Involucran a Videla y a los religiosos Von Wernich y Plaza en secuestro de niños en la dictadura
02 de noviembre de 2011
Una de las primeras investigadoras que colaboró con las Abuelas de Plaza de Mayo involucró hoy al ex dictador Jorge Rafael Videla y a los curas Christian Von Wernich y Antonio Plaza en el ocultamiento del destino de los niños apropiados durante la última dictadura.
Al declarar como testigo en el juicio por la implementación de un "plan sistemático" para la apropiación de hijos de desaparecidos -en su mayoría nacidos en cautiverio-, Luisa Linda Abdala relató el periplo seguido junto a su madre después del secuestro de su hermano José Abdala; de su cuñada Susana Victoria Falavella; del hijo de ambos, Sabino y de una niña de siete meses, Maria Eugenia Gatica, el 16 de marzo de 1977.
La nena fue apropiadas por un policía, mientras que Sabino por un médico de la Brigada de Investigaciones de San Justo, y ambos recién recuperaron su identidad a mediados de los 90.
Todos ellos fueron secuestrados en el barrio Los Hornos, de La Plata, por fuerzas conjuntas del Ejército y la policía bonaerense y, según los testimonios, llevados a la Comisaría 5ta de la capital provincial.
A las pocas horas de enterarse por vecinos del operativo, Luisa inició la búsqueda junto a su madre, pero en la dependencia policial les negaron que estuvieran detenidos allí.
"Fuimos mi madre y yo, y nos fuimos con una sensación muy rara de allí, tal vez todavía los niños estaban adentro. Mi hermano y mi cuñada seguro", expresó la testigo ante el Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6).
Luego de permanecer allí el primer día tras el secuestro, los niños fueron llevados a la Brigada Femenina de Investigaciones de La Plata y en ese lugar separados, ya que la nena fue apropiada por un comisario de la policía bonaerense de apellido Silva.
En ese sentido, relató que ya en la Brigada femenina le habían cambiado el nombre a la nena, a la que le decían Marcelita, y que el policía fingió haberla devuelto a sus presuntos abuelos en la localidad banaerense de Mercedes, cuando en realidad se la apropió.
Los Abdala militaban en Montoneros, y la nena era hija de otro matrimonio, Oscar Gatica y Ana Maria Caracoche, quienes la habían dejado a su cuidado.
El dato acerca del destino de los niños fue aportado por una policía del mismo apellido Silva que trabajaba en esa dependencia, quien se contactó con la familia Abdala cuando madre e hija ya trabajaban en la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, junto con la actual presidenta de la entidad Estela de Carlotto y Maria Isabel Chorobik de Mariani," Chicha", quien inició el primer expediente por la desaparición de su nieta Clara Anahí.
Por otra parte, la mujer policía les relató que en una oportunidad les avisaron que "se prepararan para un evento importante, que iba a venir un señor muy importante y el señor muy importante se llevó a Sabino".
Ante una pregunta de la presidenta del Tribunal, María del Carmen Roqueta, Abdala precisó que se trataba del ya fallecido médico Vladimiro Wojtowicz quien inscribió a Sabino un año después, junto con su mujer Teresa Mastronicola, bajo el nombre falso de "Federico Manuel".
Por ser oriundos de Mercedes al igual que el ex dictador Videla, la madre de Abdala le solicitó una entrevista personal, pero le fue negada, mientras que le hizo saber que su hermano "no se encontraba detenido" y que "cualquier cosa, iban a informar".
Videla, junto con sus sucesores, entre los que se cuenta Reynaldo Bignone y otros jefes militares están acusados de haber planificado el plan para apropiarse de los hijos de los detenidos políticos. "Vivíamos a media cuadra", relató la mujer quien además vinculó la entrega de su sobrino con las gestiones que habría realizado el por entonces arzobispo de La Plata, Antonio Plaza, en tanto que recordó las numerosas entrevistas que mantuvo con el arzobispo de Buenos Aires, Francisco Primatesta.
También dijo que entre las responsabilidades que pudo averiguar se encuentra la de Von Wernich, el religioso condenado en La Plata, por su participación en las sesiones de tortura en la Comisaría 5ta.
Su hermano y su cuñada continúan desaparecidos, mientras que la nena se reencontró con sus padres y viven en Brasil, según relató. "A mi me costó años acostumbrarme a esto de los nietos y las Abuelas", confesó a Noticias Argentinas Sabino, quien presenció la declaración de su tía biológica y escuchó como se sistematizó por años la búsqueda de bebés secuestrados durante la dictadura.
Fuente:Telam
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