ENTREVISTA | RICARDO MARIO SANJUÁN
"Está cambiando el lenguaje interno de la Justicia"
Domingo 18 de Diciembre de 2011
El titular de la Cámara de Apelaciones asegura que el proceso de informatización en marcha agilizará los trámites en los Tribunales Federales. Sanjuán negó que haya demoras excesivas en el tribunal que preside: "¿atraso aquí? Digo contundentemente que eso no es cierto". Las ingratitudes burocráticas de la presidencia
CARNE Y HUESO. Sanjuán recuerda que hay personas detrás de los litigios.
Por JORGE OLMOS SGROSSO
Nueva época. Esta rimbombante y prometedora definición sobre los tiempos que corren va y viene de los labios de Ricardo Mario Sanjuán, presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán y miembro de ese tribunal desde hace 19 años.
Parte de lo nuevo es viejo a los ojos de un nativo digital -ese ser humano que nació a posteriori de la invención de internet-: un plan para informatizar el trámite de los expedientes de los Tribunales Federales de la provincia, Santiago del Estero y Catamarca (los juzgados de primera instancia de estas jurisdicciones dependen de la Cámara tucumana). "La forma en que veníamos trabajando no daba para más", admite Sanjuán, que añade que había pedidos concretos para cambiar el sistema desde 1998. Pero recién este año se alinearon los astros para que ese proyecto -de cuya necesidad y urgencia nadie duda- pudiese arrancar.
Parte de lo nuevo es la culminación del prolongado proceso de cobertura de las vacantes de los juzgados federales Nº1 y Nº2 que dejaron los ex jueces Felipe Terán y Jorge Parache entre octubre de 2006 y mayo de 2007. Ninguno de los dos se fue precisamente por la puerta grande: fue una auditoría de la Procuración del Tesoro de la Nación -que detectó irregularidades en la tramitación de cautelares con títulos de la deuda pública- la que precipitó la destitución de Terán y la renuncia de Parache. "(El tema) nos explotó en la cara y, obviamente, nos afectó en todo sentido", asegura Sanjuán en el que quizá sea su primer pronunciamiento público sobre el escándalo. Y no esconde el aspecto vidrioso de la cuestión: "no puedo decir que no era amigo de los doctores Parache y Terán".
Parte de lo nuevo es el desembarco en el Juzgado Federal Nº2 de Fernando Poviña (h), que el 2 de diciembre pasado relevó al ex magistrado subrogante Mario Racedo. "Hemos normalizado los Tribunales tucumanos", festejó entonces Sanjuán, alegría que ratifica en los 38 minutos y 54 segundos que concedió este jueves a LA GACETA. Alegría por partida doble porque Poviña es hijo de Sara Inés Caporaletti, que era secretaria del Juzgado Federal Nº2 en 1985 cuando Sanjuán, de escasos 31 años, fue designado su titular (Caporaletti se jubiló en la gestión de Racedo). "Esas son las vueltas de la vida", acota con tono profético.
Parte de lo nuevo, aunque él no lo diga, es la unánime decisión de reelegir a Sanjuán como presidente, consenso histórico para una Cámara que en 2006 rompió la tradición de la presidencia rotatoria merced a la mayoría conformada por los vocales Graciela Fernández Vecino, Raúl D. Mender y Ernesto Wayar. Dicho sector marginó sistemáticamente a Sanjuán y a su par Marina Cossio de Mercau hasta 2010, cuando Wayar se sumó a estos quedándose, por su parte, con la vicepresidencia. En las elecciones del lunes 5 de diciembre, fue Mender quien propuso dar continuidad a la gestión de Sanjuán, proposición apoyada por todos. Wayar también fue reelegido, aunque, en este caso, Fernández Vecino se abstuvo de votar, como consta en la Acordada 145/11.
