PRESENTAMOS EL LIBRO DE CECILIO MANUEL SALGUERO EL PLAN CÓNDOR EN CÍVICO CAFÉ
Jueves 10 de Noviembre-19.30 hs.
Sobre la Obra
La presente obra intenta profundizar con todos los elementos que se disponen en la actualidad, el origen, las causas verdaderas del Plan Cóndor y sus terroríficas consecuencias para los pueblos de Argentina y Sudamérica, como estrategia de agresión del Imperialismo dominante.
Como trabajador de la memoria, testigo y protagonista de estos 40 años de historia, el autor quiere contribuir a lograr con la Memoria, la Verdad y la Justicia que “Nunca mas seamos esclavos del terrorismo de estado ni del neoliberalismo globalizado imperialista”.
Y encontrar con los pueblos hermanos de América del Sur, la vigencia plena de todos nuestros Derechos Humanos, en el sistema Democrático, con Justicia Social para todos sus habitantes, sin hambre, miseria, explotación y violencia represiva.
A 45 años de la dictadura de la Doctrina de la Seguridad Nacional y a 35 años de la tiranía del Terrorismo de Estado no quiere olvidarse de rendir el más profundo homenaje a todos nuestros hermanos asesinados y desaparecidos, a sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y estudio que siguen buscándolos y exigiendo definitivamente Verdad, Justicia y Reparación Integral.
Lograr este objetivo dará lugar a la construcción de una Nueva Argentina en un mundo mejor, donde todos seamos considerados seres humanos.
Lo quiere para las futuras generaciones de mujeres y varones cordobeses, argentinos y latinoamericanos.
Sobre el Autor
Cecilio Manuel Salguero, nació en Fvske Menuco (Roca), Río Negro en 1944.
Estudió allí, la primaria y la secundaria. Luego en Bahía Blanca en la UN de Sur, Ing. Química (1963/66).
En 1967 se radicó en Córdoba para estudiar becado Ciencias Políticas en la Universidad Católica.
Participó desde ese momento en la RESISTENCIA a la dictadura fascista clerical de Juan Carlos Onganía (1966/1973), en el “Cordobazo” (1969) y el “Viborazo”, (1971).
Estuvo como prisionero político y fue torturado desde 1971 hasta 1973, recuperando su libertad con la amnistía del Presidente Héctor J. Cámpora.
Desde el golpe de estado parapolicial del “Navarrazo” (28 de febrero de 1974) luchó contra las bandas fascistas de Luciano Benjamín Menéndez y José López Rega, que empezaron a aplicar el Plan Cóndor en la provincia.
Al participar activamente en la RESISTENCIA contra la tiranía fascista clerical, del Plan Cóndor, de Jorge Rafael Videla, fue secuestrado-desaparecido y torturado en los campos de exterminio de La Perla, La Ribera, D-2 y la cárcel UP 1, desde el 9 de marzo de 1977 hasta octubre de 1978 y luego en diversas cárceles federales, permaneciendo en total 2500 días detenido.
Tiene cuatro familiares desaparecidos (María del Carmen Sosa de Piotti, Jorge Piotti, Ileana Gómez de Piotti y Gloria Fonseca)
Su esposa Marily Piotti estuvo torturada y detenida en las dos dictaduras (1970 y 1978).
Tiene dos hijos: Emiliano Pedro y Cecilio Manuel. Y un nieto: Ciro
Desde 1980 milita en el Movimiento de DDHH y es testigo querellante en la causa “La Perla” sobre el genocidio en la provincia, a partir de 1984.
Periodista y escritor militante que defiende los Derechos Humanos, la Democracia Popular, la Justicia Social y la Memoria de las Resistencias populares contra el fascismo clerical, el racismo, el genocidio, el machismo y el imperialismo neoliberal globalizado.
Apoya la UNASUR y las democracias populares en América Latina que están construyendo un Mundo Mejor.
Invita
Colectivo ex Presos Políticos y Sobrevivientes de Rosario
y Cívico Café.
CASA DE LAS TEJAS EDITORA
Tristán Echegaray 3190 - PB. - Bº Los Plátanos
Tels.: 03541-15622704/15628092
(5000) Córdoba - Argentina
E-mail: casadelastejaseditora@gmail.com
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29 de Octubre
Entrevista
Altuna: "La situación política argentina es muy estimulante"
Por Pablo E. Chacón
En una breve visita a Buenos Aires, el dibujante Horacio Altuna, radicado desde hace tiempo en España, presentó -en el bar "Orsai" de San Telmo- sus "Cuadernos secretos", una colección de dibujos que guardan más de una sorpresa para quien quiera asomarse a ese universo.
Altuna conversó con Télam después de la presentación del libro y de la revista Orsai, que dirige el escritor y blogger argentino Hernán Casciari, titular del bar homónimo que sobre la calle Humberto I abrió sus puertas exactamente un día antes de que llegaran los ejemplares.
Los "Cuadernos...", publicados también por el sello Orsai, se abren con una foto del propio Altuna, concentrado en su trabajo. En el epígrafe puede leerse algo similar a una petición de principios.
"Dibujo porque me gusta y porque me expreso. Quiero decir que cuando dibujo me río, sonrío y lloro. Aprendo y enseño, protesto o me resigno, amo y odio, me siento feliz y triste, me excito y me deprimo".
Y completa: "Dibujar es una pulsión erótica encubierta y sublimada, según leí. Dibujo porque, como decía Miles Davis sobre el jazz, es lo que más me gusta hacer con la ropa puesta".
En ese tono, los dibujos, blanco y negro, color, lápiz o carbonilla, inventan una serie digna de un harén (femenino) donde no falta el dolor de la pérdida, la alegría del encuentro, la marcha forzada, el ojo oblicuo: la batería que alimenta al fornicio.
Altuna nació en Córdoba en 1941; está radicado desde 1982 en Sitges, a pocos kilómetros de la ciudad de Barcelona (España).
Junto a Carlos Trillo, en 1975, crearon "El loco Chávez" y "Pampita", cuyas curvas pueden intuirse en muchos de los dibujos del "Cuaderno secreto".
Antes, trabajó en la editorial Columba, en la revista Satiricón y en muchas otras. Es el autor de "Las puertitas del Sr.
López", "Merdicheski" y "Charlie Moon". Humor, Superhumor y Fierro lo han contado entre sus colaboradores.
Altuna dice que las tecnologías digitales "y las ideas de Casciari facilitan mucho el trabajo a gente como nosotros, que de alguna manera siempre nos quedábamos con la menos parte de los ingresos por nuestro trabajo".
"La venta directa, sin mediaciones, de productos de alta calidad, favorecen y estimulan: se cobra más rápido, más dinero, sin tanto papelerío y uno está permanentemente en contacto con gente joven que quiere incorporarse a este mercado".
Hernán Casciari -escritor, blogger- es el ideólogo del proyecto Orsai (revista, libros, bar): todo un personaje, que sabe rodearse de talentos probados y otros en construcción, ofreciendo siempre una oportunidad donde detecta una posibilidad.
Por cierto, una característica que no hubo que descifrar con Altuna pero que el dibujante agradece: "Orsai privilegia la relación con el autor, de manera limpia e inmediata", dice.
En el número 1 de Orsai hay textos del mexicano Juan Villoro, Sergio Olguín, Pedro Mairal, el británico Nick Hornby, el español Agustín Fernández Mallo, Carolina Aguirre y Natalia Méndez. En el 3, un artículo magnífico de la peruana Gabriela Wiener.
Altuna continúa, entre pedidos de autógrafos y fotografías.
"Yo vengo a la Argentina dos veces por año. Si fuera por mí, vuelvo mañana. Pero tengo tres hijos y nietos y dejar la familia a 12 mil kilómetros es difícil".
Es cuando salta a la cuestión social europea. Por contraste, asegura, "la situación política argentina es muy estimulante, teniendo en cuenta el bajón europeo. Lo que veo acá es una especie de energía fantástica".
"En Europa las cosas están muy complicadas. Está empezando un ciclo que los argentinos pasamos: la aplicación de las políticas neoliberales, las mismas que fracasaron en América Latina. Eso es lo que nos espera a los que vivimos allá".
Pero optimista al fin, el dibujante-guionista supo cosechar un prestigio incomparable, y una capacidad de trabajo que no mengua. "Pero todo eso sería imposible sin la juventud que ahora estoy conociendo por acá", concluye.
Fuente:Telam
30 de Octubre
Ensayo
La trastienda aberrante de una tradición familiar
El escritor norteamericano Jonathan Safran Foer combina datos estadísticos con imágenes de la infancia en su ensayo “Comer animales”, una obra que cuestiona las creencias, los mitos y las tradiciones familiares relacionadas con el consumo de carne, además de analizar el impacto ecológico y económico provocado por este hábito.
¿Por qué el hombre es carnívoro? ¿Es moralmente legítimo comer carne vacuna? ¿Cuáles los efectos económicos, sociales y ambientales de hacerlo? ¿Cómo tratamos a los animales que nos comemos? Sobre estos interrogantes se mueve la nueva obra del autor de novelas como “Todo está iluminado” y “Tan fuerte, tan cerca”, quien poco antes de convertirse en padre comenzó a preguntarse sobre los alimentos que consumiría su hijo.
Con elementos de la filosofía, literatura y la autobiografía, “Comer animales” explora el origen de nuestros hábitos alimenticios: desde el peso de las tradiciones familiares a la hora de pensar una dieta alimentaria hasta el precio pagado por el medio ambiente, los países del Tercer Mundo y los animales para que la carne pueda llegar a la mesa.
"El hecho de consumir o no animales y la forma en que los consumimos provoca de todo menos indiferencia. La carne está relacionada con lo que somos y lo que queremos ser, desde el libro del Génesis hasta la última ley sobre la ganadería. La carne provoca cuestiones filosóficas significativas y representa una industria que mueve una cifra de más de 140.000 millones de dólares anuales y ocupa casi un tercio de las tierras del planeta”, analiza Safran Foer.
“(La carne) modifica los ecosistemas oceánicos y podría determinar el futuro medioambiental de la tierra. Sin embargo, parece que sólo somos capaces de reflexionar de forma superficial sobre el contorno de los argumentos, sobre los extremos lógicos antes que sobre las realidades prácticas”, cuestiona el autor.
