1 de octubre de 2011

Ernesto Laclau disertó sobre populismo latinoamericano.

fue optimista con el modelo político
Ernesto Laclau disertó sobre populismo latinoamericano
Recibió la distinción honorífica “Almafuerte”
30.09.2011
El filósofo Ernesto Laclau, ayer, en el ex Jockey
“No suelo ser normalmente optimista, pero en estos tiempos lo estoy”, lanzó al auditorio lleno del Salón del Jockey Club el filósofo Ernesto Laclau. No se refería a un estado provocado en su fuero personal sino a lo que le genera la realidad actual latinoamericana: “El modelo político argentino vigente tendrá mucha más repercusión de la que creemos, ya se está sugiriendo a los países europeos que se latinoamericanicen. Experimentaremos consecuencias favorables de este modelo durante mucho tiempo”, vaticinó el intelectual ayer, al recibir la “Distinción Honorífica Almafuerte a los Maestros de la Cultura y Educación”, un premio que le entregó la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia por su trayectoria.
Laclau aprovechó la ocasión para disertar brevemente sobre los “nuevos modelos políticos que empiezan a tener cada vez más vigencia”. El escritor de libros como “Hegemonía y estrategia socialista” repasó los momentos históricos argentinos que se sucedieron entre institucionalidad y populismo, hasta llegar a la prometedora actualidad. Aclaró, en primera instancia, que el populismo es una manera de construir lo político de forma tal que “los de abajo son interpelados frente al poder existente”. Y resaltó que “no se liga a ninguna ideología, puede ser de derecha o de izquierda”, ejemplificando con el régimen de Mussolini, para el primero, o con el de Mao, en el caso del populismo de izquierda.
Llegando al análisis de la política nacional, Laclau explicó que, a principios de siglo, prevalecieron los regímenes liberales, que vinieron a expresar el poder local por medio de las hegemonías regionales. Dentro del liberalismo, había tres niveles: el de los punteros, el de los caudillos, y superando aquellos dos, el de los “doctores”: los elegidos diputados y senadores que acordaban con los caudillos locales.
En 1930, comenzó la crisis mundial y con ella las demandas insatisfechas de las bases invehiculizables por el gobierno de la época. “Así comienza la situación pre-populista, con más demandas que posibilidades”, señaló el filósofo, destacando, entonces, la llegada del peronismo populista como respuesta a un funcionamiento que había colapsado: “Perón, sin embargo, hablaba de la necesidad de pasar a la institucionalización del movimiento, sabía que el peronismo salvaje no podría organizar a un país”.
“Ese populismo que no funcionó en los ‘70, en posdictadura y con el fracaso del neolbieralismo comienza a funcionar en varios lugares de América Latina”, aseguró Laclau. Allí fue cuando el filósofo rescató la unión producida entre democracia y liberalismo, que “nunca antes se había conseguido en América Latina, tuvimos regímenes liberales como expresión de oligarquías locales y cuando se manifestó la voluntad democrática de las masas, se hizo de manera no democrática, con dictaduras. Recién ahora estamos viviendo esa unión”, concluyó.
Fuente:ElArgentino

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