lunes 8 de agosto de 2011
Señales de avance y atentado sospechoso
Por Gustavo Espinoza (NUESTRA BANDERA)
Tres señales de avance ha lanzado al país el gobierno que preside Ollanta Humala en los pocos días de gestión, al tiempo que se ha registrado en Lima un atentado más que sospechoso y que casi costara la vida a una niña de 9 años. Estos hechos han marcado la atención ciudadana en la semana, y han abierto una perspectiva compleja en la etapa que se inicia.
Instalado en medio de gran solemnidad, el Presidente Ollanta Humala debió enfrentar desde el inicio la intolerancia activa de la Mafia Fujimorista que distorsiona el escenario nacional y alienta prácticas golpistas de viejo cuño. Las intenciones de este segmento de la oposición se perfilaron a partir de la actividad de la bancada parlamentaria de “Fuerza 2011”, liderada en la circunstancia por Marta Chávez Cossio, quien pasó 40 de los 50 minutos del mensaje del Jefe del Estado vociferando contra la nueva administración. Hoy, persiste en considerar que Humala no es Presidente de la República y llama por tanto sin muchos requiebros a un Golpe de Estado que “devuelva la confianza a los peruanos”, es decir, que vaya a mantener intocada la sacrosanta Constitución de 1993, impuesta por la dictadura de entonces.
Obrando con agilidad y destreza, el nuevo gobierno ha salido al paso de esta ofensiva procurando demostrar su voluntad de gestión. Para este efecto, ha esbozado señales inconfundibles: Veamos.
A diferencia de los políticos tradicionales, los representantes del nuevo régimen toman acciones concretas para que la población sepa que las promesas electorales en verdad se cumplen. Carlos Herrera Descalzi, titular del Portafolio de minería anunció que el impuesto a las sobreganancias mineras -uno de los compromisos más formales de Gana Perú- se aplicará antes de fin de año. Este impuesto, que no tendrá carácter retroactivo, funcionará desde el 2011 y le permitirá al Estado elevar sus ingresos por la explotación de los recursos mineros para asegurar al mismo tiempo el cumplimiento de los programas sociales en marcha. Ellos -como la Pensión 65, el reajuste del salario mínimo y las propuestas en materia de educación y salud- también entrarán en vigencia este año de modo que la ciudadanía podrá tener una prueba concreta de que el gobierno ejecuta sus proyectos.
El cuadro comparativo de las utilidades obtenidas por las principales empresas mineras que operan en nuestro país muestra que cada una de ellas ha duplicado y aún triplicado sus ingresos en los dos últimos años, sin que eso haya redundado en beneficio alguno para el Perú. Consorcios de significativa importancia como la BHP Billiton, la Tech, Newmont, Freport, Xstrata, Barrick y Southern, han obtenido ganancias excepcionales con motivo del alza de los precios de los metales en el mercado mundial; pero también por la sobre explotación de nuestros recursos. Dichas empresas han multiplicado sus operaciones y han extraído oro, plata, cobre y otros minerales, contaminando severamente el agua de los ríos, el medio ambiente y afectando la vida de las personas. Gracias a ese accionar, por ejemplo, la localidad de La Oroya, situada a apenas 3 horas de Lima y ubicada por encima de los 3,800 metros de altura sobre el nivel del mar; tiene el 96% de la contaminación ambiental, como consecuencia de ello, el 97% de los niños menores de 14 años que allí viven tienen ya los pulmones severamente afectados por el plomo.
El segundo mensaje claro tiene que ver con la política exterior. A partir de la gestión del titular del sector, Rafael Roncagliolo, la política internacional del Perú mirará de manera preferente a la región y su mercado natural será el creado a la sombra de UNASUR. Esto implicará, por un lado, una toma de distancia frente a las grandes potencias -como Estados Unidos- pero también un acercamiento a los países vecinos que desarrollan procesos de cambio y combaten la pobreza con energía. Fortalecer la relación con Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay y los países de América Central y el Caribe -incluyendo Nicaragua, El Salvador y Cuba- será por cierto un signo claro en la nueva política exterior del Perú. Integración y solidaridad en el área andina y latinoamericana serán las banderas de nuestro nuevo rumbo en el empeño por construir un modelo de unidad continental para hacer frente a las presiones del Imperio.
