A pesar del juez, una nena de 12 años abusada se realizó un aborto
Publicado el 6 de Febrero de 2012
Por Natalia Paez
Un magistrado de Esquel, desconociendo el artículo 86 del Código Penal, se negaba a autorizarlo. Finalmente se hizo, pero en una clínica privada, porque en el hospital local todos los médicos eran “objetores de conciencia”.
Pese a una primera negativa de un juez de Esquel, una nena de apenas 12 años finalmente fue autorizada a interrumpir su embarazo, que llevaba más de 16 semanas de gestación y que, según la principal hipótesis que maneja el Ministerio Fiscal, fue producto de una violación.
El aborto no punible fue realizado ayer en una clínica privada que pagó el Estado, ya que en el único hospital público de Esquel, en la provincia de Chubut, ningún médico quiso practicarlo aduciendo “objeción de conciencia”. Algunas organizaciones de lucha por los derechos de las mujeres estudian pedir un jury de enjuiciamiento para el juez José Colabelli, ya que argumentan que ignoró las leyes respecto del protocolo para casos de abortos no punibles, como el realizado a la menor.
Con hermetismo, el fiscal jefe de esa ciudad chubutense, Hernán Dal Verme, dijo que el área a su cargo no podía aportar información porque el tema “se vincula a un delito contra la integridad sexual de un menor”. Pese a la prudencia alrededor de la situación, el caso de la niña, que pertenece a una comunidad mapuche, reavivó la polémica acerca de la necesidad y rapidez de los procedimientos judiciales y hospitalarios ante embarazos que son consecuencia de violaciones.
En un primer momento, la mamá de la nena denunció la violación y pidió el aborto. Al objetar razones de conciencia, los médicos del Hospital Zonal de Esquel le ofrecieron a la mujer trasladar a su hija 700 kilómetros, al hospital de Puerto Madryn. Entonces, la mujer se negó a ese traslado y no firmó el permiso. Fue entonces que un asesor de Minoridad tomó intervención en el caso para velar por los derechos de la nena.
El aborto lo solicitó la fiscal general de Esquel, María Bottini, que ya contaba con el nombre del obstetra y de la clínica donde se realizaría. La funcionaria solicitó aplicar el artículo 279 del Código Procesal Penal, “para preservar el material biológico que se extraiga de la nena”, lo que permitiría obtener pruebas anticipadas de ADN para una investigación por violación.
Según el escrito del juez Colabell, “la niña, en virtud de una denuncia de su madre, presentaba un embarazo producto de una violación desconociendo la identidad del autor, puesto que su hija no le comunicó nada al respecto”. Y luego: “El modo como se plantea la solicitud significa que implícitamente se pretende que se conceda autorización para la interrupción del embarazo, es decir un aborto”. Pese al pedido fiscal, Colabelli consideró que el caso no encajaba en los supuestos previstos por el artículo 86 del Código Penal, que permiten abortos no punibles. “La sola circunstancia de que el embarazo haya sido producto de una violación no autoriza por sí mismo, a criterio del suscrito, la realización de la extirpación del niño del vientre materno, máxime si presenta ya alrededor de 16 semanas de gestación, cuando los anteproyectos de ley presentados en el Congreso Nacional mencionan que sólo será permitido frente a abortos de hasta 12 semanas”, escribió.
Colabelli argumentó que la protección de los niños se inicia en el embarazo, “máxime si tenemos en cuenta que el aborto significa lisa y llanamente la comisión de un homicidio”. Con esta lógica, sería “pretender decretar la pena de muerte respecto de un nonato, sujeto de derecho, a quien se lo pretende utilizar como objeto de prueba y no como persona por nacer”. Pese a este fallo, la fiscal Bottini apeló y la práctica se autorizó.
La versión oficial acerca del caso indica que originalmente el único médico en condiciones de practicar el aborto estaba de licencia. Se gestionó la intervención de otro profesional que se negó a hacerlo. Entonces, cuando se le ofreció a la madre trasladar a la niña a Puerto Madryn y esta se negó a firmar el consentimiento, se habría producido la intervención de las áreas judiciales y de minoridad. Finalmente, el aborto se realizó ayer, y la nena ya estaba en compañía de su mamá.
