Los días de Raquel en hospital militar
Natalia Krunn dijo que cuidó a Raquel Negro en los últimos 15 días previos al parto en una sala de guardia de Paraná. También recordó que la militante y los mellizos ya no estaban en el nosocomio al día siguiente.
Por Juan Cruz Varela
Desde Paraná
Los ex militares del II Cuerpo que están siendo juzgados en la ciudad de Paraná.Imagen: Sergio Ruiz
"Cuando nació el varoncito se lo pusieron a la madre, lo abrazó, lo tocó; pero después se lo sacaron porque dijeron que no estaba muy bien; y la nena se quedó con la madre". El testimonio de Natalia Krunn fue esclarecedor ya que la enfermera contó, con lujo de detalles, el paso de Raquel Negro por el hospital Militar de Paraná. Negro estuvo "por lo menos 15 días" internada en la sala de guardia del nosocomio de la capital entrerriana, entre febrero y marzo de 1978, hasta que se produjo el alumbramiento de los mellizos. Al día siguiente ya no estaban más en el hospital ni la madre ni los mellizos.
Krunn trabajó durante 25 años en la sala de maternidad del Hospital Militar y dio detalles del trato que tuvo con Raquel, quien dio a luz a mellizos mientras estaba secuestrada. Por ese hecho están siendo juzgados los ex militares Pascual Oscar Guerrieri, Jorge Alberto Fariña, Juan Daniel Amelong, Walter Salvador Pagano y Marino Héctor González; junto con el médico Juan Antonio Zaccaría, que era jefe de terapia intensiva del nosocomio.
"Raquel Negro llegó y la pusieron en una sala de guardia médica; me contó que venía de Funes, que tenía un nenito que estaba con los abuelos y que venían dos más y no sabía qué iba a hacer con ellos", contó la enfermera al tribunal. Le preguntaron cómo supo el nombre de la mujer y la enfermera dio la única respuesta indubitable: "Ella me lo dijo". Inclusive le manifestó que creía que a su esposo, Tulio Valenzuela, "lo habían matado".
Negro habría llegado a Paraná a mediados de febrero, proveniente del centro clandestino de detención Quinta de Funes, en las afueras de Rosario. Al parecer, fue internada en una sala de guardia del Hospital Militar, custodiada en forma permanente dos efectivos militares, de civil.
La enfermera contó que un suboficial del Ejército le ordenó la atención de Raquel pero que no le hablara. "Era una chica linda, bien arreglada y tenía ropita para los bebés. Me dijo que era la primera vez que estaba en el hospital Militar", señaló la enfermera ante el tribunal que integran Roberto López Arango, Lilia Carnero, Juan Carlos Vallejo y María Ivón Vella.
Según dijo, Negro estuvo "por lo menos 15 días" en una sala de guardia del hHospital Militar, lo que se condice con algo que la propia militante montonera le manifestó a Jaime Dri y éste le refirió a Sabrina Gullino -la hija de Raquel y Tucho Valenzuela- respecto de la preocupación que tenía porque la trasladarían a la capital entrerriana cuando aún no estaba en fecha de parto. Raquel llegó desde la Quinta de Funes con todos los estudios previos y le contó a la enfermera que "la habían maltratado para sacarla de allí".
Krunn reconoció haber participado también del parto en el que Raquel dio a luz a los mellizos y que en el alumbramiento "intervino gente de afuera del hospital" y que nunca vio en el lugar ni recibió órdenes de Zaccaría, el jefe de terapia intensiva. Fue allí que contó que "cuando nació el varoncito se lo pusieron a la madre, lo abrazó, lo tocó; pero después se lo sacaron porque dijeron que no estaba muy bien; ella preguntaba por el nene, pero le decían que tenía que verlo un médico". Pero cuando le preguntaron qué impresión tenía ella de eso, afirmó que "al chico no le vi ningún problema, ahora, si se descompensó después, yo no lo vi".