Un tercer mensaje ha sido dictado desde el Congreso Nacional. La mayoría parlamentaria, construida por Gana Perú con el apoyo de otras bancadas, resolvió sancionar con 120 días hábiles de suspensión parlamentara a Martha Chávez Cossio, principal protagonista de los deplorables acontecimientos del 28 de julio. Esta medida, más que “asustar” a la Chávez, se orienta a advertir a la oposición que el gobierno se le respeta; y que no se tolerará en el futuro provocaciones de ninguna índole. Como se sabe, Gana Perú cuenta solamente con 47 congresistas de un total de 130. Pero ya logró elegir a la Mesa Directiva de la Cámara -liderada por Daniel Abugattas- con 93 y sin rival alguno y obtuvo 73 votos a favor de la sanción contra la Chávez, pese a los aullidos de una oposición fragmentada y dispersa. Aunque los medios de comunicación al servicio de la Mafia han intentado desnaturalizar los hechos presentando a la sancionada como víctima, lo real es que el 69% de los peruanos condenaron en su momento la actitud de esta parlamentaria que no encontró eco ni en su propia bancada.
Los tres pasos anunciados por la administración Humala, confirman la idea de que el Perú avanzará por el carril izquierdo de la carretera latinoamericana
Y fue en este nivel de la confrontación que se produjo, la tarde del jueves 4 de agosto un atentado en extremo sospechoso. Desde dos automóviles no identificados, personas fuertemente armadas atacaron un vehículo del congresista Renzo Reggiardo en el que circunstancialmente se encontraban su esposa y su hija. Los agresores lograron herir a la niña que pudo, sin embargo, salvar su vida, y huyeron al ser repelidos por la seguridad del parlamentario, cuyo coche registró finalmente 9 perforaciones de bala.
¿Qué pretendían los extraños atacantes que operaron en una solitaria calle del distrito de San Borja al caer la tarde el jueves pasado? ¿Matar al congresista? ¿Apoderarse del vehículo y robarlo? ¿Secuestrar a la esposa del atacado o a su hija? ¿Intimidar a la ciudadanía con este atentado demencial?
Por lo pronto, la agresión se produjo cuando el parlamentario no se hallaba en el vehículo sino en el interior de una oficina particular en la que trabajaba. Eran la esposa y la hija las que lo esperaban en la honda 4x4 agredida. Esta unidad móvil quedó con 9 impactos de bala, lo que permite suponer que no era llevársela, lo que tramaban los atacantes, que podrían haber intentado apoderarse del vehículo sin hacer uso de armas de fuego. La eventualidad de un secuestro es también remota dado que a la esposa le arrancaron su cartera y a la hija le dispararon en el tórax. Si la intención hubiese sido apoderarse de esas personas, no habrían actuado de ese modo. Daría la impresión que el móvil, fue otro: agravar al extremo el clima de violencia presentado ante los ojos del gobierno un hecho consumado: la agresión criminal contra un Padre de la Patria. Eso podría facilitar la adopción de medidas extremas que pintaran de negro la gestión oficial.
El congresista Reggiardo fue, en el parlamento cesante, miembro de la bancada parlamentaria del fujimorismo aunque se alejó de ella en la última etapa del gobierno de García. Hoy, reelecto en una coalición distinta, integra una nueva bancada: Coalición Parlamentaria, con representantes del APRA y un disidente de Perú Posible ¿Habría alguien interesado en acallarlo o en castigarlo por su conducta pública? ¿Cuál sería esa fuerza?
Estas incógnitas habrán de despejarse en la medida que se investigue seriamente, y sin prejuicios, el hecho consumado. Lo que se deduzca de la investigación podrá hacer luz tanto sobre las motivaciones, como sobre la identidad de los autores del ataque. Una insuficiente indagación podría concluir adjudicando al acontecimiento una connotación delictiva ordinaria, improbable por cierto. En todo caso, el tema está planteado. Hay en el Perú -los hubo también antes- quienes buscan crear un clima de violencia generalizado, de intimidación colectiva y de desgobierno y caos; que les permita clamar por la instauración de un orden vertical y arbitrario en extremo, de corte fascista. Forzar a las autoridades a reprimir con salvajismo cualquier expresión delictiva, sería un paso en tal sentido. Y busca jugar dos posibilidades: o el gobierno se aviene a esa política, o se le acusa de incapaz y se busca reemplazarlo por otro que sí se muestre presto a ello.