En “Comer animales”, editado por Seix Barral, el escritor ofrece un extenso trabajo de campo que se filtra por ejemplo en el relato de una expedición clandestina a un matadero industrial y en un reportaje sobre un establecimiento en el que se practica la ganadería tradicional.
"Me parece que está sencillamente mal comer o dar de comer a la familia cerdo criado en factorías agrícolas -critica Safran Foer en su libro-. Probablemente esté incluso mal sentarse silenciosamente junto a amigos que comen cerdo criado en factorías agrícolas, por difícil que sea decir algo. Los cerdos claramente tienen una mente rica e igual de claramente son condenados a una vida lamentable en las factorías agrícolas. La analogía de mantener un perro en un armario es bastante acertada, aunque algo generosa".
"Hay algo especial en el hecho de comer animales que hace que las diferentes opiniones se polaricen: o nunca comemos carne, o no nos cuestionamos seriamente el tema, o nos convertimos en activistas. Estas posiciones antagónicas, al igual que el rechazo a adoptar una determinada posición, son muy reveladoras, ya que convergen para indicar que comer animales no es una cuestión banal", explica el autor.
Más allá de la postura militante de Safran Foer en contra del consumo de carne, la obra está escrita en un tono ágil que no excluye las anécdotas pintorescas, como cuando el escritor recuerda que su colega Franz Kafka decidió hacerse vegetariano cuando durante una visita a un acuario en Berlín se dirigió a los peces: "Ahora que al menos puedo mirarlos en paz, ya no los como", les dijo.
“Comer animales” aborda en todas sus formas el vínculo entre personas y animales –poniendo énfasis en la manera en que estos últimos se vuelven alimento de la especie humana- y no ahorra contundencia a la hora de describir la manera cruenta en que es tratada el ganado mucho antes incluso de ser ejecutado.
"Tenemos que encontrar una forma más adecuada de hablar del hecho de que comemos animales. Hay que buscar los medios de situar la carne en el centro del debate público, del mismo modo que en tantas ocasiones se encuentra en el centro de nuestros platos”, sostiene Safran Foer.
Pretender llegar a un consenso se antoja algo inútil. Por muy fuertes que sean nuestros convencimientos sobre lo que es bueno para nosotros de forma individual, e incluso en lo colectivo, sabemos de antemano que nuestras posiciones van a chocar con la de nuestros vecinos. ¿Qué podemos hacer ante esta inevitable realidad? ¿Abandonar la discusión o encontrar un medio de reconducirla?", se plantea el autor.
Safran Foer expone en su obra el funcionamiento de lo que llama “factory farm” (granja-fábrica), un lugar en el que los animales ya no son tratados como seres vivos sino como productos y en el que la supuesta eficiencia del sistema está por encima de cualquier preocupación por la polución o la salud pública.
Según el escritor, en esos sitios se desempeñan miles de trabajadores sin formación y sin garantías (la mayoría de las veces inmigrantes ilegales) que no pueden quejarse por las condiciones infrahumanas en las que trabajan.
“Comer animales” no es un alegato a favor de la vida vegetariana, sino la búsqueda de “omnivorismo responsable”, es decir, un retorno al sistema anterior en el que los animales eran criados por granjeros, se alimentaban de manera acorde con sus dietas naturales y se producían tantos como la tierra podía mantener sin causar daños irreparables al medio ambiente.
Fuente:Telam
01 de Noviembre
En el Centro Cultural Borges
Presentan la primera edición castellana de una obra poética de Chesterton
La primera edición castellana del libro "La balada del caballo blanco", del escritor inglés Gilbert Keith Chesterton, se presentará este martes a las 18 en el auditorio del Centro Cultural Borges, Viamonte y San Martín.
El encuentro se realizará en el marco de las quintas jornadas internacionales dedicadas al autor, que se llevarán a cabo los días 1 y 2 de noviembre.
"La publicación de `La balada...` en nuestro país honra una vasta tradición de la literatura argentina, que abreva en el inagotable ingenio de Chesterton", puntualizó su traductor, Marcos Pérez Rabasa, explican los organizadores a través de un comunicado.
"Entre las actividades previstas, se realizará un homenaje al escritor Jorge Luis Borges, al cumplirse el 25mo. aniversario de su fallecimiento, que contará con la participación de María Kodama, viuda del autor. Habrá además diversas conferencias que abordarán la relación entre la literatura del autor inglés y el argentino", agregan.
Las conferencias estarán a cargo, entre otros, de Dermot Quinn; Ian Boyd, presidente del Chesterton Institute for Faith and Culture; y Jorge Ferro, investigador del Conicet y especialista en literatura inglesa.
Fuente:Telam
01 de Noviembre
Viejos problemas en situaciones cotidianas
“¿Cómo, ésto también es matemática?”, el nuevo libro de Adrián Paenza
Por Juan Rapacioli
En “¿Cómo, ésto también es matemática?”, Adrián Paenza, doctor en Matemáticas y periodista, reúne una serie de viejos problemas y los presenta ordenados en situaciones de la vida cotidiana.
En “¿Cómo, esto también es matemática?”, Adrián Paenza, doctor en Matemáticas y periodista, reúne una serie de viejos problemas y los presenta ordenados en situaciones de la vida cotidiana que van desde un partido de damas hasta la organización del tránsito en una gran ciudad, configurando un relato lúdico y atractivo que saca a las ciencias exactas de un lugar académico.
“La matemática ha sido percibida históricamente como algo alejado de la vida cotidiana”, dispara Paenza en una entrevista con Télam. Y explica: “No digo que no sea importante tener noción de lo que es una fracción o saber que ángulos opuestos por el vértice son iguales. Pero nunca empezaría por ahí".
"Supongamos que existe alguien que no sabe nada de música y se le hace una selección para que la conozca. Y esa selección empieza por las marchas militares. Entonces creo que hay que parar y empezar de nuevo. No es que no sea música eso, pero hay que dejarse seducir primero: está Piazzolla, Beethoven, Charly García, y tantos”, ejemplifica.
“Nosotros, con la matemáticas, hicimos eso. Empezamos por un lugar que no tiene ningún atractivo. Por eso el lugar de rechazo que hemos tenido todos es razonable", afirma el autor.
Y sostiene que: "Si a un chico le enseñás a saltar de pantalla en un videojuego o a ganar una vida, prestaría atención porque es un problema que se le presenta. La idea es mostrar cosas que te mejoren la calidad de tu vida cotidiana. Esto implica un compromiso de interactividad entre el docente y los alumnos”.
Paenza hace un gráfico: “Un chico que juega a un videojuego, de entrada no le va bien, tiene que descubrir cuáles son las destrezas que hacen falta aplicar, hasta que logra naturalizarlo y saltar de pantalla".
"Es como entrar en una habitación oscura, primero te llevás todo por delante. Una vez que resolviste ese desafío, empieza otro. La matemática es un desafío constante”, agregó.
Adrián Paenza nació en Buenos Aires. Es doctor en Matemáticas por la Universidad de Buenos Aires y profesor de esa institución desde 1979.
Actualmente conduce dos ciclos de Canal 7: “Científicos Industria Argentina” y “El debate”. Además, es autor de los libros: “Matemática, ¿Estás ahí?” (Episodios 1, 2, 3.14, 100 y 5). “¿Cómo, esto también es matemática?, es su último trabajo y puede descargarse gratuitamente en el sitio: cms.dm.uba.ar/material/paenza.
Publicado por Sudamericana, “el libro lo fui escribiendo durante el año y lo dividí en temas hasta que logré una masa crítica suficiente. Hay muy poco de esto escrito en castellano, salvo para los profesionales. Cualquiera que haya pasado por un departamento de matemáticas conoce estas historias. Lo mío es la selección del material, la forma de presentarlo y, obviamente, las opiniones".
A su juicio: “Cuando tenés un problema y no te sale la sociedad te mira como un burro. Y uno no quiere formar parte de ese grupo y empieza por no exponerse para no caer en el ridículo. Hay personas que tienen más facilidades, algunos menos, pero todas requieren de esfuerzo; no conozco a nadie que se levante a la mañana y haga un teorema. Necesitamos del estímulo de la prueba y el error”.
Y desarrolla esa idea: “El conocimiento está ligado con la punición y el colegio está relacionado con un lugar así en el imaginario de todo chico. Por supuesto tiene ganado un lugar en el paraíso porque organiza, enseña a frustrarte, a coexistir en sociedad, a compartir, pero al mismo tiempo al chico le parece un lugar de castigo. Sería positivo saber qué cambiar para que el alumno sienta que va a mejorar”.
Fuente:Telam
02 de Noviembre
Nueva obra de Nicolás Shumway
El oficio de pensar la Argentina
Por Julieta Grosso
El ensayista norteamericano Nicolás Shumway llegó a la Argentina para presentar "Historia personal de una pasión argentina", una obra en la que combina el registro ensayístico -como en el capítulo dedicado a explicar su novedoso concepto de "menardismo"- con apuntes autobiográficos sobre su inalterable devoción por el país.
Nacido en Arizona, Shumway tuvo el primer contacto con la cultura argentina a partir del relato de unos tíos que llegaron a estas tierras como misioneros de la iglesia Mormona, pero fue desde 1975 -cuando llegó por primera vez tras ganar una beca para permanecer cinco meses- que este ensayista y politólogo empezó a tejer una relación que fusiona el interés académico con el amor por la idiosincrasia porteña.
El autor cristalizó sus conocimientos de la historia nacional en "La invención de la Argentina. Historia de una idea", un celebrado ensayo publicado en 1993 que organizaba el imaginario fundacional nativo en torno a una serie de “ficciones orientadoras” que permitían articular en un relato homogéneo el conjunto de estructuras que ayudaron a moldear el país.
Shumway está de regreso una vez más, ahora para presentar "Historia personal de una pasión argentina" -título inspirado en el ensayo casi homónimo de Eduardo Mallea- que describe la mezcla de fascinación y perplejidad que le despierta la idiosincrasia nacional, a la vez que describe cómo las ideas del pasado siguen gravitando sobre el presente.
