La Cámara Nacional de Casación preparó una acordada para acelerar los juicios a represores en todo el país.

Enero14, 2012
La Cámara Nacional de Casación preparó una acordada para acelerar los juicios a represores en todo el país
Los jueces de la Cámara Nacional de Casación impulsarán que se aceleren los juicios de lesa humanidad contra represores. En tal sentido, avanzarán en una acordada que será de aplicación obligatoria en los tribunales orales federales de todo el país.
El flamante presidente del tribunal, el jurista Pedro David, aseguró que "resolver los casos de delitos de lesa humanidad será absolutamente prioritario".

Según publicó un matutino porteño, en ese tribunal el año pasado se revisaron sólo seis fallos en causas por la represión ilegal y de los 66 represores sentenciados sólo 43 tienen condena firme.

La Cámara de Casación se renovó a fines de 2011 con la jura de cuatro nuevos integrantes. Así, se sumaron el ex funcionario kirchnerista Alejandro Slokar, discípulo del juez Eugenio Zaffaroni; el ex fiscal Mariano
Borinsky; la ex funcionaria de Derechos Humanos Ana María Figueroa, y el catedrático Juan Geminiani.

Una de las medidas que se tomaría es que una vez que las víctimas hayan declarado en un proceso no será necesario que lo vuelvan a hacer en otro juicio, para no "revictimizarlos" y así ahorrar tiempo.

También se analiza limitar el tiempo de lectura del auto de elevación a juicio. En la causa por violaciones a los derechos humanos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) se demoró cuatro meses en
esa lectura.

Además, se impulsa la posibilidad de multiplicar las declaraciones vía teleconferencia, lo que acorta los viajes de testigos, y permite la declaración simultánea en varios procesos. Los camaristas analizan también permitir que el imputado esté sólo presente cuando tenga que ser indagado y al final del juicio, cuando se lea la sentencia, de modo que cuestiones de salud de los acusados no demoren los procesos.

Del mismo modo, se limitaría el tiempo de los alegatos y las últimas palabras de los acusados antes del veredicto, de modo que o sean largos discursos de defensa, sino sólo una reflexión final.
Fuente:DiarioUno