simpatizante de la Unión Cívica Radical, cuyas tertulias en su almacén fueron el alimento cotidiano vivido por Mignone de chico" recordó Sabato, y aludió también a su formación espiritual en el colegio de los maristas y posterior adhesión como militante al catolicismo integrista.
Tiempo después, subrayó la historiadora, "ese catolicismo se fue erosionando y se volvió más heterodoxo con influencia en la doctrina social de la Iglesia".
Sábato apuntó a "ese núcleo consistente y resistente -que se despliega en la biografía"- que mantiene a lo largo de su vida y que puede dar explicación y sentido a los caminos seguidos por Mignone. El libro no hace concesiones, no hay una idealización del personaje".
A su turno, Verbitsky consideró que la biografía le permitió acercarse a un relato familiar de Emilio: "Está escrita por su yerno, lo que le da una dimensión importante del personaje para los lectores que no lo conocieron", indicó.
"Tengo un punto de partida distinto al de Sabato, porque nosotros en el CELS nos sentimos herederos de Emilio, lo admiramos, lo idealizamos y amamos. Queremos llevar adelante el legado que él nos dejó", dijo ante la sala de la librería, colmada en su capacidad.
Verbitsky recordó las cosas que descubrió de Emilio como su rol en la creación de la Unión Federal Demócrata Cristiana, un partido que al día siguiente del derrocamiento de Perón pidió respeto por las organizaciones sindicales y la legislación social y se pronunció en contra de cualquier proceder revanchista.
Un dato que con otros pone de relieve en Mignone "una posición consecuente con la institucionalidad".
"En el CELS -manifestó- tratamos de seguir su línea y no tenemos que hacer un gran esfuerzo porque el propio Mignone dejó por escrito el futuro de la institución. Fue diseñando su transformación a través de memorandums".
"El, al igual que Augusto Conte, habían aconsejado a sus hijos que confiaran en la legalidad de la dictadura porque no les entraba en la cabeza la barbarie de lo que estaba ocurriendo", subrayó.
"Mignone confió en la patrulla militar que se llevó a su hija Mónica y no opuso ninguna resistencia. No podía imaginar un Estado que fuera terrorista. Hicieron todo el recorrido de gestiones hasta que al final se tuvieron que convencer de lo que había ocurrido y cuando lo hicieron fueron los mejores expositores: ambos fueron capaces de convertir esa ingenuidad en un programa de acción", observó.
El propósito de esto, remarcó Verbitsky "fue que algún día las instituciones merecieran la confianza que se habían depositado en ellas para camgbiarlas y ponerlas a la altura de sus mentes limpias y sus corazones nobles".
"Esta es una lección de la que debemos tomar nota quienes en aquellos años creímos posible iluminar esa noche oscura respondiendo al fuego con el fuego", reflexionó.
En la creación del CELS se documentó lo que ocurría en un momento en que esto no parecía lo urgente y lo principal, pero ahí la mente jurídica de Emilio y Augusto Conte señaló ese camino que se demostró muy importante para el proceso de justicia posterior.
No hubiera sido posible sin esa tarea que ellos emprendieron".
También Verbitsky valoró como Mignone pudo unir "la acción dentro del país con la denuncia internacional, algo que los organismos de derechos humanos no hicieron en el inicio".
El CELS fue responsable de "al menos un tercio de las causas que se iniciaron en aquellos años ante la justicia, entre ellos el precursor recurso de la Corte Suprema de Justicia en el caso Smith".
"Emilio entendió como pocos la importancia del compromiso del Estado en investigaciones como la de la Conadep y el juicio a las ex juntas militares a las que otros retacearon su apoyo", valoró.
Así, ante el silencio del público, Verbitsky siguió desgranando lo hecho por Mignone en su lucha por los derechos humanos.
"La posta que nos pasó la hemos recogido tres generaciones distintas. Tratamos de llevarla con entereza y sin ingenuidad para lograr la integración de todos los sectores en el respeto a la ley y a los valores que nunca más deberán ser pisoteados en una patria común, con la aspiración de que los peores crímenes no queden impunes y la democracia pueda crecer dejando atrás un pasado ominoso", remató.
Fuente:Telam
Cuba realizó dos actos importantes en homenaje a Ernest Hemingway
Dos importantes actos se realizaron el sábado en Cuba para homenajear el cincuentenario de la muerte del escritor estadounidense Ernest Hemingway, uno en su mansión Finca Vigía y el otro en el pueblo de pescadores Cojímar.
Cincuenta campanadas repicadas dieron comienzo a la ceremonia en Finca Vigía, en las afueras de La Habana, mientras que en el Parque Hemingway de Cojímar, al este de la capital cubana, los residentes depositaron una ofrenda floral junto al busto del escritor, según informaron las agencias internacionales DPA y Ansa.
Cojímar es un pequeño pueblo de pescadores ubicado a 22 kilómetros de La Habana, donde el autor de "El viejo y el mar" atracaba su yate "Pilar", que hoy se conserva en el jardín de Finca Vigía.
"Hemingway era un hombre encantador y afable con toda la gente de Cojímar", recordó Blanca Fuentes, hija de Gregorio Fuentes, patrón del "Pilar", fallecido en enero de 2003.
Salvador Wood, un conocido actor cubano natural de Cojímar, recordó que todos los pescadores del pueblo aportaron planchas de sus barcos para reunir el bronce necesario para la elaboración del busto del escritor en 1962, ubicado frente al Mar Caribe.
"Hemingway fue parte del alma y de la vida de Cojímar", afirmó y agregó: "Su recuerdo sigue vivo entre todos nosotros".
Algunos de los pescadores que estuvieron en el homenaje participaron como extras en la película "El viejo y el mar", protagonizada por Spencer Tracy, que se rodó en escenarios de ese pueblo en 1958.
Los más ancianos de Cojímar aún lo recuerdan y lo describieron el sábado como "un hombre amistoso, amable y encantador".
Ada Rosa Alfonso Rosales, directora de Finca Vigía, encabezó el grupo que hizo repicar la campana colgada en la puerta de la mansión, donde Hemingway vivió 22 años y escribió parte de su obra.
Los acordes de un espiritual negro -"My soul` been anchored in the lord", interpretado por Marian Anderson-, provenientes de un disco de acetato y reproducido en el viejo tocadiscos del escritor, pusieron la nota nostálgica del homenaje.
El autor de "Por quién doblan las campanas" se suicidó el 2 de julio de 1961 de un tiro en la boca en su casa de Idaho, Estados Unidos, cuando atravesaba una crisis depresiva y le habían diagnosticado la enfermedad de Alzheimer.
