jueves 6 de octubre de 2011
Las 25 Noticias Más Censuradas 2010/2011 (N° 1): Mueren más soldados de Estados Unidos por suicidio que en combate
Por Ernesto Carmona
Durante 2010 -y por segundo año consecutivo- más soldados de Estados Unidos murieron por suicidio (468) que en combate (462). Los estragos del suicidio entre las tropas expedicionarias del imperio estadounidense fue la noticia elegida como la más censurada entre las 25 “historias top” seleccionadas este año por el anuario Censurado 2012, lanzado el 4 de octubre 2011 por el Proyecto Censurado que encabezan académicos de la Universidad Sonoma State de California y otras casas de estudios superiores, liderados por Peter Phillips y Mickey Huff, en colaboración con 105 profesores y 244 estudiantes de 19 universidades.
Esta noticia, ocultada celosamente por el aparato militar estadounidense, no fue publicada en ningún medio “importante”. Proyecto Censurado la obtuvo de diversas fuentes y autores independientes, la investigó, confirmó y validó. Entre otras publicaciones, apareció relatada por Chris Hedges, de Truthdig, el 21 de marzo 2011, bajo el título “Muerte y Después en Iraq” (http://www.truthdig.com/report/item/the_body_baggers_of_iraq_20110321) y por Cord Jefferson, de Good, el 27 de enero 2011, con el título “Más soldados de Estados Unidos mueren por suicidio que en combate en 2010” (http://www.good.is/post/more-us-soldiers-killed-themselves-than-died-in-combat-in-2010).
Foto: Fuente: AP / Cpl. Daniel J. Redding - Una ambulancia cargada con soldados muertos. Los todavía "afortunado" que hacen el trabajo mortuorio realizan su tarea horrible mientras luchan por aferrarse a su propia cordura.
“Porque lo ignoramos, por favor háganos saber si usted… conoce alguna causa que induzca a la gente a cometer suicidio”, clamó el general Peter Chiarelli en el periódico Army Times (Los Tiempos del Ejército). El suicidio es una reacción humana trágica pero predecible cuando se es convocado a matar -y observa que sus amigos son muerto- en una guerra basada en mentiras, afirmó Chris Hedges. Quizás el hecho de ser forzados a empacar la carne destrozada de sus compañeros soldados podría ser otra razón que está influyendo en recurrir al suicidio.
“¿Empaque de cuerpos…? ¿Oyó alguna vez el término?”, preguntó Chris Hedges. “Éste es el trabajo de los soldados del Cuerpo de Marina adscritos a la Unidad de Asuntos Mortuorios de la base Al Taqaddum, Iraq: recoger y catalogar los cuerpos de infantes de marina muertos. Tamizan los restos de los soldados, recuperan las fotos del baile de fin de curso, obtienen las notas de suicidio y las cartas de amor y luego ponen todo, sus restos y efectos personales, en bolsas, cajas de metal y refrigeradores. La ex soldado Jess Goodell relató que un infante de marina fue llevado a la unidad mortuoria cuando todavía respiraba. Ella llamó frenéticamente a sus superiores, quienes simplemente respondieron “espera”. La mujer soldado observó mientras el marine murió. Cuando Goodell regresó a Estados Unidos, como a muchos otros le diagnosticaron depresión, abuso de sustancia, PTSD (Desorden de Stress Post-Traumático) y ansiedad profunda.
“Excluyendo accidentes y enfermedades, 462 soldados murieron en combate, mientras 468 se suicidaron. La diferencia de seis no es de ninguna manera extensa, pero el simbolismo es significativo y preocupante. En 2009, hubo 381 suicidios de personal militar, un número que también excedió la cantidad de muertes en combate”, escribió Cord Jefferson, editor de www.Good.is.
