18 de enero de 2012

MÉXICO.

martes 17 de enero de 2012
Rebasadas autoridades veracruzanas por embarazo en adolescentes
Por Brisa Gómez (CIMAC)
En Veracruz, el embarazo en la adolescencia es un problema social que está rebasando a las autoridades quienes para este año tendrán que duplicar los recursos destinados a las becas de madres adolescentes.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a 2010, el 19 por ciento de los embarazos totales registrados en la entidad, correspondió a menores de 19 años, mientras que en las zonas indígenas, una de cada seis menores de 19 años es madre por vez primera a partir de los 15 años de edad.

Por si fuera poco, Veracruz es una de las entidades con mayor número de muerte maternas, por cada mil nacidos vivos, fallecen 74.8 mujeres, cuando la media nacional respecto a la Razón de Muerte Materna (RMM) es de 62.8 por cada mil.

Si bien no hay una cifra precisa en los sectores educativo y de salud respecto del número de adolescentes embarazadas durante 2011, funcionarios de ambas dependencias reconocen que se está convirtiendo en un problema que se incrementa.

En entrevista con Cimacnoticias Pablo Anaya Rivera, secretario de Salud en la entidad, informó que para este año se reforzará el programa que se realiza junto con el DIF Estatal, denominado “Madrinas Obstétricas”, en el que se encomienda la salud de una embarazada al cuidado de otra persona, que la llevará a las consultas mensuales de control y reportará cualquier cambio en su estado de salud.

Lo anterior como parte de la estrategia para combatir la RMM con especial atención en las adolescentes, quienes empiezan a incluirse en las estadísticas de decesos relacionados al embarazo, parto y puerperio.

Datos de la organización especialista en Derechos Sexuales y Reproductivos IPAS México, revelan que mientras en 2006 la RMM en adolescentes fue de 66 por cada cien mil nacidos vivos, en mujeres de 20 a 24 años fue de 43, lo que significa que las adolescentes tienen 60 por ciento más de riesgo de morir por esta causa.

Deserción escolar y embarazo
A 2010 en la entidad existían un millón 930 mil 144 mujeres de 15 a 49 años, de las cuales, 17.6 por ciento era adolescente, según la Encuesta de la Dinámica Demográfica (2009).

Mientras el porcentaje a nivel nacional de mujeres con escolaridad que se ubican en este rango de edad fue de 26.4 por ciento, en Veracruz, el 33 por ciento no tiene escolaridad.

Pese a que cada vez más las adolescentes se embarazan durante la secundaria o preparatoria, no existen estadísticas de bajas presentadas por esta causa, lo que no significa que no haya deserción.

Consultado al respecto, el delegado de la Secretaría de Educación Pública, e integrante del Comité de Evaluación para la entrega de becas a madres adolescentes, Armando Alejandre Pulido, reconoció que el número de adolescentes embarazadas que requieren becas resultó ser mayor de lo que se pensaba, por lo que la inversión federal para este programa conocido como Promajoven, tuvo que duplicarse para 2011.

Mientras en 2010 la inversión para este programa fue de 2 millones de pesos para la entrega de becas de 500 pesos mensuales por adolescente embarazada o madre adolescente que lo solicitara, el monto tuvo que duplicarse en 2011 a 4 millones para una cobertura de 600 adolescentes en esta situación.

Pese a ello, el programa se ha “quedado corto”, ya que el número de solicitudes rebasa esa cifra (de 600) aunque el funcionario no quiso precisar el dato, pues argumentó que es un dato que aún no se ha dado a conocer por parte de las dependencias estatales integrantes del Comité.

Ante el incremento de esta problemática, señaló que para 2012 se contempla continuar con el monto asignado de 4 millones de pesos, con la intención de seguir apoyando a las adolescentes, quienes en su mayoría, según información oficial, se encuentran cursando el último año de primaria, secundaria e incluso el bachillerato en diferentes zonas del estado.

Embarazo adolescente en zonas indígenas
El legislador local Ulises Ochoa Valdivia, integrante de las Comisiones Permanentes de Salud y de Educación, reconoció que el embarazo en adolescentes es un problema que se ha tornado más preocupante principalmente en las zonas indígenas.

