SECRETOS DE FAMILIA
Por Raúl Kollmann
La presentación ante la Justicia de la hija de uno de los mayores zares de la prostitución en Argentina y México abrió la investigación sobre una red de trata entre los dos países. El acusado, Raúl Martins, fue agente de la SIDE durante 13 años.
UNA MUJER DENUNCIO A SU PADRE, RAUL MARTINS, EX AGENTE DE LA SIDE, POR MANEJAR CENTROS DE PROSTITUCION
Un emporio de Buenos Aires a Cancún
Según Lorena Martins, su padre mantiene siete locales en Buenos Aires y un gran boliche en la ciudad de Cancún, en el Caribe mexicano, y denunció que pagaba coimas a autoridades policiales. En la investigación declararán mujeres que fueron llevadas a México.
Por Raúl Kollmann
Raúl Martins, el ex agente de la SIDE, quien ya tiene una orden de expulsión de México
La hija del hombre considerado uno de los mayores zares de la prostitución en la Argentina y en Cancún, México, se presentó ante la Justicia la semana pasada para denunciar a su propio padre, detallando la forma en la que quiebran a las chicas, las llevan a México y las mantienen en un régimen durísimo. Lorena Cristina Martins es quien formuló esta denuncia contra Raúl Martins, agente de la SIDE durante 13 años, que mantiene en Buenos Aires un emporio de siete locales y domina también la noche de Cancún con el único local –de gran envergadura– en la zona turística de esa ciudad. El expediente quedó abierto en la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos (Ufase), encabezada por el fiscal Marcelo Colombo, que atiende los casos de trata de personas. Colombo giró el expediente a la Cámara Federal y ésta sorteó la causa, quedando a cargo el juez Norberto Oyarbide y el fiscal Gerardo Pollicita. Ante la Justicia, Lorena también denunció que se pagan las coimas en once dependencias de la Policía Federal por un total de 35 mil pesos mensuales, y que jefes e inspectores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cobran para evitar las inspecciones y clausuras. También declararán chicas que fueron llevadas a México. Lorena sufrió una tentativa de homicidio: el 29 de octubre pasado, dos matones intentaron atacarla en su vivienda de San Isidro (ver aparte), por lo cual el fiscal Colombo pidió que se le ponga una custodia y la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó que esté a cargo de hombres de la Gendarmería.
Raúl Martins ya había sido denunciado ante el fiscal José María Campagnoli por el delito de promoción y facilitación de la prostitución. Su prontuario como ex agente de la SIDE y esas denuncias terminaron llevándolo a Cancún, donde estableció –siempre según señala su hija en la denuncia– un famoso prostíbulo, The One, que lleva el mismo nombre que el que tenía y sigue teniendo en la Capital Federal en la calle Chacabuco. En México se armó un verdadero escándalo porque las autoridades federales acusaron a las provinciales, del departamento de Quintana Roo, por encubrimiento de Martins. Entre otras cosas se imputaban la facilidad con que el ex agente de la SIDE conseguía visas para las chicas argentinas que trabajaban en sus prostíbulos: Divas, Ellegance, The One, Maxims (Playa del Carmen) y Mix Sky Lounge. El primero fue clausurado, pero el segundo se reabrió después del escándalo. En el país del norte ya rige una orden de expulsión de Martins, pero su equipo de abogados presentó un amparo judicial tras otro, y su situación actual es que no puede salir de México porque no podría volver a entrar.
Hace un año, Martins empezó a desconocer a su esposa y a sus tres hijos, todos los cuales vivían en España. A raíz de ello, Lorena decidió simular un acercamiento para infiltrarse en la organización y reunir los elementos para denunciar a su padre, sus actividades y la forma en la que estaba despojando a su madre y a las tres hijas. En ese proceso descubrió que Martins vivía con otra mujer, Estela Percival, y que pasó a nombre de testaferros una enorme cantidad de bienes y cuentas. Dentro de la organización, Lorena accedió a mails con los informes sobre las coimas que se pagaban y vio de cerca todo el proceso de trata de personas, incluyendo el reclutamiento en la Argentina. En este año, la joven de 35 años fue apoyada por su madre y estableció también una relación con Claudio Lifschitz, ex abogado de Martins en México y quien en su momento también lo denunció, desatando el escándalo en Cancún y en el gobierno federal mexicano. La asombrosa historia tiene una relación con el caso AMIA (ver aparte).