Algunos investigadores cubanos afirman que Hemingway amó a Cuba como su "segunda patria".
Fuente:Telam
Comenzó el XXI Festival de Poesía de Medellín
A pesar de la ausencia del Premio Nobel de Literatura Derek Walcott, uno de los principales invitados, el XXI Festival Internacional de Poesía de la ciudad colombiana de Medellín comenzó el sábado con la participación de 90 escritores de 50 países.
Walcott, que ganó el Nobel en 1992, envió una carta al director del festival, Fernando Rendón, para excusarse por problemas de salud, según información provista por la agencia DPA.
"Hubiera sido una bendición disfrutar de su compañía", dijo en un mensaje el poeta oriundo de Santa Lucía, un pequeño estado independiente del Caribe. Según el parte médico, que también fue enviado a Medellín por Walcott, indicaba problemas respiratorios.
El Festival Internacional de Poesía es organizado por la revista Prometeo, que se edita en Medellín y cada año cobra más importancia en el ambiente cultural colombiano.
La edición de este año, que se extenderá hasta el 9 de julio, rinde homenaje al "espíritu de origen" de la poesía africana, que evoca la vida, la lucha por la libertad, la naturaleza, el amor espiritual y la muerte.
Entre los poetas africanos que acudieron a Medellín para leer su obra y dar conferencias están Iain Ewok Robinson, Lebogang Mashile y Pitika Ntuli (Sudáfrica), Werewere Liking (Camerún), Shailja Patel (Kenia) y Antonio Goncalves (Angola).
Otros escritores invitados son Thiago de Mello (Brasil), Graciela Aráoz (Argentina), Alex Pausides (Cuba), Marco Antonio Campos (México), Marvin García (Guatemala), José Mármol (República Dominicana), Lucy Chau (Panamá), Carmen Ollé (Perú), Faumelisa Manquepillán (Chile), Rodolfo Dada (Costa Rica), Otoniel Guevara (El Salvador), Rigoberto Paredes (Honduras), Gonzalo Ramírez (Venezuela), Julian Heun (Alemania) y Fernando Valverde (España), entre otros.
Fuente:Telam
Alejandro Aguado recupera a un pueblo ignorado
¿Existieron los tehuelches, fueron absorbidos por la cultura mapuche, están invisibilizados, han desaparecido como pueblo? Alrededor de estas preguntas se sitúa el investigador Alejandro Aguado en su libro "Tehuelches, entre la historia y el presente", editado en la Patagonia.
Dibujante, fotógrafo y director de la revista de historietas "La Duendes", publicada en Comodoro Rivadavia, Aguado es también investigador periodístico, autor entre otros libros de "Aventuras sobre rieles patagónicos", "Cañadón Lagarto. Un pueblo patagónico de leyenda, sacrificio y muerte" y "El viejo oeste de la Patagonia".
En "Tehuelches, entre la historia y el presente" -libro editado por el sello local "La Duendes"- señala que son contados los trabajos abocados al estudio integral del tema.
"Sí, y muchos de ellos elaborados hace casi medio siglo, lo que limita su visión. Según datos oficiales hoy existen unos 8.000 tehuelches de primera generación. Hablar en pasado de ellos es un error", dice a Télam.
El término genérico abarcaría varias etnias: "Tehuelches -su significado es `gente arisca`- es un término generado por los pueblos mapuchizados para referirse a la parcialidad sur de lo que hoy se conoce como tehuelche."
"Estaban compuestos por cuatro parcialidades denominadas según donde habitaran: Gününa Küne (`La gente`), Chehuache Ken (`gente del borde, de la cordillera`), Merchanuwe kenk (gente de la resina de molle o de las mesetas centrales`) y Aoni Kenk (Gente del sur)."
Aguado agrega que estos conjuntos, que poseían tres idiomas emparentados, se distribuían en un territorio comprendido "desde Sierra de la Ventana en Buenos Aires y Río Negro, hasta el Estrecho de Magallanes por el sur".
Sobre los pueblos con influencia mapuche -pehuenches, ranqueles, salineros, huichiles- explica: "Los Pehuenches y ranqueles poseían identidad propia y se mapuchizaron en su cultura.
Antes a este proceso los pehuenches también sufrieron una tehuelchización. Los salineros y huiliches eran parcialidades mapuches propiamente dichas, aunque con características propias cada una".
"Mapuches -señala Aguado- hubo en lo que hoy es el territorio argentino desde mucho antes de la conformación definitiva del Estado-Nación" y argumenta las razones que llevaron a imponer la lengua mapuche, el mapudungun.
"El mapudungun era una lengua franca, una lengua `prestigiosa`, que se utilizaba para comunicarse entre diferentes pueblos indígenas, tal como hoy se utiliza el inglés para comunicarse en el mundo".
Hay un límite históricamente difuso entre dos nociones: la que afirma que desde Chile mapuchizaron a nuestros indios y la que asegura que tehuelchizamos a los chilenos, lo que lleva a Aguado a hablar de un proceso complejo en el que interactuaban diversas culturas que se influenciaban entre sí.
"Referirse a mapuches chilenos o tehuelches argentinos, es partir de una visión de la sociedad occidental que responde a una ideología con determinados intereses. Eran pueblos con identidad y territorios propios, que interactuaban; las culturas son algo vivo en permanente cambio".
Aguado habla de los enfrentamientos entre mapuches y tehuelches, como los combates ocurridos entre 1810 y 1820 en el suroeste del Chubut (Barrancas Blancas y Piedra Shotel) y en el noroeste de la misma provincia (en Languiñeo); también al norte de Santa Cruz (paraje El Yatel), hubo un enfrentamiento a mediados de 1883, aunque motivado por la Conquista del Desierto.
"No hay que olvidar que parte de los tehuelches que habitaban Chubut y Río Negro actuaron del lado de las tropas argentinas durante la campaña militar, motivados en parte para vengarse por los combates de 1810-1820. La memoria de esas luchas sigue viva entre tehuelches y mapuches de Chubut y Santa Cruz".
El autor asegura que la denominada Conquista del Desierto no distinguió entre indígenas hostiles y pacíficos: "Los `amigos` eran aquellos que aceptaban colaborar con las tropas -bajo amenaza de ser pasados por las armas- y los que no, eran enemigos. Varios de aquellos a los que se combatió para quitarles sus tierras, previamente fueron aliados del Gobierno argentino, como el poderoso cacique Sayhueque."