De acuerdo con el legislador, la sierra de Zongolica, compuesta por al menos diez municipios y considerada una de las más pobres de Veracruz, pues ahí se localizan varios de los municipios más pobres del país como lo son Mixtla de Altamirano, Tehuipango, Soledad Atzompa, Tequila y otros, concentra un alto número de embarazos en adolescentes.

“Los municipios que han presentado esta situación con mayor frecuencia, son los municipios de Zongolica, la zona de Orizaba, esto se comprobó con una visita que hicimos al hospital de Río Blanco, el mismo director reportó el índice muy alto de embarazos no deseados, incluso en jovencitas de entre los 14 a los 17 años de edad”, expresó.

El legislador consideró que es urgente la creación y aplicación de políticas públicas para construir más planteles educativos y para modificar los planes de estudios en educación básica para ampliar la cobertura educativa y para dotar a las estudiantes de la información necesaria sobre el acceso a una vida sexual segura y libre de embarazos no deseados que les permita acceder a un plan de vida más allá de ser madres y quedarse como amas de casa.
Fuente:Argenpress

martes 17 de enero de 2012
Desvalorización salarial repercute gravemente a las mujeres
Por Guadalupe Cruz Jaimes (CIMAC)
En México, las mujeres representan cerca de 37.5 por ciento de las 26.6 millones de personas que apenas perciben entre uno y tres salarios mínimos, cantidad insuficiente para adquirir lo básico para “vivir dignamente”.

Lo anterior, lo informó Beatriz Luján, coordinadora nacional del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), quien señaló que alrededor de 10 millones de trabajadoras están en esa situación, pero a diferencia de los hombres, “ellas se ubican entre quienes ganan uno y dos salarios mínimos (de 59.8 a 119.6 pesos al día)”, debido a que ocupan “los puestos más precarios”.

Abundó que durante los últimos 38 años, la pérdida del poder adquisitivo ha sido alarmante, ya que mientras en 1974 el salario mínimo era suficiente para comprar la canasta básica (compuesta por 30 productos de alimentos y bebidas), ahora solo permite adquirir siete productos.

La coordinadora nacional del FAT afirmó en entrevista con Cimacnoticias que la desvalorización salarial tiene una repercusión “especialmente grave” para las mujeres por su posición “de desventaja” en el mercado laboral.

Según un análisis hecho por el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), el poder adquisitivo de las y los 26.6 millones de trabajadoras y trabajadores, que ganan entre uno y tres salarios mínimos (de mil 800 a cinco mil 400 pesos mensuales), les impide “aspirar a tener una vida digna, lo que es inadmisible en un estado democrático”.

En comunicado, el Cereal indica, con base en datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en 2011 el incremento real del salario en México fue de 0.4 por ciento, una vez descontada la inflación, a pesar de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aumentó 4.2 por ciento para ese año.

El aumento salarial es mucho menor comparado con el incremento de los productos de la canasta básica. Por ejemplo, de enero de 2011 al mismo mes de 2012, el precio del frijol creció 110 por ciento, al pasar de 10 a 21 pesos el kilo y el costo del arroz aumentó 45 por ciento, pues pasó de 10 a 14.50 pesos el kilo, según la Secretaría de Economía.

Cereal sostiene que para que las y los trabajadores puedan adquirir la canasta básica necesitan ganar al menos 180.9 pesos diarios, lo que extendería su jornada laboral a casi 24 horas diarias.

Por su parte, el FAT calcula que para que el salario mínimo sea suficiente para comprar la canasta básica, debe crecer 400 por ciento, ya que ha disminuido en las últimas cuatro décadas.

Luján mencionó que se prevé que esta tendencia continúe en los siguientes años, como una consecuencia de las políticas económica y laboral actuales, las cuales propician el deterioro de las condiciones de trabajo, incluida su remuneración.

Otro factor desfavorable es que en la Conasami, conformada por integrantes de los sectores gubernamental, sindical y empresarial, “los sindicatos son oficialistas y no representan los intereses de las y los trabajadores”.

La coordinadora nacional del FAT concluyó que “si no cambiamos a quienes establecen los salarios mínimos, nunca vamos a avanzar ni alcanzar este poder adquisitivo que necesitamos las y los trabajadores, sobre todo las mujeres”.
Fuente:Argenpress

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