De esta forma, la enfermera contradijo el testimonio que dio uno de los médicos de terapia intensiva respecto de que el bebé habría fallecido. Alfredo Berduc afirmó que el varón padecía una "cardiopatía congénita severa" e insistió en que no tenía una sobrevida más allá de "cuatro o cinco días". Sobre la nena, Krunn dijo que "se quedó con la madre y las trasladaron a la Sala I" y al día siguiente, cuando preguntó qué había sido de ellos, le dijeron "que a la chica la habían llevado con sus familiares", aseveró. "Todos estos años pensé que esos chicos estarían con la madre", sentenció.
Fuente:Rosario12
Este viernes siguen las audiencias por la causa Hospital Militar
Se espera que el Tribunal Oral Federal indague a personal de salud que trabajó en el nosocomio castrense durante la última dictadura cívico militar. Se investiga la responsabilidad de cinco militares y un médico en el robo de bebés durante esa etapa de la historia argentina.
El Tribunal espera la declaración de testigos (UNO/Juan Ignacio Pereira).
Continúan hoy las audiencias por la causa Hospital Militar, en la que se investiga el robo y sustitución de identidad de bebés en Paraná durante la última dictadura cívico militar.
Para este viernes se estima que personal del nosocomio castrense en el período 1976-1983 brindará declaración como testigo ante el Tribunal Oral Federal.
La causa investiga la participación de cinco militares Juan Amelong, Walter Pagano, Jorge Fariña, Héctor González y Pascual Guerrieri- y el médico Juan Antonio Zaccaría en el robo y sustitución de identidad de los hijos de los detenidos desaparecidos Tulio Valenzuela y Rauqel Negro en el Hospital Militar en 1978.
Negro dio a luz a mellizos, uno de los cuales, Sabrina Gullino, recuperó su identidad en diciembre de 2008, mientras que su hermano continúa siendo buscado.
Además, de las declaraciones de enfermeras que actuaron en el nosocomio durante el gobierno de facto se desprende la posibilidad de que hayan habido más casos de nacimientos en condiciones clandestinas.
Fuente:DiarioUno
Hospital Militar: una testigo contó que Raquel Negro abrazó a los mellizos antes de que se los robaran
En la continuidad del juicio por delitos de lesa humanidad, enfermeras dieron detalles del parto de Raquel Negro y de la internción como NN de sus hijos mellizos en Terapia Intensiva.
El debate continúa hoy en el TOF.
Una enfermera jubilada de 86 años, que trabajaba en la sala de Maternidad del Hospital Militar de Paraná, contó este jueves ante el Tribunal Oral Federal que ella estuvo presente en el parto en el que nacieron los hijos mellizos de la militante desaparecida Raquel Negro, que vistió a los bebés y que la madre los abrazó antes de que se los sacaran los represores. Su testimonio resulta revelador de la metodología empleada por los apropiadores de niños que operaron en el nosocomio de avenida Ejército durante la última dictadura cívico-militar y fue la nota destacada de la quinta jornada del juicio por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en la capital entrerriana.
Antes de esa declaración se habían escuchado los testimonios de otras tres trabajadoras del hospital y del médico Alfredo Berduc. Todos relataron fragmentos de la estadía de los bebés en el servicio de Terapia Intensiva en marzo de 1978 y de cómo fueron derivados al Instituto Privado de Pediatría, a excepción de una obstetra que recordó haber instruido sobre los síntomas de trabajo de parto a una embarazada aparentemente detenida cuyas características no coinciden con las de Negro, dado que aseguró que gestaba un solo bebé en su vientre y que era madre primeriza. Esto avalaría la hipótesis de más embarazadas secuestradas llevadas a parir al hospital.
La enfermera de Maternidad –cuya identidad se preserva por razones de seguridad– aseguró que fue la propia Raquel Negro quien le dijo su nombre, que le contó que venía “del cautiverio de Funes” (por el centro clandestino de detención Quinta de Funes, en las afueras de Rosario), que tenía un hijo mayor de unos dos años y que había sido “maltratada” y “arrastrada” cuando la trasladaron a Paraná. “Y cuando la bañé, era cierto, tenía lesiones, en la cola”, certificó.