En diálogo con Télam, el ensayista aseguró que la Argentina está en un "momento bisagra", y se refirió a los alcances del "menardismo", un concepto inspirado en el personaje del relato de Jorge Luis Borges "Pierre Menard, autor del Quijote", que define como "la aplicación anacrónica de un modelo interpretativo o de un paradigma retórico a acontecimientos que ocurrieron en otros tiempos y en otras condiciones”.
- Télam: Siguiendo con la idea de su libro anterior en el que postulaba cuáles fueron las "ficciones orientadoras" que trazaron el curso del siglo XIX ¿Cuáles sería el escenario del siglo XX?
- Shumway: Todo país tiene su ficción orientadora, esto no es exclusivo de la Argentina. Las naciones son todas invenciones. Si pensamos específicamente en las ficciones orientadores del siglo XX, podemos detectar que algunas todavía tienen mucho que ver con el siglo XIX: aún se está debatiendo el significado de mayo de 1810, de (Juan Manuel) Rosas, de (Domingo) Sarmiento, del liberalismo argentino...
La Argentina, en comparación con otros países, se define en términos de debates históricos con un grado muy exacerbado a veces.
Hay gente que aún hoy se define como rosista o sarmientista.
Y es impresionante ver cómo esos debates del siglo XIX siguen tan vigentes en el siglo XXI.
Otra cosa que me parece interesante es lo que llamo la `hiperdemocracia`, es decir, la capacidad de un líder fuerte para articular la voluntad del pueblo mejor que las instituciones republicanas que hemos heredado.
Ese caudillismo se hace idea sobre todo en los años 30. Una de las personas que mejor estudió ese tema es (Raúl) Scalabrini Ortiz, que articula muy bien la idea de que en la historia argentina han habido ciertos caudillos que encabezaron movimientos populares y se han transformado en mucho más que la cabeza de ese movimiento. Y cita, dentro de esta línea, a Mariano Moreno, Juan Manuel de Rosas, Hipólito Yrigoyen y a (Juan) Perón.
-T: Usted habla de la oscilación del temperamento argentino, esa tendencia a pasar del optimismo más extremo a un pesimismo demoledor sin escalas ¿Esta modalidad tiene correlato en nuestra historia, tan signada por antinomias como civilización o barbarie y peronismo o antiperonismo entre otras?
-S: Uno de los grandes paradigmas para pensar la Argentina proviene de Sarmiento, que trabaja precisamente con polos opuestos a partir de la idea de civilización y barbarie. Obvio, a nadie se le ocurriría cuestionar su status intelectual, pero lo cierto es que Sarmiento, con ese sentimiento polarizado y polarizante, determinó una manera de leer la realidad.
Alberdi, sin embargo, sabía que pensar la Argentina en términos de polarización no era un pensamiento justo ni adecuado para el momento. Y es verdad, ese pensamiento en polos opuestos tiene reflejo popular en expresiones cotidianas donde no parece haber intermedio entre la maravilla y la mierda, pero también se ve a nivel intelectual.
- T: ¿Cuáles son los riesgos de incurrir en lo que define como "menardismo"?
- S: Muchos dicen que el problema de los militares es que se preparan para la guerra que ya fue y no para la que viene. El problema del menardismo es ese: que utilizamos aparatos interpretativos del pasado para entender el presente. El ex presidente norteamericano (George) Bush, por ejemplo, solía apelar a la comparación con los métodos de (Adolf) Hitler para justificar su guerra del terror contra Saddam Hussein. Tenemos que evitar quedarnos atrapados por modelos retóricos del pasado.
- T: En el libro sostiene que actualmente están dadas las condiciones para que se genere una bisagra en la historia argentina ¿Qué factores alientan esa idea?
- La Argentina está pasando por un momento de bastante prosperidad. La economía ha crecido mucho y los programas de gobierno para transferirle cierta riqueza a las clases más pobres -por ejemplo la asignación por hijo- han podido sacar a mucha gente de la indigencia. Sin embargo, esa prosperidad no va a durar para siempre, así que la gran pregunta es cómo capitalizar con la prosperidad de este momento.
Otra cosa que ha cambiado mucho es la economía y la construcción del poder internacional. Hay nuevos jugadores y Asia se ha convertido en un nuevo mercado importante para la Argentina y el resto de América latina.
La dependencia de los mercados europeos y norteamericanos ya no es la misma a partir de la aparición de los nuevos actores como el mercado asiático. Esa reconfiguración del poder mundial ofrece hoy nuevas oportunidades.
Fuente:Telam
02 de Noviembre
Con la novela “La inauguración”
María Inés Krimer resultó la ganadora del Premio Internacional de Novela "Letra Sur 2011"
La escritora María Inés Krimer resultó ganadora del Premio Internacional de Novela "Letra Sur 2011", con la novela “La inauguración”, entre un total de 245 originales que participaron en esta cuarta edición.
El premio -dotado con 50.000 pesos y la publicación de su novela -que será editada por El Ateneo el mes próximo- se entregó en el transcurso de una ceremonia realizada en el auditorio de la librería El Ateneo (Florida 340). El jurado estuvo integrado por Juan Sasturain, Vlady Kociancich y Martín Kohan.
Sobre “La inauguración", dijo Kociancich: “Es una novela de admirable creación de ámbito y personajes en el marco de una tragedia de estos días. Una historial hábilmente narrada que emociona por su contundente realismo”.
La trama se desarrolla en una casa vigilada por una ex campeona de box, donde los personajes allí atrapados escuchan de a ratos la música que emite un camioncito con la publicidad de la Rural.
Para matar el tiempo la protagonista lee ejemplares de Caras y recorta fotos de su modelo preferida. Cuando intenta una fuga tropieza con una vieja que la amenaza con un secador de pelo y con un cuidador que intenta forzarla. Pero la chica afuera de la casa utiliza su poder de seducción y se ve forzada para sobrevivir a aprender las reglas del juego sin equivocarse nunca.
María Inés Krimer (Paraná, 1951) es maestra y abogada, pero desde hace más de diez años se dedica a la escritura.
Publicó los libros “Veterana” (1996, cuentos), “La hija de Singer” (2002, novela, Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes), “El cuerpo de las chicas” (2006, novela), “Lo que nosotras sabíamos” (ganadora del Premio Emecé de Novela 2009) y “Sangre Kosher” (novela policial, 2009).
En la primera edición de este concurso, respaldado por la editorial El Ateneo y el Grupo Jornada, el premio recayó en Gabriel Bañez por su novela “La cisura de Rolando” y en 2009, Isabel de Gracia resultó ganadora con “Glasgow 5/15”. El año pasado, la ganadora fue Mori Ponsowy con “Abundancia”.
Fuente:Telam
03 de Noviembre
"El arte de la sombra"
Rauskin presentó su último libro en Buenos Aires
Por Jorge Boccanera
La frase: "para mí, el poema, cuando no es un cuadro, es una partitura", define la obra de registros múltiples del poeta paraguayo J. A. Rauskin, quien visitó Buenos Aires para presentar en la Biblioteca Nacional su última obra "El arte de la sombra".
Considerada como una de las principales del Paraguay, la obra de Rauskin, nacido en Villarrica en 1941, abarca una veintena de títulos en los que se desliza con soltura del epigrama al poema en prosa y de la copla al soneto.
Sobre esta característica que engloba tanto a la imagen en el texto breve, conciso, como al pasaje narrativo, señala: "Las formas son preexistentes, están en espera de quien las use. No da lo mismo escribir un poema en prosa que una copla, pero si en ambas formas se expresa la misma pasión, pueden estar juntas en un libro".
"Las formas existen para un contenido -explica-, la poesía es arte del significado y antes de pasar a la forma el contenido pasa por la retórica, que es donde se arruina todo; ya que la enseñanza de la literatura convirtió a la retórica en una institución sobrevaluada".
El poeta paraguayo, cuya obra incluye los libros "La noche del viaje" y "Fogata y dormidero de caminantes", es categórico: "Yo estoy abierto a las formas, a la mezcla de géneros y al mestizaje de los estilos".
Si bien su poesía se mueve a gusto por diferentes formas y registros, también tiene amplia libertad en la búsqueda de diversas sonoridades moviéndose entre los juegos fónicos y la canción.
"Para mí, el poema, cuando no es un cuadro, es una suerte de partitura. El carácter melódico de los versos, el ritmo que sostiene al poema, los juegos del sonido, la rima, forman parte del significado, no del contenido general, pero sí del significado poemático".
Sobre la relación con el cancionero popular paraguayo, señala: "Yo continúo, a mi manera, en verso y prosa, algunos temas del cancionero paraguayo, sobre todo los que reflejan a la sociedad tradicional del Paraguay, que ya no existe".
Y agrega: "Hay canciones que pertenecen al antiguo repertorio popular que disparan, por así decirlo, numerosas páginas mías a lo largo de muchísimos años. Y aunque nunca escribí canciones para ser cantadas, le han puesto música a algunos poemas míos".
El universo de Rauskin parte de una observación aguda de la cotidianidad, con una simbología que echa mano a la naturaleza: "Escribo sobre la trascendencia oculta en la vida diaria; esos símbolos -el sol, la luna, la lluvia- son convocantes.
Respecto a las imágenes visuales que pueblan sus poemas, dice estar influenciado por la pintura y el cine -en su manera de imaginar el texto- y agrega: "Sobre todo la pintura que aspira a representar al hombre de carne y hueso, de pensamiento y sentimiento, pintura llamada realista a falta de otro nombre mejor".
Entre las influencias literarias y vecindades que acompañan su hacer nombra a Rubén Darío ("nos enseñó a reconocer la música que duerme y despierta en las palabras"), Jorge Guillén ("su compañía es valiosa para luchar contra la visión decadente de tantos libros que nos llegan", y a José Hernández ("un libro que vive en mí desde la infancia es `Martín Fierro`).
Otra marca de su trabajo es un tono de nostalgia que suena a la evocación de una edad perdida: "Y qué más quisiera yo que escribir siempre para el ritmo personal que en cada uno adquiere la nostalgia. Tanto la nostalgia de lo que fue como la de lo que pudo ser y no fue. Tal vez esto venga de mi afinidad con la música".
En la misma cuerda sitúa aquello que se derriba en aras de la modernidad: "En las ciudades se destruye lo antiguo con el aparente propósito de construir lo nuevo; pero lo único que anima a este despiadado urbanismo es la acumulación de capital y la exclusión de los pobres de los beneficios de la urbe moderna".
