lunes 12 de diciembre de 2011
Nueva controversia sobre operaciones estadounidenses en México
Por Jacinto Granda (PL)
El controvertido tema de las operaciones de inteligencia de agencias estadounidenses en México volvió a surgir ahora con la revelación de que la DEA lavó dinero de narcotraficantes mexicanos, hecha por The New York Times.
Esa acción provocó críticas de sectores políticos, incluidas las del Senado y la Cámara de diputados, que la rechazaron y solicitaron al Gobierno una explicación al respecto.
The New York Times publicó que los agentes estadounidenses han manejado cargamentos ilegales de dólares a través de la frontera, con el fin de identificar cómo mueven su dinero las organizaciones criminales, dónde lo almacenan y quiénes son sus cabecillas.
Agregó que algunos agentes dijeron que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) a menudo permite a los cárteles la continuación de sus acciones durante meses o incluso años antes de hacer redadas y arrestos.
Hasta ahora, prosiguió el rotativo estadounidense, hay pocas señales de que el seguimiento del dinero haya afectado las operaciones de los cárteles y que los narcotraficantes mexicanos estén sintiendo un castigo financiero serio.
Por su parte, Todd Robinson, subsecretario adjunto de la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley del gobierno de Estados Unidos, reconoció que agentes de su país infiltraron el sistema financiero de México para investigar el flujo de lavado de dinero hacia este país.
Entrevistado por la prensa, agregó que "se van a usar todas las herramientas que podamos para luchar contra el crimen organizado y el tráfico de narcóticos".
Ante la referencia de este lavado de dinero, la Cámara mexicana de Diputados pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores que rechace las operaciones realizadas por Estados Unidos al margen de todos los mecanismos de cooperación bilateral.
El Senado, por su parte, solicitó al gobierno que informe sobre la actividad de la DEA. Al mismo tiempo, legisladores de todos los partidos criticaron la operación y demandaron al gobierno federal reforzar la vigilancia para evitar tales acciones.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Felipe González, representante del gobernante Partido de Acción Nacional (PAN), dijo que se trata de un peligro para la seguridad nacional.
El líder de los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete, afirmó que los órganos de seguridad norteamericana se están saliendo de control y ello está afectando la relación con México.
Francisco Labastida, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), calificó de indignante que Estados Unidos utilice a México para experimentar con armas y realizar lavado de dinero, y de repente se les pierden las armas y se les pierde el dinero.
La Fiscalía mexicana, por su parte, reconoció que existe un esfuerzo común de autoridades de ambos países para reunir información que permita detectar y desarticular redes de lavado de dinero.
Añadió que esas operaciones se realizan de acuerdo con el marco jurídico en vigor, el cual regula las actividades de autoridades extranjeras en territorio mexicano.
Un reciente antecedente del lavado de dinero de la DEA fue la también información del diario The New York Times, publicada el pasado mes de octubre, acerca de que agencias estadounidenses de seguridad tienen una red de informantes mexicanos.
Los Estados Unidos, continuó la nota, con la esperanza de apuntalar la estabilidad de México y evitar que la violencia se derrame a través de la frontera, ha ampliado su papel de una manera impensable hace cinco años.
Esta noticia igualmente provocó diversas impugnaciones al hecho y cuestionamientos al gobierno mexicano.
Interrogadas la canciller y la vocera de la Presidencia, Patria Espinosa y Alejandra de la Sota, respectivamente, sobre esa presencia de agentes de estadounidenses, estas la reconocieron, pero como una cooperación bilateral y con respeto a la soberanía mexicana.
Cuatro días después de esas declaraciones, la CNN publicó una entrevista a Darrell Issa, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, sobre Rápido y Furioso, otra operación de agencias norteamericanas.
Issa afirmó en esa ocasión: "Se estima que unos 200 mexicanos fueron asesinados por armas que nuestro gobierno permitió que pasaran".
Durante Rápido y Furioso, llevada a cabo entre noviembre del 2009 y enero del 2011 por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, se permitió que unas dos mil 500 armas pasaran a México y cayeran en manos del crimen organizado.
El gobierno mexicano se quejó entonces que no fue informado por las autoridades estadounidenses de ese tráfico de armamento hacia su territorio.
En ese mismo mes de octubre pasado, los espacios noticiosos mexicano divulgaron además otras informaciones sobre una anterior operación, denominada Receptor Abierto, en la cual autoridades estadounidenses posibilitaron igualmente el envío de armas a delincuentes mexicanos.
Receptor Abierto, realizada en los años 2006 y 2007, permitió que alrededor de otras 500 armas de alto poder se vendieran a traficantes y cruzaran la frontera.
De acuerdo con el senador republicano Charles Grassley, funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos estaban al tanto de esa operación.
