30 de septiembre de 2011

BAHÍA BLANCA: PROCESAN AL TORTURADOR FRANCISCO LUCIO "FIBRA" RIOJA - TESTIMONIO DE TESTIMONIO DE CELIA KORSUNSKY.

Procesan por delitos de “lesa humanidad” al torturador “Fibra” Rioja
El juez federal subrogante, Rodolfo Pradas, resolvió procesar a Francisco Lucio “Fibra” Rioja por la presunta comisión de delitos de “lesa humanidad” ocurridos en la Base Naval durante la última dictadura cívico-militar. También, determinó la mantención de su arresto domiciliario durante el proceso.

A Rioja se lo acusa de “homicidio agravado” de cinco personas y la “privación ilegal de la libertad” de éstas y seis más. En éste caso, la “privación ilegal” de la libertad, es “doblemente agravada por mediar violencia y amenazas, en curso real con el delito de imposición de tormentos agravados por haber sido cometidos en perjuicio de perseguidos políticos”.

Las víctimas fueron: Pablo Balut, Marta Noemi Yantorno, Margarita Fernández García de Telléz, Ricardo Alberto Telléz y Jorge Aguilera Prycznick.

Mientras que los seis restantes mantenidos en cautiverio en condiciones “infrahumanas y degradantes” fueron Santiago Sánchez Viamonte, Juan Miguel Satragno, Silvia Siscar, Miguel Domingo Salipe Castro, Irene Delfina Molinari y Marcos Daniel Chueque.

De esta manera, se eleva a Juicio Oral la causa caratulada como “Colegio de Abogados de Mar del Plata y Otros s/ Denuncia s/ Desaparición Forzada de Personas” en la que se investiga la presunta comisión de delitos de “lesa humanidad” ocurridos en la Base Naval de esta Ciudad, los que habrían sido llevados a cabo por Rioja, alias “Fibra”.

En cuanto a la responsabilidad civil del imputado, el juez Pradas fijó la suma de 200 mil pesos a cuyo fin se realizará la correspondiente intimación de pago y embargo hasta cubrir el monto. Además, el Magistrado ordenó mantener la vigencia del arresto domiciliario de Rioja.

“Fibra” era un integrante del Servicio de Informaciones Navales y había sido trasladado a finales de 1977 a Mar del Plata desde la Escuela de Mecánica de la Armada. En aquella época tenía el grado de Teniente de Navío. Su sola presencia sembraba el terror entre los prisioneros de la ESMA. La actividad del “torturador” se desarrollaba en el sector llamado Capuchita, donde estaban encadenados los detenidos desaparecidos. Ostentaba el título de “la picana más rápida y sanguinaria” del SIN.
Autor / Fuente: Julieta Pomphile
FuentedeOrigen:www.0223.com.ar
Fuente:Agndh
Pablo Balut "Turquito"
Marta Noemi Yantorno
Ricardo Alberto Telléz
Margarita Fernández García de Telléz
FuenteFoto:Web






Thursday, September 29
A las 9:30 comenzó la audiencia en el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos desde el V Cuerpo de Ejército. La defensa pública en una extensa argumentación pidió la prisión domiciliaria para los represores Bayón, Páez, Mansueto Swendsen, Selaya, Delmé y Miraglia. Posteriormente la Fiscalía expuso su oposición a la medida. Ayer el tribunal rechazó la domiciliaria pedida por el representante legal de Walter Tejada.

La primera declaración de día es la de Celia Korsunsky, Madre de Plaza de Mayo de nuestra ciudad. El fiscal solicitó a los jueces permiso para que pueda colocarse el pañuelo blanco. En estos momentos se debate la cuestión ante la oposición del defensor Hernán Vidal que argumentó que “detrás del dolor hay ideología”.

Luego del intercambio de opiniones, el tribunal aceptó el uso del pañuelo porque lo consideró un “símbolo universal” y provocó el enojo del defensor de los genocidas quien exigió que los militares puedan ir de uniforme. La situación generó malestar y murmullo entre el público presente en la sala y derivó en la expulsión de un hombre que propuso: “Que traigan la picana también”.

Superado el trámite inició el testimonio Celia. Está previsto el desarrollo de la audiencia hasta pasado el mediodía y fueron citados padres y madres de detenidos desaparecidos bajo jurisdicción del Comando militar local.
Foto: Marcelo Núñez
FuentedeOrigen:JuicioVCuerpoEjercitoBB
Fuente:Agndh

Del Batallón a juicio
Publicado el 29/09/2011
Lawless y González Chipont
La Unidad de Asistencia para causas por violaciones a los Derechos Humanos durante el terrorismo de estado de Bahía Blanca a cargo del fiscal federal ad hoc dr. Abel Córdoba, formuló hoy un nuevo requerimiento parcial de elevación a juicio por seis procesados, en el marco de la causa 04/07 caratulada “Investigación de delitos de lesa Humanidad (Armada Argentina).

La mencionada elevación involucra a los oficiales retirados del Ejército Argentino, Guillermo González Chipont, Alejandro Lawless, Raúl Oscar Otero y Carlos Andrés Stricker quienes revistaron en el Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca.