Jefferson ironizó que las autoridades militares anunciaran en enero de 2011 que en 2010 se habían reducido los suicidios entre soldados activos, mientras aumentaron los suicidios de reservistas y personal de la Guardia Nacional. Para tales autoridades esto probaría un mejor funcionamiento del personal psicológico que atiende a los activos, mientras los reservistas y los soldados de la Guardia deben lidiar con la burocracia médica militar y, simplemente, se necesitarían más revisiones médicas. Pero estos nuevos datos más bien indican que para los soldados norteamericanos ahora son más peligrosos ellos mismos que los insurrectos que pretenden enderezar hacia la “democracia” tal como la concibe Estados Unidos. Se puede concluir que la “carne de cañón” estadounidense. Generalmente de extracción social baja, también tiene problemas internos bastante graves. Para el periodista Jefferson, “el sistema todavía está muy, muy quebrado”.
Uno de los problemas que obstaculizan la tentativa militar de entender los suicidios de soldados es que no conocen la razón real, ni qué clase de soldado se está matando. Aunque muchas víctimas de suicidio fueron diagnosticadas con “desorden de stress post-traumático” por haber hecho frente a combates pesados en Oriente Medio, la verdad es que muchos suicidas nunca fueron desplegados en el exterior. De los 112 soldados de la Guardia que se suicidaron en 2009, más de la mitad nunca abandonó el suelo norteamericano. Lo que queda claro es que quienes son enviados por el complejo, militar, industrial, financiero, político y mediático de Washington a llevar sufrimiento a países pobres, débiles y a arrasar con sus pueblos desconocidos, también enfrentan conflictos con el despiadado sistema militar imperial.
El ignorado trabajo mortuorio
Chris Hedges relató en su columna de Truthdig.com que la joven Jess Goodell se alistó en la Infantería de Marina después de graduarse en la secundaria, en 2001. Se ofreció voluntariamente tres años más tarde para servir en la primera unidad mortuoria oficialmente reconocida por el Cuerpo de Marines, en el campo Al Taqaddum, en Iraq. Su trabajo, por ocho meses, consistió en recoger y catalogar cadáveres y efectos personales de infantes de marina muertos. Ponía los restos de los jóvenes en bolsas para transportar cadáveres y colocaba estos envases en cajas de metal. Antes de ser enviadas a la base aérea de Dover, las cajas quedaban almacenadas, a menudo por días, en una unidad refrigerada conocida como “chaquetón” (“reefer”). Su trabajo fue denominado “procedimiento”.
“Pasamos por todo”, dijo, cuando la conseguí por teléfono en Buffalo, NY, donde estudia un Ph.D, escribió Chris Hedges. Este fue el relato de Jess Goodell:
“Obteníamos todo lo que tenía el cuerpo del marine. Todo el mundo tenía una copia de las reglas de enfrentamiento en su bolsillo del pecho izquierdo. Usted encontraba las notas que la gente se había escrito unos a otros. Usted encontraba listas. Las listas eran comunes: las cosas que quisieron hacer cuando regresaran al hogar o la comida que quisieran ingerir. Lo más difícil eran las imágenes. Todo el mundo tenía una imagen de su esposa, sus niños o su familia. Y entonces usted tenía a los más jóvenes, que pudieran tener 18 años, y tenían fotos del baile de fin de curso junto a imágenes de lo que me imagino fueron sus primeros automóviles. Todo el mundo tenía una cuchara en su chaleco antibala. Había bolígrafos, basura, envolturas y alimentos listos para comer. Todo ello conseguiría enviarse [a los hogares de los infantes de marina].
“Teníamos todos la idea que en cualquier momento podría estar uno de nosotros en la tabla”, dijo Jess. “Imagino a los infantes de marina pensando que fuimos allí a morir. Y la gente escribió cartas diciendo ‘si muero quisiera que supieras que te amo’. O ‘quisiera que mi automóvil sea de mi hermano menor’. Cosas así. Llevaban esas cartas en sus cuerpos. Tuvimos un infante de marina que ‘procesamos’ y en su cartera conservaba una imagen de un ecograma del bebé que le había enviado su esposa embarazada. Y muchos marines habían tatuado su información vital debajo de una axila. Se llamaba etiqueta de la carne”.
