“Por acá pasaron muchas embarazadas sin que se concretaran las restituciones”
Entrevista a Kexel, Lovelli y Torre, el equipo de abogados de Abuelas de Plaza de Mayo
10.10.2011
Kexel, Lovelli y Torre representan las querellas de Abuelas de Plaza de Mayo, de los nietos recuperados por la institución Leonardo Fossatti y José Sabino Abdala. El juicio es para ellos el resultado de un trabajo por memoria, verdad y justicia que lleva más de diez años, cuyos orígenes hay que buscarlos “con la prueba colectada en los juicios por la verdad, desde el año '98”.
-¿Qué significado tiene para Abuelas este juicio?
-Germán Kexel: Viene a saldar una deuda que fue la finalización de la causa 44 en la cual se juzgó a (Ramón) Camps y a parte del aparato de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y que terminó impune con esa sentencia de la Corte en la que se hizo lugar a la Obediencia Debida. Así que nos permite revisar esa parte de la historia. Y es la primera causa, al menos en La Plata y alrededores, en la cual no solo se juzgan imputados particulares o hechos de algún centro clandestino de detención, sino que se juzga un plan sistemático, un circuito, lo cual nos permite abarcar al Terrorismo de Estado en una zona geográfica determinada. Se juzgan las responsabilidades de quienes tomaron la decisión de llevar el plan de exterminio y robo de bebés en nuestra circunscripción, se juzgan responsabilidades de quienes efectivamente participaron de los secuestros y llevaron adelante las privaciones ilegales de la libertad; se juzgan responsabilidades funcionales. En conclusión, creemos que hay una serie de elementos que contiene este juicio que lo hacen abarcativo e integral del proceso de revisión y de justicia. A ello se suma la particularidad de las apropiaciones, que tienen que ver con nuestro objeto como institución de derechos humanos.
-En esta causa serán tratadas las apropiaciones de María Eugenia Gatica Caracoche, de José Sabino Abdala, de Pedro Nadal García, de Leonardo Fossati, de Ana libertad de la cuadra y Clara Anahí Mariani Teruggi. Pero esas son sólo las que tienen constancia…
-Emanuel Lovelli: Claro, esas son en principio, porque lo que tenemos son chicos ya nacidos y secuestrados con sus padres, o partos que están acreditados que realmente se produjeron en cautiverio. Pero después hay circunstancias de mujeres embarazadas que estuvieron en centros clandestinos, como por ejemplo (María Adela) Garín o (Elba Cicero de) Sobral, entre otras. Entonces, cuando hablamos de apropiaciones en términos estrictos es porque sabemos que esos niños nacieron en este contexto situacional. Pero por eso también hay una convención en decir que esta causa es por el Circuito Camps, porque en realidad fue mucho más grande. De hecho, la maternidad más grande bajo la órbita de la Policía de la provincia de Buenos Aires fue el pozo de Banfield.
-No lo fue la comisaría Quinta….
-E.L: No fue la comisaría Quinta, y de hecho el caso de Adriana Calvo prueba eso: ella estaba embarazada de su hija Teresa (durante su cautiverio en esa seccional), quiem termina naciendo en camino al pozo de Banfield. Lo que tenemos es una cuestión de una práctica o un plan de nacimientos clandestinos y no devolución a sus familias que están encabezados por los casos de Ana Libertad, de Leonardo, y de chicos ya nacidos como el caso de Clara Anahí, de José Sabino, el de María Eugenia y el de Pedro, que en realidad se cuela en el juicio a pesar que él no estuvo en la comisaría Quinta ni en ninguno de estos centros clandestinos de detención.
-¿Cómo ingresa este caso?
-E.L: La causa de Pedro se acomoda porque está (el médico y policía Jorge) Bergés imputado. La mamá de Pedro estaba en la zona de Guernica, en 1976, cuando fue secuestrada. Quedó el hermano de Pedro, que tenía un año, en la vía pública, y una compañera lo rescató y se lo llevó a la familia. Y la mamá, Hilda García, es secuestrada con Pedro en brazos. A Hilda no sabemos donde la llevan pero si sabemos que a Pedro se lo entregaron a un tipo de una patota parapolicial de Quilmes que funcionaba desde la época de (el presidente de facto Juan Carlos) Onganía, y que se llamaba la “brigada Fantasma”. El tipo se llamaba Alberto Ferian, que ya está muerto, quien a su vez se lo entrega a su amante. Y Bergés firma la partida como si el bebé fuera recién nacido.
