Circuito Camps: "En Arana había olor a carne quemada"
El sobreviviente Norberto Oslé recordó su paso por ese centro de detención y dijo que allí se quemaba gente. Otro testigo del juicio que se realiza en La Plata recordó que compartió cautiverio con unas 200 personas en ese campo y en la comisaría Quinta. Una testigo apuntó a un imputado.
26.03.2012
Carlos De Francesco declaró en el juicio por el Circuito Camps (Foto: Eva Cabrera)
Por Pablo Roesler
pabloroesler@gmail.com
Dos sobrevivientes recordaron en el juicio por el Circuito Camps el horror que vivieron durante su detención en los centros clandestinos de detención de la Bonaerense en la dictadura y uno de ellos dijo que en el destacamento quemaban detenidos. Ambos recordaron la presencia de niños, mujeres embarazadas y un nacimiento en la seccional. También declaró la hermana de un desaparecido y señaló a uno de los detenidos como posible partícipe de su secuestro. Proyectarán la filmación del testimonio de una mujer que declaró en el juicio a Miguel Etchecolatz en 2006 para evitar su revictimización.
"En Arana había olor a carne quemada, algunos decían que eran cuerpos, pero yo gritos nunca escuché. Digo, no los quemaban vivos", dijo Norberto Oscar Osle, el último de los testigos que declaró ayer en la audiencia del juicio que el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de La Plata realiza a 25 imputados por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra 280 víctimas en seis centros clandestinos de detención que funcionaron bajo el mando de la Policía Bonaerense.
El testigo contó que fue detenido en el mediodía del domingo 13 de febrero de 1977 y que permaneció desaparecido hasta el 28 abril, cuando lo liberaron desde la comisaría Quinta. Osle recordó que Arana fue interrogado con torturas. Según contó, en ese lugar le dijeron que iba a quedar en libertad, porque pertenecía al Partido Comunista, que no había sido declarado ilegal por la dictadura.
Según su relato, luego fue trasladado a la comisaría Quinta, donde supo que hubo tres mujeres embarazadas: Elena de la Cuadra, Adriana Calvo e Inés Beatriz Ortega.
El testigo contó que Calvo fue trasladada para que diera a luz, pero que la otra mujer parió allí, en la mesa de la cocina. Ese nacimiento fue el de Leonardo Fosatti, quien fue apropiado y recuperó su identidad en 2005.
Doscientas personas. “Arana era espeluznante. Todavía creo que puedo escuchar los gritos de horror de la gente torturada”. Con esas palabras el sobreviviente Carlos De Francesco pintó el centro clandestino de detención que funcionó en el destacamento de Cuatrerismo de Arana durante su declaración.
El testigo recordó que fue detenido el 9 de diciembre de 1976 en el bar de la facultad de Ingeniería, ubicado en 47 entre 1 y 115, del lado de enfrente al edificio universitario, y estimó que en los casi cuatro meses de cautiverio tuvo contacto con otras 200 personas en su misma situación.
De Francesco contó que tras ser detenido fue llevado a lo que más tarde supo que era el destacamento policial de Arana y recordó con detalles las torturas a las que fue sometido durante un interrogatorio.
“Allí (en Arana) escuché el llanto de un chico que yo estimé que podía tener 10 años. Pero después, cotejando, resultó que era una niña, un poco más grande y de apellido Santucho”, contó en referencia a Monica Santucho, una nena de 14 años secuestrada, torturada y desaparecida.
Según relató, De Francesco estuvo 10 días en ese centro y luego fue llevado a la comisaría Quinta. Sin embargo, recordó que fue llevado en otras dos oportunidades. En una de ellas fue nuevamente torturado.
Para su relato utilizó un listado que elaboró con los nombres, apodos o descripciones de las personas con las que compartió cautiverio. Contó que estuvo detenido con sus amigos Miguel Laborde, Mario Feliz y Adriana Calvo, pero resaltó el recuerdo del ex sacerdote Federico Bacchini, secuestrado en noviembre de 1976 luego de desafiar la amenaza de Monseñor Plaza quien lo instó a abandonar la ciudad o atenerse a las consecuencias por haberse casado.
“Todas las vidas humanas tienen el mismo valor. Pero hay algunas que están cargadas de valores positivos que hacen que lamentemos más esas pérdidas. Y el caso de Federico Bacchini es una de esas pérdidas”, remarcó.
Imputado señalado. En la jornada de ayer también declaró Alejandra López Comendador, quien recordó el secuestro de su hermano, el militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) de la facultad de Veterinaria, Luis Ignacio López Comendador, de 22 años, y sembró sospechas sobre uno de los imputados.
La mujer contó que su hermano fue detenido el 27 de junio de 1977 de su casa en un departamento de calle 57 entre 12 y 13 cuando estaba con su madre y su hermana de 5 años.
La testigo contó que antes de la desaparición cuatro días antes de la desaparición de su hermano habían sido secuestrados de un edificio de enfrente Daniel Favero y su pareja María Paula Álvarez, y que unos días antes de ese episodio ella había visto un grupo de policías reunidos en ese mismo edificio.
La mujer contó que su hermano tomaba clases de zapateo americano con un profesor a quien visitaba en el departamento de su cuñado, el policía de Infantería Gerardo Pérez, que vivía en el mismo edificio que Favero.
Recordó que unos días antes del secuestro de la pareja fue al departamento de Pérez buscando a su hermano y se encontró a un grupo de personas de civil, amigos del policía, jugando a las cartas cerca de una ventana que daba a otra del departamento de Favero. Entre esas personas identificó a Raúl Orlando Machuca, imputado en el juicio.
“Había uno que yo pensé que tenía un apodo, pero después me enteré que era su apellido: Machuca”, contó la mujer y lo relacionó con la posterior desaparición de su hermano, porque él había estado con ellos en la casa y los conocía.
Fuente:Diagonales
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