"La unidad procesaba una media docena de suicidios”. Las notas de suicidio -dijo Jess Goodell- casi siempre citaban novatadas. Las mujeres –relató- fueron acosadas constantemente, especialmente en lo sexual, pero a menudo no hubo castigo sistemático, pero sí humillación para los hombres que fueron considerados como infantes de marina inadecuados. Dijo que los infantes de marina obesos que no podían hacer el entrenamiento requerido recibían mal trato verbal y abusos físicos. Eran llamados “gordos repugnantes” y “bolsas de mierda”. Asignaban a los marines acosados a otros infantes de marina que los hacían sus esclavos. Los enviaban a castigos de rutina donde muchos vomitaban. Serían “oso de arrastre”, obligados al paseo forzado a través de toda la extensión de un campo de fútbol y detrás. A esto seguían los sistemas del “mono fornicado” doblándose hacia abajo, asiendo sus tobillos, agachándose como un colector del béisbol y, después, colocándose otra vez hacia arriba, seguido por una serie de otros ejercicios que se repetían hasta derrumbar a los infantes de marina.
“Hacían que estos infantes de marina hicieran lo que llamaban trabajo de ‘puta’”, dijo Goodell. “Les asignan para ser ‘la perra’ de algún otro por el día. Teníamos a un individuo obeso en nuestro pelotón, no en Iraq sino en California. Se le consideró físicamente inadecuado, que significó enviarlo a entrenamiento físico adicional. Cuando regresó a trabajar lo rotaban. Un día estaba con este cabo o este otro sargento. Un día me lo enviaron. Lo tuve por una hora. Recuerdo haberlo enviado a llevar alguna cosa. Era muy común hacerlos cavar un agujero y llenarlo de arena o trasladar las bolsas de arena hasta la cima de una colina y después llevarlas abajo otra vez”.
Suicidios en el baño portátil
La unidad fue enviada a recoger cuerpos de infantes de marina que generalmente se mataron poniendo los rifles bajo sus barbillas y accionando el disparador.
“Teníamos un infante de marina que estaba en un baño portátil cuando se disparó a la cara”, dijo. “Tuvimos otro que se metió un tiro en el cuello. A menudo, lo hacían en la esquina de un bunker o de un edificio abandonado. Tuvimos un par que lo hizo en “toilets” portátiles, llamadas “porta-johns”. Tuvimos que entrar, pelar y arrancar los pedazos de carne y de tejido cerebral que habían rociado las paredes. Ésos eran los cuerpos de frustración que conseguíamos. En esos cuerpos trabajábamos también como equipo de limpieza. Era terrible. Enviábamos las notas de suicidio a casa con los cuerpos.
“Teníamos, luego, el trabajo de papeleo para tomar la huella dactilar, pero comenzamos a conseguir cuerpos que no tenían ninguna mano o conseguíamos cuerpos que apenas eran carne”, explicó Goodell, quien publicó su experiencia bajo el título “Shade It Black: Death and After in Iraq” (“Sombra en Negro: Muerte y Después en Iraq”). El título del libro alude el recurso que necesitó la unidad mortuoria: sombrear en negro las partes del cuerpo que faltaban en un cadáver. “Llegó a ser muy rápidamente inútil tener un formulario para huella dactilar que completar. Para el momento en que conseguíamos un cuerpo podía ser que hubiera pasado un tiempo y el rigor mortis ya se había fijado profundamente. Las manos estaban generalmente apretadas, como si todavía sostuvieran su rifle. No podíamos enderezar los dedos fácilmente”.