“Cuando nacieron los chicos, al varoncito yo lo vestí, se lo puse a la madre, lo tocó, lo abrazó”, contó la testigo entre lágrimas. “Después lo sacaron al chico, dos personas que yo no conocía, dijeron que no estaba bien. Y ella estaba muy preocupada, me preguntaba: 'qué será de mi bebé, cómo estará'. Yo le decía que iba a tener que preguntarle al medico de niños, pero yo en ningún momento vi un médico de niños ahí. Después nació la nena, que se quedó con la madre. Al otro día, cuando fui, pregunté qué fue de la parturienta y me dijeron que la llevaron los familiares, y ahí nunca más supe nada hasta el año 2008. Nunca se habló de la chica”.
Por otra parte, dos enfermeras de Terapia Intensiva del Hospital Militar ratificaron la internación de bebés como NN en ese servicio. Además afirmaron que el jefe del área, el imputado Juan Antonio Zaccaría, tuvo un rol importante en ese hecho.
Una de esas enfermeras, la primera que declaró este jueves como testigo en el juicio por la causa Hospital Militar, ratificó la presencia de dos bebés mellizos en Terapia, que luego fueron derivados al Instituto Privado de Pediatría. Dijo que los médicos Alfredo Berduc y Juan Ferraroti intervinieron en el traslado de los mellizos y que Zaccaría le informó que los niños serían entregados a los familiares, cuando en realidad fueron apropiados.
Esa trabajadora de la salud, que declaró durante una hora, dijo que ella estaba de guardia en el turno de la mañana –de 6 a 12– y que en ese momento Berduc entregó la guardia a Ferraroti, quien se encargó de derivar a los niños. El miércoles este médico dijo que no recordaba ese acontecimiento.
La testigo que delaró en segúndo término dijo que hacía guardia pasiva de 12 a 18 y que un día la llamaron del hospital porque había pacientes que atender. Cuando llegó, a las 16, estaba Zaccaría esperándola en el pasillo y le dijo que “había una parturienta que iba a tener mellizos y que iban a venir al servicio”. Ella recordó que atendió a un bebé que tenía problemas respiratorios, que no pudo identificar si era varón o mujer porque no lo desvistió. Y aseguró que fue Berduc quien estaba a cargo del tratamiento y trataba de comunicarse con el hospital San Roque y el IPP pidiendo cama.
Esta mujer detalló que en la Hoja de Enfermería que tenían en Terapia, donde debía estar el nombre del bebé, decía NN. “Eso seguramente lo ha escrito el doctor Zaccaría o no sé qué otra persona podría ser. Creería que era el doctor Zaccaría”, afirmó.
Por su parte, el médico Berduc recordó que asistió al mellizo varón con una cardiopatía congénita severa, y a la nena con "un poquito de arritmia". Dijo que como en Terapia no había elementos para atenderlos, habló con el director del establecimiento, Marcelo Beret, y lo persuadió para que se derivara a los niños a un centro apto, que en ese momento eran el hospital San Roque o el Instituto Pediatría. "A cuál de los dos los derivaron, no me acuerdo", indicó.
"De la mamá no supe nada. No averigüé, en ese momento no se podía averiguar mucho. Sabía que era una detenida y nada más. Esto me lo dijeron, no me acuerdo quién", manifestó.
Berduc dijo no saber quién dispuso la internación de los bebés en Terapia Intensiva y no tener "ni idea" dónde se produjo el parto, y en varias oportunidades se excusó de dar mayores detalles por no recordarlos.
Sin el represor Walter Pagano
Desde el inicio de la audiencia estuvo ausente el represor Walter Pagano, quien prefirió quedarse en la dependencia de Tribunales que se ha previsto para que permanezcan los acusados.
Por su parte, Pascual Guerrieri, otro de los reos, debe hacerse un control médico y tiene dolor de muela. La defensa propuso que lo atiendan en el Hospital Militar, ya que es el único lugar donde se le acepta la obra social Iose. El tribunal lo va a resolver oportunamente.
En el juicio por la causa Hospital Militar se juzga a los represores Juan Amelong, Jorge Fariña, Héctor González, Pascual Guerrieri y Walter Dionisio Pagano, y al médico anestesista Juan Antonio Zaccaría; por la sustracción y sustitución de identidad de los hijos de los detenidos desaparecidos Tulio Valenzuela y Rauqel Negro.