Esos "pobres" que pueblan su poesía, dice, son: "La gente humilde, que vive con estrecheces pero no en la pobreza que la destituye, y vive sin tener ningún futuro, desplazada por un sistema injusto, es la que mueve mi sentimiento más inmediato".
¿Cómo juega en su escritura la lengua guaraní, su sonoridad, su simbología, sus metáforas?
- En primer lugar, el contacto de las dos lenguas extiende el horizonte posible de la escritura. Luego, las metáforas propias del guaraní no se sienten como tales cuando se habla guaraní, están petrificadas, y ello es una típica condición de cualquier lengua viva.
"Sin embargo -aclara- algunas metáforas propias de la lengua guaraní se traducen, se modulan y pueden vivir muy bien en un poema escrito en español. Es algo que hacemos con alguna frecuencia en el Paraguay".
En el paisaje poético de Rauskin tienen lugar motivos de países orientales como China o Japón.
El poeta dice ignorar si tales países conservan las tradiciones que posibilitaron el gran arte, y acota: "Sería una pena cambiar la visión oriental que integra el arte y la vida, por la separación de arte y vida que prevalece en Occidente".
Y concluye: "El Japón antiguo desarrolló una estética de ideales de casta volcados en la cotidianidad trascendente, estética que influyó en el diseño de la sociedad imperial y que no tuvo parangón".
No es la primera vez que Rauskin publica entre nosotros; ya otros libros suyos habían aparecido en editoriales locales, entre ellos "La nave", editado el año pasado y esta última en ediciones del Dock, y "Canciones elegidas", que salió por el sello Tierra Firme en 1998.
Fuente:Telam
Cerebro derecho, cerebro izquierdo y otras zonceras
Por Raquel Roberti
“Uno de los grandes motores de la evolución del conocimiento es la angustia frente a lo desconocido. Si no tuviéramos miedo a lo desconocido, no inventaríamos nada.”
El biólogo Diego Golombek, autor de Cavernas y Palacios, desmenuza los lugares comunes teñidos de cientificismo.
Todo aquel que haya sobrevolado la Ciudad de Buenos Aires de noche, sabe lo bello y, acaso, sobrecogedor que es ver un cúmulo de luces de diverso tamaño que parecen turnarse en el prendido y apagado efímero. También sabe de la perfecta combinación de ese mapa lumínico con la calma oscuridad del río, apenas esbozado por algún farol de barco pesquero o la espuma ocre de las aguas. Así, como ese paisaje nocturno, podría verse el cerebro humano, asegura el biólogo Diego Golombek, autor de Cavernas y Palacios (Siglo XXI ediciones), que acaba de reeditarse. La afirmación no parte de un romántico incurable: Golombek es presidente de la Sociedad Argentina de Neurociencia, organizadora del reciente congreso de la especialidad en la ciudad de Córdoba. En esa reunión se habló de las investigaciones básicas que permitirán entender el cerebro y que están muy lejos de algunas teorías. Por ejemplo, las que dicen que el ser humano utiliza sólo el diez por ciento de su capacidad cerebral. “Es mentira, usamos todo”, dice este hombre que alcanzó la popularidad en el programa Científicos Industria Argentina, que conduce Adrián Paenza por Canal 7, interpretando al cocinero científico.
–¿Usamos todo, pero no sabemos para qué?
–Algunas cosas sí sabemos, pero eso que pasa entre nuestras orejas es una zanahoria que se nos aleja porque a medida que conocemos más, surgen nuevas preguntas y misterios que, en algún momento, creo que vamos a resolver.
–¿Hay más teorías erróneas?
–Hay una postura que sostiene que los caminos del cerebro son insondables y plantea una cuestión de jerarquía: la única forma de entender el cerebro es con el cerebro y la conciencia con la conciencia, pero no funciona y por eso necesitaríamos algo por arriba de eso. Para mí, básicamente, son gansadas. Esconden un cierto dualismo, la idea de que hay dos cosas: lo concreto, las neuronas, el seso que se puede tener en la mano o adentro de los ravioles, y lo espiritual o mental, que es otra cosa. Pero no lo es, es un reflejo de lo mismo y la neurociencia lo viene proponiendo hace tiempo. Aunque siga siendo sorprendente, lo que somos, los recuerdos, las emociones, nuestra historia, es el reflejo de la actividad de células nerviosas muy especializadas. No es simplificar y reducir: no hay nada más, y lo que hay es suficientemente complejo como para que generaciones de neurocientíficos se pelen las pestañas tratando de entenderlo.
–Esa tendencia a separar entre material y espiritual, entroncada con la religión, ¿es una forma de expresar lo que no terminamos de entender?
–Seguro, y también es un reflejo del cerebro. Ponemos lo misterioso en una cajita apartada. Pero, finalmente, uno de los grandes motores de la evolución del conocimiento es la angustia frente a lo desconocido, el miedo. Si no tuviéramos miedo a lo desconocido, no inventaríamos nada, estaríamos todavía en las cavernas o nos hubieran morfado las bestias. El miedo a la oscuridad lleva a dominar el fuego, a conocerlo para usarlo en provecho propio. Eso es lo que motivó el desarrollo del cerebro.
–¿Cuáles son las cavernas y cuáles los palacios del cerebro?
–El título del libro viene de San Agustín, que habló de lugares accesibles del cerebro, iluminados, y de otros oscuros, inaccesibles, en relación a la memoria. Mi neurólogo preferido, Oliver Sacks, a quien Robin Williams interpretó en Despertares, dice que la palabra favorita de la neurología es “déficit”, porque casi todo lo que sabemos del cerebro lo descubrimos cuando algo anda mal. Por ejemplo: un área deja de funcionar con consecuencias en el comportamiento, la memoria o las emociones. De eso sabemos mucho, y nos da una idea de lo que pasa cuando todo anda bien. Con los métodos actuales podemos saber qué área del cerebro ocasiona, con su muerte, que la persona no pueda identificar caras o generar recuerdos. Pero no podemos atribuirle a esa zona la función afectada, lo único que podemos asegurar es que hay una correlación entre una cosa y otra.
–¿O sea que intervienen distintas zonas cerebrales en cada función?
–Claro. Hay un caso clásico de la zona relacionada con la moral. En un accidente del siglo XIX, una barreta le atravesó el cerebro a un obrero de ferrocarril, desde un ojo a la nuca. Estuvo en coma, perdió el ojo y una parte del cerebro, pero despertó normal, hasta que este buen trabajador, casado, que iba a la iglesia todos los domingos, se separó, empezó a apostar y a beber. Fue la primera señal de que la moral, además de ser un bien social y cultural, tiene que ver con el cerebro.
–Como decía la frenología, que adjudicaba virtudes y defectos a zonas cerebrales.
–Franz Gall, el inventor de la frenología, decía que si éramos muchos los que teníamos una cierta cualidad, nos iba a crecer esa área del cerebro. Si éramos muy buenos, la zona de bondad nos iba a crecer tanto que nos iba a salir un chichón de bondad. Obviamente, es una estupidez. Pero después de eso, nos fuimos para el otro lado y creímos que todo está distribuido y generalizado en el cerebro. Hoy, con las técnicas de imagen, tenemos algo intermedio, ciertas áreas con ciertos comportamientos.
–¿Qué zonas oscuras mira hoy la neurociencia?
–Hay muchas que nos llevan más allá en los interrogantes, como descubrir el proceso de regeneración del sistema nervioso. Hay un dogma clásico de la neurociencia: “En el ser adulto, neurona que para, neurona que cierra”. Hoy sabemos que no es cierto, hay neurogénesis en el cerebro del adulto, aunque no es general. Además de que es fascinante por sí mismo, este descubrimiento tiene una aplicabilidad tremenda: si entendiéramos el proceso por el cual aparecen nuevas neuronas, podríamos revertir algunas enfermedades, como la parálisis producto del quiebre de la médula espinal, o el parkinson, o el alzheimer. Todavía no entendemos todo, pero vamos en camino. Esas zonas oscuras se van pintando de gris y, en algún momento, serán de colores.
–¿Qué hay de cierto en la histórica división de tareas por hemisferio cerebral?
–Es cierta, pero no tan exagerada como la contamos. Sabemos que, con ciertas lesiones en el hemisferio izquierdo se pierde la capacidad de producir lenguaje, de entenderlo o de hacer el link entre entenderlo y decirlo. Hay áreas equivalentes en el lado derecho, que se relacionan más con la emocionalidad del lenguaje: cantar o entender un chiste. Hay un funcionalidad diferente, pero no tan marcada, el hemisferio derecho no es todo emocional y el izquierdo todo racional. Sabemos que en el cerebro adulto, las neuronas cambian todo el tiempo, y en cierta medida, algunas toman la función de otras. Si una neurona es receptora de estímulos visuales y no los tiene, cambia hacia lo auditivo, posiblemente con cierto límite. Por ejemplo, no conozco casos en que se haya perdido completamente las áreas de generación de habla y otra pueda suplirla.
Los misterios del cerebro es un tema sobre el cual se podría hablar días enteros con Golombek, pero no es el único tema: Diego es un científico de múltiples intereses y actividades. Está grabando la quinta temporada del programa Proyecto G, que conduce por Canal Encuentro, y tiene en carpeta varios ciclos que se emitirán por la señal del Ministerio de Ciencia y Tecnología (próximo a lanzarse) o por PakaPaka. En todos los casos, trabaja junto a la productora La Brújula, donde asegura que se repite el fenómeno de la cafetería: “En las reuniones de producción surgen ideas locas, ellos se entusiasman, quieren ver el experimento y repetirlo. Después hay tiempo de bajar a tierra y transformarlo en el guión”. En esas mesas tienen presencia los asesores de contenidos que, en general, provienen de la ciencia, y guionistas que, afirma Golombek, no tienen por qué ser científicos: “Los productos de comunicación pública de la ciencia son productos de comunicación, no de ciencia. Un programa de tele debe ser eso y el guionista tiene que saber cómo atrapar al espectador, algo que los científicos no sabemos”.
