9 de enero de 2012

QUIEN QUIERA OÍR QUE OIGA...QUIEN QUIERA ENTENDER QUE ENTIENDA...

Fue divulgado por la unidad médica presidencial
El informe médico del laboratorio Maipú desmiente al diario Clarín
Publicado el 9 de Enero de 2012
El estudio histopatológico a partir del cual se decidió la operación de la presidenta señala un diagnóstico compatible con un “carcinoma papilar”. Sin embargo, el matutino de Magnetto sugirió que el centro había hablado de “nódulo sospechoso”.

La Unidad Médica Presidencial, a cargo de los profesionales Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, difundió el informe histopatológico emitido por el centro Diagnóstico Maipú sobre el primer estudio practicado a la presidenta Cristina Fernández el 22 de diciembre, ante una versión difundida ayer por el diario Clarín que ponía en duda la mención al carcinoma de tiroides en el diagnóstico que motivó la intervención quirúrgica de la Jefa de Estado.

A través de un comunicado difundido por Presidencia de la Nación, los médicos ratificaron que el diagnóstico dado a Cristina fue el de citología compatible con carcinoma papilar de células foliculares y atribuyeron la modificación posterior a la operación –con el estudio patológico realizado a la glándula extirpada– al 2% de falsos positivos que contemplan las estadísticas.

“Ante las malintencionadas publicaciones del diario Clarín del día de hoy (por el domingo) en sus páginas 3 y 4 poniendo en duda el contenido de los estudios histopatológicos del centro Diagnóstico Maipú, la Unidad Medica Presidencial se ve en la obligación de dar a conocer el diagnóstico consignado el 22 de diciembre de 2011 pasado tal cual fuera oportunamente comunicado cinco días más tarde en Casa de Gobierno y que derivó en la intervención quirúrgica de la Jefa de Estado”, señala el comunicado, que se difundió acompañado por el facsímil del resultado del estudio realizado en el centro Maipú y que lleva la firma de los médicos patólogos Liliana Balsells y Julio Martino.

En su edición de ayer, el matutino Clarín publicó en el anteúltimo párrafo de la nota central de la página 4 el siguiente texto: “Una versión difundida por fuentes médicas ante este diario, indica que esa institución, de prestigio, (en alusión al centro Diagnóstico Maipú), habría evaluado que el nódulo que se le detectó a la presidenta ‘era sospechoso y no un carcinoma’, aunque ningún médico del lugar desmintió al Gobierno cuando se difundió que la presidenta padecía cáncer.” El artículo concluye: “Ni los médicos presidenciales, ni Pedro Saco, quien operó a Cristina, dieron explicaciones públicas sobre el tema.”

En el facsímil que acompaña el comunicado de prensa oficial puede leerse claramente la conclusión del estudio. Allí, luego del título Diagnóstico, aparece la siguiente descripción: “Tiroides, lóbulo derecho, sector medio-superior (P.a.a.f bajo control ecográfico) Muestra 1: citología compatible con carcinoma papilar de células foliculares (Betheseda categoría VI). Muestra 2: citología compatible con bocio coloide nodular (Bethesda II)”.

Los médicos de la presidenta aclaran luego que “el informe no pone en tela de juicio el profesionalismo de los especialistas, ya que estos resultados están contemplados dentro del 2% de las estadísticas bajo la denominación ‘falso positivo’ y que solo puede verificarse una vez realizada la intervención quirúrgica y extraído el órgano afectado”, y agregan: “Afortunadamente, el caso de la Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner ingresó en este margen estadístico.”

Ayer, la presidenta continuó su recuperación post operatoria en la residencia de Olivos, donde estuvo acompañada por sus hijos Máximo y Florencia Kirchner.

Desde el sábado se especula con la posibilidad de un retorno anticipado a la gestión por parte de la mandataria –la licencia que pidió es de 20 días– , ya que al comprobarse que no padece cáncer de tiroides no deberá someterse al tratamiento de yodo radiactivo propio de esa enfermedad. Sin embargo, hasta ayer no se había producido ninguna confirmación oficial sobre un eventual cambio de planes.

