6 de febrero de 2012

PLAN CÓNDOR: Denuncian que el 6-0 a Perú en el ’78 fue en el marco del Plan.

Revelan detalles del partido de fútbol que suscitó polémica
Denuncian que el 6-0 a Perú en el ’78 fue en el marco del Plan Cóndor
Publicado el 6 de Febrero de 2012
Por Gabriel A. Morini
El ex senador peruano Genaro Ledesma Izquieta declaró ante el juez Oyarbide. Había sido secuestrado y trasladado a la Argentina junto a otras 12 personas. Videla había aceptado recibirlos como prisioneros de guerra a cambio del resultado.

Por primera vez, el testimonio de un sobreviviente del Plan Cóndor avala la teoría de que el resultado del partido en el que Argentina terminó goleando por 6-0 a Perú en el Mundial de Fútbol de 1978 fue un acuerdo entre las cúpulas militares de ambos países para mejorar la imagen de la dictadura, cuestionada por sucesivas violaciones a los Derechos Humanos. El ex senador Genaro Ledesma Izquieta declaró ante el juez federal Norberto Oyarbide que los 13 ciudadanos peruanos deportados ese año de forma ilegal por la dictadura de ese país tenían por destino ser desaparecidos en uno de los vuelos de la muerte. Su derrotero ilegal en el país, sumado a la presión internacional, habrían motivado un acuerdo para su expulsión de la Argentina, que tuvo como moneda de cambio el resultado de ese encuentro.

La declaración de Ledesma Izquieta se conoció luego de que Oyarbide acreditara que el secuestro y posterior traslado al Regimiento de Montaña Nº 20 de Jujuy de los ciudadanos peruanos, entre los que se encontraban dirigentes de izquierda, militares opositores al régimen y un periodista, fue parte del entramado del Plan Cóndor. Hasta el momento, Perú no había sido considerado como uno de los países cuyas dictaduras colaboraban para el exterminio de opositores políticos. En el dictamen firmado el 1 de febrero donde pide la captura internacional y la extradición de Francisco Morales Bermúdez, ex presidente de facto de Perú, el magistrado enmarcó este operativo como un delito de lesa humanidad y convocó a indagatoria a Jorge Rafael Videla y a su ministro del Interior, Albano Harguindeguy, para el próximo 22 y 23 de febrero.

“Al salir a Francia nos salvamos del lanzamiento que Morales Bermúdez y Videla habían acordado, que era el lanzamiento de una persona al mar desde un avión en vuelo, por lo que no quedaba resto alguno. Ese sistema debía aplicarse con nosotros, lo que aprovechó Videla al aceptarnos como prisioneros de guerra con la condición de que Perú le permita el triunfo de Argentina en el campeonato mundial de fútbol, porque esto tenía importancia para Videla: necesitaban ese triunfo para limpiar la mala imagen de Argentina en el mundo”, declaró Ledesma Izquieta en el expediente judicial.

Capturados por ser activistas de la huelga general que puso en jaque a la dictadura peruana en mayo de 1978, fueron encadenados a un avión militar y bajo custodia llevados a Jujuy sin ninguna documentación. Allí se les exigió firmar un pedido de asilo político en el país, a lo que se negaron. Bajo coerción fueron trasladados a Buenos Aires y encerrados como prisioneros, en lugares donde habían pasado otros detenidos-desaparecidos, coincidieron todos los testimonios brindados a la justicia. “Nuestros familiares avisaron a las delegaciones de Derechos Humanos. Desde París hubo un emplazamiento al gobierno argentino para que nos dejen en libertad, a lo que el gobierno argentino se negó. Ante la insistencia de París, el gobierno de Videla aceptó ponernos en libertad a condiciones de que Francia compre nuestros pasajes”, afirmó Ledesma Izquieta, cuyo testimonio y el del resto de los cautivos fue tomado por Oyarbide en Perú. Antes de ser deportados, el consulado peruano les proveyó de pasaportes nuevos y se confirmó que los documentos de su ingreso al país fueron falsificados.

“A mí también me llegaron las versiones de que eso había sido así”, le ratificó a Tiempo Argentino Ricardo Napurí Schapiro, sobre la hipótesis de que la dictadura argentina aprovechó políticamente sus detenciones en el marco del Plan Cóndor. El ex candidato presidencial de Perú fue el impulsor en el país de la denuncia contra Morales Bermúdez, cuyo fallo fue anticipado por Tiempo y hoy domina la actualidad política de ese país.

Un resultado envuelto por la polémica
El 6-0 a Perú que dio a la Argentina el pase a la final del Mundial de Fútbol de 1978 estuvo siempre envuelto por la sospecha de un arreglo o apriete a los jugadores. El empréstito del Banco Central a la dictadura conducida por el general Francisco Morales Bermúdez y el envío de un cargamento de 14 mil toneladas de granos sólo en ese año, además del arreglo y/o apriete a los jugadores peruanos, fueron siempre un fantasma que nubló ese éxito deportivo.