Así, a los vencidos se los confinó en reservas y fortines: "Primero se los recluyó, se los mantuvo prisioneros en diversos lugares y casi una década más tarde se los envió a territorios lejanos a sus habituales lugares de residencia (`desterritorialización`) y recluyó en reservas indígenas que posteriormente les fueron quitadas en su mayor parte."
"En Valcheta (Río Negro) existió una especie de campo de concentración, según se desprende de varios testimonios escritos, orales y documentales. Todo ese proceso muestra hechos terribles; según criterios actuales podrían ser considerados delitos de lesa humanidad."
Refiriéndose al presente de los tehuelches, Aguado dice: "Hoy, al contrario de lo que se piensa, viven mayormente en los centros urbanos y en menor medida en el ámbito rural. Uno puede llevar años tratando con un tehuelche, pero si no se tiene algo en común con su cultura, jamás va a decir que es tehuelche. Es su modo de preservarse."
Fuente:Telam
En el paraíso olvidado de la literatura argentina
Por Pablo E. Chacón
Claudio Zeiger es escritor y periodista, y en su último libro, "El paraíso argentino", explora el ascenso y caída de una serie de personalidades, algunas de las cuales fueron "olvidadas" a pesar de la notoriedad que alcanzaron en su momento.
El libro, publicado por el sello Emecé, investiga el derrotero de los trabajos y los días de Eduardo Mallea, Manuel Mujica Láinez, Benito Lynch, Ricardo Guiraldes, Oscar Hermes Villordo, y el trío femenino más mentado de los 60-70: Beatriz Guido, Marta Lynch y Silvina Bullrich.
Zeiger nació en Buenos Aires en 1964. Publicó las novelas "Nombre de guerra" (1999/2003); "Tres deseos" (2002); "Adiós a la calle" (2006); y "Redacciones perdidas" (2010). Es editor del suplemento Radar Libros del diario Página /12.
Según el escritor, "el paraíso alude precisamente a lo que fue o pudo ser un canon erosionado por el olvido, las omisiones, las operaciones que los fueron dejando a estos escritores de lado.
En general creo que se trata de casos `incómodos`".
Y agrega: "Borges pudo ser incómodo políticamente pero nadie lo discute como escritor. Hoy se puede reivindicar a (Oscar Hermes)Villordo desde la apertura y la diversidad".
"Pero cuando apareció en 1983 su libro más importante, `La brasa en la mano`, hasta desde la revista Humor, centro de la progresía de entonces, se le reprochaba su crudeza y mal gusto, y se indicaba que en general no compartían sus preferencias sexuales", sostiene el ensayista en entrevista con Télam.
"Yo no intenté ordenar un posible canon sino rastrear las huellas de algunos escritores en ese discutible paraíso de los olvidados", dice Zeiger.
Los nombres elegidos están vinculados, de una u otra manera, a cierta aristocracia simbólica y material, aunque no en todos los casos la evidencia salta a la vista.
Zeiger no esquiva el aserto: "Son escritores que pertenecieron a una elite, o giraron a su alrededor o el público los colocó en ese lugar. Eran refinados, excéntricos y tenían un halo de aristocracia y poder".
"En realidad, yo empecé a frecuentar la literatura de los 50 para ambientar `Redacciones perdidas`, y desde ahí fue creciendo la atracción por esa época de la novela argentina y las ganas de retratar a los verdaderos escritores, más allá de la ficción que iba tejiendo".
En "El paraíso..." nadie ignora que no está a la orden del día la moda, las tendencias. "Es cierto, pero aun dejando eso de lado, me parece que en algunos casos lo que se quedó atrás es una sensibilidad que hoy no tiene lugar", conjetura el polígrafo.
Y sostiene, por ejemplo, que "Beatriz Guido no podía concebir que alguien rico no fuera a la vez culto. Y eso, en los 90, casi se invirtió: para ser rico había que ser vulgar y ostentosamente ignorante".
Y "más allá de eso, también me parece que un buen lector puede sacarle el jugo a textos de Manucho, Bullrich o Mallea leyéndolos en su contexto, rescatando la enorme presión que ejercía una trama cultural que esperaba mucho de ellos. Me gusta pensar que todas las lecturas están marcadas y manchadas por el paso del tiempo, que eso enriquece y no empobrece a la literatura", dice.
Entonces, ¿por qué la operación de encubrimiento u olvido? "Bullrich quizá sea el ejemplo. Ella es conciente que la van a terminar marginando, olvidando y castigando. Lo atribuye al hecho de ser mujer, ninguneada por sus colegas varones. Razón no le faltaba, pero al mismo tiempo uno puede pensar que se pasó gran parte de su vida construyendo una enorme coartada".
El golpe de Estado de marzo del 76, ¿no cambió nada, no los cambió? Zeiger cree "que uno de los grandes dramas de Manucho, Bullrich o Guido es que no cambiaron nada. Basta leer una novela como `El gran teatro`, de 1979, ambientada en el Colón, para darse cuenta cómo no se daban cuenta de nada".
Pero "no es el caso de Marta Lynch, que tenía un radar político social. Ella es la más cuestionada por sus apariciones públicas bajo la dictadura, y sin embargo, `La penúltima versión de la colorada Villanueva` o `Informe bajo llave` toman de lleno la dictadura, con resultados polémicos. Y `La brasa...` es casi una reacción de piel frente a la censura, un anticipo del destape".
¿Por qué la revista Sur ignora a este grupo? "Supongo que porque Victoria Ocampo se rodeaba de hombres. Supongo. Y es curioso pero se puede señalar que en Contorno le daban bola a Mujica Lainez, por ejemplo, y comentaban a Bullrich o Guido. Los criticaban, desde ya, pero hablaban de ellos y los respetaban en su faceta de escritores profesionales".
Silvina Bullrich vende miles de ejemplares, no se priva de burlarse de su clase y se convierte en bestseller. "Es el gran nombre del bestseller nacional. Ella entregaba un éxito de ventas todas las navidades, más de cincuenta libros".
"A mí me sorprende que su caso no despierte el interés de una crítica sociológica. En libros como `Escándalo bancario`, de 1980, procesaba la crisis financiera, el campo, como lo haría Fogwill, un tipo dicho sea de paso muy atento al bestseller nacional", sostiene el escritor.
Zeiger finaliza con una hipótesis: "La extinción de ese ciclo es largo, quizás inevitable y que no tiene sólo explicaciones literarias o estéticas. Sospecho que la extinción de Silvina Bullrich formó parte de la desindustrialización de la Argentina.