Parte de lo nuevo es el optimismo que se respira en la Justicia, un aire entusiasta que baja de la Cámara a la última dependencia de los Tribunales y que pretende revertir, por un lado el endémico colapso de las unidades judiciales y, por el otro, la caída del prestigio de la institución. "El proyecto surge de un acuerdo común; yo sólo lo ejecuto", precisa Sanjuán buscando desembarazarse del peso del protagonismo. Antes había enumerado una serie de iniciativas complementarias a la informatización: la reorganización de la superintendencia, la creación de una prosecretaría de Cámara y la búsqueda de alternativas edilicias (el tribunal pidió al Ministerio Público Fiscal que traslade las oficinas de las Fiscalías Federales que funcionan en el tercer piso del edificio de Las Piedras y Congreso). Sanjuán añade: "lo más importante es que hemos incorporado palabras que antes no existían, como control de la gestión y de la calidad del trabajo. Está cambiando el lenguaje interno de la Justicia Federal".
La frase de Foch
El despacho de Sanjuán, ex secretario de Gobierno del mandatario Fernando Riera, es amplísimo. Tiene dos salidas, un living con sillones de cuero y un escritorio imponente. La pared de fondo exhibe un crucifijo. Cada centímetro cuadrado está ocupado por un objeto; muchos de ellos parecen recuerdos de viajes, como una caricatura a lápiz del magistrado cuyo autor retrató con la peluca que durante siglos usaron los jueces británicos. Bajo el vidrio de la mesa y en grandes letras de molde hay un cartel con el logotipo de Fimotor SA y esta frase del mariscal francés Ferdinand Foch, héroe de la Primera Guerra Mundial: "es preferible pecar por ejecutivo que por ineficaz; es en el balance de los aciertos y de los errores donde se juzga el valor de una gestión y no en la falta de errores de quien no ha sido capaz de tener aciertos".
Este mediodía Sanjuán está abrumado por el final del año y porque cada vez le resulta más tedioso transitar por el centro de la Capital. Pese a ello, intenta sonreír y ser amable, sobre todo cuando irrumpe en el despacho el juez federal Nº1, Daniel Bejas, para dar un mensaje. A lo largo de la conversación se horroriza al mirar una foto suya de 1992 (tiene la segunda antigüedad en el tribunal, después del nonagenario Mender); cita cuatro veces al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Ricardo Lorenzetti, y enciende un cigarrillo haciendo caso omiso de la ley que prohíbe fumar en los lugares cerrados de edificios públicos. Hacia el final, rechaza el rumor que lo postulaba como uno de los posibles candidatos a presidente de San Martín (el club de sus amores) y explica el porqué de su apodo: "me dicen ’Perro’ desde que soy chico. No hay misterio: tengo cara de can".
-El 2 de diciembre usted dijo que el 5 comenzaba una nueva época en la Justicia. Y justo ese día lo reeligieron por unanimidad...
-Así es. Lo interpreto como el grado de madurez que hemos alcanzado todos los integrantes de esta Cámara en el sentido de que se advierte que debemos tener respuestas unánimes para las inquietudes que genera el servicio de justicia. Hemos trabajado arduamente este 2011 en la modificación de la estructura del Poder Judicial por medio del impulso de la gestión que propicia Lorenzetti. La CSJN pidió a las Cámaras que se aggiornasen, pero necesitábamos medios. Eso se logró este año. Debo admitir que en esto nos ayudó (la diputada) Stella Maris Córdoba, que es vicepresidenta del Consejo de la Magistratura de la Nación. Nosotros propusimos una informatización inédita, algo que no se había hecho antes en la Justicia, y eso nos valió la condición de Cámara piloto. El personal pedía a gritos el nuevo sistema. En 2012 tendremos que mejorar lo que se ha implementado, actualizarlo...
-¿Este sistema aumentará la transparencia de los Tribunales?
-La transparencia debe comenzar por el origen de un expediente: la mesa de entradas. Ahí pueden producirse las suspicacias de cómo hacer para evitar un juzgado o caer en uno determinado. El sorteo se venía haciendo de una manera manual. Ahora hay una distribución electrónica homogénea con excepción, lamentablemente, del turno penal, que no termina a los 30 días como uno cree. Al final, los juzgados atienden todos los días del año. No dan abasto. Con la informatización vamos a agilizar los procedimientos, pero tenemos la misma cantidad de jueces, y estos poseen entre 400 y 500 expedientes diarios de despacho.
-¿Se podrá acceder a los juicios por internet?