El caso de la niña mapuche salió a la luz en momentos en que otra niña de 11 años, en Entre Ríos, cursa la semana 14 de su embarazo sin que la Justicia y los médicos de esa provincia hubieran permitido interrumpirlo, conforme a lo que dicta la ley.
Antecedente en Chubut
En la provincia de Chubut, en marzo de 2010, por primera vez en el país, un Superior Tribunal de Justicia autorizó un aborto por violación a una adolescente no discapacitada.
Se trataba de una niña de 15 años, de la ciudad de Comodoro Rivadavia, abusada por su padrastro. La interrupción del embarazo se llevó a cabo en el Centro Materno Infantil de Trelew, a las 18 semanas de edad gestacional. A partir de este caso, se promulgó la ley XV 14 en Chubut, que establece cómo deben actuar los hospitales en los casos de abortos no punibles.
Opinión
Si alguien no quiere respetar los derechos de las mujeres, no está obligado a ser médico
Publicado el 6 de Febrero de 2012
Por Stella Maris Manzano
Médica ginecóloga. Miembro de Mujeres Autoconvocadas en Trelew.
La objeción de conciencia, según la jurisprudencia argentina, se puede ejercer, siempre y cuando no afecte derechos de terceros. El antecedente que existe es la objeción al servicio militar (actividad obligatoria y no rentada), que no se puede extrapolar a la medicina, ya que si alguien no quiere o puede respetar los derechos reproductivos de las mujeres, no está obligado a ser médico, igual que los que no toleran ver sangre.
Los embarazos ponen en riesgo la vida y la salud solamente de las mujeres, por lo tanto, los objetores atentan contra la vida y la salud de las mujeres. También contra su autonomía y su derecho a decidir cuándo ser madres. El Código Penal no admite la objeción de conciencia para realizar abortos en el caso de que un embarazo ponga en riesgo la vida o la salud de la madre, o en el caso de que el mismo sea producto de una violación. Habría que ver qué resuelve la justicia si alguna de estas mujeres o sus familias iniciaran un juicio contra los objetores.
Entiendo que estas leyes sólo han podido promulgarse porque aún estamos acostumbrados a la sumisión de las mujeres y a creer que la maternidad debe ser obligatoria. Porque los Derechos Humanos aun no rigen con total igualdad para las humanas.
Fuente:TiempoArgentino
EN AMERICA LATINA HAY 32 ABORTOS CADA MIL MUJERES Y EN EUROPA OCCIDENTAL, 12 POR MIL
Con penalización no hay menos abortos
Un estudio del Instituto Guttmacher y la OMS manifiesta su “preocupación” porque la mayor proporción de abortos se da en países donde se hacen en forma “clandestina e insegura” y donde no hay políticas de planificación familiar.
Por Mariana Carbajal
En Argentina, las consecuencias de los abortos inseguros son la principal causa de mortalidad materna.Imagen: Sebastián Granata
Las leyes de aborto restrictivas no están asociadas con tasas de interrupción de embarazo más bajas. Esta es una de las conclusiones de una nueva investigación del Instituto Guttmacher y la Organización Mundial de la Salud publicada en los últimos días en la prestigiosa revista médica The Lancet. El estudio, “Aborto inducido: incidencia y tendencias mundiales de 1995 a 2008”, revela que la tasa de aborto en 2008 fue de 29 por mil mujeres en edad reproductiva en Africa y 32 por mil en América latina, regiones en donde el aborto está altamente restringido en casi todos los países. En contraste, Europa Occidental, en donde el aborto es generalmente permitido por amplias causales, la tasa fue de 12 por mil.