La divulgación de la ciencia –que en 2007 le valió el premio Konex– es uno de los motores en la vida de Golombek, junto a la enseñanza y la investigación, dos tareas que realiza en la Universidad Nacional de Quilmes, donde da clases y dirige el laboratorio de cronobiología, disciplina que estudia los ritmos biológicos, eso conocido masivamente como el reloj interno.
–¿Qué investiga en el laboratorio?
–Estamos trabajando en cómo percibimos el tiempo. Si no estimáramos el tiempo, no podríamos funcionar, pero esa estimación se modula por las emociones: en la sala de espera del dentista, el tiempo se detiene; charlando con alguien agradable, pasa volando. Pero, ¿cómo estudiarlo científicamente? Necesitamos la colaboración ciudadana, por eso convocamos a los hinchas de fútbol. La hipótesis es que la estimación del tiempo cambia según el resultado del partido: si faltan cinco minutos para el final y tu equipo gana 1–0, no pasa nunca y “es la hora, referí”. Pero si pierde, pasa volando y no alcanza para empatar. Es un experimento que los hinchas pueden hacer en la cancha, con un amigo y un reloj, y luego nos mandan los resultados a la página web del laboratorio. Necesitamos miles de datos, así que están todos convocados.
–¿Y para cuándo un nuevo libro?
–Para el año que viene. Se va a llamar Las neuronas de Dios y hablará de la religión, de Dios y del cerebro. Las religiones se han mantenido en el tiempo y las personas religiosas son mayoría, a pesar de que ya todos sabemos que se basan en mitos. ¿Por qué será que la evolución favoreció ese fenómeno cultural? Hay pruebas de que nuestro cerebro está cableado como para aceptar lo sobrenatural y se sabe que hay áreas que participan de las visiones religiones. Me interesa contar el correlato biológico, qué pasa en el cerebro de la gente creyente, la neurociencia de la religión.
–¿Qué tienen en común el cocinero científico y el neurocientífico?
–Todo: las ganas de contar lo que hago y lo que hacen otros, que es parte de hacer ciencia. Hay dos vertientes en la divulgación: contar la investigación profesional o contar el pensamiento científico, lo que pasa alrededor de uno en la cocina, en el baño o en el cerebro. Es lo que hacía el cocinero, lo que hago en mis libros y en mi programa. Me divierte más contar la ciencia de una tostada, pero entiendo la necesidad de la otra vertiente porque es contar nuestro patrimonio cultural y de desarrollo. La ciencia es una actividad seria pero no está reñida con el humor, que además rompe con el modelo hollywodense del científico. Un laboratorio de ciencia es un lugar vivo, activo, de festejo por lo que pasa; los científicos se sientan a comer y ahí ocurre ciencia.
–¿Por qué?
–Porque la ciencia no ocurre hasta que se comunica. Se puede contar profesionalmente, en una conferencia, pero también charlar con los colegas, mientras se come un sandwich de milanesa, y eso genera una sinergia fantástica. La cafetería del instituto es uno de los lugares más importantes. De hecho, el Polo Científico tiene un centro neurálgico en la cafetería, ahí es donde van a surgir ideas que no aparecerían si los científicos estuvieran encerrados en el laboratorio, leyendo sólo sobre la propia disciplina.
–¿Cómo ve la actualidad de la ciencia en el país?
–En terminos relativos vivimos un paraiso. La valoración social de la ciencia, que no podemos decir que los científicos supimos conseguir y que ni siquiera es logro de la sociedad que quiere saber de qué se trata, fue una decisión política: jerarquizar la ciencia porque ayudará al desarrollo del país. Empezaron por lo básico: más trabajo, que se pague mejor y que haya plata para trabajar. Ahora estamos en la etapa de política científica. Que haya un ministerio es poner la ciencia, simbólicamente, al mismo nivel que la educación o la economía. El ministro es un científico reputado y tiene una visión de varios mundos: viene de la ciencia básica pero con mucha experiencia en la aplicación industrial… Entonces, desde lo simbólico estamos bien, incluso la mirada social sobre la ciencia cambió, de aquel “pobres pibes, ganan dos mangos” a una visión utilitarista en el buen sentido: “Está bueno lo que hacen los científicos, sin eso seríamos más dependientes”. Eso es producto de una gestión de Estado que, creo, no tiene vuelta atrás porque hay una apropiación social. El fenómeno Tecnópolis apunta a eso, es un ícono cultural, un lugar al que hay que ir, los pibes solos, en familia, en vacaciones, es inédito y es consecuencia de una mirada sobre la ciencia. Marcelino Cereijido lo señalaba muy bien: los gobiernos deberían darse cuenta de que la cuestión no es apoyar a la ciencia sino apoyarse en la ciencia. Algo de eso está sucediendo y, visto desde la ciencia, es maravilloso.
Fuente:MiradasalSur
04/11/11
Las distancias en la literatura latinoamericana
¿Por qué hay tan poca circulación entre las literaturas autóctonas de los países de nuestro continente? Esta es la pregunta central que impulsa al encuentro Diálogo Narrativo Latinoamericano, una serie de conferencias abiertas al público, en el marco de la 31ª Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile.
POR ANDRES HAX. Enviado especial a Chile.
Ayer comenzó el encuentro Diálogo Narrativo Latinoamericano en el marco de la 31ª Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile, una serie de conferencias abiertas al público con 15 autores latinoamericanos invitados. El tema central del debate es por qué hay tan poca circulación entre las literaturas autóctonas de los países de nuestro continente.
Para poner el problema en términos clarísimos citamos a Arturo Infante, presidente de la Cámara chilena del Libro, quien dijo las primeras palabras en el acto de apertura acerca de estas cuestiones. "¿Por qué no nos podemos leer si estamos en una cercanía, si compartimos la misma lengua, y una misma cultura?, ¿por qué que tenemos que esperar que nos descubra algún agente literario o un editor español que tenga la potencia para distribuir y después hacernos descubrir a nosotros algún autor importante que nos estábamos perdiendo?", se preguntó.
Los escritores que participarán son: Carlos Yushimito (Perú), Pablo Raphael (México), Tryno Maldonado (México), Inés Bortagaray (Uruguay), Patricio Pron (Argentina), Heriberto Yépez (México), Rodrigo Hasbún (Bolivia), César Aira (Argentina), Oliverio Coelho (Argentina) Jacinta Escudos (El Salvador), Andrés Burgos (Colombia), Darwin Pinto (Bolivia) y Juan Sasturain (Argentina).
La esperanza de los organizadores de este encuentro es que se convierta en un formato fijo para todas las Ferias del Libro de Latinoamérica y de esa manera construir un foro permanente para promover la difusión de las letras latinoamericanas dentro del continente.
El escritor venezolano Slavko Zupzik fue el encargado de representar a sus colegas en la apertura. "Los escritores presentes estamos con esperanzas de empezar a tejer una red de palabras que contribuya de alguna manera a unir siempre y un poco más el archipiélago infinito y grande que somos y representamos", declaró, estableciendo el tono para el encuentro. "Tenemos la esperanza de que estos días de diálogo contribuyan a acercarnos, integrarnos, leernos, y potenciar sin lugar a dudas lo que para cada uno de nosotros es lo más importante: la escritura".
Fuente:RevistaÑ
MÚSICA
03/11/2011
Sale nuevo disco de Fito
Bravo, Páez
Fito reversiona "Un beso y una flor", del romántico español Nino Bravo
El flamante disco del rosarino, Canciones Para Aliens, cuyo primer corte de difusión es el legendario Un beso y una flor –del español Nino Bravo–, incluye covers de temas de Chico Buarque, Pablo Milanés, Ryuchi Sakamoto y Charly García, entre otros.
“Recuerdo un álbum con los éxitos de Nino Bravo en los años setenta, y ésta como algunas otras canciones quedaron grabadas en la memoria sentimental, que es de lo que se trata también este álbum”, indicó Páez en relación a la decisión de elegir el tema de Bravo como corte de difusión.
Un beso y una flor fue grabado en Circo Beat, en una versión de la que participan Leo Sujatovich en teclados, Juan Pablo Rufino en bajo, Mateo Sujatovich, Dizzy Espeche y Coki De Bernardi en guitarras, Gastón Baremberg en batería y las cuerdas son el Ensamble Estación Buenos Aires.
“Canciones Para Aliens es una idea de álbum que surgió después de grabar una versión de Esta tarde vi llover de Armando Manzanero junto a Leo Sujatovich, productor del álbum", explicó el cantante y compositor rosarino.
En ese sentido, el autor de canciones Ambar violeta, Ciudad de pobres corazones y Yo vengo a ofrecer mi corazón, contó que “se me ocurrió que podríamos hacer una serie de grabaciones para enviar al espacio, como un mensaje en una botella y que lo escuche alguien en algún recóndito lugar del universo".
"Parte de las canciones más hermosas del mundo. Con autores de todas las nacionalidades. Este sería el primero de una serie de discos que seguiremos haciendo en el futuro con otras canciones de otros lugares y otros autores”, concluyó.
Fuente:RedaccionRosario
02/11/2011
El recital será en el Anfiteatro
Fito despide el año en su ciudad
El Tiburón tocará de local, el próximo sábado, en el Anfiteatro.
El cantautor rosarino Fito Páez subirá al escenario del Anfiteatro Municipal, el próximo sábado 5 de noviembre, para repasar sus grandes clásicos y los temas de su último disco Confía, en lo que será el cierre de su gira internacional.
La cita es a las 21 en el anfiteatro ubicado en el Parque Urquiza. En la oportunidad Fito Paez se presentará con su banda formada por Digo Olivero en teclados y direccion musical; Juan Absatz en teclados; Dizzy en guitarra eléctrica, Carlos Vandera en guitarra acústica; Gaston Baremberg en batería; Coki Debernardis en guitarra, y Eloy Quintana en bajo.
Fito recientemente viajó a Brasil para grabar lo que sería un nuevo disco de estudio. Además estrenó el clip de "London Town", video filmado en París y Londres mientras transcurría su gira por Europa en la que obtuvo un éxito arrasador y entradas agotadas con anticipación en cada plaza.
La gira incluyó varias ciudades de España y su show en Londres el 25 de mayo pasado. Luego, en su paso por Paris, ofreció un gran show en el que prometió regresar pronto.
Su primera presentación en Israel transcurrió después de agotar entradas desde el mes de mayo. Al finalizar la gira Europea Fito realizó una gira de conciertos por Latinoamérica.
