Renunciaron dos altos funcionarios del Ministerio de Salud
Incompatibilidades ideológicas
La subsecretaria de Salud, Débora Ferrandini y el director de Salud Mental, Gustavo Castagno, dieron un paso al costado en sus respectivos cargos. Ambos funcionarios le habían manifestado meses atrás al ministro de Salud, Miguel Ángel Capiello, sus inquietudes respecto de la incompatibilidad que encontraban por su posicionamiento ideológico –de coincidencia con el gobierno nacional– en el contexto político que rige la provincia. En esa ocasión, Capiello, quien coincidió con el argumento planteado por Castagno y Ferrandini, les había pedido que permanecieran en sus respectivos puestos, pero las presiones sobre él ejercidas desde el oficialismo terminaron por torcer su voluntad.
En diálogo con Redacción Rosario, Ferrandini ratificó que dejará el cargo, aunque prefirió no pronunciarse sobre los motivos que provocaron tanto su dimisión como la del director del área de Salud Mental de la Provincia, Gustavo Castagno, por hallarse en vigencia la veda electoral.
Consultada acerca de las versiones que indicaban que tanto ella como el director de Salud Mental habían expresado con anterioridad la intención de dimitir, Ferrandini explicó que “las renuncias a un cargo público están disponibles desde la fecha en que se asume”, aunque admitió que meses atrás se le había planteado a Capiello la compleja situación que supone llevar adelante funciones públicas teniendo “un posicionamiento ideológico distinto del que gobierna la provincia”.
En ese sentido, expresó que es importante y necesario abrir el debate sobre las “incompatibilidades” que se dan entre las “políticas partidarias y las políticas de Estado” ya sea en el área de salud como en cualquier otra, pero prefirió postergar la discusión para después de las elecciones ya que consideró que no “sería correcto manifestarme al respecto durante la veda electoral”.
Fuentes del Ministerio de Salud coincidieron en que el asumido color político que jamás escondieron pesó en el círculo íntimo del poder provincial más que el prestigio que ambos médicos poseen en el ámbito de sanidad, sobre todo luego de las elecciones, cuando las presiones sobre Capiello no paraban de aumentar luego de que los funcionarios en cuestión explicitaran su apoyo a Agustín Rossi.
Débora Ferrandini emprendió la Subsecretaría de Salud apenas iniciado el gobierno socialista. Estuvo a cargo de las crisis sanitarias más importantes de la última década y fue clave en el diseño y aplicación de políticas públicas, acciones estas entre otras, que le valieron el reconocimiento del mundo académico tanto a nivel local como internacional.
Por su parte, Gustavo Castagno asumió el cargo que ahora abandonará, durante el gobierno de Jorge Obeid. Binner lo ratificó a partir de los notables antecedentes que acumuló como profesional y de su gran desempeño durante aquella gestión.
Fuente:RedaccionRosario
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