A esto se suma que la mayoría del armamento que poseen los grupos delictivos mexicanos lo obtienen del contrabando procedente de Estados Unidos.
La División Anticrimen del Departamento de Justicia norteamericano admitió que, en los últimos cinco años, el 70 por ciento de las 94 mil armas confiscadas a la delincuencia mexicana fueron vendidas por armerías estadounidenses.
Otra repercusión de la presencia de agentes estadounidenses en México ocurrió en agosto pasado, cuando los medios nacionales citaron una también información del diario The New York Times acerca de que agentes de inteligencia estadounidenses operaban en territorio mexicano.
Esa noticia aducía que los agentes norteamericanos trabajan en una base militar mexicana en el norte de ese país.
Esto motivó igualmente que representantes de partidos políticos y de organizaciones civiles manifestaran su rechazo a la permanencia de efectivos de inteligencias extranjeros y que el Congreso exigiera una explicación del gobierno mexicano sobre el asunto.
Durante su comparecencia ante el Congreso, el entonces secretario de Gobernación, José Blake, hoy fallecido; la canciller Espinosa; y el en esa fecha secretario del Consejo de Seguridad, Alejandro Poiré, también afirmaron que los estadounidenses no realizan ninguna tarea que sea facultad de las autoridades mexicanas.
Entre otros precedentes de este asunto, el sitio digital Taringa divulgó que desde el anterior gobierno mexicano de Vicente Fox ya Estados Unidos viene trabajando en misiones dentro de México.
De igual manera, durante la administración de George W. Bush, en el 2008, Estados Unidos junto con los gobiernos de México y de los países centroamericanos firmaron la llamada Iniciativa Mérida con el objetivo de enfrentar de conjunto el narcotráfico.
Entre las instituciones norteamericanas involucradas en ese plan se encuentran el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia, el Consejo Nacional de Seguridad, el Pentágono, la CIA, el FBI y la DEA.
De tal manera, el controvertido tema de las operaciones de inteligencia estadounidenses y de su injerencia en México ocupó espacios destacados y frecuentes durante el año en los medios noticiosos del país.
Fuente:Argenpress
lunes 12 de diciembre de 2011
Preocupación inexistente en 2006
Por Eduardo Ibarra Aguirre (FORUMENLINEA)
A Felipe Calderón no le preocupa quien gane la elección presidencial del primer domingo de julio, si nos atenemos a la respuesta que brindó a su entrevistador de cabecera.
“No, definitivamente no. Mientras la elección sea democrática, es bueno para el país, gane quien gane. Y no es tan importante quién gane o qué partido, sino cómo gana. Y con qué apoyo gana. Eso es lo que debe ser fundamental. La importancia de llegar a la Presidencia sin compromisos que puedan atar las decisiones soberanas que un presidente debe tomar es fundamental para cualquiera”.
Legítima es la tesis de quien siendo candidato al cargo de primer empleado de los mexicanos, que no otra cosa es, sencillamente la ignoró porque se alió a los dueños de México –incluido el duopolio de la televisión y el oligopolio de la radio–, pactó una subordinación mayor a los intereses de la Casa Blanca y La Moncloa, entre otros, y aún no concluye el pago de costosas facturas de toda índole porque llegó a Los Pinos, como él mismo reconoció con agradecible cinismo: “Haiga sido como haiga sido”.
Ahora le asalta otra preocupación al también general de cinco estrellas, expresada el domingo 4 en un acto para recibir aplausos de subordinados, socios y camaradas de partido, y es “la intervención evidente y palmaria del crimen organizado en los procesos electorales”. Cierto, aporta datos, todos relacionados con Michoacán y la derrota de Luisa María Calderón, su hermana, y ambos no acaban de digerirla, aunque ella está lista para arribar al Senado.
Discursea tanto el abogado, economista y administrador público que no se percata o no escucha a sus asesores --embriagado como está porque comenzó el último año de su gobierno y abundantes opositores le auguraron “sólo un día” con la banda presidencial--, que su reiterada denuncia es el reconocimiento, involuntario, del fracaso de la estrategia militar y policiaca en Michoacán, puesta en juego en diciembre de 2006.
Cinco años después resulta que el crimen organizado pagó espacios en diarios como AM, en los que se amenazó a los votantes de Acción Nacional en tierras tarascas. Una pregunta obligada: ¿La reacción del comandante supremo de las fuerzas armadas sería la misma si el favorecido fuese el PAN? Me temo que no. Y si me apuran tampoco del Partido de la Revolución Democrática o de cualquier otro.
“Porque nunca lo había visto tan evidente”, jura el preocupado titular del Ejecutivo y verdadero jefe del Ministerio Público federal, al que usa y abusa para fines políticos y electorales, como lo evidenció el llamado michoacanazo, próximo a reeditarse contra los priístas en otros estados, según prevé Francisco Labastida.