Opinión
Clarín y la mala praxis
Publicado el 9 de Enero de 2012
Por Gustavo Cirelli. Vicedirector.
Los especialistas consultados por este y otros diarios respecto del cambio que hubo entre el primer estudio, que se le realizó a la presidenta el 22 de diciembre, y el resultado del análisis histológico, que se hizo sobre los tejidos de la glándula tiroides extirpada, coincidieron en que no hubo error en el diagnóstico. Acordaron, también, en calificarlo como “falso positivo”. Y agregaron que el diagnóstico definitivo, que confirmó que Cristina tenía adenomas foliculares y no cáncer, se determina con una biopsia de tiroides y no mediante una punción como la que se le practicó en diciembre. Los médicos patólogos Liliana Balsells y Julio San Martino del laboratorio Maipú fueron quienes diagnosticaron a la paciente Fernández, Cristina E: “Citología compatible con carcinoma papilar de células foliculares.” Ante ese cuadro, la operación del 4 de enero a cargo del oncólogo Pedro Saco se convirtió en la única opción lógica. Y así fue. No hay margen para especulaciones antojadizas. La salud de un presidente es una cuestión de Estado. La cirugía que se le realizó a Cristina fue exitosa. Y que la mandataria no tenga ni haya tenido cáncer es una muy buena noticia. Ahora seguirá con su recuperación y seguramente por estas horas se estará evaluando si mantiene sus 20 días de licencia o si regresa a la Rosada antes del 24.

Lo que no tiene cura, y eso quedó demostrado, es la intencionalidad de Clarín en el manejo de la información. Qué se puede esperar del diario que el 5 de enero, el día posterior a que la jefa de Estado fuera intervenida en el Hospital Austral tituló: “Operaron a la presidenta del tumor, con éxito”. Probablemente, la insólita construcción gramatical sea materia de estudio para los analistas del discurso, expertos en la función connotativa del lenguaje, pero de lo que no hay duda es que quedará para la historia del periodismo como otra tapa nefasta del gran diario argentino. Si de expertos se trata, ahora dicen que en Clarín los editorialistas se convirtieron en especialistas médicos que pueden aventurar, como se hizo ayer, que la presidenta “haya sido víctima de una mala praxis”.

La Unidad Médica Presidencial difundió un comunicado oficial para despejar cualquier tipo de especulaciones o “malintencionadas publicaciones”, como señalan los médicos Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros. Allí se informa que el estudio histopatológico del laboratorio Maipú da cuenta de una “citología compatible con carcinoma papilar”. El resto son conjeturas, especulación rancia, con un fin claro: confundir, construir un relato que dañe la credibilidad sobre lo ocurrido y, por ende, a los argentinos; salpicar de incertidumbre con una vulgaridad tal que podría traducirse en algo por estilo: “Si el gobierno es capaz de engañarnos sobre la salud de la presidenta qué queda, entonces, para el resto de los asuntos del Estado.”

¿Dónde radicaría la supuesta intención del gobierno de instalar la “operación tiroides” como tituló el dominical Perfil, en sintonía con la visión conspirativa de Clarín? ¿En el tan temido relato K?

Cristina asumió hace menos de un mes su segundo mandato tras ganar las elecciones con más del 54% de los votos. ¿Qué mente afiebrada puede ver detrás de una cirugía en la se le extirpó la glándula tiroides a la presidenta de todos los argentinos algún atisbo de especulación política? Increíble.

Sí hay algo claro. El diagnóstico profesional sobre cómo Clarín ejerce el periodismo no deja dudas: es mala praxis. Conjetura en su editorial que la presidenta “sufrió posiblemente una mutilación innecesaria”, pero cinco páginas después un especialista, el endocrinólogo jefe de la Sección Tiroides del Hospital de Clínicas, Fabián Pitoia afirma: “La operación no podía haberse evitado.” En el mismo sentido y en la misma nota, Eduardo Faure, jefe de Endocrinología del Hospital Churruca define que “ante la sospecha de cáncer, hay que extirpar la glándula”. Amparado en un supuesto off the record, Clarín desliza en su editorial y lo sostiene en la crónica que titula “Hubo un error en el diagnóstico y la presidenta no tiene cáncer” que desde el laboratorio Maipú habrían “evaluado que el nódulo que se le detectó a la Presidenta era ‘sospechoso’, y no un ‘carcinoma’ aunque ningún médico del lugar desmintió al Gobierno cuando se difundió que la Presidenta padecía cáncer.”

Una vez más, quedó demostrado que la realidad no encaja en lo que Clarín, y sus intereses, necesitan y desean que la realidad les brinde. Entonces, ¿por qué una institución “prestigiosa”, como define ese diario a Diagnóstico Maipú, tendría que desmentir al gobierno cuando su estudio histopatológico hizo referencia a una carcinoma papilar?

Porque Clarín así lo quiere.
Fuente:TiempoArgentino                                                

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