El santo popular con más adeptos en Argentina moviliza a sus seguidores en todo el país. Al santuario principal, en Corrientes, comienza a colmarse de gente. En La Plata, ya marchan hasta 133 y 35.
08.01.2012
Cien mil devotos del Gauchito Gil se espera que arriben hoy al santuario ubicado en la localidad correntina de Mercedes, al cumplirse un nuevo aniversario de su fallecimiento. En La Plata, los seguidores del santo pagano más famoso ya iniciaron su caminata desde el centro de la ciudad hasta el altar donde lo venerarán, en 133 y 35.
Los fieles del llamado “gaucho milagroso”, que viajan hasta Corrientes desde distintos puntos de la Argentina y de países limítrofes, llegan al santuario en todo tipo de vehículos, incluidos caballos y bicicletas.
Personal policial realizaba por la mañana controles vehiculares y de circulación en zonas aledañas al lugar, ubicado casi en el empalme de las rutas 123 y 119, a 245 kilómetros de la capital provincial.
El titular de Relaciones Institucionales de la Policía de Corrientes, Sergio Aguilar, dijo que de los operativos participan unos 200 efectivos ubicados en las adyacencias al santuario. Además, se dispusieron operativos sanitarios que incluyen personal médico y ambulancias, bomberos e integrantes de la Cruz Roja para brindar asistencia a los visitantes.
Antonio Gil, popularmente llamado “Gauchito Gil”, forma parte del santoral profano.
Murió decapitado el 8 de enero de 1878 y en el aniversario de su muerte, miles de devotos le rinden homenaje en el santuario donde se encuentra su tumba. Cuenta la leyenda que su primer milagro sucedió momentos antes de su muerte: Antonio Gil le dijo a su verdugo que, una vez que lo matara, iba a ir a su casa y encontraría a su hijo muy enfermo, pero que si lo invocaba, sanaría, y así habría sucedido.
Desde entonces, los devotos del Gauchito le hacen ofrendas y le prenden velas rojas en el santuario ubicado a 8 kilómetros de la ciudad correntina de Mercedes.
LA PLATA. Esta mañana, en Plaza Moreno se congregaron seguidores del Gauchito. Allí, desfilaron con todo el colorido de los trajes rojos, al ritmo del chamamé litoraleño. El grupo de seguidores se congregó cerca de las 10, frente a la Municipalidad, para partir en procesión hacia el santuario ubicado en 133 y 35, en el barrio de San Carlos, donde durante la jornada se llevará adelante el colorido ritual que tiene lugar todos los 8 de enero.
Una fiesta popular en 133 y 35 para venerar al Gauchito Gil
09.01.2012
Los "promeseros" agradecen y piden por salud y trabajo. Lejos de la solemnidad, los fieles bailan chamamé, degustan asado y compran artesanías. (Mirá la galería de fotos y mirá el testimonio)
Por Bibiana Parlatore
bibianaparlatore@gmail.com
“El campito” de 133 y 35 luce más rojo que nunca. Convertido en una verdadera fiesta popular, cientos de platenses, “los promeseros”, como se los conoce, conmemoran un nuevo aniversario de la muerte del Gauchito Gil, el santo pagano más venerado por los argentinos. Muchos, comenzaron el sábado a llegar al lugar.
En el predio, una decena de capillas con la figura del Gauchito se replican a lo largo y ancho del predio verde cuidado, atiborradas de estampitas, medallas, vasos y cajas de vino, chupetes, flores y fotos. Las velas rojas arden por doquier y la gente contempla la imagen y susurra sus plegarias. Pide por salud y trabajo, y siempre agradece. Otros renuevan sus promesas al que consideran el “amigo que nunca falla”, junto a la figura del gaucho correntino en escala real.
El culto al Gauchito Gil no excluye a otras figuras religiosas, por lo que la Virgen María tiene también una presencia omnipresente en todo el campito.
La fiesta transcurre a pura alegría, al compás del chamamé. Hombres, mujeres y niños, de impecable atuendo gauchesco de color rojo vivo, vivencian la fe lejos de la solemnidad, con bailes, sorteos, comilona en tablones especialmente dispuestos por los cantineros, donde no falta el asado, las tortillas y el vino, en una verdadera comunión.
Mary Franco, la organizadora y encargada de preservar y mantener el campito durante todo el año, se mostró encantada con la popularidad que va ganando, año a año, el santuario de 133 y 35: “Desde anoche que está llegando gente, a caballo, en bicicleta, caminando. Vamos a ver si el año que viene podemos organizarnos para comenzar la conmemoración a la medianoche del 7 hasta las doce del 8”, contó la mujer que hace 7 años cuida del predio.
Este año preparó un vino dulce que hizo bendecir, para que la gente beba o esparza por el predio, “para que la gente se vaya de acá con una sensación de paz”, explicó Mary.
Testimonios de fe. Héctor Navarro abraza fuerte a Nicolás y lo presenta como testigo viviente de los milagros del Gauchito Gil. “El 11 de septiembre del año pasado tuvo un accidente de tránsito y lo tuvimos en coma. Un día, la señora Irene rezó al Gauchito y hoy lo tenemos acá, caminando, jugando al fútbol, habiendo rendido todas las materias. Hoy es un día muy especial para nosotros”, relata Héctor. Al lado Irene Amarilla escucha atenta la historia, con los ojos vidriosos de la emoción que no puede ocultar. Ella se encargó hoy de buscar a Nicolás para llevarlo al santuario: “Esa era la meta. Era fundamental traerlo para agradecerle al gauchito”, señaló la mujer.
Nelly Dos Santos tiene una capillita con la imagen del santo en el campito. “Me consta que hace milagros”, señaló, mientras tocaba, como acariciando, la ofrenda que junto a su esposo y sus hijos construyeron en agradecimiento al Gauchito.
La historia de Héctor, Nicolás, Irene, Mary, y Nelly, es también la historia de Margarita Monzón, la familia Quiroz, Vega, Gorozito, y tantos otros, a quienes no les alcanzará la vida para agradecerle al hacedor de sus sueños.
Fuente:Diagonales
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