-Esa es la idea. No sólo de forma remota, sino también mediante unas terminales que colocaremos en la entrada del edificio para que la gente sepa cuál es el estado de su expediente. Creemos que llegaremos a eso en 2012. Hoy ya se puede saber en qué situación está el litigio. También hay que concientizar a los empleados y funcionarios para que entiendan que los pleitos son personas, no papeles.
-Se escuchan quejas de que la Cámara se demora excesivamente para resolver las apelaciones...
-No es cierto; no es cierto para nada. De la Cámara dependen tres provincias argentinas y tres millones de habitantes. ¿Atraso aquí? Digo contundentemente que no es cierto. Si alguien afirma eso, se equivoca.
-¿Cuál es el plazo promedio de resolución de un recurso?
-Llevo estadística de todo. Acá estamos en el orden de los 180 días. La distribución por vocalía es complicada porque son 10 ojos los que tienen que revisar el caso. Hay temas más complejos que pueden llevar hasta un año.
-¿Qué opina del proyecto que se discute en Diputados para agregar una nueva vocalía a la Cámara y dividir el tribunal en dos salas?
-No estoy muy de acuerdo. Habría una desproporción porque el volumen de lo civil es superior al de lo penal. Habría una sala light, aunque nos ahorraríamos tiempo en la circulación de expedientes.
-Usted sí está de acuerdo con la iniciativa de crear el Juzgado Federal Nº3...
-El 3... y el 4. ¡Un millón y medio de personas no pueden depender de dos jueces federales! El Nº2 fue creado en 1979... por supuesto que aquí no entra físicamente otra unidad judicial, ¡no hay lugar ni para archivar expedientes!
-¿Cómo vivió la primera destitución de un juez federal de Tucumán (Terán) decidida por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación?
-Como todos acá adentro. Tenemos un trato diario con los jueces. Conocemos las necesidades de cada juzgado. Y esto nos explotó en la cara. Así lo vivimos, con dolor. No puedo decir que no era amigo de los doctores Parache y Terán. Estoy excusado en sus causas penales por ello.
-¿Considera que en estos cinco años la Justicia logró contrarrestar aquel desprestigio?
-Advierto que sí porque por aquí pasan todos los días litigantes y partes, y no hemos tenido quejas. En este tiempo han aparecido palabras nuevas como la capacidad para manejar recursos humanos, el control de la gestión y de la calidad del trabajo. Es lo que ambicionamos hoy. Hay una línea bajada por la CSJN, pero nosotros nos damos cuenta de que esto es necesario, de que así no podemos seguir. Estamos produciendo el cambio desde adentro.
-Respecto del personal, ¿tiene el tribunal una posición tomada sobre la celebración de concursos para incorporar empleados y funcionarios?
-Yo tengo una posición tomada. Creo que primero debe existir un reglamento y que la CSJN debe dictarlo. La buena intención que pueden haber tenido los juzgados para organizar concursos no es suficiente. En caso de conflicto, de que uno de los participantes no esté de acuerdo, ¿quién lo resuelve? Esta Cámara, no.
-¿Le gustaría ser rereelecto?
-La presidencia consiste en gran medida en atender la burocracia administrativa. Todo el mundo supone que a mí me pagan para hacer fallos, pero resulta que tengo que controlar la asistencia y las licencias de 200 empleados, y mirar si funcionan los ascensores, si hay computadoras, escritorios, sillas... todo viene a parar aquí.
-Lo pinta como si la tarea no fuese grata.
-Están totalmente confundidos los que creen que es hermoso ser presidente. A mí me gusta hacer fallos. Me pagan para eso, no para supervisar el mobiliario.
-¿Y por qué aceptó la reelección?
-Hay que preguntar a mis colegas qué es lo que en definitiva los ha llevado a creer por unanimidad que yo debía controlar la gestión. Pero no puedo hacer las cosas solo. Todos colaboran y todos están de acuerdo en las decisiones.
-Si le ofreciesen la presidencia de San Martín, ¿que haría?
-La dirigencia ya fue. A mí me encanta el club, pero quiero ver el partido. Cuando sos presidente no podés mirar el juego porque estás preocupado por pagar los sueldos de los jugadores.
FuentedeOrigen:LaGaceta
Fuyente:Agndh
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