La mujer había dado a luz a dos mellizos en 1978, quienes fueron inscriptos como NN. Uno de ellos –Sabrina Gullino– fue abandonado en el Hospital del Huérfano de Rosario. Allí fue adoptada por la familia Gullino y en 2008 restituyó su identidad. El otro hijo de Negro sigue siendo buscado.
Fuente:DiarioUno
02/09/2011
Enfermeras aportaron datos sobre el nacimiento de los hijos de Raquel Negro
Hoy continuarán las testimoniales de profesionales que trabajaron en el Hospital Militar durante la dictadura
Nuevas testimoniales ofrecidas por las partes acusatorias se presentarán este viernes en el juicio oral y público por robo de bebés en el Hospital Militar de Paraná. En la jornada de ayer prestaron declaración cinco profesionales que desempeñaron funciones en el nosocomio cuando nacieron en cautiverio los hijos de Raquel Negro y Edgar Tulio Valenzuela. En ese marco, una enfermera relató: “Cuando nació el varoncito, Raquel lo tocó, lo abrazó. Después lo sacaron dos personas que yo no conocía, que me dijeron que el chico no estaba bien. Aunque yo no noté nada fuera de lo normal. La nena se quedó con la madre. Al día siguiente no estaban, nunca más supe de ellos”. En contraposición, el médico Alfredo Berduc buscó evadir cualquier responsabilidad sobre la derivación de los mellizos, incluso negó haber tenido contacto con la detenida-desaparecida. Asimismo, insistió con la hipótesis de que el varón falleció debido a su “patología cardíaca congénita”, y se esforzó en minimizar las participaciones de Juan Ferrarotti y el imputado Juan Antonio Zaccaría. En tanto, una de las deponentes refirió al contacto que tuvo con una mujer embarazada de siete meses, la cual no volvió a ver y estimó que “era primeriza”; deslizando la posibilidad de que se trate de otro caso atendido en la maternidad clandestina.
Por Betiana Spadillero Gaioli
Sin la presencia del agente retirado Walter Pagano, quien siguió las audiencias desde una habitación contigua, se produjeron este jueves nuevas testimoniales ante Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná. En tanto, los ex miembros del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario Juan Amelong, Jorge Fariña, Héctor González y Pascual Guerrieri, y el médico Zaccaría, permanecieron a lo largo de la jornada, sin supuestas descomposturas ni reclamos.
La audiencia reunió a cinco profesionales de la salud que desempeñaron funciones en el Hospital Militar. No obstante, como ocurrió con la declaración de Ferraroti, las enfermeras parecieron recordar más que los médicos que tuvieron participación directa en la atención de Negro y el nacimiento en cautiverio de sus hijos.
Los abogados defensores prefirieron hacer pocas preguntas, aunque insistieron en si los deponentes conocían a Paul Navone –quien fuera jefe del Destacamento 122. También buscaron generar algo de confusión en las testigos, pero los magistrados Roberto López Arango, Lilia Carnero y Juan Carlos Vallejos, no permitieron que se desdibujen las declaraciones.
Cabe señalar que los ex militares son representados por el defensor Oficial Mario Franchi, y el anestesista por el abogado Humberto Franchi. En tanto, por el Ministerio Público Fiscal están José Ignacio Candioti y Marina Herbel. Por las querellas Álvaro Baella y Ana Oberlin –Abuelas de Plaza de Mayo-, Florencia Amore y Álvaro Piérola –Sabrina Gullino y Sebastián Álvarez, e Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio- y Lucas Ciarnela -Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.
Dieron conmovedores detalles del nacimiento de los mellizos
Una mujer que trabajó 25 años en el Hospital Militar contó sobre el arribo de Negro, quien estuvo unos “15 días” internada. “Llegó una chica y la pusieron en una habitación que estaba en la guardia médica. Me contó que estaba en (la Quinta de) Funes y que tenía un nenito que estaba con la madre. Sabía que iba a tener mellizos, porque venía con los estudios hechos de Rosario, tenía la ropita para los bebés”, refirió.