El periodista Ricardo Gotta en su libro Fuimos Campeones analiza con detenimiento todas las hipótesis que se tejieron. El secuestro y traslado a la Argentina de distintos referentes de la izquierda peruana, un periodista y dos militares también, es revisado por Gotta, que agrega que “Paquito” Morales Bermúdez –hijo del dictador– estuvo en la Argentina acompañando a la selección de su país.

La causa judicial agrega una hasta ahora insospechada hipótesis que da cuenta de hasta qué punto las dictaduras latinoamericanas colaboraban en el marco del denominado Plan Cóndor. Incluso para asegurarse el pase a las finales de una Copa del Mundo.

La clave
DISPOSICIÓN. Genaro Ledesma y Ricardo Letts –dos de los dirigentes secuestrados– anunciaron ayer que se pondrán a disposición del Ministerio Público peruano para aportar mayor información en la investigación para que el Morales Bermúdez sea detenido y juzgado.

Ricardo Napurí Schapiro
“Nos salvó el Mundial de fútbol”
Publicado el 6 de Febrero de 2012
Por G.A.M.
El ex senador y dos veces candidato a la presidencia de Perú fue el primero en denunciar la participación de la dictadura de Morales Bermúdez en el Plan Cóndor. Relató el secuestro, y aunque es escéptico, asegura que la investigación servirá para actualizar la memoria histórica.

Compañero del Che Guevara, aviador militar, colega de Silvio Frondizi, ex senador y dos veces candidato a presidente de Perú, Ricardo César Napurí Schapiro fue el impulsor hace cinco años de la denuncia que hoy concentra toda la atención de la opinión pública en ese país. La investigación llevada adelante por el juez federal Norberto Oyarbide derivó en el pedido de captura internacional del ex mandatario peruano Francisco Morales Bermúdez, acusado por el secuestro de 13 opositores políticos al régimen de facto, y su posterior traslado hacia la Argentina, en un operativo enmarcado en el Plan Cóndor. Convencido de que la difusión del caso colaborará con “actualizar la memoria histórica”, en diálogo con Tiempo Argentino se mostró escéptico con la posibilidad de que el dictador sea efectivamente extraditado para ser juzgado en el país. “A nosotros nos salvó el Mundial de Fútbol”, concluyó.
–¿Por qué fueron víctimas del operativo en 1978?
–En abril, nos secuestraron y estuvimos presos unos días en el marco de una huelga general decretada por la central obrera de Perú y acatada de forma unánime contra la dictadura de Morales Bermúdez. La razón de nuestra deportación se debió a que el gobierno se metió en una crisis fenomenal con disidencias internas profundas en las fuerzas armadas. Era un gobierno que se caía. Como manotazo de ahogado, escogieron a sectores particulares de la oposición para sacarse de encima. Por eso estuvieron dos almirantes que eran los adversarios dentro de los militares. Un periodista de derecha, representante de la agencia Dpa. Y después representantes y dirigentes sindicales, del sindicato de choferes, y políticos de diferentes sectores de izquierda.

–Por eso sostiene que fue parte del Plan Cóndor
–No fue una deportación normal. Nos metieron en una base aérea, nos dieron una paliza. Nos amarraron a los asientos y nos custodiaron 20 policías armados con metralletas. Todo eso no se hace en las deportaciones tradicionales. Ya en la Argentina fuimos recibidos por una brigada militar del Regimiento 20 de Montaña en Jujuy. Desde ese momento estuvimos custodiados como prisioneros de guerra. No sabíamos cuál era nuestro destino. El coronel jefe Arana nos dijo que estábamos ahí porque los estados mayores y los gobiernos de ambos países habían resuelto cambiar prisioneros: “los peruanos vendrán a la Argentina y los argentinos a la selva peruana”, nos dijo.

–¿Amenazaron con matarlos?
–El riesgo de muerte surge en la Argentina, no en Perú. Siempre nos amenazaron con la ley de fuga y con torturarnos. Empezó cuando nos visitó una comisión multirrepresentativa de la Cancillería, las Fuerzas Armadas y la policía para obligarnos a pedir asilo político voluntario. Nos negamos y volvió otra comisión compulsiva, represora, para decirnos que si no pedíamos asilo seríamos reprimidos. Amenazaron con mandarnos a la base militar de la Antártida. Ya con violencia nos trasladaron a las mazmorras de la Policía Federal de la calle Moreno, en los sótanos, donde nos pasaron sesiones de torturas de otros prisioneros, y nos pusieron en salones donde había habido torturados. Era un centro de detención clandestino, donde se podían leer las súplicas en las paredes. El hecho que a nosotros nos salvó fue el inicio del Mundial de Fútbol.

–¿Por qué?
–Porque Argentina se jugó el prestigio de lo que significaba para la dictadura ese campeonato. Era una papa caliente y como se desencadenó una campaña mundial muy grande por parte de Naciones Unidas, Suecia y organismos de Derechos Humanos y partidos políticos de Francia, la cosa tomó estado internacional. No pudieron ocultarnos, se les escapó de control.