Ella en el fondo fue una oligarca o gran burguesa víctima de su propia clase. Fue como la abeja obrera de la colmena de la elite.
¿Y a qué se debe este "olvido"? "Mi interés, sin dudas, es parte de esa fascinación por la literatura de los 50. Porque me parece tan desoladora una literatura más preocupada por las tecnologías de la comunicación que por la condición existencial que quizás me lleve a desviaciones ideológicas incurables", indica Zeiger.
"Si a estos escritores que aparecen en el libro les agregás otra corriente que en vez de partir de Güiraldes parta del Arlt del `Juguete rabioso` y llega hasta Carlos Correas, tendrías completo el mapa de lo que me atrae: ese momento donde lo argentino se vuelve aventura novelesca", remata el novelista.
Fuente:Telam
MUESTRAS
06/07/2011
Exposición de fotografía y artes plásticas en “Corbatas para la memoria”
Reconocidos artistas plásticos marplatenses (FOTO) presentan sus obras en la muestra que, hasta el sábado 9 de julio y en el Foyer del Teatro Auditórium, forma parte de “Corbatas en la memoria”, programa de actividades culturales organizado por el Colegio de Abogados de Mar del Plata para conmemorar el Día Nacional del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado.
Daniel Baino, Eduardo Martín, Nélida Valdés, Oscar Elissamburu, Pipo La Torre,
Laura Ibáñez, Marité Svast y Adriana Lasarte exponen trabajos que en todos los casos tuvieron como pieza principal una corbata, símbolo con el que se recuerda a abogados marplatenses detenidos, desaparecidos y asesinados durante la última dictadura militar, episodios ocurridos en julio de 1977 y que sus responsables bautizaron como “La Noche de las Corbatas”.
Al mismo tiempo quedó inaugurada la muestra de fotografía titulada “Lesa Humanidad”, producción de Juan Marco Candeloro, periodista que es hijo de Roberto Candeloro, uno de los letrados asesinado luego de ser secuestrado junto a su esposa, María Haydeé García de Candeloro, presente el inicio de esta propuesta.
“Nosotros que gozamos de un Estado de Derecho y una república también gracias a ellos, no podemos menos que hacerles un homenaje a aquellos abogados marplatenses que trabajaron por los que menos tenían”, señaló el presidente del Colegio de Abogados de Mar del Plata, Fernando Román González, al agradecer a los artistas participantes de esta propuesta y a familiares de aquellas víctimas.
También destacó el título elegido para este programa de actividades conmemorativas. “El nombre que nosotros elegimos -explicó- es el de “Corbatas en la Memoria” y es el que creemos tendría que quedar ya que el nombre de “La noche de las corbatas” fue impuesto por los represores”.
A la agenda de actividades se suma desde este miércoles 6, a partir de las 16, la exposición de dos murales, que también se instalarán en el Foyer del Teatro Auditórium, y que son obra de la asociación H.I.J.O.S y de la Secretaría de Cultura de Estación Camet..Allí también se exhibirán los audiovisuales “Algo habrán hecho” y “Nosotras estábamos ahí”.
Fuente:ElRetratodeHoy
CINE
Dictadura argentina, en Festival de Cine de París
07/07/11
París, Francia.- Resentida tal vez en su lentitud, la película El Premio tiene el mérito de abordar desde la mirada inocente de la niñez el terrible capítulo de la dictadura argentina, con la sinceridad de su directora Paula Markovitch.
En concurso en el Festival de Cine de París, el largometraje pisó fuerte en su estreno y se perfila como uno de los favoritos para conseguir un lauro en el encuentro que preside la actriz británica Charlotte Rampling.
Aunque el tiempo parece a ratos sumido en la parálisis, la propia recreación del ambiente de soledad, abandono y refugio justifican la fotografía en las playas de San Clemente del Tuyú, donde la realizadora argentina radicada en México cuenta su historia.
No, por cierto, un relato nacido imaginario de su pluma de escritora y guionista (Temporada de patos, Lake Tahoe), sino de sus propias vivencias que contraponen las propias contradicciones de la infancia con la crueldad del mundo.
Cecilia (Paula Galinelli Herzog) se ve obligada de vivir en San Clemente del Tuyú, lejos de Buenos Aires, en una casa desvencijada, con una madre aterrorizada (Laura Agorreca) y un inquieto perro.
Ingresar a la escuela de la zona le permitirá hacer amigos. Pero esta niña de siete años no tiene idea de que su padre probablemente sea uno de los desaparecidos asesinados por la dictadura de los años 1970. Un concurso organizado por los militares en su escuela, será la fuente del conflicto con su madre.
"Crecer con miedo es una experiencia muy dura, que lastima a las personas. Aun así, la vida es como es y también tuve, por supuesto, incluso en esa época tan dura, momentos de gran felicidad y plenitud", declaró Markovitch.
En el apartado de cine-debate con la realizadora de la cinta, Oso de Plata por fotografía y diseño de producción en la Berlinale de este año, el público francés y los críticos se mostraron impresionados al conocer el ángulo autobiográfico de la película.
La maestra Rosita (Viviana Suraniti) completa el trío de protagonistas con una sólida actuación, en el cual refleja las ambigüedades de este tipo de personaje con su lado maternal y noble, y el perfil autoritario y derechista.
"Dirigí niños confiando mucho en ellos, yo les hablaba durante la toma, respiraba junto con ellos y los iba guiando hacia la situación dramática. Creo que es bueno respetar mucho la sabiduría de los actores, tengan la edad que tengan", comentó.
Fuente:PrensaLatina
Andrés Cuervo estrena su documental “El retrato postergado”
05/07/11
La figura y la palabra del gran escritor argentino Haroldo Conti son recobradas por Andrés Cuervo en “El retrato postergado”, un documental con elementos de ficción que recorre la vida y la obra de este artista desaparecido durante la última dictadura militar y que recupera del olvido imágenes únicas del novelista que filmadas a mediados de los 70.
Esas imágenes inéditas, en las que se descubre a un Conti amante de la naturaleza y la soledad propias de la isla Paulino, en el delta del Paraná, fueron filmadas en 1975 por Roberto Cuervo, padre del director, que perdió la vida en un accidente automovilístico, y permanecieron escondidas durante años en un ropero hasta que fueron recuperadas y usadas para este nuevo filme.