El requerimiento comprendió, asimismo, a los suboficiales retirados del Ejército Argentino Víctor Raúl Aguirre de la especialidad “Inteligencia” y Raúl Artemio Domínguez.

Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia revocó la excarcelación del oficial (r) de la Armada Leandro Maloberti, uno de los 36 excarcelados por la Cámara Federal de Apelaciones local. El represor que integra la primera elevación a juicio, disfrutó hasta ahora del paisaje del Barrio Golf de Sierra de la Ventana donde administra junto a su esposa el comercio “TT Decoraciones” en una galería céntrica. Fue Jefe de la División Contrainteligencia y Jefe del Departamento Seguridad y Operaciones de la Base Naval Puerto Belgrano.
Fuente:JuicioVCuerpoEjercitoBB


Publicado el 29/09/2011 
"NADA ES IGUAL QUE ANTES".
"Collazos y yo lo conocemos como Macho".
En 1976, Héctor Núñez vivía con su esposa Viviana Camagni y el hijo de ambos en un edificio de Sarmiento al 300 y trabajaba en la Tesorería de la Municipalidad de Bahía Blanca.

El mediodía del 19 de marzo, “había llegado del cementerio con la recaudación y el tesorero me dice que había unas personas de la Policía Federal que querían hablar conmigo. Había un señor que me mostró una placa y me dijo que lo tenía que acompañar. Le dije que iba a buscar mis documentos y un pullover, salí y me fui con ellos”, declaró en el juicio.

En el estacionamiento comunal con salida a calle Belgrano había un auto estacionado: “Me hicieron ingresar en la parte posterior. Se pusieron dos personas a los lados, más el chofer y este señor. Salimos de la Municipalidad en el vehículo hasta el vivero del Parque de Mayo. Me hicieron agachar, me pusieron un pullover en la cabeza, doblaron en el camino La Carrindanga, después de andar unos metros ingresamos al lugar”.

Era el centro clandestino de detención y torturas “La Escuelita” donde recibió un fuerte golpe desde atrás que le hizo perder el sentido. “Me desperté en una cama esposado, vendado con capucha y ahí empezó un interrogatorio” al compás de los golpes y la picana.

Le preguntaron qué grado tenía en la organización Montoneros, dónde estaba el arsenal que supuestamente la guerrilla peronista tenía en Bahía pero “fundamentalmente, sobre el hecho de puente Casanova”, donde el 15 de diciembre de 1975 murieron el cabo Bruno Rojas y el soldado René Papini.

“Ellos decían que yo era el que comandaba ese acontecimiento y que era la persona que tenía el fal. Siempre volviendo sobre lo mismo, prácticamente sin dejarme hablar ni defenderme. En un momento les dije que estaban errados y que tenía forma de demostrarlo porque el día que se produjo estaba en mi domicilio con muletas y enyesado porque había tenido rotura de ligamentos del tobillo”, comentó Núñez y dijo a sus captores que lo podían comprobar en su legajo sanitario.

Durante la tortura escuchó como alguien frenaba la agresión gritando: “Pará que se nos va”. Entró otro, le auscultó el corazón, le preguntó por su peso, si practicaba deportes. “Le dije que sí y dijo ‘Es fuerte, aguanta’”. Bastó para seguir con la picana.

En La Escuelita “escuchaba gritos en determinados momentos” y pudo reconocer a su compañero de oficina en la tesorería municipal, Claudio Collazos, que le preguntó cómo estaba. El único nombre que se mencionó durante su estadía fue el de un tal “Salteño”.

Durante las primeras horas de dictadura cívico militar, lo metieron en un vehículo, intentaron desorientarlo dando varias vueltas, pararon y le ordenaron sentarse en un tanque de agua. Era una obra en construcción en calle Terrada al 1600, tenía que contar hasta cuarenta, quitarse las vendas y escapar.

Supo más adelante que los secretarios del gobierno municipal, Néstor González Gago y Nora Martínez le avisaron a su esposa de su secuestro y que el intendente Eugenio Martínez realizó la denuncia por su desaparición.

“Después que me liberaron, un día estaba en la fila para fichar la salida y un compañero me dice que había alguien preguntando si podía verme. En la puerta le pregunté qué quería, me preguntó cómo me encontraba y si lo reconocía. Le dije que bien y que no lo reconocía”, relató Núñez.

-¿Cómo no te acodas de mí, macho?, soltó el tipo. En ese momento se dio cuenta que estaba ante “la persona que hacía los interrogatorios en La Escuelita”. Todo el mundo lo conoce como “Tío”, a lo sumo Mario Mancini, o el nombre verdadero, Santiago Cruciani. “Pero Collazos y yo lo identificamos como ‘Macho’ porque estaba todo el tiempo diciendo eso. Me preguntó si quería tomar un café y le dije que no”.

Héctor trabajó un año más en el municipio y luego ingresó a la actividad bancaria. “Nadie que haya vivido estas circunstancias puede olvidarlo y nada es igual que antes. Durante años la sensación de temor la llevé conmigo y fue un período oscuro que afortunadamente se terminó con el advenimiento de la democracia”, afirmó ante el tribunal.
Fuente:JuicioVCuerpoEjercitoBB

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