Las documentadas denuncias periodísticas sobre la intervención del narcotráfico en procesos electorales datan de los tiempos en que Tomás Yarrington gobernó Tamaulipas (1999-2004) y, antes, cuando Luis Donaldo Colosio fue asesinado en 1994. ¿Dónde estaba Calderón que a la luz de sus preocupaciones al parecer no se enteró?
No le falta razón a Andrés Manuel López Obrador, cuando advierte ante empresarios de Yucatán, con todo y su nuevo estilo cuidadoso y numerosos encuentros exitosos con representantes de la iniciativa privada, que es preciso “proceder si se tienen pruebas, si se tienen elementos. Ésa es la obligación de cualquier ciudadano, mucho más de una autoridad”.
Y si el guerrerista michoacano de Morelia no procede y se refugia en la reiteración discursiva, acaso es que algo trae entre las manos en contra de partidos y candidatos de las oposiciones, pues se resiste a entregar la banda tricolor a un candidato no panista, como todo apunta que sucederá.
Fuente:Argenpress
lunes 12 de diciembre de 2011
Como en feria
Por Gerardo Fernández Casanova
“Que el fraude electoral jamás se olvide.
Ni tampoco los miles de muertos inocentes.”
Sí, para variar, también voy a comentar sobre el dislate o, mejor dicho, la regada del tepache del tal Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, por todos tan sabido y tan ridiculizado. Recuperado de las carcajadas queda la pregunta: ¿Alguien votará por semejante onagro (burro silvestre)? Lamentablemente la respuesta es que serán muchos y que el dislate no sólo no le resta votos sino que le suma más; precisamente la de ese mundo de analfabetos funcionales a los que va dirigida la mercadotecnia electoral de Televisa; esos que ahora dirán: Peña Nieto es de los nuestros.
Ni siquiera la ofensiva reacción de la hija, que se refirió a la “prole de pendejos envidiosos” para designar a quienes critican a su padre por ser un iletrado. Nadie se pone el saco: proletarios y pendejos, los demás. Es como lo del lema de “primero los pobres” con el que ni los verdaderamente pobres se quisieron identificar.
No es lo mismo que el candidato de Televisa exhiba su brutal falta de educación, la que de inmediato será subsanada con carretonadas de spots de imagen, a que otro candidato tenga la atinada ocurrencia de aplicar un “cállate chachalaca”, que los mismos medios se encargarán de hacer escarnio de quien lo dijo. Habría que recordar aquella expresión de intolerancia del que mereció ser llamado chachalaca, cuando se aferró a un debate no programado: “Hoy, hoy, hoy” decía y se supuso sería su tumba política, pero la mercadotecnia dominante convirtió la pifia en virtud y le redituó votos.
Peña Nieto, su hija o su esposa (que no canta mal las rancheras en eso del racismo) podrán decir o hacer las peores estupideces que se les ocurra, que nada les va a pasar; es mucho el dinero invertido en el proyecto de imponerlo como presidente en el guiñol armado por sus jefes. Lo lamento por los priístas de buena cepa que no ganan para tanta vergüenza; tal vez ahora comiencen a entender que Televisa les expropió el partido.
Mientras nos divertimos haciendo mofa de Peña Nieto, la feria continúa, y no precisamente la del libro, sino la que está subastando lo que queda del país. Escondida entre las noticias escandalosas, pasa insuficientemente advertida la aprobación en las comisiones de la Cámara de Diputados del proyecto de ley de las llamadas asociaciones público-privadas que, en resumidas cuentas, significa la privatización del Estado. Envuelta en un disfraz de utilidad para que se realicen las obras necesarias para el desarrollo del país, constituye el verdadero caballo de Troya para que, por su gracia, se subcontrate la función de gobernar; ya sólo falta que se eliminen los procesos electorales y se reemplacen por licitaciones al mejor postor y que, incluso, se lleve a licitación el contrato para contratar.
En igual condición se encuentra la reforma estructural que hace nugatorios los derechos conquistados por la clase trabajadora, por la que se reimplanta la decimonónica asimetría en las relaciones obrero-patronales en beneficio del patrón. Como concesión para contar con la votación priísta en la Cámara, la tal reforma deja intactos los instrumentos de control corporativo del sindicalismo charro, desde siempre dispuesto a transar los legítimos intereses de los trabajadores conforme al interés personalísimo de los liderazgos corruptos.
Es una lamentable paradoja de la historia que, mientras en Caracas se consolida la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, como la instancia gestora y defensora de la soberanía de los pueblos de Nuestra América, que no incluye a los Estados Unidos ni a Canadá, en México se traicione la herencia común mediante la entrega a título gratuito y ominoso de la soberanía nacional, que no otra cosa significan las perversas reformas impulsadas por el PRI y por el PAN.
