Los negocios de Cavallo y Acosta en Mendoza, los represores condenados por genocidio
Condenados ayer por la causa ESMA tuvieron activa participación en Mendoza. Fueron parte de los secuestradores que se apropiaron del barrio Will-Ri. Además, Cavallo hizo negocios con la Policía de Mendoza en la década del 90: tuvo a cargo la entrega de carnet de conducir.
La sentencia dictada ayer en Buenos Aires por la causa ESMA por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar tuvo protagonistas conocidos en Mendoza.
Uno de ellos es el marino Ricardo Cavallo, quien fue condenado a perpetua ayer y arrastra causas en medio planeta. Cavallo, antes de que se hiciera público su prontuario, fue un exitoso empresario en la provincia, durante la década del 90. Cavallo vino a Mendoza como representante de Telsud, una empresa que hizo negocios con la policía y la seguridad.
La empresae Telsud, junto con las firmas Shehuen (de la cual también era parte Cavallo) y Seal Lock (UTE de la que Cavallo era parte) tuvieron a cargo la impresión y entrega de las licencias de conducir en Mendoza durante casi una década. Incluso, la licitación en la que se le adjudicó estuvo fuertemente sospechada, porque se descartaron casi todas las otras empresas que participaron, todo bajo la gobernación de Rodolfo Gabrielli.
Pero no fue el único negocio. Cavallo también tuvo a su cargo la revisión técnica vehicular de la Municipalidad de Godoy Cruz. El marino tuvo que dejar la provincia primero por las irregularidades detectadas en la empresa de que era parte y también por los pedidos de extradición que comenzaron a llover. Cavallo había realizado negocios similares en México, pero el juez Baltasar Garzón pidió su extradición a España.
El robo del Will-Ri
No es el único caso. Cavallo fue parte de otra historia aún más oscura en Mendoza que también está en la lista de causas derivadas de la ESMA.
Se trata de la apropiación de los terrenos del barrio conocido como Will-Ri en Chacras de Coria, que, además, y principalmente, significó el secuestro de personas. Ese procedimiento fue ejecutado también por otro de los represores más oscuros y que ayer también fue condenado a perpetua: Jorge El Tigre Acosta. Los terrenos estaban a nombre de una sociedad llamada Cerro Largo SA.
Cavallo, Acosta y otros represores participaron en un operativo comandado por Massera desde Buenos Aires donde fueron secuestrado los cuatro propietarios de la sociedad: Victorio Cerutti, Omar Raúl Masera Pincolini (que no tiene nada que ver con el represor, pues el apellido se escribe con una ese) y Horacio Mario Palma. Ese operativo se realizó en enero de 1977 y, según testigos, las víctimas fueron vistas en la ESMA.
Luego, las tierras pasaron a ser parte de otra firma llamada Will-Ri SA, que habría sido constituida por nombres falsos y cuyo traspaso legal fue, según los testimonios, firmado bajo torturas de parte de los dueños originales. Luego, en 1982, pasó a manos de la empresa Misa Chico, de la que eran parte Eduardo Masera y Carlos, el hijo del represor.
Hace pocos días, la Municipalidad de Luán de Cuyo decidió cambiarle el nombre a ese barrio de Chacras de Coria. Ya no será más Will-Ri y pasaría a llamarse Jardín Casa Grande de Chacras.
Fuente:Mdzol.com
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