Rosario es el lugar elegido por el artista para darle cierre al tour. Las anticipadas se pueden conseguir en Music Shop, en Sarmiento 780.
Fuente: Rosariorock
Fuente:RedaccionRosario
24 de Octubre
Lo lanzará en febrero
A los 93 años, Chavela Vargas prepara un nuevo disco con poemas musicalizados de Lorca
La cantante costarricense Chavela Vargas lanzará en febrero en México un disco con poemas musicalizados del poeta y dramaturgo granadino Federico García Lorca (1898-1936) como parte de un homenaje titulado "La luna grande".
Según informó la agencia DPA, el proyecto que prepara la intérprete de música ranchera y dueña de una voz profunda contiene lecturas de Lorca, entre las que se incluyen dos versos de la obra teatral "La zapatera prodigiosa".
Isabel Vargas Lizano -su verdadero nombre-, de 93 años, conocida por sus grandes versiones de temas vernáculos y del compositor mexicano José Alfredo Jiménez, estuvo acompañada durante el anuncio por la sobrina del poeta y directora de la Fundación Federico García Lorca, Laura García Lorca.
"Si José Alfredo Jiménez y Lorca se hubieran conocido habrían sido buenos compañeros, porque ambos son como dos gallos de pelea", sostuvo.
En el marco del tributo al autor de "Romancero gitano", "Así que pasen cinco años" y "La casa de Bernarda Alba", se informó que la obra será no tanto un proyecto comercial sino un "registro histórico".
Vargas, quien reside en México y quien en algún momento de su vida tuvo contacto con Lorca cuando residía en España, recitó unos versos del poeta: "Ansío verte llegar una tarde por Granada con toda la luz salada por la nostalgia del mar".
Fuente:Telam
“En Cuba sabemos que hay que hacer cambios y evolucionar”
Por Diego M. Vidal
(ALEJANDRO RAMIREZ)
El autor de “Ojalá” llega al país: el 10 se presenta en Córdoba; el 12 , en Rosario, y el 18 en Ferro. Desde La Habana, anticipa su visita y habla de lo hecho y de lo que falta por hacer en la revolución.
"Eramos como los Beatles”, rememora Silvio Rodríguez sus días de la Nueva Trova cubana en exclusiva para Miradas al Sur desde La Habana a punto regresar a la Argentina para presentarse en Córdoba, Rosario, Montevideo y Buenos Aires: “Haré canciones que considero inevitables, algunas de mi último disco y también un par del que voy a empezar a grabar dentro de poco”.
El cantautor cubano había pisado la Argentina hace 27 años, junto a Pablo Milanés, y acabaron realizando 14 presentaciones a lleno total en el Estadio de Obras Sanitarias de la Ciudad de Buenos Aires. “Recuerdo que las primeras veces que vinimos había gente con pancartas de bienvenida en el aeropuerto. Al día siguiente teníamos que ir a la policía, que retenía el pasaporte y nos daba un documento con foto y huellas dactilares para circular. Y después aquellos conciertos apoteóticos, aviones en que hasta los pilotos venían a saludarnos, estar en las portadas de todos los periódicos y revistas”, dice Silvio. Por entonces, con Milanés componían una dupla inseparable a la hora de representar el mascarón de proa de la canción revolucionaria. Luego, ambos regresarían por separado. Y Silvio volvería más para actuaciones testimoniales que para recitales propios, como en el acto de repudio al Alca en Mar del Plata o la asunción de Cristina Fernández en la Plaza de Mayo.
–En 2008 dijo que le gustaría cantar en el Teatro Colón. ¿Lo hará en esta próxima visita, piensa que el Gobierno de la Ciudad lo permita, ahora que lo declararon Huésped de Honor?
–Parece no ser mi karma que actúe en el Colón. Hace unos años dijeron que no se podía porque lo estaban arreglando. Cuando lo terminaron, dijeron que tampoco se podía. No me quedó clara la dificultad, pero no vamos a insistir. Lo más importante es encontrarnos con la gente que quiere que le cantemos.
–Estuvo en los Estados Unidos, luego de muchas idas y vueltas para obtener el permiso de actuar. ¿Cómo lo recibió el público allí?
–En el verano pasado hicimos seis conciertos en excelentes auditorios y con buen público. Por la explosividad de la gente, supongo que buena parte eran cubanos y latinoamericanos. La prensa especializada sin duda estuvo, porque salieron críticas, por cierto buenas, incluso en The New York Times. En el segundo concierto que hicimos en el Carnegie Hall tuvimos el honor de ver a Pete Seeger, un ícono de la canción norteamericana, además de un enorme amigo que ya anda por los 90 años.
De aquellas actuaciones con Pablo Milanés no sólo los separa poco más de un cuarto de siglo. Hay también diferencias personales y políticas que los distancian desde hace dos décadas. Hace menos de un mes, unas declaraciones de Milanés ácidamente críticas hacia la revolución desataron una serie de respuestas rotundas de artistas e intelectuales de la isla, pero las del autor de “La Maza” fueron certeras y dolorosas para con el ex compañero de escenarios. Aunque las diatribas fueran compartidas (de hecho lo son), el escenario elegido por Milanés (la Florida, TV y Radio Martí) desató la polémica que Rodríguez zanjó con un “perdonen, pero yo me muero como viví”.
–¿Piensa actuar en Miami alguna vez o supone que se convulsionará demasiado?
–El año pasado evitamos Miami porque allí algunos medios, que pertenecen a cubanos de derecha, suelen ejercer mucha presión sobre los que vivimos en la isla. Todo está muy politizado, ofensas incluidas. No hay un clima distendido, en el que cada cual pueda manifestarse como realmente es. Por eso actuamos en Orlando, a donde fueron algunos de Miami.
–Alejado de las actuaciones públicas, se dedicó más a componer, grabar y recorrer las cárceles de Cuba en una función social de llevarle cierto aire de esperanza y poesía a quienes están privados de libertad. Después, se dedicó a cantar por los barrios y suburbios de la isla. ¿Cómo resultó esa experiencia y cuál es el balance que hace?
–No era la primera vez que cantaba en las cárceles cubanas y espero que no sea la última. Esos conciertos suelen ser muy edificantes porque los reclusos necesitan sentir que no fueron olvidados por la sociedad. Los conciertos por los barrios más pobres los continuamos en septiembre. Van a ser unos 30 en total y después vamos a seguir por los lugares del interior que más nos necesiten. En la realidad económica de Cuba solo un segmento tiene acceso a los teatros. El arte, como yo lo entiendo, tiene que volver a los lugares de donde surge. Eso hacemos.
–¿Qué cosas lo inspiran para componer una canción?
–Algo que veo, algo que le sucede a otro, una reflexión acerca de lo que sea. Cualquier cosa.
–¿Siente que, aún cuando tiene una enorme producción de temas, la gente sigue esperando más de usted?
–Yo sigo esperando más de mí; he ahí el asunto.
“A desencanto, opóngase deseo / Superen la erre de revolución / Restauren lo decrépito que veo”, canta Silvio Rodríguez en uno de sus temas de Segunda Cita, su último disco. Sus canciones, aún las que parecieran más “poéticamente inofensivas” remiten a cuestiones de la realidad cotidiana y hace varias referencias a la realidad cubana actual y a cierta expresión de deseos sobre el porvenir de Cuba y la revolución.
–¿Cómo cree que repercuten en la gente y la dirigencia del país sus palabras?
–En Cuba, desde hace rato sabemos que hay que hacer cambios, que debemos evolucionar. La revolución se hizo. Tenemos una buena base para construir a partir de ahí. Se trata de no perder lo bueno que se ha logrado, de superar los errores y de replantearnos todo lo que merezca ser modificado. En realidad hay mucho por hacer.
–¿Piensa que, como artista, carga la responsabilidad de marcar los errores, de decir que debe venir algo nuevo?
–No me creo “LA” conciencia crítica de la sociedad. Todos los que vivimos y trabajamos somos parte de la conciencia social. Cuando yo empecé, en los ’60, los artistas teníamos micrófonos, escenarios, cámaras desde donde proyectar ideas y, los llamados “artistas conscientes”, nos sentíamos responsables. Hoy día, con la velocidad de las comunicaciones, internet y todo eso, prácticamente cualquiera puede proyectar sus ideas a multitudes. A veces me pregunto si todo el mundo será responsable.
–En cierta época, usted era casi un “cantante maldito”. Sintió la censura en carne propia y los cuestionamientos de personajes que estaban muy lejos hasta de comprender sus letras. Hoy, en Cuba, ¿eso ha desaparecido o, al menos, no es tan frecuente?
–En todas partes hay niveles de censura. Mi generación fue censurada porque los burócratas no concebían que la canción podía ser crítica y a la vez positiva. Nosotros inauguramos esa posibilidad en Cuba: pagamos el precio pero dejamos abierto el espacio. Como la nuestra es una sociedad que no para de cambiar, hoy día hay otras zonas que parecen intolerables. Pero, ¿quién quita que vuelva a pasar lo mismo, que se pague el precio y se abra el espacio?
–Entre los países de Latinoamérica da la impresión de que con Chile tiene una relación especial. De hecho, una hija suya se llama Violeta, por Parra. Hoy, la juventud chilena ha salido a las calles y ese país parece estar despertando del letargo que impuso la dictadura de Pinochet. ¿Está en contacto con la situación, cuál es su visión de lo que pasa allí?
–El régimen militar lo dejó todo dispuesto para que nadie pudiera cambiar un modelo neoliberal que impuso a punta de pistola y con una tubería de dólares que le llegaba del norte. Para colmo, supo dejar a la Concertación como custodio. Para que haya otro Chile todo eso deberá cambiar. Pero eso es algo que le corresponde exclusivamente a los chilenos. Ellos dirán.
• Definiciones al toque
Cuba:“Un largo lagarto verde”, como dijo el poeta Nicolás Guillén.
Martí: Un colibrí, porque él dijo que lo esencial cabía en el ala de un colibrí. Y Martí es esencial.
Maceo: El general Antonio es como un héroe clásico. Los cubanos le decimos “el titán de bronce”.
Fidel: Uno de los padres de Cuba. El hacedor del cambio más profundo de nuestra historia.