Fuentes:
-“Death and After in Iraq”, Chris Hedges, Truthdig, March 21, 2011. http://www.truthdig.com/report/item/the_body_baggers_of_iraq_20110321
-“More US Soldiers Killed Themselves Than Died in Combat in 2010,” Cord Jefferson, Good, January 27, 2011.
http://www.good.is/post/more-us-soldiers-killed-themselves-than-died-in-combat-in-2010
-“Can You Face the True Consequences of War? The Horror of Bagging Soldiers’ Bodies in Iraq,” Chris Hedges, Alternet, March 21, 2011.
http://www.alternet.org/world/150322/can_you_face_the_true_consequences_of_war_the_horrors_of_bagging_soldiers%27_bodies_in_iraq/?page=1
-“Ten Reasons the Iraq War Was No Cakewalk,” Medea Benjamin and Charles Davis, Alternet, March 18, 2011 http://www.alternet.org/world/150297/ten_reasons_the_iraq_war_was_no_cakewalk
Estudiante investigador: Bay Ewald, San Francisco State University
Evaluador académico: Kenn Burrows, San Francisco State University
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.
Fuente:Argenpress
jueves 6 de octubre de 2011
Las 25 Noticias Más Censuradas 2010/2011 (N° 2): Operación de espionaje de Estados Unidos para manipular redes sociales
Por Ernesto Carmona
Las fuerzas armadas estadounidenses desarrollan un software que les permite intervenir y manipular secretamente los sitios sociales y foros de los medios mediante personajes en línea de identidad falsa para influir en conversaciones vía Internet y diseminar propaganda favorable a Estados Unidos, según informó el diario británico Guardian UK (17 de marzo 2011), en un artículo firmado por Ian Cobain y Nick Fielding.
Ya está en marcha esta nueva faceta electrónica de la guerra psicológica. Para el alumbramiento artificial de partidarios de Estados Unidos en la red Internet y la posterior gestión y control de su actividad, el Pentágono contrató a una empresa californiana a través del Comando Central (Centcom), que controla las operaciones armadas de Estados Unidos en Oriente Medio y Asia Central, según el diario británico. El plan pretende desarrollar un “servicio de gestión en línea de personas” que permite a un solo militar controlar hasta 10 identidades falsas distintas, de hombre o mujer, por todo el mundo. El contrato de Centcom estipula que cada personaje falso debe tener una personalidad “on line” convincente, más un cierto historial y apariencia política favorables.
Un portavoz de Centcom confirmó un contrato por 2,76 millones de dólares que ya fue otorgado a Ntrepid, una sociedad recién registrada en Los Ángeles, pero no quiso decir si el proyecto de gestión de los personajes múltiples ya estaba en ejecución y más bien anunció que no volvería a hablar sobre ningún contrato relacionado con el tema. En Ntrepid no hubo nadie disponible para comentar el contrato.
El sistema permite que puedan operar hasta 50 controladores o digitadores de unos 10 personajes falsos cada uno, sin moverse de sus puestos de trabajo en Estados Unidos y “sin miedo a ser descubiertos por adversarios sofisticados”. Es decir, irrumpirán unos 500 internautas falsos, físicamente inexistentes. Siguiendo las pistas que ofrece el propio contrato, el diario británico concluyó que estos manipuladores de Internet trabajarán desde la base aérea MacDill, cerca de Tampa, Florida, sede del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos.
El Guardian piensa que el contrato para el software de personajes múltiples pudo haber sido concebido como parte de un programa llamado Voz de Operación Concienzuda (Operation Earnest Voice OEV), que primero fue desarrollado en Irak como arma de guerra psicológica contra la presencia en línea de partidarios de Al-Qaida y otros insurgentes que resistían la presencia militar y política de Estados Unidos en ese país. Desde su invención, el OEV fue ampliado mediante un programa de 200 millones de dólares para utilizarlo contra jihadistas y otros activistas musulmanes de Paquistán, Afganistán y Oriente Medio. El OEV resultó provechoso, a juicio de Estados Unidos, que ahora lo utiliza intensivamente en varios países del Oriente Medio y más lejos.