-Colleen Torre: Pedro tenía once meses, más o menos, y estaba anotado como hijo de Hilda. El papá de Pedro era un preso político cuando la madre desapareció. La mamá para tenerlo viajó a Chaco, porque era de allá, y después volvió con el bebé. ¿Pero que pasa? Hilda lo había anotado como García, que era su apellido, y luego lo apropian como Alberto Ferian. Entonces cuando en 2004 están los exámenes de ADN se da la circunstancia de que Pedro no solo reconstruye su historia verdadera, sino que además recuperó a su papá, que estaba vivo, y de hecho se da un reconocimiento filial con esa causa porque su padre no lo había reconocido como su hijo porque cuando nació estaba preso.
-Un caso similar al del nieto recuperado 101, Francisco Madariaga...
-C.T: Es un caso también parecido al de María Eugenia Caracoche. Ella fue secuestrada junto a Sabino Abdala, y sus padres, José Abdala y Susana Falavela, que fueron víctimas en Comisaría Quinta y están desaparecidos. Los chicos fueron apropiados. María Eugenia fue secuestrada con su mamá, Ana María, que fue llevada a la Cacha, a Pozo de Banfield y creo que fue en el año '84, '85, que recuperaron a María Eugenia. La madre sobrevivió y luego se exilió. Y buscó a los dos hijos, porque tenía otro hijo que había sido entregado en adopción.
-El Circuito Camps fue una red de centros desde la que se ejecutó el terrorismo de Estado ¿Cómo se vincula con el proceso que se está realizando en Comodoro Py, en el que se juzga el plan sistemático de robo de bebés?
-C.T: En realidad son diferentes eslabones de una cadena de responsabilidades. Tenemos la estructura máxima en el plan sistemático, desde la ideación del plan hasta la puesta en práctica. Y acá, en el juicio por el Circuito Camps, tenemos cómo eso fue bajado a los diferentes centros clandestinos, desde la autoridad máxima, encabezada por Agustín Arias Duval, y que después va bajando a Miguel Etchecolatz hasta los comisarios. Y después, la responsabilidad que puedan tener o no los tipos que hacían el laburo, la mano de obra de la dictadura. Lo que no tenemos acá es cómo termina la apropiación, con la responsabilidad individual de cada apropiador.
-G.K: En (el juicio por) plan sistemático hay tres centros de La Plata que se investigan y es bastante abarcativo: está comisaría Quinta, el pozo de Banfield como una maternidad clandestina más importante del Circuito Camps, que excede a la ciudad pero con mucho paso de embarazadas clandestinas; y está La Cacha, que no tiene que ver con el Circuito Camps, porque obedece a otra estructura de varias fuerzas, pero estaba bajo la órbita de La Plata, con lo cual es representativo en nuestra región de como se bajaron las órdenes durante la dictadura.
-De los casos en tratamiento en este juicio, sólo dos bebés apropiados no fueron recuperados: Clara Anahí y Ana libertad.
-G.K: Respecto de casos probados. Pero también tiene algo distintivo el Circuito Camps que es que hay un amplio porcentaje de embarazadas clandestinas que pasaron por esos centros pero no se han llegado a restituciones. En casos de embarazadas, la única restitución que tenemos es el de Fossatti-Ortega. Casos de partos probados sólo el de Baratti-De La Cuadra. Y después no hay más. Entonces este juicio es para nosotros importante, no porque creamos que los represores vayan a darnos información respecto al destino de los chicos, pero si que a lo largo del debate se produzcan pruebas que nos den algún tipo de explicación.
-¿Cuáles son las expectativas de Abuelas?
-E.L: La expectativa es la misma que todos los organismos querellantes, que es poder obtener una condena justa en un juicio con todas las garantías del debido proceso y la calificación de los hechos como lo que realmente fueron: un genocidio, un plan sistemático de apropiación de niños. Esa es la expectativa realizable, porque obviamente, siempre está la expectativa de que haya un acto de humanidad de los imputados y digan dónde están los chicos. Pero, claro, eso lo separo: la expectativa es que haya un juicio justo con condenas y responsabilidades claras y los hechos llamados por sus verdaderos términos y nombres; la expectativa deseada y que sabemos que no va a ocurrir es que nos digan donde están los chicos.
Fuente:Diagonales
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