El Che: La solidaridad suprema, un símbolo de la hermandad latinoamericana.
Hugo Chávez: El hijo predilecto de Bolívar.
Cristina Fernández de Kirchner: La hermana de Evita Perón.
Fuente:MiradasalSur
03 de Noviembre
Presentación de su nuevo disco
Teresa Parodi: "No hay moldes para la música y eso la salva"
La correntina Teresa Parodi, que acaba de editar "Otro cantar", un disco pletórico de matices y recostado sobre la palabra, afirmó que "no existen los moldes para la música popular" y sostuvo que ese valor es, precisamente, "aquello que la salva".
La correntina Teresa Parodi, que acaba de editar "Otro cantar", un disco pletórico de matices y recostado sobre la palabra, afirmó que "no existen los moldes para la música popular" y sostuvo que ese valor es, precisamente, "aquello que la salva".
"Para hacer música popular no hay moldes y eso es justamente lo que la salva; aunque sé que hay gente que cree que se debe tocar de una sola manera, pero yo -y lo digo sin sentenciar- no creo en eso", expresó en diálogo con Télam.
Parodi enfatizó que la belleza de la música popular aparece "con la sorpresa, la maravilla de la riqueza rítmica, la síncopa, y con todo aquello que no es posible transcribir en una partitura".
"Otro cantar", el flamante disco que Parodi presentará este sábado 5 en el Teatro ND Ateneo (Paraguay 918) desde las 21, cultiva esos conceptos ya sea en composiciones propias, ajenas o a partir de la colaboración con un conjunto de artistas con recorridos más o menos novedosos, entre los que aparecen Lisandro Aristimuño, Ana Prada, María de los Angeles Ledesma, Fernando Barrientos, Arbolito, entre otros.
Sobresalen en el material el oficio compositivo de Parodi -acaso su dimensión de artista más desarrollada-, que se refleja en "Como el río", "Jacinta regresa a casa" o "La escondedora", y clásicos como "Retrato de un pescador" (Ramón Ayala) o "Riachuelero" (Juan Carlos Baldomero Palma).
En "Otro cantar", que se cierra con "Corazón de pájaro", cantado en vivo junto a Mercedes Sosa, Parodi está acompañada por el bajista Lucas Homer, el guitarrista Jorge Giuliano, el percusionista Facundo Guevara y el acordeonista Fernando Correa.
-El disco propone un diálogo con muchos artistas jóvenes, ¿existía la necesidad, a esta altura de tu carrera, de encontrarte con nuevas voces para redefinir la mirada propia? -Fue una búsqueda que hice hacia músicos que admiro, hacia cantares con los que quiero frecuentar, de los que aprendo nuevos lenguajes, nuevas armonías, como también de los grandes maestros como Ramón Ayala o Ariel Petrocelli, que trascendieron y sus obras ya son eternas.
Me enriquece el contacto con ellos. Lo necesito para mi propio cantar. En ese sentido, la música siempre es una obra colectiva, está emparentada con nuestros lazos, con nuestro pueblo; es una conversación que está presente, que es parte de uno, que aparece y alimenta tu propia voz.
-¿Esa apertura hacia otros artistas, además del aporte musical concreto en tu disco, lo asumís como un compromiso para acompañar a colegas cuya música no está tan presente como la tuya?
-Voy hacia ellos porque lo necesito y lo que hacen me conmueven y me importa. A veces esas músicas no están al alcance de todos, no son siempre visibles, audibles.
Es una apertura sincera hacia las miradas que ellos traen desde su generación. Está buenísimo que suceda. Ese compartir es una lección que aprendí de Mercedes Sosa.
También fue el resultado de mi experiencia como maestra cuando era jovencita y me fui a enseñar al monte misionero. Me golpeó tanto que me cambió para siempre. Hice un aprendizaje. Y es lo que sigo intentado hacer.
Fuente:Telam
MUESTRAS
03 de Noviembre
Ciclo federal del Fondo Nacional de las Artes
Obras y artesanías de Córdoba en la Casa de la Cultura
Por Juan Rapacioli
La muestra Pertenencia/Córdoba reúne en la Casa de la Cultura el trabajo de músicos, escritores, artesanos y artistas visuales de la provincia, en el marco de un ciclo federal del Fondo Nacional de las Artes que busca recorrer el mapa de las producciones artísticas de nuestro país.
"El programa comenzó hace siete años. La idea fue hacer un relevamiento de toda la actividad artística de las diferentes provincias del país y reconfigurar la relación de la institución con el campo artístico, acercándonos nosotros a la escena, al momento de producción", explicó Andrés Labaké, uno de los curadores.
"Los directores viajamos a cada provincia y tomamos contacto con los artistas, las instituciones, con sus problemáticas particulares y de acuerdo al relevamiento que hacemos desarrollamos los diferentes programas. Un ejemplo son las muestras que hacemos acá, en Buenos Aires: de artes visuales, artesanía, música, literatura y teatro", enumeró.
"Pero el ciclo no se trata exclusivamente de las muestras; hay una relación establecida con los artistas: vamos, vemos, relevamos y hacemos una selección para traer hasta acá", agregó.
Por su parte, Fernando Farina, otro de los curadores, aseguró que "este programa tiene una continuidad; una vez que hacemos el relevamiento, pensamos de qué forma generamos esa continuidad: la pertenencia de las provincias tiene relación directa con clínicas y talleres que desarrollamos en las provincias".
"Fundamentalmente, lo que hacemos es convocar a los artistas y saber de qué forma los podemos apoyar en cuanto a teoría, desarrollo y actualización", aclaró.
Entre las muestras exhibidas en Rufino de Elizalde 2831, se presentó "Aplastar la utilidad", con obras de los artistas Adriana Bustos, María Guillermina Bustos, Luciano Burba, Pablo Curutchet, Noel de Candido, Lucas Di Pascuale, Rosa Fernández, María Susana Gamarra, Juan Gugger, Mónica Jacobo, Juan Martín Juares, Fabián Liguori, eleste Martínez, Manuel Molina, Dante Alberto Montich.
Y Guadalupe Ortega Blasco, Pablo Peisino, Huilén Peña, José Pizarro, José Quinteros, Gisela Mailén Scotta, Juan Sorrentino, Towelmani y Soledad Videla. La curaduría está a cargo de Carina Cagnolo, Fernando Farina y Andrés Labaké.
Por otra parte, se presentó una gran variedad de producciones artesanales de distintas regiones cordobesas elaboradas con arcilla, cuero, madera, metal, fibras vegetales y animales. Entre las obras más destacadas están los trabajos de los ceramiqueros de Traslasierra, cesteros de Quilino y Copacabana y los tejedores del norte cordobés.
"Mirtha Presas, curadora y especialista en artesanías, dijo que "esto se ha transformado en un programa federal de recuperación de técnicas artesanales. Visitando el norte cordobés, hemos visto una técnica textil maravillosa: el caracolillo tejido a espina, eso se había perdido con el tiempo y ahora hemos generado tres talleres de recuperación de esas técnicas".
"Tenemos un taller de tintes naturales, utilizando elementos de la zona. Otro ejemplo de recuperación son la estelas de las Lagunas de Guanacache, en Mendoza, donde hoy se trabaja con los mismos materiales con que lo hacían sus antepasados".
Labaké afirmó que "el criterio general es no traer acá para mostrar, como si la cultura nacional fuera un espectáculo, sino que hacemos un programa que desarrolle las escenas y las actividades, por eso surgen los talleres".
Y Farina agregó que "también tenemos un programa especial, que son las becas grupales: surgen a partir de las necesidades que tienen las provincias; cuando te encontrás con artistas que están desarrollando proyectos que no tienen apoyo, nosotros detectamos esa existencia y armamos una sociedad".
Por último, Presas, explicó que "no se conocen todas la realidades, eso tiene que ver con las localidades, la transmisión, las materias primas que desaparecen y por eso, muchas veces, muere el oficio. Pero la gente está interesada en seguir trabajando con las manos, entonces lo que hacemos es reordenarlos; por ejemplo, el trabajo con algodón, que se perdió y ahora está resurgiendo".
Fuente:Telam
03 de Noviembre
Muestra fotográfica
Presentan en Mar del Plata el "Archivo Fotográfico de la Memoria"
La muestra “Archivo Fotográfico de la Memoria", con 44 imágenes pertenecientes al archivo de la Agencia Nacional de Noticias Télam que registran instantáneas históricas desde marzo de 1976 hasta la actualidad, serán exhibidas en el Festival de Cine de Mar del Plata
La muestra “Archivo Fotográfico de la Memoria", con 44 imágenes pertenecientes al archivo de la Agencia Nacional de Noticias Télam que registran instantáneas históricas desde marzo de 1976 hasta la actualidad, serán exhibidas a partir del 5 de noviembre en el marco del 26º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
La muestra, declarada de interés legislativo por la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, cuenta con fotos rescatadas del período 1976-1983 ya que en su mayoría fueron quemadas, ocultadas y saqueadas en esa época.
Gracias al minucioso trabajo de los archivistas, el público podrá ver este conjunto de imágenes que grafican momentos claves de la historia como las primeras rondas de las Madres de Plaza de Mayo, los juicios de lesa humanidad, las protestas por las leyes de indulto, la marcha multipartidaria y las reivindicaciones sobre la defensa de los derechos humanos del período democrático.
"Archivo fotográfico de la memoria", que estuvo expuesta del 16 de septiembre al 17 de octubre en la Casa de la Defensa en Buenos Aires, es un homenaje a quienes legaron su vida a la labor periodística, víctimas del terrorismo de Estado como centenares de escritores y periodistas desaparecidos, entre ellos los trabajadores de la empresa, Célica Gómez Rosano y Alejandro Martín Almeida.
Pero también está dedicada "a una comunidad entera que asumió con intrepidez y constancia la misión de realizar plenamente la justicia sin espíritu alguno de revancha", se resalta en el texto de invitación.
Esta muestra, que invita a reflexionar sobre los argentinos, su pasado pero "en especial el futuro", significa un importante rescate patrimonial de la fotografía nacional y de su impacto en la memoria, como así es un importante aporte desde la Agencia Nacional de Noticias a la reivindicación de los derechos humanos.