Asimismo, y supuestamente, ninguna de las nuevas operaciones planeadas intervendría para manipular sitios web radicados en territorio estadounidense, pues “en casa” sería ilegal usar esa tecnología para “dirigirse a las audiencias de Estados Unidos”. La idea es engañar “desde casa” hacia afuera, dirigiéndose al resto del mundo, en un esquema similar a la hipocresía con la tortura, que no se puede hacer “en casa” porque está prohibida por la ley, pero se aplica en Guantánamo, que está en un limbo “jurídico” porque es un territorio usurpado a Cuba que no ha sido devuelto.
Expertos en propaganda han comparado el proyecto con las tentativas de China de controlar y restringir el libre discurso en Internet, dijo Guardian. El propósito evidente de los militares de Estados Unidos consiste en crear un falso consenso pro-norteamericano en conversaciones en línea, ablandar opiniones incómodas y sofocar comentarios o informes contrarios a sus propios objetivos internacionales. También esos expertos piensan que el plan militar de usar personalidades en línea inventadas podría ser imitado por otros gobiernos de diferente signo, empresas y organizaciones de toda índole, también dispuestas a conducir a los usuarios de medios sociales a interactuar con simples marionetas en su juego de propaganda mundial.
Amenaza a las redes sociales
El comandante Bill Speaks, portavoz de Centcom, según Guardian dijo: “Esta tecnología apoya actividades clasificadas de blogging en los sitios web en lengua extranjera para permitir a Centcom contradecir propaganda extremista violenta del enemigo fuera de Estados Unidos”. Aseguró que ninguna de estas triquiñuelas se haría en lengua inglesa, sino en idiomas como farsi, urdu y pashto. El vocero del Centcom también insistió en que no apuntarán a ningún sitio web radicado en Estados Unidos, sea en lengua inglesa o cualquiera otra, y aseguró que tampoco tienen como blanco a Facebook o Twitter… Pero ¿quién impedirá que las marionetas cibernéticas abran cuentas en esas redes? Y si las abren, ¿quién sancionará el fraude?
Una vez perfeccionado, el software permitiría al personal militar de Estados Unidos trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana, en una locación fija -eventualmente la base aérea MacDill- para intervenir las conversaciones en línea emergentes y acceder a grandes cantidades de mensajes coordinados de blogposts, chateos y otras actividades Internet, como opiniones y comentarios en foros de lectores de los medios digitales formales.
El software de Centcom requiere que cada interventor de las redes trabaje desde un “servidor privado virtual” situado en Estados Unidos, pero que en apariencia parezca estar fuera de ese país para dar la impresión de que los personajes falsos son gente real que vive en diversas partes del mundo. El sistema también tiene capacidad de “tráfico mixto”, que permite a los digitadores de personajes falsos compartir el uso de Internet con gente ajena al Centcom, para obtener así una “excelente cobertura” y una “negación más potente” de su verdadera identidad.
Los principales jefes militares de Estados Unidos ven a este programa como vital para el contra-terrorismo y anti-radicalización, explicó el Guardian. El general David Petraeus, jefe de la CIA desde septiembre 2011, cuando era comandante del Centcom el año pasado, hablando ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, describió esta operación como un esfuerzo contra la “ideología y propaganda extremistas y una garantía de que serán oídas las voces creíbles en la región”. Agregó que el objetivo militar de Estados Unidos era estar “primero con la verdad”. El sucesor de Petraeus en el Centcom, el general James Mattis, le dijo al mismo comité que el programa “apoya todas las actividades asociadas a degradar la narrativa enemiga, incluyendo el compromiso de capacidad de distribución del producto en Internet”.
En su exposición ante el comité del Senado, según el Guardian, el general Mattis dijo: “OEV intenta interrumpir el reclutamiento y entrenamiento de terroristas suicidas; denegar los refugios seguros para nuestros adversarios; y enfrentar la ideología y propaganda extremista”. Añadió que Centcom trabajaba con “nuestros socios de la coalición” (OTAN) para desarrollar nuevas técnicas y táctica que Estados Unidos podría utilizar “para contradecir al adversario en el ámbito cibernético”.