Ganador del premio a la Mejor Película y al Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Gualeguaychú, el filme de Cuervo cuenta con testimonios únicos de Eduardo Galeano y Martha Lynch sobre el pensamiento, las ideas y los gustos estéticos de Conti, y le rinde un homenaje tanto a él como a Rodolfo Walsh, Raymundo Gleyzer, Paco Urondo y otros artistas desaparecidos.
“Es una película que empezó mi viejo en los 70, que escondió mi vieja y que me quedó a mí como una responsabilidad, algo que me sugería un desafío que me daban muchas ganas de asumir, pero que también me causaba muchos miedos”, admitió Cuervo, quien combinó el género documental con un relato poético y visualmente atractivo, con elementos y puesta en escena de una ficción.
En una entrevista con Télam, el director recordó que “tenía muchas dudas, no sabía dónde cortar e intervenir el material de mi padre ni cómo tomar la decisión de decir `esto va` y `esto no va`.
Es ahí donde me sentía más bloqueado, pero finalmente -agregó- encontré la forma de resolver la película gracias a Oscar Barney Finn”.
“El había sido profesor de mi viejo en la Escuela de Bellas Artes de La Plata y me acercó unos papeles que guardaba de aquel momento, unos apuntes de la cursada donde mi viejo hablaba sobre su trabajo. Fue como un impulso, porque venía fantaseando todo el tiempo en terminar la película y ahí pude encontrarle la vuelta”, relató.
Para Cuervo, “este es un documental autoreferencial, un trabajo muy personal, aunque creo que muestra al más real de los Conti. Él habla con mucho desparpajo y cuenta cosas que sorprenden al mejor conocedor de su obra. Hay mucha imaginaria en torno a su figura y la mayoría no lo conoce de verdad. Este filme -abundó- es una muy buena oportunidad para conocerlo contado por sí mismo”.
El trabajo de su padre, que llevaba el título “Retrato humano de un escritor”, muestra a un Conti amante del río, la soledad y el silencio propios de la isla del delta del Paraná donde el artista oriundo de Chacabuco escribió algunas de sus obras, como “Sudeste”, “Mascaró, el cazador americano” y “La balada del álamo carolina”, pero también estableció un estrecho vínculo con la naturaleza.
Conti nació el 25 de mayo de 1925 y, antes de dedicarse de lleno al periodismo y la literatura, ejerció gran variedad de oficios: fue maestro de escuela, profesor de latín, guionista de cine y hasta vendedor ambulante, luego de lo cual pasó de una literatura costumbrista a otra de alto compromiso político.
En ese camino admiró a la Revolución Cubana y como miembro del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)-Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), se unió al Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS).
El escritor fue secuestrado por un grupo de tareas del Batallón 601 del Ejército el 5 de mayo de 1976 y desde entonces no se ha vuelto a saber de él, pese a la búsqueda incesante de su familia, de los amigos, de las organizaciones de derechos humanos y de los hábeas corpus interpuestos entonces ante la Justicia.
Como Rodolfo Walsh, Juan Gelman y Paco Urondo, Conti pertenece a una generación de escritores que imbricaron literatura y política de tal manera que -según sus propias palabras- se pudiera lograr “una literatura que comunicara y explicara la vida y que no se interpusiera con ella (…), una literatura política y comprometida, pero en la que lo político debe emerger por sí solo y no debe estar impuesto”.
Para completar el retrato que su padre hizo de Conti, Cuervo combina imágenes, fotografías, testimonios, grabaciones originales donde el escritor lee sus relatos y habla sobre su pasión por la vida y la literatura, algunas recreaciones ficcionales de recuerdos y momentos del pasado, además de juegos poéticos y animaciones de objetos al estilo del gran surrealista checo Jan Svankmajer.
“Lo que definitivamente no quería hacer era un documental únicamente con testimonios sobre Haroldo, porque me parecía que eso era matarlo de nuevo. Yo quería que él estuviera vivo en la película, que apareciera todo el tiempo hablando por sí mismo e incluso equivocándose. No quería hacer un documental tradicional”, recordó el director.
Y definió al escritor como a “un vagabundo que se escapaba todo el tiempo de cualquier tipo de encasillamiento. Era un ser muy grande de espíritu y muy despojado de lo material. Estaba tan alejado de todo eso, era un ser super espiritual, que no lo podría definir”.
Fuente:Telam
"Mundialito" pone en pantalla fútbol y política
06/07/11
La película "Mundialito", que cuenta el torneo que en 1980 reunió en Montevideo a los entonces cinco campeones mundiales de fútbol más Holanda y que mañana llega a salas locales, trata de reflejar "lo paradigmática de la dictadura militar uruguaya, que fue civico-militar", contó su director Sebastián Bednarik.
"Me voy a dar una vuelta por Buenos Aires para presentar la película y ver si podemos hacer coincidir el viaje con el partido que la `celeste` va a jugar en La Plata (el martes 12 ante México) por la Copa América”, anticipó Bednarik en diálogo con Télam.
"Pertenecer a una generación que en esa época tenía entre 5 y 10 años nos impulso a trabajar sobre un tema que ha marcado a la sociedad uruguaya", aseguró sobre el torneo del que participaron Uruguay, Argentina, Brasil, Alemania e Italia, más el dos veces subcampeón Holanda en sustitución de la renunciante Inglaterra.
La investigación estuvo a cargo del prestigioso historiador y analista político uruguayo Gerardo Caetano, atacante de Defensor y futbolista en pleno Mundialito, que lleva la narración de gran parte del documental.
En noviembre de 1980 la dictadura uruguaya, en el poder desde 1973, hizo un plebiscito constitucional con la idea de perpetuarse en el poder bajo un manto legal, mientras que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), con el aval dictatorial y de la FIFA, organizó la Copa de Oro de Campeones Mundiales para mitigar la no clasificación de la selección "celeste" para el Mundial de Argentina 78.
Los resultados de ambos emprendimientos fueron diferentes. La gente le dio la espalda a los militares con el rotundo triunfo del `No` al plebiscito, mientras que Uruguay ganó el certamen, que fue un gran éxito.
El día de la final del torneo entre Uruguay y Brasil, el 10 de enero de 1981, los uruguayos, que coparon el estadio Centenario, felices por la victoria 2-1 de su selección, explotaron al grito de "ae va a acabar, se va a acabar el gobierno militar" en una espontánea manifestación contra la dictadura charrúa.
“Mundialito” revela que este torneo fue posible gracias a la “milagrosa” aparición de Silvio Berlusconi con dinero fresco a cambio de los derechos de TV, en lo que se aclara fue el primer gran negocio televisivo del actual primer ministro italiano que aportó 3,25 millones de dólares en efectivo.
