22.02.2012
El juicio oral por la desaparición de Marita Verón
Susana Trimarco acusó a la DDI de desechar las pruebas telefónicas
La mujer relató ante los jueces que en 2004 el Departamento de Inteligencia de Tucumán había tirado el listado de llamadas de la investigación porque iban a cerrar la causa. Pero ella logró llevarse los originales de ese rastreo.
Por: Ramiro Rearte
Susana Trimarco, la mamá de María de los Ángeles Verón, ayer siguió declarando frente a los jueces tucumanos. Señaló cómo se fueron “tirando en el piso” las pruebas de las conexiones telefónicas entre las diversas personas que intervinieron en la desaparición de su hija.
Relató con tono fuerte y firme de qué manera en el Departamento de Inteligencia de Tucumán (D2) habían dejado de lado el listado de seguimientos de llamadas de varios de los imputados.
“Un día entro al D2 y veo un montón de papeles tirados en el piso, señor juez, aunque usted no crea, en el piso. Y yo le pregunto al segundo jefe de la división de apellido Villacorta, qué eran esos papeles y me respondió: “Son las llamadas de los celulares y teléfonos fijos de la causa de su hija”, ¿usted puede creer? Yo le pregunté por qué hacían eso y me dijo que, por orden de la fiscal Reinoso Cuello, debía tirar toda esa documentación porque no servía porque a la causa la iba a cerrar. Corría el año 2004”, relataba Susana, frente a los magistrados.
Según relató la principal testigo de la causa, era tal la desidia policial y judicial que se le permitió llevarse todos los originales del rastreo de llamadas. “Se los pedí y el policía me dijo que sí porque si no los iban a tirar. Y me senté toda una noche y pude ver el tramado del secuestro de mi hija. Desde el día antes y el día después de aquel 3 de abril de 2002. Cómo llamaron a mi casa, llamadas a la casa de Marita, a la casa de Patricia Soria (enfermera, quien habría marcado a Marita), a la Maternidad, a la Comisaría 7ª, que no tenía jurisdicción sobre el lugar de la de-saparición. Bueno, toda la red de llamadas, y ellos pretendían que no se incluya en la causa todas estas pruebas que son muy valiosas”, dijo la mamá de Marita.
La jornada empezó con demoras, ya que se tuvo que pasar a un cuarto intermedio de una hora, porque una de las imputadas, María Azucena Márquez, de 42 años, quien está acusada de ser dueña del prostíbulo El Desafío en la provincia de La Rioja (el primer lugar donde habría sido llevada Marita), no se presentó al horario estipulado para el inicio del debate.
Cuando se le preguntó sobre los prostíbulos que conoció en los allanamientos, pero relató uno en particular, donde se veneraba a San La Muerte. “Estuve en uno llamado El Desafío, en La Rioja. Era una estructura bastante grande de dos pisos. Hacia atrás tenía varias habitaciones, un portón al costado con un tipo altillo donde allí veneraban a San La Muerte. Y le ofrendaban cadenas de oro para que atraiga a más clientes. Era increíble lo que vi”, sostuvo Trimarco.
Fuente:TiempoArgentino
SUSANA TRIMARCO APUNTO CONTRA EL FISCAL INICIAL DEL CASO POR AMISTAD CON LOS ACUSADOS
“Sé cómo la secuestraron”
En la tercera audiencia consecutiva en que declaró la madre de Marita Verón, sexta desde el inicio del juicio, Trimarco no ahorró acusaciones contra la Justicia. Un testigo denunció amenazas. Estuvo presente Soledad Silveyra.
Fue la sexta audiencia del juicio por el secuestro de Marita Verón y la tercera consecutiva en que declaró su madre, Susana Trimarco. El debate, apenas iniciado, debió suspenderse por dos horas debido a la demora en arribar de uno de los acusados, María Azucena Márquez, quien debió ser trasladada desde La Rioja. Luego, Trimarco continuó describiendo en qué consistió el secuestro de su hija; cuestionó severamente al fiscal Ernesto Baaclini, a cargo de la instrucción al inicio; dijo que debió vender un departamento para solventar los gastos de la investigación; y pidió que dado el caso de que su hija estuviera muerta, le entregaran sus restos. A la audiencia concurrió Soledad Silveyra, quien había personificado a Trimarco en la telenovela Vidas robadas.