En diálogo con Página/12, Lorena reveló que a las chicas argentinas “les prometen trabajo de recepcionista o de modelo, diciéndoles que pueden hacerles ganar muchísimo dinero. Les pagan los pasajes aéreos, les dan hospedaje y les prometen documentación para residir legalmente en México. Con la excusa de que necesitan los pasaportes para hacer los trámites migratorios y para asegurarse de que salden la deuda del pasaje, les retienen los pasaportes.
“Una vez instaladas –sigue contando Lorena– se les van quitando las supuestas ayudas, como ser el hospedaje, les complican la situación migratoria y las colocan en situación de desamparo. A este proceso, mi padre lo llama ‘quebrar chicas’ y deriva en que van aceptando prestar ‘servicios’. Martins se queda con la mitad de lo que cobra cada chica.”
En la denuncia que se presentó a la Justicia, Lorena Martins describe minuciosamente la metodología.
- “Las chicas cobran por los servicios que hacen según una planilla identificada con número y de acuerdo con unas tarjetas. Por ejemplo, uno y dos son distintos tipo de baile; tres es baile con algo de sexo, por ejemplo, sexo oral; cuatro, es la chica que pasa y tiene sexo con el cliente en los cuartos.”
- “Cuando las chicas se quieren retirar del prostíbulo, primero tienen que entregar la mitad de lo que cobraron, rindiendo cuentas con las tarjetas numeradas que son marcadas. Además, a las chicas les ponen multas. A veces son por rechazos de las chicas a algún cliente, pero otras veces se usan las multas para sacarles plata a las chicas. Ellas no pueden retirarse si desde adentro y por handy no dan la autorización al de seguridad de la puerta para que las dejen salir. La autorización se da cuando pagaron lo que tienen que pagar. En verdad están privadas de su libertad.”
Lorena le contó a este diario que las multas más graves se ponen cuando le pasan el teléfono a algún cliente, cuando intentan citarse fuera del local, cuando le cuentan al cliente que “la casa” se queda con una parte, en caso de faltas de respeto al cliente, llevárselo al cuarto sin que consumiera la copa o, simplemente, por cualquier cosa con la que “la casa” no estuviera de acuerdo.
“A las chicas argentinas, tanto Martins como su concubina, Percival, las hacen salir en modo obligado y con una tarifa total de 3 mil pesos mexicanos (unos 200 dólares) con los narcos con los que quieren quedar bien. Las chicas que se niegan son multadas. Y si reinciden, las dejan a la buena de Dios en un país que no es el de ellas.”
Lorena relata que “cuando les dejan de servir, porque ya no soportan que les quiten tanta plata o se involucran mucho con la droga, no les permiten ingresar más al prostíbulo, dejándolas sin el dinero para volver a la Argentina”.
Después de declarar largamente en la Ufase, el fiscal Marcelo Colombo resolvió trasladar la denuncia a la Cámara Federal, quien realizó el sorteo. Es posible que el juez Oyarbide se aparte del expediente porque ya ha actuado en otros similares vinculados con Martins. Por su parte, Pollicita abordará el caso hoy mismo, cuando retorne de una breve licencia.
raulkollmann@hotmail.com
COIMAS EN LA POLICIA Y A FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD
Seis locales en la Capital
La denuncia de la hija de Raúl Martins incluye acusaciones contra funcionarios policiales y del Gobierno de la Ciudad que actuarían para proteger a los seis locales que funcionan en Buenos Aires.
Por Raúl Kollmann
En la denuncia figuran estas tarjetas con los locales que funcionan en Cancún, México.
La hija de Raúl Martins también denuncia toda la actividad del ex agente de la SIDE en el mundo de la prostitución en Buenos Aires y los pagos que se efectuarían a dependencias de la Policía Federal y a funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En concreto, le imputa a su padre facilitación y promoción de la prostitución en seis locales de la Ciudad Autónoma, pero además señala con nombre y apellido quiénes son las personas que pagarían coimas a las comisarías, cuáles serían esas comisarías y dependencias de la Policía Federal y quiénes serían los dos funcionarios de la estructura del Gobierno de la Ciudad que habrían recibido dinero a cambio de evitar inspecciones y clausuras.