Asimismo, esta película, que se paseó por los mejores festivales de cine del mundo, no tuvo el respaldo del gobierno de Tabaré Vázquez, presidente uruguayo de 2005 a 2010, quien le negó el carácter de "interés nacional" que Bednarik sí había logrado para sus dos películas anteriores: “La Matinée” y “Cachila”.
-¿Como surgió la idea de hacer esta película para una generación que no vivió ese momento?
-Ese tema fue uno de los disparadores. El hecho de trabajar sobre una memoria que de repente está en nuestro inconciente. Con esa inquietud generacional salimos a hacer preguntas y no bajar línea, como pasa con generaciones más grandes que tratan el tema de la dictadura.
-¿Por qué eligieron contar la dictadura desde ese evento deportivo?
-Si este mismo campeonato no hubiese sucedido en dictadura no se si hubiésemos hecho una película. En un documental como éste, sobre un hecho histórico, nos fuimos concentrando más en hablar del plebiscito que sucedió 30 días antes, algo muy paradigmático de la dictadura uruguaya.
Los militares llaman a la ciudadanía a reformar la Constitución y terminan perdiendo, con la reprobación de todo el pueblo, y eso se transforma en el puntapié de la apertura democrática.
Nos concentramos en eso, que nos parecía muy representativo de la dictadura, al igual que la campaña del Mundialito.
-¿Al relacionar los temas quisieron retratar la relación de militares y civiles?
-Nos pareció un paradigma de lo que fue la dictadura uruguaya, que fue cívico-militar. Fue una coproducción entre civiles y militares todo el Mundialito. Así que nos pareció una forma de ejemplarizar lo que fue la dictadura en Uruguay.
-Entre los entrevistados, ¿alguno sintió vergüenza o culpa de hablar del tema?
-No. Ni vergüenza ni culpa. Hay un militar que admite algo sobre lo que fue el plebiscito pero no sobre el Mundialito.
Encontramos una gran conciencia de los jugadores a la hora de transmitir lo que sentían en esos días.
No hacen un mea culpa, sino que ponen como excusa que no tenían idea de lo que estaba pasando y que las cosas se supieron después del 85, cuando volvió la democracia a Uruguay. Nosotros lo pusimos así en la película, de ahí que cada espectador haga su juicio de valor.
-Arrancás la película con el Himno Nacional de Uruguay. ¿Por qué esa decisión?
-El Himno para nosotros fue algo muy particular. Luego del golpe de Estado del 73 se comenzó a hacer una exaltación de los símbolos patrios. El Himno se empezó a imponer mucho más por la propia dictadura.
Cantar el Himno siempre fue un gesto de resistencia y siempre se resalta una frase que dice "tiranos temblad". Por eso, y porque es una escena muy emotiva la del estadio colmado de gente cantando el Himno, nos pareció que era un buen inicio como banda sonora.
-La película también tiene otro coro que la gente entonó en los festejos. El “se va a acabar, se va a acabar el gobierno militar”.
-Fue algo muy particular. Los festejos del Mundialito significaron el nacimiento de ese canto, que después se repitió en las llamadas (Carnaval) de ese año, y desde el 1 de mayo del 81 se transformó en un himno que se sostuvo hasta la llegada de la democracia en el 85.
Fuente:Telam
MATARON A FACUNDO CABRAL-¡CHAU INDIO!
Facundo Cabral murió acribillado en medio de una venganza ajena
Año 4. Edición número 164. Domingo 10 de julio de 2011
Por Sebastián Hacher y Ricardo Ragendorfer
No soy de aquí ni soy de allá fue el último tema que cantó antes de su fallecimiento. (TELAM)
El veterano cantautor, quien se encontraba de gira en Guatemala, fue atravesado por ocho disparos. Su acompañante, Henry Fariña, había recibido amenazas de los narcos.
En el recital de Facundo Cabral en el Gran Tikal Futura Hotel de Guatemala había cinco mil personas. Sentado en una silla, solo con su guitarra y con los ojos levemente elevados al vacío, el músico habló durante cuarenta minutos. Contó su vida, esa que todo aquel que lo haya escuchado alguna vez conoce. Habló de su madre, del amor por ella, de Borges, de Teresa de Calcuta y San Francisco de Asís. Hizo esos chistes que eran un clásico en él: “Si tienes que cuidarla mucho –dijo– todavía no es tu mujer”. El público lo escuchaba con devoción. Incluso cuando se rompió un parlante y casi nadie escuchaba, nadie se animó a interrumpirlo. Parecía un chamán en trance.
Menos de una semana después, a pocos metros de allí, un grupo de sicarios lo asesinaría a quemaropa. Al cierre de esta edición todavía no se le había practicado la autopsia, pero varias fuentes adelantaron que su cuerpo tenía más de ocho disparos.
Poco antes de su muerte, a las 5 de la mañana de ayer, Facundo dejó la habitación del Tikal Futura. Minutos más tarde tenía que tomar un avión a cuatro kilómetros del hotel, en el aeropuerto internacional La Aurora. En el lobby se encontró con su representante, David Llanos, y con Henry Fariña, un empresario nicaragüense que también estaba alojado en el lugar. Las primeras versiones señalan que Cabral y Fariña no se conocían, y que este último se presentó como un admirador suyo. Otros dicen que Fariña era el productor de la gira. En su tarjeta personal figura que Fariña es dueño de varios night clubs en distintos países centroamericanos. Los tres hombres desayunaron juntos. Fariña, que también iba rumbo al aeropuerto, se ofreció a llevarlos en su Land Rover blanca. El empresario nunca salía sin custodia: en los medios se especula que ya había recibido amenazas.
Los sicarios lo interceptaron en el Boulevar Liberación, una de las avenidas más concurridas de Centroamérica. “Durante el día –explicó a Miradas al Sur una fuente que sigue el caso de cerca– ese lugar es un embotellamiento permanente, pero a la madrugada es ideal para este tipo de ataques, porque tiene cuatro carriles y varias vías para escapar. Hace poco, allí mataron de forma similar a un ex diputado”.
Los atacantes iban en dos vehículos, tenían chalecos antibalas y dispararon con fusiles automáticos al menos 18 veces. Facundo recibió ocho disparos. Su representante y el empresario nicaragüense dos. Los únicos que resultaron ilesos fueron los custodios: el auto en el que viajaban recibió algunos disparos, pero ninguno los alcanzó.
