Criticaron al primer ministro británico por rechazar el vínculo de la protestas con la pobreza
El primer ministro británico, David Cameron, dijo hoy que la causa central de la reciente ola de disturbios en el país fue un "colapso moral" que debe combatirse urgente, pero el líder opositor lo acusó de simplismo y dijo que es un error desconocer el vínculo con la pobreza y marginación.
El conservador Cameron y el laborista Ed Miliband mostraron sus discrepantes visiones durante discursos separados en una jornada de reflexión política sobre la violencia callejera y saqueos de la semana pasada en Londres y otras ciudades, que dejaron 5 muertos, miles de detenidos y perdidas materiales millonarias.
"Esta fue una llamada de advertencia para nuestro país.
Problemas sociales que han estado supurando durante décadas explotaron en nuestra cara", dijo Cameron frente a una audiencia en un centro juvenil en Whitney, el distrito electoral del sur de Inglaterra por el cual es diputado por su partido.
El premier reiteró su postura de que la violencia fue "criminalidad pura" y que no tuvo "nada que ver" con la difícil situación económica que atraviesa gran parte de la población -en especial los jóvenes- ni con el duro plan de ajuste adoptado este año para contener el abultado déficit público.
Según Cameron, los "problemas sociales" a los que se refiere no son ni la pobreza ni la falta de perspectivas sino el fruto de una cultura de pereza, indiferencia, irresponsabilidad y egoísmo, al tiempo que prometió una serie de medidas para octubre para poner coto a lo que calificó de "colapso moral en cámara lenta".
Según dijo, se dará "prioridad nacional" a la lucha contra la criminalidad y se pondrá especial atención en la evaluación de la situación en las escuelas, la unidad familiar y la crianza de los hijos, el sistema de ayuda social y la asistencia estatal a aquellos que padezcan adicciones a las drogas.
"Hemos sido demasiado reacios por demasiado tiempo a hablar sobre lo que está bien y lo que está mal. Demasiado a menudo hemos evitado decir lo que es necesario decir sobre todo, desde el matrimonio a la asistencia social y a la cortesía", señaló el premier, citado por la agencia de noticias DPA.
En un discurso rival, el líder laborista Miliband dijo que la visión de Cameron es una simplificación de la realidad y urgió a los diputados a abocarse a garantizar mejores oportunidades para los millones de jóvenes desafectos del país.
El dirigente opositor habló en su antigua escuela de Camden, en el norte de Londres, que está ubicada a media cuadra de una zona donde decenas de negocios fueron atacados y saqueados el 8 de agosto pasado por grupos de jóvenes que se enfrentaron con la policía.
"Asuntos como la educación y las capacidades, los servicios para la juventud, el desempleo juvenil, ¿son importantes para apartar a las personas de las pandillas, la delincuencia, la mala senda?. Sí, son importantes.", señaló Miliband.
"El usual instinto político -anunciar nuevas legislaciones, nombrar un nuevo asesor, volver a hacer relucir algunos viejos prejuicios- no satisfacerá la exigencia pública de respuestas reales y soluciones de profundo arraigo, duraderas", agregó.
La brecha de las diferencias entre la esfera política y la policial ya se había abierto este fin de semana, cuando Cameron exigió que se adoptara una "tolerancia cero" hacia los vándalos siguiendo el modelo estadounidense.
La postura fue criticada tanto por oficiales de alto rango de la policía como por políticos de la coalición gobernante, que incluye a los conservadores de Cameron y a los centristas del partido de los Liberales Demócratas.
La convocatoria del ex policía estadounidense Bill Bratton como asesor para combatir el problema de las pandillas fue el principal centro de las disputas locales, algo que la policía británica consideró una afrenta y un menosprecio de sus esfuerzos.
Cameron reiteró hoy que los recortes previstos para el presupuesto policial se mantendrán porque afectan el área burocrática. La cantidad de efectivos que se encuentran en las calles continúa siendo suficiente, recalcó.
En los disturbios de la semana pasada, que dejaron cinco muertos y daños por unas 200 millones de libras (233 millones de dólares) multimillonarios, la policía detuvo a más de 2.700 personas.
Actualmente se llevan adelante procesos "exprés" en contra de cientos de detenidos.
Fuente:Telam
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