Enseguida, agregó que la joven le dijo que “la habían traído de Mar del Plata o Bahía Blanca por ahí, y la habían arrastrado al sacarla de Funes, la habían maltratado, tenía lesiones en la cola”. Además, le manifestó “que ella con el asunto del marido no tenía nada que ver y que él estaba muerto”.
Paso seguido, relató: “El suboficial Juan Vergara me mandó a que la atendiera, pero me dijo que no hablara con ella. Me llamó la atención que muy pocos iban a verla. Del hospital nunca vi a nadie que se le acerque, se turnaban para custodiarla, dormían en esa misma habitación. Ella hablaba con uno de los muchachos que estaban ahí, vestidos de civiles, no eran del hospital. En la ventana le habían puesto una reja, algo precaria”.
Narró el nacimiento de Sabrina y su hermano: “Cuando nació el varoncito, Raquel lo tocó, lo abrazó. Después lo sacaron dos personas que yo no conocía, que me dijeron que el chico no estaba bien. Aunque yo no noté nada fuera de lo normal, si se descompensó después no sé, porque yo no lo vi más. Después nació la nena y se quedó con la madre”.
“Al día siguiente no estaban, pregunté por la parturienta y nunca más supe nada, me dijeron que la llevaron los familiares. Creí todos estos años que los chicos estaban con la madre, nunca supe fueron llevados a Terapia”, enfatizó.
Luego, expresó que no recordaba quién asistió el parto, “pero que no era personal” del nosocomio y que Zaccaría no intervino. Sobre la hora, no pudo dar precisiones, aunque detalló que “hacía calor, era febrero o marzo”. Si bien subrayó que se producían “pocos” nacimientos, advirtió que “a veces llegaba y encontraba que habían usado” la sala: “Una vez pregunté y me dijeron que hubo un aborto en curso”, deslizó.
Un enfermera relató sobre la atención de una embarazada en el nosocomio
Ante el Tribunal, Gregoria Yolanda Piquet contó sobre su contacto con una embarazada. “Una vez estaba haciendo consultorio y se arrimó debajo de la ventana un auto grande y viejo, y bajó un señor, que era el acompañante del conductor, hizo bajar a una chica rubia, jovencita, y la llevó al consultorio, donde se les hicieron los estudios”, narró.
A su vez, la enfermera partera precisó que estaba de “siete meses”, y que el “panza era pequeña” por lo que estimó que no habría dos bebés en el útero. También evaluó que “era primeriza”, por el tamaño “del tracto vaginal”. Dejando abierta la posibilidad de que se trate de otra detenida-desaparecida que haya pasado por la maternidad clandestina.
“Luego me dieron la orden de que le explicara cómo iba a ser el trabajo de parto. No sé quién era porque no habló nada, sólo hacía gestos con la cara”, apuntó, y aseguró que “no apareció nunca más en Paraná”. La testigo sostuvo si bien llegó en un auto “se podía circular adentro del hospital”.
Según la deponente, “en ese momento estaba el doctor (Jorge) Cantaberta” y otra enfermera. “Fue la única vez que pasó eso”, enfatizó. También confió que le llamó la atención la presencia de ese hombre de civil que permanecía al lado de la mujer.
Berduc: “No se podía averiguar mucho, sabía que era una detenida y nada más”
“Fui cardiólogo y médico terapista del Hospital Militar”, detalló Berduc, uno de los testigos más esperados en el juicio, sin embargo, el especialista declaró con total liviandad y evitó dar datos de importancia.
Interrogado por el fiscal Candioti sobre el nacimiento de los mellizos, expresó: “En principio en la instrucción no me acordaba, porque pasaron 30 años y mi mente no es la misma. Luego en el careo con Barattero recordé que hubo unos bebés. Uno tenía cardiopatía congénita severa”. Tras lo cual brindó una explicación técnica para fundamentar su intervención.
“En ese momento no había neonatología para hacer los estudios necesarios a los niños, para confirmar la cardiopatía de la nena, la del nene era severa, lo que requería de decisiones muy drásticas”, continuó, y aseguró que “Ferraroti tuvo poco que ver con el niño”. Igualmente, dijo que le manifestó al "doctor Beret" la necesidad de trasladar a los menores, aunque negó conocer cuál fue el destino final de los hijos de Negro y Tulio Velenzuela.