Herido como estaba, Fariña intentó entrar a una estación de bomberos que estaba cerca del lugar. Allí intentaron reanimar al cantante. Ya era demasiado tarde.
Pocas horas después y a 20 kilómetros de allí, la policía encontró una camioneta Hunday Santa Fe azul con la parte trasera perforada por varios disparos. Adentro había chalecos antibalas y vainas servidas de fusiles AK-47, conocidas como “cuerno de cabra”, una de las armas preferidas por los sicarios por su facil uso y porque nunca se traban.
Guatemala es un país donde hay más de 15 asesinatos violentos por día. Pocos se esclarecen. En la primera mitad del 2011 hubo más de tres mil muertes violentas y en los casi cuatro años del actual gobierno murieron más de 25 mil personas. Muy pocos de esos crímenes fueron resueltos. “Lamentablemente –dijo el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) de Guatemala, Sergio Morales–, cabe la posibilidad de que este caso sea parte del 97 por ciento del índice de impunidad de crímenes ocurridos en el país.”
Al principio se especuló con que el crimen podría haber sido un atentado contra el cantante, cuyo compromiso social lo hizo conocido en todo Latinoamérica. “Es un asesinato para enrarecer el clima electoral de Guatemala”, dijeron las primeras versiones que circularon en las redes sociales. En Guatemala es común que la violencia política y económica se mezclen en un cóctel explosivo. Con el correr de las horas, esa versión perdió fuerza. “Todo apunta –señaló a Miradas al Sur una fuente ligada al caso– que fue un atentado contra Fariña. Como el empresario era el que manejaba la camioneta, los sicarios pensaron que era el chofer y que su objetivo era la persona que iba al lado. Estamos investigando los vínculos de Fariña con el narcotráfico a través de los clubs nocturnos que regenteaba.”
La noticia causó conmoción en todo el mundo, donde Cabral era querido y respetado. En el lugar de su muerte, mientras los peritos todavía intentaban encontrar rastros, se concentraron dos mil personas con fotos y flores del cantante. Entre la gente que lloraba y entonaba sus canciones estaba Rigoberta Menchú. “Lamentablemente estamos repudiando un crimen más que está causando terror, miedo y no dejo de pensar que él fue asesinado por sus ideales”, dijo entre lágrimas la Premio Nobel de la Paz.
En las redes sociales, miles de usuarios expresaban su bronca y convocaron a una movilización en las calles de la capital guatemalteca para exigir el esclarecimiento de su asesinato.
Poco después del crimen, el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, se comunicó con su par argentina, Cristina Kirchner, para informarle sobre el asesinato. Según trascendió, Colom dejó abierta la posibilidad de que investigadores argentinos colaboren en el esclarecimiento del crimen. El embajador de Estados Unidos en Guatemala, Stephen McFarlan, también ofreció ayuda norteamericana para esclarecer la muerte. Algo de lo que Facundo Cabral se habría reído con ganas.
El cantante nació en La Plata el 22 de mayo de 1937. Tuvo una niñez difícil: su padre lo abandonó cuando tenía siete años y él emigro con su madre y sus seis hermanos, primero a Tierra del Fuego y luego a Tandil. De chico fue muy problemático y estuvo encerrado en un reformatorio. En la dictadura de 1976, ya consagrado como cantautor de protesta, se exilió en México, donde siguió componiendo. Se estima que recorrió 159 países. En enero de 1996 fue operado por una obstrucción en la carótida. Ese año, la Unesco lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz”. Luchó contra el cáncer durante más de dos décadas.
Dejó decenas de discos, entrevistas y anécdotas. Quizá la entrevista más recordada sea la que tuvo con la periodista argentina Leila Guerriero. “Yo no tendría que trabajar más”, le dijo a ella. “Pero emocionalmente no puedo. Económicamente sí, podría. Un tipo que a los setenta años no tiene solucionado lo económico es bastante estúpido. Estoy becado. Subo al escenario y me dan un café, dulce de leche, spaghettis, una botella de vino, un hotel, un avión. Vivo fenómeno. Pero mi salud es más que endeble, aunque soy de la clase de gente que no se queja. Me parece una vulgaridad quejarse. Para mí la muerte nunca fue un tema serio. Más bien es excitante la idea de la gran hembra, la muerte. Yo me imagino que el paso final debe ser como el silencio en el teatro, antes de que se encienda la luz. El paso al otro lado debe ser así. Ese silencio.”.
Opinión I
Lo mataron por una cuenta pendiente que no era la suya
Publicado el 10 de Julio de 2011
Por Juan Alonso
Fue el mejor filósofo de los vagabundos. Quizá el último de los cantores populares capaces de condensar en una sola frase la bucólica vida del campo con la soledad de las ciudades. Anduvo por los rieles de la nada desde chiquitito. Y ayer lo mataron. Simplemente porque sí.
Según informó el ministro de la Gobernación de Guatemala, Carlos Menocal, por el análisis del trazado de las balas, se desprende que el objetivo de los sicarios que asesinaron a Facundo era el conductor del automóvil –el empresario local Henry Fariña–, a cuyo lado iba rumbo al Aeropuerto La Aurora el artista argentino.
Durante una rueda de prensa encabezada por el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, Menocal detalló que las pericias evidencian que “los disparos van desde el piloto al copiloto y esto apuntaría que el artista habría recibido impactos de bala que eran dirigidos Fariña”.
Otro dato nada menor es la complejidad del ataque. Iban en tres vehículos y dispararon a la vez con armamento pesado: fusiles de asalto AK47. Lo que da que pensar que no se trata de jóvenes que buscaban venganza por alguna fracción de las pandillas conocidas como “Maras”.
La policía guatemalteca trabaja en conjunto con sus pares de Nicaragua para evitar que la célula que mató a Facundo logre escapar por la frontera. Todo indica que fue asesinado por una cuenta pendiente que no era suya. El argentino tenía planeado viajar en micro, pero Fariña lo convenció para ir en auto. La Policía Nacional Civil de Guatemala encontró una camioneta abandonada. También incautaron chalecos antibalas y cartuchos para AK47. Facundo cantó en la ciudad de Guatemala y en Quetzaltenango, contratado por Fariña.
Entre los enemigos de Fariña podría estar el instigador del crimen de Facundo.