Lo sensato, entonces, es investigar seriamente lo ocurrido. Capturar a los autores reales del ataque y descubrir a quienes operaron tras el mismo. Será esa la única manera de desmontar operaciones de este signo.
Fuente:Argenpress
lunes 8 de agosto de 2011
El modelo de desarrollo del nuevo gobierno
Por Hugo Blanco
Estamos acostumbrados a muchas promesas no cumplidas por los candidatos. También sabemos de promesas no cumplidas por Ollanta Humala. Sin embargo partamos de que creemos fielmente lo prometido por él.
Prometió respetar el derecho de consulta a los pueblos indígenas antes de ejercer cualquier acción que pueda afectar a sus territorios. Este derecho es señalado por el Convenio 169 de la OIT que es ley peruana de nivel constitucional pues fue votado por el parlamento.
Por otra parte prometió respetar a las empresas multinacionales que están depredando la naturaleza peruana a través de la minería y la agroindustria. Precisamente piensa cumplir sus promesas sociales con el impuesto a las sobreganancias de dichas empresas, a las que ha prometido impulsar. Ese impuesto no será determinado por lo que el gobierno considere justo, sino, como dijo, será concertado con las empresas depredadoras.
Hay mucho que comentar sobre lo que hará el gobierno, pero en un editorial no hay espacio para ello, por lo tanto hablaremos sólo de lo más importante: El modelo de desarrollo.
El Perú es un país agrícola
Tenemos una cultura agrícola forjada durante 10,000 años. Entre otras cosas vivimos en lo que fue uno de los 8 centros mundiales de domesticación de plantas alimenticias. Nuestros antepasados domesticaron 182 especies, entre ellas 3,000 variedades de papa.
Esto no se debe a que seamos más inteligentes que otros, sino a que tenemos la fortuna de vivir en un territorio con diversos climas y microclimas:
Tenemos: Parte de la selva tropical más grande del mundo, la Amazonía. La cordillera andina con su diversidad de alturas; que además tiene la ventaja de estar en dirección norte-sur y no este-oeste, lo que hace que el clima en una altura de 1,500 metros en el norte, cerca a línea ecuatorial, sea diferente del clima a la misma altura en el sur, lejos del ecuador. Tenemos la costa, que pese a su aridez, agrega la vegetación de otros microclimas.
Como si esto fuera poco disfrutamos de una rica fauna marina, pues siendo un país que está en el trópico, por nuestro mar circula la corriente fría de Humboldt, la que provoca que las aguas calientes del fondo asciendan a la superficie, produciéndose por lo tanto no sólo un movimiento horizontal del agua, sino también vertical. Las aguas llevan consigo el fitoplancton y el zooplancton (flora y fauna microscópicas) que alimentan a gran variedad de peces.
Viviendo en ese paraíso, era natural que nuestras culturas desarrollaran una rica agricultura. El incanato fue sólo la última parte de ese desarrollo, todavía se pueden ver las terrazas o andenes, las ruinas de Tipón que son un poema arquitectónico al agua, las ruinas de Raqchi que muestran restos de gran cantidad de almacenes para las épocas de hambruna. Hubo planificación centralizada de la agricultura a nivel del Tawantinsuyo, que determinaba qué se debía cultivar en cada microzona y a dónde se debía enviar gente para cultivar. Comunidades de media altura enviaban rotativamente parte de su población a la ceja de selva a cultivar coca y otra parte a la alta puna a criar alpacas.
Depredación
Todo esto fue destrozado por la invasión europea. Las huestes de Pizarro tienen el honor de ser los iniciadores de la depredación de nuestro territorio que ahora es continuada en forma y ritmo monstruosos por las empresas multinacionales que tienen como sus sirvientes a los gobiernos de turno.
