Declararon familiares de Lofvall y Iannarelli
En la audiencia de esta mañana se escucharon testimonios sobre los secuestros y asesinatos de los militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), Andrés Lofvall y Estela Maris Iannarelli.
Andrés nació el 29 de noviembre de 1956 en Puerto Belgrano, partido de Coronel Rosales. Cursaba sus estudios secundarios en la Escuela Técnica N°1 de Bahía Blanca, había militado brevemente en la UES y trabajaba en un taller mecánico de la ciudad.
El 3 de febrero en horas del mediodía, personal policial lo secuestró en el domicilio que compartía con Carlos Mario Ilacqua, también secuestrado y asesinado.
Testimonios dan cuenta de la presencia de los jóvenes en el centro clandestino de detención y torturas “La Escuelita” del que fueron retirados poco antes de ser fusilados en un enfrentamiento fraguado. Los asesinatos de Nancy Griselda Cereijo y Andrés Oscar Lofvall -que planeaban su casamiento al ser capturados- se habrían producido el 23 de abril de 1977 en Sarandí, partido de Avellaneda. La comisaría cuarta de ese lugar hizo entrega de los cuerpos.
Lidia, hermana de Andrés, declaró hoy que “el día que desapareció, el 3 de febrero, fuimos al departamento con mis padres. Paramos en la vereda, mi papá bajo primero y tardó mucho, así que esperamos con mi mamá. Salió mi papá, vimos que entraban personas de civil, pero como vivía delante la dueña pensamos que eran amigos del hijo. Sale mi papá y personas con ametralladoras subieron en un Falcon que estaba estacionado y otros dos en el auto de mi papá, iban al lado mío con ametralladoras”.
“De ahí nos llevaron al V Cuerpo de Ejército, estuvimos en una sala, nos tuvieron como dos horas. Ahí angustiados, esperando una respuesta, no sabíamos qué sucedía con mi hermano, no sabíamos dónde estaba, qué había pasado. Después me enteré que mi papá encontró al departamento todo baleado. En el V Cuerpo nos dijeron que estaba prófugo y que lo estaban buscando. Ahí empezó toda la búsqueda”, agregó.
Lidia comentó que su padre se había retirado de la Armada dos años antes y recurrió a sus conocidos pidiendo ayuda al igual que los padres de los otros jóvenes secuestrados. “La búsqueda fue inútil (…) mi papá estaba muy triste”.
Luego declaró Carlos Walde cuya esposa es prima de Lofvall. Relató que una vez conocida la desaparición de Andrés había que reconocer el cuerpo y retirarlo. Él se ofreció y fue con los padres de su mujer y el señor Cereijo.
“Fuimos hasta La Plata, llegamos y nos alojamos en la casa de un hermano de Cereijo. Al día siguiente estuvimos recorriendo organismos y después fuimos hacia el lugar donde nos citaron. Era una comisaría, ahí se le dieron a conocer las circunstancias y después de eso fuimos a un lugar que era donde había una morgue”, sostuvo.
Entró al lugar y le mostraron los cuerpos de un hombre y una mujer. “Yo al cuerpo no lo reconocí como el de Andrés, me mostraron otros, cuando vi el cuerpo de la mujer me di cuenta de quién era”.
Salió y la madre le comentó de una “seña característica” y “al ver eso quedó fehacientemente que era el cuerpo de Andrés”.
Más tarde se presentó ante los jueces Irma Wagner de Iannarelli, madre de Estela Maris que vivía en Bahía Blanca con Nancy Cereijo.
Estela nació el 12 de septiembre de 1957. En 1977, cursaba el primer año de la carrera de licenciatura de Economía en la Universidad Nacional del Sur y trabajaba como empleada de la confitería “Savoy”. Tenía 19 años y había militado brevemente en la Unión de Estudiantes Secundarios. Fue secuestrada el 3 de febrero de 1977, mismo día en que secuestraron a su novio Andrés Lofvall.