En el texto presentado ante la Justicia, Lorena Martins señala los locales que son propiedad de su padre, pero que en varios casos figuran a nombre de testaferros: el local nocturno Rouge y/o Brut, en la calle Vicente López 2257; New Manhattan y/o Fama, en Rivadavia 7373; Hot Area, en Artigas 1490 y Juan B. Justo 5302; Top Secret, en Artigas 1438 y Oba Oba, en Rivadavia 2434. En cada caso, la hija de Raúl Martins detalla a nombre de quién está cada local y cada habilitación. “En tres de esos locales, Top Secret, New Manhattan y Oba Oba –detalla Lorena– hay habitaciones en donde las chicas mantienen sexo con los clientes. En Hot Area, los clientes usan las habitaciones de Top Secret porque queda a 40 metros.” La hija de Martins, que se infiltró en la organización, señala que el Appart Hotel y Swinger Club Anchorena también es propiedad de su padre y allí se cuenta con cinco o seis chicas que ejercerían la prostitución encubierta: el objetivo es que mantengan relaciones sexuales con algunos de los hombres que concurren solos y de esa manera hacer atractivo el lugar.
Lorena revela que varios de los locales están preparados para inspecciones, ya que cuentan con “puertas trampa” que permiten escapes tanto a menores como extranjeras sin documentación. En su denuncia judicial, la joven indicó exactamente dónde están esas puertas trampa y a qué departamentos de edificios contiguos conectan. Esos escapes se accionan en forma electromagnética, según detalla el texto presentado.
La hija de Martins también detalló la forma en la que se pagarían las coimas mensuales a las dependencias de la Policía Federal. Es más, acompañó las planillas que le fueron enviadas por mail por las allegadas a su padre, que son primas de su actual concubina, y en las que constan los valores y las dependencias. Lorena sostiene que resultará fácil comprobar el origen, el IP, de esos mails.
En la planilla figura, por ejemplo, como Gaona, la comisaría 50, ubicada en esa avenida; la 83 de la planilla en verdad es la 38: árbitro 11 es la que corresponde al barrio de Once; la 19 es “vecinos” porque queda a pocos metros del Club Swinger; Drogas Peligrosas es Farmacia; Extranjeros es Asuntos Extranjeros; la División Seguridad Personal, ex Moralidad es Casa Mayor; Ruidos Molestos es Tata, y delitos contravencionales es Contra. Los pagos suman 33.400 pesos mensuales.
Para no entorpecer el trabajo de la Justicia el diario se abstiene de publicar los nombres de quienes pagan y de quienes cobran el dinero en cada caso, pero Lorena aportó todos los elementos que configuran el delito de cohecho.
Respecto de los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, también la joven aportó todos los nombres, tanto de un ex funcionario de altísimo rango como el operador del que se valdría para evitar las inspecciones o incluso abortarlas cuando se iniciaron. Lorena Martins sostiene que el Club Swinger de la calle Anchorena es utilizado como disco, sin que esté habilitado al efecto, y señala los inmensos riesgos que se corren porque va una enorme cantidad de gente y “no existen las mínimas medidas de seguridad contra incendio y limitación de la capacidad. Una simple llamada de mi padre al influyente funcionario llevó a que los inspectores se retiraran del lugar cuando concurrieron este año”.
La investigación de Lorena sobre todos esos locales se enmarca en la acción que su madre y ella llevan adelante para que Martins no haga desaparecer sus bienes que son considerados conyugales. Por ello, intimaron al ex integrante de la SIDE a que restituya todos esos bienes que –según ellas– “fueron sustraídos en forma fraudulenta o mediante ocultamiento a la sociedad conyugal”. El reclamo es sobre todos los locales mencionados, además de The One, de la calle Chacabuco, que está siendo reformado. Lorena enumera en cada caso las sociedades uruguayas que aparecen como propietarias, pero incluso figuran en una carta documento de intimación, bienes y cuentas que existen en Miami, Estados Unidos. Por último, la mamá de Lorena, Susana Cancela, esposa legal de Martins, exige no sólo el blanqueo de todas las propiedades, sino también una indemnización por daños y perjuicios por cuatro millones de dólares.
“TE VOY A MATAR A VOS Y A TU NOVIO” LE HABRIA DICHO MARTINS
Con amenazas, espías y matones
Por Raúl Kollmann
El 29 de octubre pasado, por la noche, Lorena Martins denunció una tentativa de asesinarla y se presento ante la comisaría de Boulogne, en San Isidro. Dijo entonces que su padre se comunicó con ella desde México, a través del sistema Nextel, porque se enteró que formó pareja con el abogado Lifschitz. “Te voy a matar a vos y a tu novio”, le dijo.