La audiencia estaba prevista para las 8.30, pero se inició dos horas más tarde porque la imputada María Azucena Márquez demoró su arribo desde La Rioja, donde permanece detenida. Doña Claudia, como conocen a Márquez, está imputada como encargada del prostíbulo Desafío, el primer lugar al que fue trasladada Marita después de su secuestro. A las 10.30, luego de su arribo, Trimarco continuó con su exposición, respondiendo preguntas de los defensores. Dijo que hubo muchos factores que “en vez de ayudar ponían palos en la rueda”. Señaló que hubo “muchísimos testigos falsos”, incluso familiares de testigos que habían compartido celda con uno de los imputados, José “Chenga” Gómez.
Trimarco apuntó también contra el fiscal Ernesto Baaclini, quien estuvo a cargo de los primeros tramos de la instrucción. Sostuvo que mantuvo “muchas veces” reuniones con un dirigente del gremio petrolero de quien se conocían vínculos personales con una de las imputadas.
Mencionó además que Baaclini le echó tierra a una joven testigo que pudo reconocer a Marita en las fotos que se le exhibieron y que aseguró que había compartido cautiverio con ella. Recordó que Baaclini acusó de mentirosa a la joven, quien finalmente fue trasladada a un prostíbulo de La Rioja que tiene contactos con empresas de los acusados. Una nada sutil forma de taparle la boca con miedo. Para colmo, recordó Trimarco, Baaclini acusó a uno de los investigadores de haber inducido a la chica para sus declaraciones.
Durante la audiencia estuvo presente Soledad Silveyra, quien había representado el papel de Trimarco en la telenovela Vidas robadas. “Susana me pidió que la acompañara y vine a cumplir con ella –señaló la actriz–. Cuando hice la novela lo que me conmovió es que había mucha gente que no creía en esto y ahora la realidad está cambiando. Muchos se dieron cuenta de que estas cosas ocurren y por eso en este momento están apoyando a Susana Trimarco y a todas las organizaciones que luchan contra la trata de personas.”
Durante la audiencia, Susana Trimarco sostuvo que había comprobado cómo habían preparado el secuestro de su hija. Lo dijo al hacer mención de los informes telefónicos que había pedido para comprobar los llamados realizados por la enfermera Patricia Soria, que había insistido para que Marita se hiciera unos estudios en la maternidad donde ella trabajaba.
“Ahí descubrí que ella había llamado a las 4 de la mañana desde la maternidad a varios números de La Rioja”, explicó Trimarco, quien aclaró que la fiscal le dijo que “la causa ya estaba cerrada y realizado el pedido de juicio”, por lo que no podían sumarse como prueba.
Por otra parte, el testigo Simón Nieva presentó una denuncia por amenazas contra su familia. El abogado de la querella, Carlos Varela, sostuvo que “Nieva dice que lo que le pasó tiene que ver con su declaración del día 22, que fueron tres hombres a su casa, que le pegaron, lo amenazaron y le dijeron concretamente que si declaraba algo le iba a pasar a él o a su familia”.
Fuente:Pagina12
22.02.2012
Golpearon y amenazaron de muerte al testigo Manuel Simón Nieva
En el marco del juicio por la desaparición de María de los Ángeles Verón, uno de los testigos de la causa, Manuel Simón Nieva, de 61 años, denunció haber sido amenazado de muerte en la puerta de su casa mientras esperaba que llegara su hija, según consta en la denuncia policial, a la cual tuvo acceso Tiempo Argentino.
Acompañado por el abogado de la Fundación Marita Verón, Carlos Garmendia, dijo: “Salí desde mi domicilio por el pasaje Padre Saravia número 1842, propiedad esta que le presto a un amigo para que funcione un taller mecánico, por la cual también tengo salida desde mi domicilio. Mientras me dirigía hacia la puerta para esperar a mi hija Mercedes, que llegara desde la facultad, unos tres metros antes de llegar a la salida, de entre los automóviles que mi amigo allí guardaba, salieron tres sujetos, los cuales sin mediar palabra, uno de ellos me tomó de los pelos y me derribó tirándome al piso boca abajo y mientras me encontraba allí, una segunda persona me pegó un golpe en la zona del abdomen, mientras que otro me decía ‘si te presentás a declarar el 22 sos persona muerta dentro o fuera de la sala junto a todo tu grupo familiar, porque los árboles se cortan por la rama o por el tronco y por la raíz’, mientras que me apuntaban con un arma de fuego, la que tenía apoyada en mi cuerpo en la zona de la espalda.”
Lo que también dijo Nieva frente a los policías que le tomaron declaración es que no pudo ver los rostros de sus agresores y que “sólo vi que estaban vestidas de ropa oscura ya que en el lugar no hay buena iluminación”, señaló.
Al comenzar la jornada de audiencia los abogados de la querella encabezados por José D’Antona, señalaron el hecho y lo pusieron a disposición del tribunal de Tucumán.
Fuente:TiempoArgentino


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