Numerosos testimonios dan cuenta de que Estela Maris y su pareja Carlos Mario Ilacqua estuvieron en “La Escuelita” hasta mediados de abril de 1977, siendo retirados entre el 13 y el 23 de ese mes. Fueron trasladados fuera de la jurisdicción y fusilados. La modalidad adoptada por sus captores para hacer aparecer los cadáveres, fue al igual que en otros casos durante la última dictadura, simular un imposible enfrentamiento armado. Los homicidios se habrían perpetrado, de acuerdo a lo anotado los certificados de defunción, el 16 de abril de 1977 en la ciudad de La Plata.
“Ella desapareció en la calle, la llevaron al V Cuerpo de Ejército, hicimos habeas corpus y en ninguna oportunidad nos atendían, no recuerdo los apellidos. (…) Me entero por el padre de otra de las chicas desaparecidas y por los vecinos. Ella vivía en Bahía Blanca, estudiaba en la UNS y vivía en el departamento con otra chica que desapareció unos días antes, ella nos avisó”, dijo Wagner.
Finalmente testimonió Alfredo Iannarelli, padre de Estela Maris, quien dio detalles de la búsqueda y los trámites realizados en las dependencias militares y judiciales.
La audiencia continuará a las 16.
Marinos en el juzgado
El fiscal Abel Córdoba informó esta mañana desde su cuenta de Twitter que ayer se presentó Emilio José Schaller, oficial retirado de la Armada Argentina, en el Juzgado Federal 1 donde fue indagado y quedó detenido. Schaller está imputado por haber sido en 1976 el segundo jefe del Batallón Comando de Infantería de Marina y jefe de Inteligencia y Operaciones del Batallón Comando.
Hace instantes, se presentó ante el juzgado de Álvarez Canale y quedó detenido el oficial retirado de Armada Argentina Carlos Alberto Louge imputado por la Fiscalía por su desempeño en 1976 como Jefe de Inteligencia del Comando de Aviación Naval en la Base Espora.
Fuente:JuicioVCuerpoEjercitoBB
Publicado el 17/11/2011
VERSIONES IMPOSIBLES
El fiscal Abel Córdoba dijo a FM De la Calle que “lo principal es que los jueces, acusadores y defensores vinimos al lugar del hecho donde fueron las dos muertes y ahí constatamos las dimensiones del lugar e inevitablemente se contrasta con las visiones de las defensas y de la acusación a ver cuál es posible y cuál no”.
“Hay algunos aspectos que se tornan imposibles por las características arquitectónicas del departamento. Es decir, las dimensiones impiden que algunas de las cosas que supuestamente han ocurrido ahí hayan sido real”, afirmó.
Según comentó Córdoba las versiones “varían entre aseverar que muchos de los oficiales acusados no llegaron al lugar porque explotó alguna bomba atada a una columna que no existe ni ha existido y otras hablan de que hubo una resistencia desde adentro que tenía varios frentes, lo cual también se torna inverosímil por las dimensiones. Es un departamento muy pequeño, con una sola entrada que determina cierto curso causal”.
Las cartas del abuelo Metz
Antes declaró Juan Carlos Romero, hermano de Graciela y María Elena. Graciela fue secuestrada en Cutral co, pasó por los centros clandestinos de detención y torturas “La Escuelita” de Neuquén y Bahía Blanca, tuvo un hijo en cautiverio y desapareció. María Elena fue chupada en calle Caronti de nuestra ciudad, estuvo en La Escuelita y fue asesinada en el hecho conocemos como El Pibe de Oro.
El fiscal destacó que “en el transcurso de la declaración mencionó que tenía las cartas que el suegro de su hermana hacía como complemento de las gestiones para dar con el paradero de su hijo y su nuera y del hijo nacido en cautiverio”.
“Es un aporte importante porque son las cartas originales que permiten seguir rearmando esto que hay que armar en reemplazo de la versión oficial cuya documentación está oculta o fue destruida”, explicó.
Fuente:JuicioVCuerpoEjercitoBB
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