Según un informe del Inspector General del Pentágono en Irak, el OEV fue bastante manejado por las fuerzas multinacionales OTAN antes que por el Centcom. Al preguntársele si había personal británico involucrado en el OEV, el Ministerio de Defensa (MdD) del Reino Unido dijo que no pudo encontrar “ninguna evidencia”. El MdD rehusó explicitar si estuvo involucrado en el desarrollo de los programas de gestión de personajes falsos: “No comentamos respecto a capacidades cibernéticas”, dijo.
Guerra electrónica + guerra psicológica
El OEV fue discutido el año pasado (2010) en una reunión de especialistas en guerra electrónica en Washington, donde un alto oficial del Centcom dijo a los delegados que su propósito era “comunicar mensajes críticos y contradecir la propaganda de nuestros adversarios”.
La gestión de personajes falsos que se proponen los militares de Estados Unidos haría frente a retos legales si deciden volcarla contra ciudadanos de Estados Unidos, donde ya han sido procesadas judicialmente varias personas que manejaron marionetas cibernéticas, comentó el Guardian. El año pasado sentenciaron con cárcel a un abogado de Nueva York que por personificar a un escolar resultó convicto por “personificación criminal” y hurto de identidad.
No está claro si un programa de gestión de personajes contravendría ley británica, reflexionó el Guardian. “Expertos jurídicos dijeron que podría ofender la Ley de Falsificación de 1981, que indica que ‘una persona es culpable de falsificación si fabrica un instrumento fraudulento con la intención de utilizarlo ella misma u otra para inducir a alguien a que lo acepte como auténtico, y en virtud de su aceptación cometer o no algún acto en su propio perjuicio o de cualquier otra persona”. Sin embargo, esto se aplicaría solamente si un sitio web o una red social puede demostrar haber sufrido como resultado un “perjuicio”, concluyó el Guardian.
Una nota que aparece en la página web del Guardian que reproduce este artículo dice textualmente:
“Este artículo fue enmendado el 18 de marzo de 2011 para quitar referencias a Facebook y a Twitter, introducidos durante la edición, y para añadir un comentario de Centcom, recibido después de la publicación, que no está apuntando a esos sitios”.
Después de la II Guerra, Estados Unidos siempre aspiró a ganarse la buena voluntad de los pueblos de los países que invade o planea ocupar. Hoy, la guardia pretoriana imperial desparramada por el mundo aspira a imponerse de manera tramposa –de paso, una característica esencial del poder en Estados Unidos- en el ámbito de las ideas, incursionando a fondo en tareas “ideológico-políticas”, mientras cosecha continuos y persistentes fracasos militares históricos en todo el mundo desde el fin de la II Guerra. Lo importante para el complejo militar-industrial no es ganar las guerras, sino simplemente hacerlas siempre y alargarlas al máximo, para sostener la prosperidad artificial de una economía basada en el gasto militar, sempiternamente corroída por las crisis cíclicas del capitalismo imperial y hoy enfrentada a lo que parece el último callejón sin salida. (Obviamente, este último párrafo tampoco aparece en el Guardian: es del autor).
Fotografías:
1) Foto de relleno del Proyecto Censurado
2) El general David Petraeus dijo antes que las operaciones psicológicas en línea de Estados Unidos están dirigidas a “contradecir ideología y propaganda extremistas”. Fuente: CSIS
Fuentes:
-Proyecto Censurado: http://www.mediafreedominternational.org/2011/04/11/us-military-propagating-the-social-media/
-“Revealed: US spy operation that manipulates social media.” Nick Fielding and Ian Cobain, Guardian UK, March 17, 2011:
http://www.guardian.co.uk/technology/2011/mar/17/us-spy-operation-social-networks
-Student Researcher: Michael Smith, San Francisco State University
-Faculty Evaluator: Ken Burrows, San Francisco State University
-Student Researcher: Wend-Kouni Deo-Gratias Nintiema
-Faculty evaluator: Professor Julie Andrzejewski, St. Cloud State University; Mickey Huff, Diablo Valley College
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.
Fuente:Argenpress




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