–¿Cómo fue que la llegada ilegal de ustedes al país tomó estado público?
–Un periodista nos vio salir encadenados en Jujuy y le pareció rarísimo que viniera un avión peruano con gente encadenada. Lo contó en el diario local, entonces la dictadura de vio obligada a resolver qué hacer con nosotros. Los diarios de la época, La Nación y Clarín, lo documentaron en la forma que la dictadura quería: “Políticos peruanos vinieron a pedir asilo al gobierno democrático de las Fuerzas Armadas”, está textual. Y luego que el gobierno había decidido concedérnoslo. Después desaparecimos de la escena, porque habían decidido nuestra expulsión del país. Lógicamente, estos diarios no dijeron nada.

–¿Cómo los sacaron del país?
–El consulado peruano nos fabricó documentos de última hora, pasaportes nuevos sin firma nuestra. Algunos fueron expulsados a Suecia, otros a México, otros a París. Inmediatamente salimos a denunciar lo que había sucedido. En paralelo, yo fui elegido mientras estaba deportado como diputado constituyente y retornamos en julio a asumir nuestros cargos. Miles nos recibieron ya erigidos como sus nuevos líderes. Hugo Blanco era el líder de la insurrección campesina contra Morales Bermúdez y era la figura más importante de la izquierda peruana.

–¿Cuál cree que será el resultado de que salga el caso a la luz?
–Perú no estaba caracterizada como dentro del Plan Cóndor. Con el crimen de Noemí Esther Gianotti de Molfino y con nuestro caso emblemático se prueba que la dictadura de Morales Bermúdez fue parte de esa planificación. No fue represión selectiva sino un acuerdo entre gobiernos con formas atroces. Si hubiéramos muerto el caso sería olvidado, pero quiero que todo el mundo comprenda qué dimensiones tomó el Plan Cóndor.

–¿Cree que Morales Bermúdez será extraditado?
–No creo que se logre. Lo van a cuidar entre militares. Él dice que éramos terroristas, que queríamos la caída de su gobierno. Todo eso es falso. Ahora esto se convirtió en un problema nacional y sirve también para saber qué tan lejos llegó la Argentina dentro del Plan. La memoria histórica que la Argentina impuso en la región tendrá ahora que trasladarse a Perú, porque era un tema olvidado. A mí no me importa si viene o si no viene, pero ya hemos conseguido actualizar la memoria histórica del pueblo. <

El primero en reconocerlo
–¿Por qué nunca se investigaron los hechos que usted denunció una vez recuperada la democracia?
–Todos los gobiernos que vinieron después fueron represores. Nunca hubo gobiernos progresistas en Perú. Morales Bermúdez reconoció el hecho y después dijo que había sido un error habernos expulsado del país. No nos preocupamos en exigirle una reivindicación judicial hasta el momento en el que yo lo presenté a la justicia argentina hace cinco años. Hace tres, el juez Norberto Oyarbide viajó a Perú y se entrevistó con cada uno de los que fueron secuestrados en aquel entonces. La Secretaría de Derechos Humanos fue la primera que se pronunció con la firma de Eduardo Luis Duhalde reconociendo estos hechos.
Fuente:TiempoArgentino

Letts y Ledesma se pondrán a disposición de la justicia por caso Morales Bermúdez
Los agraviados en el proceso contra el ex presidente de facto Francisco Morales Bermúdez —Ricardo Letts y Genaro Ledesma— informaron hoy que se pondrán a disposición del Ministerio Público este lunes. Ello, luego de que Morales Bermúdez anunciara que se someterá a las investigaciones a fin de esclarecer este tema.

Esta semana, la justicia argentina ordenó la captura de Morales Bermúdez, acusado de enviar a ese país a 13 opositores, como parte del Plan Cóndor, en 1978.

En tal sentido, los dos ex parlamentarios de izquierda firmarán un documento a ser entregado a la Fiscalía de la Nación, en el que comunican acerca del proceso en Argentina contra Morales Bermúdez y si este “ha dicho que va a ir a la justicia, nosotros también lo vamos hacer”, dijo Ledesma en TV Perú. Este instó al gobierno nacional a acatar el pedido de Argentina y detener a Morales Bermúdez.

Por su parte, Letts Colmenares afirmó que nuestro país, en 1978, fue parte del Plan Cóndor, razón por la que se detuvo y envió a Argentina a trece opositores del gobierno de entonces. Ello, como parte del acuerdo de cooperación entre los Ejércitos de la región: una red información, seguimiento, detención y aniquilación de sus opositores políticos refugiados en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Letts añadió que el envío de opositores a Jujuy se hizo obviando procesar a estos ante la justicia peruana.

Para Ledesma, se debe extraditar de inmediato a Argentina a Morales Bermúdez, pues sus 90 años no deben ser obstáculo para que sea procesado por un delito de lesa humanidad, imprescriptible en el tiempo.

Ex parlamentarios deportados a Argentina señalaron hoy que comunicarán al Ministerio Público su voluntad de colaborar en proceso por su secuestro.
FuentedeOrigen:ElComercio.pe
Fuente:Agndh

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