Una madre que hace 32 años busca a sus hijos
Nélida Zúñiga tuvo mellizos a los 17 años en La Pampa. Pero se los llevaron a General Alvear y nunca volvió a verlos.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Nélida asegura que si encuentra a los mellizos “quiero decirles que no los di, que me los quitaron y que soy su madre”. (Gentileza)
Carlos Simón
Luego de 32 años de resignación y silencio, Nélida Zúñiga (49) decidió tratar de recuperar la historia de sus mellizos nacidos en La Pampa en 1979, a los que ni siquiera llegó a conocer y que, denuncia, le fueron arrebatados ilegítimamente en General Alvear.
La historia se remonta a 1978, cuando con sólo 16 años fue víctima de un abuso por parte de un pariente y fruto de esa violación resultó embarazada, situación que ocultó a su familia por vergüenza y temor a ser castigada.
Nacida y criada en Algarrobo del Águila, una desolada localidad de La Pampa distante 280 kilómetros al sur de Alvear y 172 al noroeste de Santa Rosa, Nélida mantuvo disimulado su embarazo frente sus familiares.
"Nunca hablé por timidez, por temor a que mi papá me pegara" admite hoy la mujer, que integraba una familia de 11 hermanos y no recuerda haber vivido con sus padres, que "la dieron" a una tía para que la criara cuando era apenas una niña.
Los primeros meses de gestación, aunque sin el más mínimo control prenatal, transcurrieron en secreto pero sin novedades hasta llegar al séptimo.
El parto anticipado de las criaturas sietemesinas fue atendido el 29 de julio de 1979 en el medio del campo por una cuñada, mientras que uno de sus hermanos partía hasta Santa Isabel a buscar una ambulancia, en la que la joven madre y sus hijos, un varón y una nena, fueron trasladados de urgencia al hospital de esa ciudad pampeana.
Las precarias condiciones del nacimiento y el escaso desarrollo de los bebés obligaron a derivarlos al por entonces Hospital Regional de Alvear (hoy Enfermeros Argentinos), a 160 kilómetros, el más cercano que contaba con la complejidad necesaria para atender a los niños mientras Nélida quedaba internada durante 20 días en el nosocomio pampeano.
En cuanto recibió el alta, la chica viajó a Mendoza para reclamar a sus hijos pero recibió una negativa basada en cuestiones médicas. Los mellizos eran muy pequeños y debían permanecer al menos uno o dos meses más en incubadora, le explicaron.
Afligida, Nélida volvió a La Pampa todavía con la esperanza de poder reunirse en breve con sus hijos. Sin embargo, aunque tímida y falta de compañía, la adolescente ya comenzaba a sospechar que había intenciones oscuras y empezó a temer por el destino de sus bebés.
"En el hospital me hicieron preguntas que dolieron mucho" recuerda. "¿Para qué los querés ver si no te los podés llevar? Tenés que venir con tu papá porque sos menor de edad" le advirtieron las enfermeras y administrativas del hospital alvearense que una y otra vez le preguntaban con quién vivía y si el padre de sus hijos no era uno de sus propios hermanos, lo que hirió profundamente el pudor y el orgullo de la jovencita.
"El padre era casado con una prima y tomaba mucho. Estaba tomado cuando me violó -yo ni sabía lo que era una violación- y por miedo siempre me callé" se atreve a confesar. "Mi prima siempre sospechó pero nunca preguntó nada. Después él se fue a Neuquén" narra.
Los meses pasaron y aunque Nélida trató de conseguir que su padre la acompañara a reclamar a los pequeños, nunca lo consiguió. De todas formas, empeñada en luchar por ellos, volvió a viajar a Alvear, donde le reiteraron que no podía llevárselos por ser menor de edad y ni siquiera pudo verlos. Sola, sin educación formal ni el apoyo de su familia, finalmente se rindió. "La última vez que me dijeron que no iba a recuperarlos, rogué que quedaran en las manos de Dios" dice con amargura.
Supo más tarde que sus hijos habrían sido entregados en adopción a una familia de Buenos Aires a fines de 1979, pero sólo fueron rumores y nunca pudo comprobarlos.
Tampoco tuvo acceso a los registros de la época, los que supuestamente se perdieron con el tiempo y la falta de conservación.
En 1981, ya perdida toda esperanza de ubicar a los niños, Nélida se mudó a una finca en Jaime Prats y formó pareja con un hombre 23 años mayor, con quien tuvo seis hijos más, tres varones que hoy tienen 28, 26 y 18 años, y tres mujeres de 22, 20 y 14 años.
A punto de cumplir 50 años, finalmente tomó la decisión y hace un mes se presentó a la policía y radicó la denuncia que hoy es investigada por el IV Juzgado de Instrucción bajo la carátula de averiguación por supresión de identidad.
"Hoy tengo mi sustento y mi casa que pagué de a poquito, con mucho esfuerzo", dice la mujer que no deja de reconocer que cambió desde que nació el hijo mayor que hoy tiene con su pareja y que aprendió a vivir desde entonces. Carcomida por la incertidumbre de tantos años, nunca dejó de pensar en su propia crianza alejada de su padres y en cómo habrá sido la vida de sus mellizos, de los que espera que por lo menos "hayan tenido una buena niñez".
La investigación
El subcomisario Pedro Constanzo, jefe de la policía en función judicial de Alvear, confirmó la denuncia de Zúñiga y que pudieron constatar lo que expuesto con el hospital de Santa Isabel, desde donde ya remitieron copias de los expedientes médicos de la época.
"Se han tomado varias declaraciones y se están siguiendo algunas pistas en Buenos Aires" indicó Constanzo. Reveló que ya se han mantenido contactos con la policía de La Pampa y que se pretende realizar un análisis de ADN a la denunciante para poder cotejarlos con la base de datos genéticos de Abuelas de Plaza de Mayo, donde esperan encontrar coincidencias con alguno de los dos hijos, que hoy tienen 32 años.
Fuente:LosAndes
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