26/01/2012
El Museo reabre con horario de verano
La Memoria vuelve de las vacaciones
Retrato de Guatemala, de la muestra del fotógrafo Jonathan Moller.
Tras de permanecer cerrado durante enero, para realizar tareas internas de organización y mantenimiento, el Museo de la Memoria de la ciudad anunció que reabrirá sus puertas al público a partir del 1º de febrero.
Según indicaron desde la entidad municipal, el Museo reabrirá “con un horario apropiado para la temporada estival, de martes a domingos de 17 a 20”.
Desde el Museo agregaron además que en la sala de muestras temporarias está en exhibición, hasta mediados de marzo, la muestra fotográfica Guatemala: Cultura y Resistencia, que “refleja la experiencia recogida por el fotógrafo y activista de derechos humanos Jonathan Moller en la Guatemala de la posguerra civil”.
La invitación institucional del Museo de la Memoria
En el Museo de la Memoria (Córdoba 2019), se exhibe la muestra Guatemala: Cultura y Resistencia, del destacado fotógrafo estadounidense Jonathan Moller.
La guerra civil en Guatemala dejó más de 200.000 civiles muertos y desaparecidos, y generó cientos de miles de refugiados y desplazados. Más de 450 pueblos fueron completamente borrados del mapa durante la campaña de tierra arrasada entre 1979 y 1984. Las masacres de mujeres, niños y ancianos ocurrían con frecuencia.
La Comisión de Verdad, patrocinada por las Naciones Unidas, concluye que los Estados Unidos de América adiestraron y apoyaron directamente a los militares guatemaltecos durante su campaña de genocidio contra poblaciones indígenas. A 15 años de la firma de la paz en 1996, el país sigue viviendo un clima de impunidad, violencia, pobreza y exclusión.
Jonathan Moller nació en 1963 en Cambridge (Massachussets, EEUU). Es un fotógrafo de documentales, artista y activista de derechos humanos. Estudió en la Escuela del Museo de Bellas Artes en Boston y recibió su diploma en bellas artes (BFA) de la Universidad Tufts en 1990.
A partir de 1991, pasó siete años viviendo en Centroamérica. En Nicaragua trabajó con un grupo de salvadoreños para crear la exhibición itinerante El Salvador in the Eye of the Beholder. Desde entonces, Moller ha vivido principalmente en Guatemala. Allí, en 1993, comenzó a trabajar con dos organizaciones de derechos humanos en apoyo a las comunidades desplazadas por la guerra civil. Por seis meses, durante los años 2000 y 2001, trabajó como fotógrafo para un equipo de antropología forense en Guatemala documentando las exhumaciones de los cementerios clandestinos. Como miembro del Club de Prensa Extranjero de Guatemala, desde 1994 Moller ha trabajado parte de su tiempo como fotógrafo independiente en Guatemala y El Salvador.
Ha sido miembro de Impact Visuals, Swanstock y del Image Bank. Sus fotografías han sido exhibidas ampliamente y publicadas en numerosas revistas y libros en Norteamérica, Latinoamérica y Europa.
Su trabajo forma parte de las colecciones permanentes de varios museos e instituciones tales como el Museo de Arte Moderno de San Francisco, la George Eastman House, el Instituto de Arte de Minneapolis, el Museo de Arte de Baltimore, el Museo de Arte de Brooklyn, el Museo de Arte de Portland, el Museo de Arte de la Universidad de California-Berkeley, el Museo de Arte de Milwaukee, la Corporación Internacional Polaroid, el Centro de la Imagen de la Ciudad de México y la Casa de las Américas de la Habana (Cuba).
Moller recibió numerosos premios y reconocimientos. Entre otros sitios, recientemente ha tenido exhibiciones individuales en el Museo de Arte del Mills College (Oakland), el Museo de Arte Phillips del Franklin and Marshall College (PA), la Galería Redux (Nueva York), la Sociedad de Fotografía Contemporánea (Kansas City), el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Suiza, y la Galería Blue Sky de Pórtland (Oregon).
En 2003, fue uno de seis fotógrafos internacionales que formaron parte de la exhibición Moving Walls, organizada por el Instituto de la Sociedad Abierta de la Fundación Soros (Ciudad de Nueva York). Además, en la actualidad su exhibición itinerante Refugees Even After Death se encuentra de gira en Estados Unidos y ha sido mostrada en lugares tales como la Universidad Internacional de Florida, el Centro de Artes Multiculturales (MA); la Universidad de St. Edwards (San Antonio); la Universidad Americana, el Luther College (Iowa); el Museo Latino (Los Ángeles); la Universidad de California-Santa Cruz, el Oberlin College, la Galería Littman de la Universidad Estatal de Portland, la Universidad Regis (Denver); la Universidad de Columbia en Nueva York; y la Universidad de Oregon. Una exhibición idéntica ha estado de gira en Europa desde principios del año 2003.
En septiembre de 2004, el libro de Moller, Nuestra Cultura es Nuestra Resistencia: Represión, Refugio y Recuperación en Guatemala fue publicado por la editorial powerHouse Books de Nueva York. La edición en español fue publicada simultáneamente por la editorial Turner Libros en Madrid y en la Ciudad de México.
Fuente:RedaccionRosario
26/01/2012
Debate sobre Teoría de los dos demonios
Carta a la dirección del Museo de la Memoria
A la dirección del Museo de la Memoria*:
Quiero plantear la duda acerca de si consideran o no, que es un error en el artículo que introduce a la muestra fotográfica sobre el genocidio en Guatemala del fotógrafo estadounidense y activista de derechos humanos, Jonathan Moller, decir que fue la “Guerra Civil” la que "...causó 200.000 muertes y desaparecidos...".
Considero que el genocidio fue producto del Estado terrorista de Guatemala, sus instituciones y estructuras represivas, perpetrado en función de intereses claramente identificados. Y no que fue una responsabilidad compartida en partes iguales entre Estado, militares, élites económicas, embajadas y compañías multinacionales por un lado, y la población civil y sus organizaciones por otro. El mismo artículo introduce el concepto de Genocidio más adelante.
Quiero dejar constancia de que me parece un grave error que deberían enmendar ‒salvo que sea una decisión política la de igualar a todos en la responsabilidad del genocidio‒. Sino, el error se parece demasiado a la explicación que ciertos espacios políticos dieron al genocidio en Argentina, al decir que el terrorismo de Estado fue una respuesta ‒que se fue en excesos‒ a la “guerra civil” que se habría librado en las décadas de los sesentas y setentas.
Esa es una explicación falsa del genocidio. Decir que el genocidio es consecuencia de la guerra entre dos bandos de la sociedad, no permite explicar la historia ni de Argentina, ni de Guatemala, ni los objetivos de quienes impusieron la desigualdad que asola a nuestro subcontinente con la Fuerzas Armadas como herramienta y el terrorismo de Estado como metodología. Tampoco abona a un debate necesario, abierto y maduro sobre “violencia y política”, que no estaría mal que se de en el Museo de la Memoria.
Espero respuesta. Saludos cordiales. Juane Basso.
(*) La nota fue enviada al Museo de la Memoria de Rosario a través del correo de su página web.
Fuente:RedaccionRosario
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