Fuente:TiempoArgentino
OpiniónII
Del Che Guevara a la guerra civil con 130 mil muertos
Publicado el 10 de Julio de 2011
Por Alberto López
La historia guatemalteca es rica en antecedentes que podrían explicar el origen de la violencia. Basta decir que fue en Guatemala que el médico argentino Ernesto Guevara conoció uno de los experimentos más importantes para modificar una realidad de injusticia social, como fue el gobierno de Jacobo Arbenz. Surgido de elecciones libres en las que el pueblo expresó su deseo de concretar una reforma agraria y de terminar con la influencia de los Estados Unidos en la política interna en defensa de empresas bananeras como la United Fruit Company. También en tierras guatemaltecas, Guevara conoció a la que sería su primera esposa, la peruana Hilda Gadea, que lo introdujo en los círculos de la izquierda centroamericana. Allí, en esa efervescencia revolucionaria, Guevara se convirtió en el Che, dicen, bautizado definitivamente por el cubano Antonio Ñico López.
Arbenz, un militar nacionalista, fue tildado por la CIA de comunista y desalojado del poder por un sanguinario golpe de Estado en 1954. Golpe que terminó de convencer al Che de que la vía institucional no tenía cabida. Exiliado en México, fue el propio Ñico quien le presentaría a Fidel Castro.
Con una derecha criminal instalada violentamente en el poder, se sucedieron gobiernos poco estables hasta que en 1960 estalló la guerra civil. Que dejó un saldo de al menos 130 mil asesinatos, 45 mil desaparecidos,1 millón de desplazados internos, medio millón de refugiados, 50 mil viudas, 250 mil niños huérfanos y cerca de 440 pueblos arrasados.
El Premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú en 1992 fue apenas un intento de reflejar tanta devastación. Pero que en nada podía reparar la violencia instalada y no por las maras o bandas de jóvenes violentos que pintan las crónicas policiales.
Fuente:TiempoArgentino
Repercusiones en todo el mundo
De Rigoberta Menchú a Hugo Chávez, todos lloraron por la terrible pérdida
Publicado el 10 de Julio de 2011
Por Yésica de Santo
La Premio Nobel de la Paz, los presidentes de Venezuela y de Colombia, el canciller argentino Héctor Timerman y los senadores Daniel Filmus y María Eugenia Estenssoro fueron algunos de los que expresaron sus condolencias.
El día que yo me muera, no habrá que usar la balanza; para velar a un cantor, con una milonga, alcanza”, recitaba Facundo Cabral en su memorable canción “No soy de aquí, ni soy de allá”. El asesinato del cantautor argentino provocó conmoción e indignación en el mundo entero. Políticos, artistas, amigos, fans y público en general, demostraron su dolor y se manifestaron en contra la violencia que se vive en Guatemala.
Poco después de conocido el hecho, cientos de personas se acercaron a la estación de bomberos a la que fue llevado Cabral después de su muerte. Llevaban flores, carteles con frases del artista, y lloraban, como buscando una respuesta. “Facundo no está muerto, vive a través de sus canciones. Nos dejó su mensaje de paz y hermandad”, repetía un hombre desconsolado. Algunos afiches rezaban “No nos hagamos los desentendidos”, “Guatemala está de luto porque Facundo es del pueblo”, “Perdón al mundo por la muerte de Facundo” y “Basta ya”. El ambiente político también se vio revolucionado con la trágica noticia y los funcionarios no demoraron en pronunciarse. El Estado de Guatemala remitió una carta a la Cancillería argentina en la que comunicó que se “están realizando las pesquisas correspondientes a fin de dar con los responsables de tan atroz crimen” y expresa “las más sinceras condolencias de su pueblo y su gobierno”, a la vez que “repudia este cobarde hecho que enluta a toda Latinoamérica”. Por su parte, el canciller argentino Héctor Timerman informó que se seguirán de cerca los avances en la investigación.
En las primeras horas circularon los primeros comunicados gubernamentales. “El gobierno Bolivariano y el pueblo de Venezuela, lamenta y repudia profundamente el asesinato del cantor argentino. Nuestros pensamientos están hoy con el hermano pueblo argentino, y con su presidenta, pues han perdido a un defensor de la patria grande.” El gobierno de El Salvador, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó su condena ante el atentado “condolencias al pueblo de la Argentina por la irreparable pérdida”. Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó “lamento enormemente este vil asesinato”. En Nicaragua se convocó a participar en un homenaje especial a través del Instituto Nicaragüense de Cultura que se realizará en el Teatro Nacional Rubén Darío, donde se levantará una capilla ardiente “para que la población pueda rendirle tributo”.
La dirigente indígena y Premio Nobel de la Paz 1982, Rigoberta Menchú, se unió al repudio generalizado y dijo “lamentablemente estamos repudiando un crimen más que está causando terror, miedo y no dejo de pensar que él fue asesinado por su ideales”.
Fueron muchos los funcionarios argentinos que expresaron su dolor. La senadora nacional María Eugenia Estenssoro señaló, “me genera un profundo dolor que un hombre que ha predicado la paz haya sido víctima de la violencia injustificada”. El canciller argentino, Héctor Timerman, manifestó su “profunda tristeza” por el asesinato. “Adiós, amigo”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores en su cuenta de la red social Twitter. Daniel Filmus también eligió Twitter y aseguró: “Cabral era un gran tipo y artista. Siempre cantó por la paz y la vida –sostuvo–. ¡¡¡No puedo creer que hayan matado a Facundo Cabral!!!”
Fuente:TiempoArgentino
' VUELE BAJO '
No crezca mi niño,
No crezca jamás,
Los grandes al mundo,
Le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona,
Cada día más,
Y pierde el camino,
Por querer volar.
Coro.
Vuele bajo,
Porque abajo,
Está la verdad.
Esto es algo,
Que los hombres,
No aprenPor correr el hombre
No puede pensar,
Que ni él mismo sabe
Para donde va.
Siga siendo niño,
Y en paz dormirá,
Sin guerras,
Ni máquinas de calcular.
(Prosa)
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado
Se reía porque decía que le causaba mucha gracia
Y a la vez le hacía muy feliz
Ver cuántas cosas había en el mercado
Que él no necesitaba.
Es decir que rico no es el que más tiene,
Sino el que menos necesita.
Es decir, el conquistador por cuidar su conquista,
Se convierte en esclavo de lo que conquistó,
Es decir, que jodiendo,
Se jodió.
más
Dios quiera que el hombre,
Pudiera volver,
A ser niño un día
Para comprender.
Que está equivocado,
Si piensa encontrar,
Con una chequera,
La felicidad.
Coro...
Facundo Cabral
Nota:Las fotos que acompañan las notas, que no son correspondientes a las mismas, tienen origen en pag. Web.
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