“Me dijeron que el niño había fallecido, pero eso no lo sé”, apuntó luego. De la misma manera, aclaró que firmaba lo que le "indicaban" sus colegas: “Me fijaba en las historias clínicas y no cómo estaban registrados. Es duro ver un niño que se está muriendo. Fue la emotividad de esa imagen lo que me trajo esos recuerdos”, indicó.
Incluso aseveró que “no averiguó” qué pasó con la madre ni indagó en su historia clínica: “En ese momento no se podía averiguar mucho, sabía que era una detenida y nada más, no me acuerdo quién me dijo eso. No la atendí porque no tenía ninguna patología de mi incumbencia, además nosotros no teníamos contacto con esas personas, por lo que podrían habernos dicho”, asentó.
“De todo corazón quisiera recordar, porque creo que es un deber del ciudadano colaborar con la Justicia, pero pasaron 30 años”, insistió el médico sindicado por otros testigos como el responsable de definir el traslado de los mellizos. De hecho, admitió que propició el alta, pero no la dio, “porque la daba el jefe de servicio”.
“Me llamaron cuando los bebés estaban en Terapia, no recuerdo quién fue. Su ingreso lo podía disponer cualquier médico, pero no sé quién fue en ese caso”, reafirmó. Sobre las tareas de Zaccaría, destacó que “su función era más bien administrativa, disponía que se compraran las cosas, los turnos, esas cosas”.
Párrafo seguido, remarcó que “por la patología” del nene no pudo haber salido del Instituto de Pediatría sin una intervención de riesgo, “es imposible que haya sido en forma natural”, certificó. En esa línea, especuló que “una vez estabilizado” pudo haber sido llevado a algún centro de salud de Rosario, La Plata o Buenos Aires. “Ojalá que haya tenido la oportunidad de sobrevivir”, volvió a manifestar haciendo cara de apenado.
“No sabía de qué se trataba. Nosotras éramos civiles”, realzó Barattero
Alicia Haydeé Camino de Barattero refirió a la mañana en la que se encontró con los mellizos en la guardia de Terapia Intensiva. Si bien el relato tuvo contradicciones, que fueron advertidas por el Tribunal, finalmente la empleada pasó en limpio que ella entró a cumplir funciones a las 6 y ya estaban los menores, ingresados como NN en la planilla correspondiente.
Según indicó, esa madrugada estaba de turno Berduc, quien le pasó la guardia a Ferraroti. Este último fue el que “llamó al Instituto de Pediatría para que se lleven a los bebés y a eso de las 9 llegó una ambulancia con dos incubadoras”. La mujer remarcó que se armó cierto revuelo por la situación porque no era habitual la presencia de niños en el nosocomio, además apuntó que “la nena estaba bien y el varón tenía algunos problemas, estaba más descompensado, la nena era más fuerte a él le faltaba maduración”.
Consultada por el Ministerio Público Fiscal, Barattero aseguró no saber “de dónde venían” los mellizos ni haber conocido a la madre, sólo se limitó a afirmar que escuchó comentarios al respecto. “No sabía de qué se trataba. Nosotras éramos civiles. En ningún momento recibí ninguna llamada ni nadie me informó lo que estaba pasando”, sostuvo la testigo.
Luego dijo que cuando vino la ambulancia llegó Zaccaría, que era el jefe de Terapia Intensiva. “Berduc se retiraba y llegaba Ferraroti que fue el que llamó al Instituto”, reafirmó. “Pero yo sólo cumplía órdenes. Una enfermera, como profesional, respeta lo que el médico hace, en cualquier situación”, insistió, al tiempo que sostuvo que no podía “certificar” cómo se produjo el ingreso de los menores. A su vez, comentó que al mediodía la suplantó Rosita Deharbe.
Por último, se le pidió que brinde detalles de la distribución de las salas en el nosocomio, a fin de mostrar que la imposibilidad de que nadie haya percibido el ingreso de Negro, el traslado de sus hijos y el destino de la detenida-desaparecida.