El trabajo advierte que se ha estancado la disminución de los abortos a nivel mundial –que se venía observando entre 1995 y 2003– y que ese escenario coincide con la desaceleración en lo que había sido un aumento continuo en el uso de anticonceptivos. “La decreciente tendencia del aborto inducido que habíamos visto globalmente se ha estancado; y estamos presenciando una creciente proporción de todos los abortos que ocurren en los países en desarrollo, en donde el procedimiento es con frecuencia clandestino e inseguro. Esta es causa de preocupación”, indica Gilda Sedgh, autora principal del estudio e investigadora senior en el Guttmacher Institute. “Este estancamiento coincide con la desaceleración en la adopción de métodos anticonceptivos. Sin una mayor inversión en servicios de planificación familiar de calidad, podemos esperar que esta tendencia persista”, agrega la especialista. En el mundo en desarrollo, después de disminuir desde 34 en 1995 hasta 29 en 2003, la tasa de aborto quedó sin cambios en 2008 (29 por mil). La situación fue algo diferente en el mundo desarrollado (con excepción de Europa Oriental), en donde la tasa de aborto fue mucho más baja en 2008, de 17 por mil, con una disminución respecto de 1995, cuando se registraban 20 por mil.
“Las cifras nuevas son profundamente alarmantes. El avance logrado en los años noventa va ahora en reversa. Promover e implementar políticas para reducir el número de abortos es ahora una prioridad urgente para todos los países y para las agencias que trabajan en la salud global, como la OMS”, afirma Richard Horton, editor de The Lancet. “Condenar, estigmatizar y criminalizar el aborto son estrategias crueles y fallidas. Es tiempo para un enfoque de salud pública que reduzca el daño y esto significa leyes más liberales de aborto.”
El estudio, en el que también participaron investigadores de la OMS, muestra que las complicaciones debidas al aborto inseguro continuaron representando un porcentaje estimado en 13 por ciento del total de muertes maternas a nivel mundial en 2008; casi todas estas muertes ocurrieron en los países en desarrollo. En Argentina, las consecuencias de los abortos inseguros son la principal causa de mortalidad materna desde hace más de 30 años, muy por encima del promedio mundial. A nivel global, el aborto inseguro alcanzó a 220 muertes por 100.000 procedimientos en 2008; es decir, 350 veces el nivel asociado con los abortos legales inducidos en los Estados Unidos, donde ocurren 0,6 muerte cada 100.000 intervenciones. El aborto inseguro es también una causa significativa de la mala salud: cada año, aproximadamente 8,5 millones de mujeres en los países en desarrollo sufren complicaciones lo suficientemente graves para requerir atención médica; y tres millones de ellas no reciben la atención necesaria, dice la investigación, que se puede consultar en inglés en http://www.guttmacher.org/pubs/journals/Sedgh-Lancet-201201.pdf.
“En los países en desarrollo, los riesgos son mayores para las mujeres más pobres. Ellas son las que tienen el menor acceso a los servicios de planificación familiar y la mayor probabilidad de sufrir las consecuencias negativas de un procedimiento inseguro. Además, cuando necesitan tratamiento por complicaciones derivadas del aborto, las mujeres pobres tienen el menor acceso a la atención posaborto.”
La subregión de Africa Meridional, en donde cerca del 90 por ciento de las mujeres viven bajo la ley liberal del aborto de Sudáfrica, tiene la tasa de aborto más baja en Africa, de 15 abortos por 1000 mujeres. Otras tasas subregionales muy bajas son las de Europa Occidental (12) y la de Europa Septentrional (17); en esas subregiones, tanto el aborto como la anticoncepción están ampliamente disponibles, ya sea gratuitamente o a muy bajo costo. Europa Oriental presenta una situación muy diferente, con una tasa de aborto de casi cuatro veces la de Europa Occidental. Esta discrepancia se debe a los relativamente bajos niveles de uso de anticoncepción moderna en Europa Oriental, especialmente de los métodos específicos de la píldora y el DIU. Después de una dramática disminución en la tasa de aborto entre 1995 y 2003, de 90 a 44 por 1000 mujeres, Europa Oriental casi no experimentó cambio alguno en la tasa entre 2003 y 2008.
Fuente:Pagina12
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