Lo de Peña Nieto sólo confirma lo sabido: es el artículo chatarra intensamente promovido por la propaganda televisiva; es una bola de humo. Lo otro es un torpedo debajo de la línea de flotación; es el estertor del dinosaurio que se sabe muerto pero que pretende llevarse al país entre las patas.
Ojo MORENA. No vaya siendo que en estos estertores nos dejen sin país al cual regenerar.
Fuente:Argenpress
lunes 12 de diciembre de 2011
¿La gran señora Jenny Rivera?
Por Josefina Hernández Téllez (CIMAC)
“Tenemos que hablar de mujer a mujer, hay que dejar unas cosas en claro, aunque no te guste tienes que entender lo que es mío es mío y no voy a soltarlo. Yo voy a pelear y defender mi honor, yo soy su señora y mucho me ha costado...”.
Así inicia una popular canción de la banda de la célebre y reconocida Jenny Rivera, y que en el programa estelar de Televisa, “La Voz… México”, el pasado domingo 27 de noviembre, las jóvenes concursantes cantaron al lado de ella en una prueba de evaluación.
Este simple y atractivo hecho permitió una difusión superlativa de esta canción, así como una penetración a una escala máxima entre el público cautivo y el ocasional de este tipo de “reality”.
Proyección adicional porque en reuniones y fiestas apenas comienza la tonada y las jóvenes y no tan jóvenes se mimetizan con el sentimiento y planteamiento de la cantante: “No sé cómo entraste, no sé cómo fue, no sé qué le diste para atarantarlo, lo que si te digo es que aquí somos tres y este triangulito no me está gustando. Vas a comprender y respetar quién soy, si no es por las buenas pues será a madrazos…”.
Los jóvenes y los señores, quizá, se sienten halagados por ser el “objeto” del amor, de los deseos y de la “propiedad” de más de una mujer, pero lo cierto es que letras tan sonadas, tan aceptadas y tan populares son una oda al hembrismo y a los valores antifeministas; contrarias a la dignificación de las mujeres que tantos y tantas mujeres y hombres han buscado desde fines del siglo pasado y principios de éste.
“Se necesita más que una cara bonita, se necesita más que un cuerpo sin estrías, se necesita más que una mente perdida para ser esa intrusa que de mí se ría, aunque estés viviendo en la plena juventud, yo tengo la experiencia y la familia es mía…”.
¿Cómo apelar a la propiedad de otro ser humano? El feminismo siempre planteó y defendió la humanidad e individualidad de las mujeres contra la cosificación que el sistema patriarcal nos impuso sobre nuestros cuerpos y expropió, en aras de la biología, la libertad de pensamiento y acción.
¿Cómo entonces gritar la propiedad de un hombre, otro ser humano? Sólo, entonces, desde la contraparte del machismo: el hembrismo.
El feminismo como movimiento humanista y universal se ha pronunciado por la justicia y la equidad; uno de los pilares actuales de la lucha es la denuncia y acción contra la violencia hacia las mujeres.
El reconocimiento y aval global resignifica esta práctica como un factor más que va contra la dignificación de las mujeres y la urgente necesidad de sensibilizar y atacar esta práctica.
¿Cómo entendemos la apología que hace esta canción de la violencia de unas contra otras? ¿De una contra el otro al apelar a la sentencia de la propiedad de un ser humano, sus deseos y su elección?
El feminismo, como planteamiento político e ideológico, que tanto miedo causa todavía porque precisamente se confunde con esta postura de unas contra otros y otras, de la verticalidad y la violencia simbólica y real, lejos está de plantear la autoestima de las mujeres desde los lugares comunes y de doble moral de nuestra sociedad:
“No vas a robar lo que yo me gané, aunque seas esa intrusa que se le acomoda él no me dejará pues sabe quién es quién. Soy la que con sus hijos tiene la corona, vas a resbalarte pero a otro rincón porque este es mi hombre y yo su gran señora…”.
Televisa, Jenny Rivera y toda la industria que lucra con estas producciones lejos están del feminismo y de las necesidades de la mitad de la población de este país que requiere respeto a sus capacidades, a su contribución laboral, material y humana.
No basta manejar en el imaginario colectivo y a través de algunas medidas legales y discursivas que se está a favor de la equidad porque en realidad no regula este tipo de prácticas que propalan la cosificación, la violencia verbal y física, la rivalidad, en suma el hembrismo equivalente al decadente, retrógrado y cavernario machismo que tanto aleja y ha alejado al mundo de la democracia, la justicia y la concretización de los anhelados Derechos Humanos universales.
Es hora, pues, de revisar hasta lo que cantamos porque el sexismo viene encubierto, reciclado y remasterizado a través de las “inocentes” y lúdicas diversiones.
Fuente:Argenpress
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