“Instantes más tarde –denunció Lorena en la Justicia–, se hicieron presentes dos personas del sexo masculino que fueron enviados por su padre a través de un amigo de la SIDE al que llaman El Lauchón.” Uno de los sujetos sería un tal José, que trabajó en la custodia de Martins. Lorena se comunicó con uno de los apoderados de su padre en la Argentina, Pablo Paternostro, quien –según el texto de la denuncia– le admitió que Raúl Martins le había pedido a El Lauchón que mande los matones.
Lo asombroso es que Lorena –según reveló por escrito– conoce a El Lauchón desde que era niña, porque trabajaba con su padre en la SIDE. De manera que lo llamó por celular –en la denuncia aportó el número– y éste también le habría confirmado que mandó a los dos matones en un automóvil Mercedes Benz. Todas las comunicaciones de la joven fueron realizadas con el altavoz encendido, de manera que presentó testigos de los diálogos.
El fiscal Marcelo Colombo pidió una custodia para Lorena y la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó que se encargara la Gendarmería. Es que en la denuncia de la joven se involucra a integrantes de la Federal en la protección de los prostíbulos.
TAMBIEN LO ACUSA SU EX ABOGADO
Secretario de Galeano
Por Raúl Kollmann
En la impactante denuncia de Lorena Martins contra su padre, aparece como letrado actuante el abogado Claudio Lifschitz, quien trabajó para Raúl Martins en México y antes de eso, tras un paso como abogado de la Policía Federal, tuvo un papel de importancia en la causa AMIA. Cuando el atentado era investigado por el entonces juez Juan José Galeano y el poderoso ex jefe de la Brigada Antiterrorista, Jorge “El Fino” Palacios, este último recomendó a Lifschitz para que fuera secretario de Galeano. El magistrado lo aceptó con cierta desconfianza, porque eran tiempos de feroces internas entre la Federal y la SIDE y dentro de la misma SIDE.
A partir de 1997, los familiares de las víctimas denunciaron que la investigación del ataque registraba gravísimas irregularidades y que no existía verdadera decisión política de investigar. Eran épocas del gobierno de Carlos Menem. Poco tiempo después, los familiares, agrupados en Memoria Activa, iniciaron una denuncia por esas irregularidades ante la Justicia argentina, pero también ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Fue en ese momento que Claudio Lifschitz pegó el portazo y declaró ante la Justicia que Galeano y el gobierno de Carlos Menem desviaron intencionalmente la investigación, dirigiéndola hacia los policías bonaerenses, cuando el archienemigo de Menem era, justamente, el gobernador Eduardo Duhalde. La declaración de Lifschitz fue de importancia para dejar al descubierto las maniobras en el caso AMIA. El expediente por las irregularidades en la investigación del atentado sigue hasta ahora y en la actualidad está listo para ser elevado a juicio oral. Tal vez las audiencias empiecen este año.
En aquel entonces, hubo numerosas acusaciones contra Lifschitz. Su ex esposa lo demandó y reveló que llevaba un holgado tren de vida en Nueva York, con lo que sugirió que o bien recibía fondos de la Federal para ir contra la SIDE o bien de un sector de la SIDE para ir contra otro sector de la agencia de inteligencia.
De forma sorpresiva, en 2006, Lifschitz se presentó ante el juez Ariel Lijo y reveló que hacía siete años que trabajaba para el ex SIDE Martins, tanto en lo que tuviera que ver con los prostíbulos de la Argentina como con los de Cancún. Lifschitz señaló que Martins lo presionaba para cambiar su testimonio en el caso AMIA y que, además, lo habían tiroteado. Desde entonces, está con custodia.
Lifschitz también terminó denunciando a Martins por sus actividades en Cancún, lo que produjo un enorme escándalo en aquel país, al punto que llegó a la tapa de uno de los principales diarios mexicanos, Reforma.
Ahora, el ex secretario de Galeano vuelve a aparecer en escena. Se ve que en sus actividades como abogado de Martins terminó conociendo y trabando relación con Lorena, la hija del supuesto zar de la prostitución. Ambos conocen la trama muy de adentro. Lifschitz porque fue el abogado de los locales, y Lorena porque en el último año –según dijo ante la Justicia– se mostró cercana a su padre para ver cómo se manejaban las cosas y la forma en que Martins les ocultaba a su mamá y a sus hermanos toda su fortuna.
Fuente:Pagina12
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