Sobre si preguntó por el destino de los bebés, señaló que le consultó a Zaccaría y éste le dijo que “se llama a los familiares para que los retiren”. Mientras que en lo concerniente al nacimiento de los mellizos, nombró como responsables del área a Miguel Bottero Brolio y Cantaberta, aunque negó rotundamente tener conocimiento de que hayan participado del parto.
Deharbe refirió a la intervención de Berduc y Zaccaría
Por su parte, Deharbe relató que dio atención a uno de los mellizos, “con ayuda de Berduc, que era el médico de ese día”. También manifestó que cuando arribó al nosocomio Zaccaría estaba en el pasillo: “El bebé figuraba como NN. Eso lo ha escrito el doctor, porque era el que llevaba el control de todo”, apuntó.
“Era enfermera de Terapia y como no teníamos pacientes, hacíamos guardia pasiva y estaba cumpliendo el horario de 12 a 18. Como a las 16 me avisaron que había una parturienta que iba a tener mellizos, que tenía que preparar la incubadora, la bombita para aspiración y todos los elementos para bebés”, narró la testigo.
De inmediato, añadió: “Nos dijeron que eran mellizos, de ellos llegó un bebé, cuyo sexo no supe porque no lo desvestí, pero me dijeron que era la nena, que estaba cianótica, con insuficiencia respiratoria. La acosté en la incubadora y empecé a hacerle la aspiración, con ayuda del doctor Berduc, que era el médico de ese día. Recibía indicaciones de él”.
Deharbe manifestó que cuando arribó al nosocomio Zaccaría estaba en el pasillo. “Me dijo que había una parturienta y que los mellizos iban a venir al servicio”, precisó. Respecto a la registración de los menores, especificó: “Nosotras tenemos una hoja de enfermería, donde están todas las indicaciones de los médicos y debajo están las actividades por horario, en el rótulo de arriba están los datos del bebé y el médico tratante. El bebé figuraba como NN. Eso lo ha escrito Zaccaría, porque era el que llevaba el control de todo”.
Respecto a la madre sostuvo que no supo cómo estaba, incluso remarcó: “El Hospital Militar está dividido en pabellones. La gente de Terapia ni de Sala 1 tenía contacto con Maternidad”. No obstante, interpelada por la Fiscalía, recordó que Negro fue llevada a la habitación 5 tras el parto: “Pasé por el hall por donde estaba la paciente y había una cantidad de efectivos del Ejército mayor a la habitual, unas 20 personas y estaban armadas, con el uniforme militar”, contó.
Además, afirmó que “al bebé al otro día lo llevaron a un centro privado”, y mencionó que durante la tarde que estuvo de guardia Berduc “llamaba diciendo de que había un bebé con insuficiencia respiratoria y solicitaba cama”, pero “al otro día ya no estaba”.
Finalmente, señaló que la reemplazó Delia Olivera, y acotó que Barattero le dijo que “Ferraroti siguió atendiendo a los bebés y fue quien ordenó su derivación” al Instituto de Pediatría.
Los hechos que se investigan en la causa
La causa tuvo su inicio en la denuncia realizada el 18 de mayo de 2005 por el entonces coordinador del Registro Único de la Verdad, Guillermo Germano. En la presentación hizo referencia a dos clases de hechos: la internación de mujeres en estado de gravidez en el Hospital Militar de Paraná, quienes se hallaban privadas ilegítimamente de su libertad; y el asesinato y entierro clandestinos de personas en el Escuadrón Comunicaciones
En ese contexto, se investiga la apropiación de los hijos de la desaparecida Raquel Negro, quien fue detenida ilegalmente al igual que su pareja Edgar Tulio Valenzuela y su hijo menor Sebastián Álvarez, el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata. La mujer fue trasladada desde la Quinta de Funes en Rosario hasta el nosocomio castrense, donde dio a luz a los mellizos, uno de los cuales, Sabrina Gullino, recuperó su identidad en diciembre de 2008.
La joven fue abandonada el 27 de marzo de 1978 en la puerta del Hogar Huérfano de Rosario, desde donde fue dada en adopción por Raúl Gullino y Susana Scola. De su hermano mellizo no se ha logrado aún determinar su destino.
Fuente:AnalisisDigital











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