Los españoles destrozaron la planificación agrícola, rompieron los canales, destrozaron waruwarus (zanjas alternadas con tierras altas en el altiplano para acumular agua en épocas de sequía y contrarrestar el frío de la helada con el calor conservado por el agua), maldijeron a los productos de debajo de la tierra por estar cerca del demonio, principalmente a la papa, pues el demonio había hecho que llevara el mismo nombre que el Santo Padre, por eso cambiaron el nombre a patata, que es el que ha pasado al inglés y otros idiomas, maldijeron a la kiwicha y la coca porque eran adoradas por los nativos.
Parte de la historia de depredación agrícola fue el criminal saqueo del fertilizante guano de isla usado por nuestros antepasados, para fertilizar el suelo de Inglaterra. Por ese saqueo se dice que Castilla fue el mejor presidente del Perú.
Ahora la depredación adquiere características monstruosas. La voracidad de los grandes capitales multinacionales que gobiernan el mundo se lanza ferozmente contra la Madre Tierra. En nombre del progreso roban el agua de la pequeña agricultura que nos alimenta, mediante la minería a cielo abierto que además envenena el agua matando a animales, vegetales y humanos. Roban el agua para hidroeléctricas, amenazando el desalojo de miles de agricultores (Inambari). Roban el agua para la “industria alimenticia” que trabaja para la exportación, nos mata con transgénicos y productos químicos y mata el suelo cultivable con la monoproducción y el uso intensivo de agroquímicos (fertilizantes, insecticidas, herbicidas).
El “progreso” que trae la minería podemos verlo en el departamento más pobre del Perú, Huancavelica, centro minero desde el virreinato o en la Oroya y su paisaje lunar.
El tesoro de la diversidad biológica de la Amazonía se depreda para extraer petróleo y gas envenenando los ríos, talando la selva para la ganadería y el monocultivo, entre otras cosas de biocombustibles para alimentar a los carros.
Las compañías depredadoras tienen a su servicio a los gobiernos que masacran a quienes defienden el medio ambiente, a los grandes medios de difusión en sus manos que cantan loas al “progreso” (progreso de los caudales de las empresas depredadoras).
No estamos contra el desarrollo, defendemos el desarrollo basado en nuestras raíces históricas contra el “desarrollo” colonial que hasta ahora sufrimos. Para ese desarrollo contamos con la sabiduría genética que continúa progresando en manos de nuestros agricultores y de agrónomos que siguen esa línea. En los Andes contamos con el suficiente sol y viento para impulsar las energías solar y eólica. Para exportar contamos con la kiwicha usada por los astronautas y con otros vegetales proteicos muy apreciados en países del norte, como quinua, qañiwa, tarwi (chochos). Además tenemos el tesoro de la biodiversidad amazónica rica en medicinas naturales, de las cuales la quinina que salvó la vida del futuro rey Sol de Francia y la uña de gato no son más que dos ejemplos.
Por las declaraciones de Ollanta Humala, sabemos que continuará con el “desarrollo” extractivista, que impulsará la minería en manos de las empresas multinacionales y que impulsará la agroindustria, ambas depredadoras.
Nosotros, como lo hemos hecho hasta ahora, continuaremos defendiendo a Pachamama al lado de las poblaciones nativas que ofrecen sus vidas por ella, continuaremos defendiendo a los agricultores no indígenas, continuaremos defendiendo a las poblaciones urbanas como Tacna y Moquegua a quienes roba el agua la minería.
Con ello, también estaremos defendiendo la salud de toda la población peruana, incluyendo la familia del presidente, garantizando que disfrute de la sana alimentación que nos brinda la pequeña agricultura y que no sufra los ataques de la “industria alimentaria” que con transgénicos y sustancias químicas sólo busca mayor ganancia para las grandes empresas a costa de la salud de los consumidores.
Si nos equivocamos y Ollanta, inspirado en su nombre indígena, vuelve sus raíces e impulsa el desarrollo basado en la defensa de Pachamama, del Agua, de la Vida, prometemos autocriticarnos en quechua y en castellano.
Fuente:Argenpress
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