3 de diciembre de 2011

UNA MUESTRA EN DE MÁSCARAS, PINTURAS, CANTO y POESÍA EN LA UNIDAD 3º DE EZEIZA.

Una muestra en la unidad 3ª de ezeiza
Máscaras, pintura, canto y poesía, los talentos artísticos tras las rejas
Publicado el 3 de Diciembre de 2011
Por Ramiro Barreiro
Internos de las cárceles metropolitanas del Servicio Penitenciario Federal participaron de la final del certamen de artistas. Más de 30 reclusos, de ambos sexos, se destacaron en el concurso que comenzó en mayo.

Mi dolor se confunde en mi sonrisa, porque a reír mi dolor me acostumbré.” Carmen Caro no ganó el concurso de talentos pero se siente ganadora. Siempre se sintió así. Cuando se paseó por el noroeste argentino como niña talento, cuando se subió al podio de Cosquín junto a su hermana y conoció a Ramona Galarza y Los Chalchaleros, entre otros o cuando llegó a la final del programa de Canal 9 Buscando la voz tanguera, conducido por Rossana Falasca, a la que no se presentó porque prefirió pasar la noche en las cantinas de La Boca, junto a Edmundo Rivero. También cuando cayó presa porque “me gustaba robar” o cuando murieron sus hijos, uno víctima de un gatillo fácil, el otro, apaleado hace una década en una celda de castigo. Ayer cantó las estrofas del tango que abre esta nota, De mi barrio, compuestas por el Polaco Goyeneche y que “casi me hacen soltar un lagrimón”.
Su flequillo rojinegro y su cara de satisfacción se confundió con las cientos de máscaras realizadas por reclusos y reclusas de la Unidad 3 de Ezeiza (sede del evento), la unidad 31, la 19 y el Complejo Penitenciario Iº de la misma localidad, el complejo IIº de Marcos Paz, la unidad 24ª de Florencio Varela y el Complejo de Devoto.
Ricardo Ricagno, director de Educación, Cultura y Deporte del Servicio Penitenciario Federal (SPF), sostuvo a Tiempo Argentino que “se trata de un encuentro de inclusión, ellos están privados de la libertad, pero no de lo cultural y educativo. El 85% de los reclusos participa de los talleres culturales, recreativos o de los deportes. Además, el 67% de la población cursa educación formal. No es solamente pasar el tiempo sino que intentamos que tengan las herramientas necesarias para cuando salgan en libertad.”
Resultó ganador otro tanguero. Carlos Alberto Mondello se llevó un radiograbador con compact, pensado como premio en virtud del pabellón de Marcos Paz, donde está alojado. El hombre es otro valor penitenciario dado que estudió con artistas de la talla de Raúl Lavié, Miguel Montero y Jorge Falcón. El conjunto musical Los Rejuntao, de Devoto, se llevó otra radio al emocionar con una versión a dos guitarras de “Ojos de cielo”, de Víctor Heredia y Gabriel Alexis Magallanes, también de Marcos Paz, resultó tercero con la disciplina Beat Box, o caja de ritmos, que emula instrumentos musicales sólo con su boca. Aprendió esta habilidad a los siete años, en la calle, y fue su herramienta para ganarse monedas en el tren. Nunca conoció a sus padres y tiene una hija de cuatro años que lleva su apellido pero reside en un hogar para menores.
Entre todos ellos, dos gringos con cara de sorprendidos parecían recién bajados de uno de esos buses para turistas tan amarillos como su cabello. Son Malcolm Lombard, de Sudáfrica, y Sean Ferguson, de Londres. Están presos en el complejo penitenciario Iº de Ezeiza aunque al primero, de 44 años, le faltan tres semanas para cumplir su condena por tráfico de drogas. Al inglés, de 22, le falta “muchísimo tiempo”, según le contó a Tiempo, gracias a la traducción de Carolina Barreto, profesora de inglés del mismo establecimiento. Cantaron “Back for Good” del grupo pop británico Take That porque son fanáticos de Robbie Williams. Lombard expresó: “Es muy difícil estar lejos de la familia en navidad y año nuevo. En estas fiestas me preparé para escuchar mucha música.”
Las presentaciones de los internos en la cárcel de Ezeiza fueron vistas, entre otros, por el director nacional del SPF, Víctor Hortel y el subdirector, Julio César Cepeda.
Carmen contó que le faltan tres años para salir en libertad y si bien todavía recuerda el sabor que le daba la adrenalina al delinquir, dice que entre rejas “encontró la paz, gracias a la música”. A eso se quiere dedicar cuando salga de la prisión, además de vender el libro sobre su vida que está escribiendo con la ayuda de los docentes del taller de periodismo. “Siempre dije que era ganadora, dicen que el tango espera y a mí me va a esperar”, finalizó.
Fuente:TiempoArgentino

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