Con fotografías de reconocidos reporteros gráficos como Jorge Sánchez, José Manuel Fernández, Alejandro Andam, Raúl Ferrari, Tito La Penna, Fernando Gens y Eduardo Navone, la exposición se podrá visitar hasta el 13 de noviembre en el Salón Plaza del NH Gran Hotel Provincial de Mar del Plata, ubicado en el Boulevard Marítimo Peralta Ramos 2502, con entrada libre y gratuita.
Fuente:Telam
TEATRO
Domingo, 6 de noviembre de 2011
PABLO VASCELLO, AUTOR Y DIRECTOR DE MARGARITAS EN LA VENTANA
Retazos de una cicatriz que no cierra
La obra parte del universo poético de Samuel Beckett, aunque luego se despega. Comparte, sin embargo, con el dramaturgo irlandés la puesta en foco de la alienación del sujeto. La pieza se centra en la figura de una mujer autista que fue abusada de chica.
Vascello plasmó en su montaje la idea beckettiana de la incomunicación.Imagen: Sandra Cartasso
Por Paula Sabatés
Una semana antes de estrenar su puesta de No-Yo, de Samuel Beckett, Pablo Vascello recibió una llamada de la agencia británica Curtis Brown, que otorga los permisos de escenificación de obras en inglés del dramaturgo. Del otro lado, un representante le decía que debía suspender el estreno. La razón que le dio fue que no respetaba las indicaciones del autor irlandés, quien en su testamento pidió expresamente que no se lo reversionara. Vascello no logró convencer a la institución de que le era imposible respetar esta obra en particular porque allí la protagonista es... una boca (que él había decidido corporizar en tres actrices). Menos caso le hicieron cuando citó otras puestas internacionales que tampoco seguían la (imposible) indicación, y a las que no se les había obligado a suspender. Sumido en una profunda desilusión, decidió no estrenar para no enfrentarse a un problema judicial, pero al mismo tiempo entendió que algo tenía que hacer con lo que tenía. Se puso a trabajar, y en menos de dos días escribió el boceto original de Margaritas en la ventana, que hoy exhibe orgulloso en el Teatro Brilla Cordelia, los domingos a las 20.
Si bien Margaritas en la ventana no tiene nada que ver, dramáticamente, con No-Yo, ambas comparten gran parte del universo poético de Beckett y hacen foco en la alienación del sujeto, tan presente en toda la obra del denominado padre del teatro del absurdo. La pieza se centra en la figura de una mujer autista que fue abusada sexualmente de chica y que ahora, a horas de su muerte, revive ese momento desde tres ópticas temporales diferentes. Así, Chabeli González Pazo, Paula Badariotti y Romina Lettieri –que aportan una exquisitez actoral que termina por definir la obra– interpretan a la niña, la mujer y la anciana de una misma alma sin sanar, que necesita descargar, aunque sea consigo misma, todos los recuerdos que la atormentan.
De marcada textualidad posmoderna, ya que está caracterizada por la sucesión de fragmentos dramáticos y la superposición de disciplinas (confluyen la danza contemporánea, la técnica cuerpo-títere, la narrativa oral y proyecciones audiovisuales), la obra posee una estética en la que el juego de luces, el vestuario y la escenografía combinan perfectamente con la estructura del texto y la articulación de los cuerpos de las actrices.
“Hoy le agradezco a la Curtis Brown porque nos potenció otra cosa. Veníamos entrenando mucho el cuerpo e investigando desde lo intelectual y cuando nos despegamos de No-Yo, que es una obra mucho más filosófica, salió una historia que realmente nos interesaba contar”, cuenta a Página/12 el autor y director de la pieza.
–¿Qué es lo que más le interesó conservar de la estética beckettiana?
–La incomunicación, la imposibilidad de crear diálogos reales y plenos. También quise respetar la lógica del vaciamiento del espacio y tiempo, del vestuario y la escenografía. Al ser un cubo de madera el único objeto del decorado, lo que queda es el teatro: la voz y el cuerpo. De todos modos, hacia el final nos separamos de Beckett porque nuestra obra tiene un cierre, aunque hipotético, a diferencia de las suyas.
–Además incorporó la conciencia, algo que está ausente en los personajes de Beckett. ¿Buscó eso?
–Sí, aunque también busqué reafirmar cierta distancia, que se manifiesta en el hecho de que el personaje habla de sí mismo en tercera persona. Es consciente de los acontecimientos pero no puede comunicárselo a nadie ni hacer nada con eso. Y en realidad tampoco es plenamente consciente de la gravedad de los conflictos. Su relato es bastante frío, es la descripción de la violación, pero no aparece ninguna acusación.
–De hecho, el universo masculino está ausente en la obra...
–Completamente, porque yo quería hablar de la cicatriz, de lo que le queda a la mujer después del abuso, sobre todo en un personaje autista que nunca le comunicó a nadie lo que le pasó y que solamente se lo cuenta a sí misma. Poner a la otra parte, al hombre, inevitablemente llevaba a la parte ética, al juicio, y ésa no era mi intención.
–¿Cree que la técnica cuerpo-títere, en la que se disocian diferentes partes del cuerpo, tiene que ver metafóricamente con esa cicatriz?
–Sí, porque la única manera de mostrar esa cicatriz era contando la historia a través del retazo, del fragmento. Si la hubiera presentado de forma lineal y ordenada sería una película de Hollywood que no me interesa. En realidad, lo corporal era algo con lo que veníamos trabajando antes incluso de decidirnos por Beckett. Por eso tiene diversos aspectos en la obra: en algunas escenas una actriz disocia un sector de su cuerpo, haciendo que algunas partes sean títeres y otras titiriteras; también hay escenas en las cuales una actriz manipula a otra, y por último partes en las que las tres son manejadas por la luz y el sonido. Metafóricamente, esa técnica nos venía perfecta para mostrar la alienación del personaje y nos parecía mucho más interesante que entregarlo de manera más realista.
–¿Qué conexión, estética o dramática, encuentra entre lo despojado de la escenografía y el vestuario y la soledad de la protagonista?
–El vaciamiento del decorado y el vestuario –que no dice nada, sino que realza partes del cuerpo únicamente– hacen que el espectador se fije en lo fino del movimiento y en la tensión de los actores. Permite trabajar cerca del espectador. Es como si ellos vieran a las actrices a través de una lupa y éstas no pudieran defenderse de la exposición, lo que realza la metáfora de que los abusados no tienen voz.
–¿Tampoco tienen voz para los personajes que aparecen en las pantallas?
–No, justamente porque esos sujetos simbolizan a oyentes que son una síntesis posmoderna del coro griego, que ahora solamente se sienta en primera fila pero ya no opina. Son personajes que no pueden participar porque están en otro plano. Además, representan a la gente que deambula y de repente se horroriza por algo, pero que luego de reaccionar durante unos segundos se da vuelta y se vuelve a trabajar. Y todo eso demuestra que hay otros tipos de abusos que no necesariamente son de carácter sexual, y que están cada vez más presentes en la sociedad.
* Margaritas en la ventana, del grupo Laferrere se Artaud, se exhibe todos los domingos a las 20 en el Teatro Brilla Cordelia, Tte. Gral. Juan D. Perón 1926, Ciudad de Buenos Aires.
Fuente:Pagina12
POESÍA
A LOS DESAPARECIDOS (de cualquier lugar de la Tierra)
Nunca más los volvimos a ver,
nunca más sus olores tuvimos,
nunca más el calor de su piel,
nunca más sus sueños y caprichos.
Sólo a veces suspender la pena,
sólo a veces retener el llanto,
sólo a veces la vida serena,
sólo a veces callar el espanto.
Para siempre sus primeros pasos,
para siempre su amor en las noches,
para siempre de mamá el regazo,
para siempre sus risas, sus voces.
Nunca más compartiendo la cena,
nunca más levantando las copas,
nunca más un lugar en la mesa,
nunca más el sabor de sus bocas.
Sólo a veces reírnos un poco,
sólo a veces despejar la mente,
sólo a veces no sentirnos solos,
sólo a veces olvidar su muerte.
Para siempre en el alma instalados,
para siempre escuchar sus latidos,
para siempre querer abrazarlos,
para siempre soñar que están vivos.
Daniel Adrián Madeiro
Poema precipitado 127
Un pasillo oscuro,
una fragancia a rosas en el aire.
Viajan las manos
hacia cálidos destinos
de carne.
El rocío empieza en ella,
el vigor se desata en él.
Los labios no descansan,
la respiración se agita.
El instinto
apagó al entorno.
Hay dos,
solos,
vistiendo de eternidad
sus cuerpos finitos.
Daniel Adrián Madeiro
Biografía
Escritor argentino, nacido en 1957, residente en la Provincia de Buenos Aires. Autor de poemas, cuentos, narraciones, artículos y ensayos. No tiene libros publicados.
Más de un centenar de sus obras pueden leerse exclusivamente en Internet, en numerosos portales de América y Europa (Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, República Dominicana, México, Puerto Rico, Honduras, Costa Rica, Colombia, Estados Unidos, España y Rumania).
En papel, algunos de sus trabajos aparecieron en:
Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Valentín Alsina; 2001, 2004 (Pcia. de Bs. As- Rep. Argentina).
Revista CUENTA CONMIGO –La lectura que lo acompaña a todas partes- Nro.18; 2003 (Rosario -Rep. Argentina).
Revista ITACA –Ínsula del Pensamiento- Nro.1 ; 2004 (Valencia -España).
Revista IDEARIA –Arte y Cultura- Nro.1; 2004 (Ciudad de Buenos Aires – Rep. Argentina).
Revista VOCES.COM -http://revistavoces.com- Edición Nro.36 Octubre 2004 (La Coruña -España)
Revista VOCES.COM -http://revistavoces.com- Edición Nro.37 Noviembre 2004 (La Coruña -España)
Periódico Literario ETCÉTERA – Diciembre 2004 –Año XII Nro.47 (Zaragoza –España)
1° Edición Digital "Antología Poética Cognosco" –Año 2005- España- Http://www.ecognosco.com/AntologiaCognosco.pdf
Fuente:Agonia.net
Nota:Las fotos que ilustran las notas que no son de origen, son bajadas de la Web.
























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