Restituyen una medalla
La embajada argentina en Uruguay, a cargo de Dante Dovena, restituirá hoy a Carlos Norberto Mihalfi, ex combatiente de Malvinas, la medalla que recibió al finalizar la guerra.
A finales de 2011 Víctor Pirillo, asesor de Dovena, encontró por casualidad la medalla en una casa de empeño de Montevideo. A partir de ahí la embajada comenzó a ratrear el origen de la medalla para restituírsela a su verdadero dueño.
Como conscripto, Mihalfi revistió en el Regimiento de Infantería Mecanizada Nº 3 de La Tablada y fue trasladado a Malvinas el 11 de abril de 1982. Abatido por la falta de reconocimiento del Estado argentino y de la sociedad argentina, más una serie de frustraciones personales, llevaron a Mihalfi a desprenderse de la medalla.
En las islas, Mihalfi fue torturado por sus superiores. Silvio Eduardo Katz, uno de sus compañeros en la guerra, contó que, aquejados por el hambre, junto a Mihalfi juntaron el poco dinero que tenían para comprar algunos alimentos en una despensa de la isla. “Al regresar me descubrieron y, por orden de mi superior, me quitaron la ropa y me estaquearon varias horas. Más tarde hicieron lo mismo con Carlos Mihalfi, al que le pusieron una granada en la boca y le sacaron el seguro, con lo cual si se le caía la granada explotaba y nos mataba a los dos”, contó Katz. Mihalfi estuvo con la granada en la boca durante varias horas. “Antes de estaquearnos les ordenó a unos soldados que nos pegaran a Mihalfi y a mí; y ya estaqueados el superior obligó a otros soldados a mearnos a Mihalfi y a mí”, contó. Por su condición de judío, Katz fue objeto especial de las vejaciones que sufrieron cientos de soldados en Malvinas.
Visiblemente emocionado, cuando Pirillo y Dovena lograron ponerse en contacto con Mihalfi, el ex combatiente les confesó que hasta ahora nunca se había sentido cobijado por el Estado.
Del agasajo que se realizará en Montevideo participará también la periodista Natasha Niebieskikwiat autora del libro Lágrimas de Hielo.
29.03.2012
según el gobernador británico
“No tiene sentido negociar”
El gobernador británico en las Islas Malvinas, Nigel Haywood, aseguró ayer que “no tiene sentido” negociar con la Argentina la soberanía de ese territorio, y mencionó la posibilidad de convocar a un referendo sobre el tema porque, según dijo, habrá “un resultado que ya se sabe cuál va a ser”.
“Las islas son británicas, tenemos todos los derechos, los pobladores quieren ser británicos. Argentina desafía ese derecho por lo tanto las negociaciones no tienen sentido”, subrayó Haywood en una entrevista con la agencia AFP.
Además, se mostró confiado en el resultado de un eventual referendo por lo que no descartó permitir que Buenos Aires haga campaña, y fustigó: “Argentina quiere un territorio por sobre los deseos de la población local. Y luego se sorprende porque el primer ministro David Cameron los acusa de colonialistas. ¿Qué es ser colonialista si no es querer la anexión de otro territorio contra los deseos de sus habitantes?”, planteó.
Sobre la ofensiva argentina contra empresas que buscan petróleo en Malvinas, y la posibilidad de que la Casa Rosada pida suspender el vuelo que conecta las islas con el continente vía Chile, Haywood dijo: “Está claro que cada medida argentina busca dificultar la vida aquí pero son contraproducentes porque ha endurecido a la población en su postura de ser británicos.”
29.03.2012
Presentan serie sobre Malvinas
El Ministerio de Defensa informó que hoy a las 18 se presentará el capítulo “Informe Rattenbach”, el primero de la serie Malvinas, la historia de la usurpación, que se estrenará el lunes 2 de abril a las 22 por Canal Encuentro y que se emitirá, una hora más tarde, por la Televisión Pública. El acto se desarrollará en el Salón San Martín del Edificio Libertador.
En el comienzo de la ceremonia, que contará con la participación del ministro de Defensa, Arturo Puricelli, y del presidente de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado, Tristán Bauer, se proyectará el documental. Luego, integrantes de la Comisión de análisis y evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico-militares en el conflicto del Atlántico Sur, que trabajó en la desclasificación del Informe Rattenbach, disertará acerca de los resultados del documento
Fuente:TiempoArgentino
LONDRES ADMITIO QUE EL CONFLICTO ES NITIDO Y VISIBLE
Las Malvinas son un elefante blanco
En un almuerzo de trabajo con los embajadores de América latina, Jeremy Browne, uno de los vicecancilleres del Reino Unido, usó la metáfora que alude a algo desproporcionadamente costoso.
Por Martín Granovsky
El ministro de Estado del Foreign Office, Jeremy Browne, pertenece al Partido Liberal Demócrata.Imagen: La Tercera de Chile
A menos que todos sus funcionarios tengan un manejo de la lengua digno de Winston Churchill pero no su claridad política, la Cancillería británica admitió ayer que la cuestión de las Malvinas es “un elefante blanco”. En la tradición asiática, que el Foreign Office conoce bien, un elefante blanco es algo difícil de mantener y de un costo desproporcionado a las ventajas que suministra.
De acuerdo con diplomáticos de la región consultados por este diario, la expresión fue utilizada por Jeremy Browne, ministro de Estado del Foreign Office, un cargo equivalente al de vicecanciller, en este caso con responsabilidad de varias áreas, una de ellas América latina. Browne, que integra el gobierno del conservador David Cameron, habló durante un almuerzo de trabajo con todos los embajadores latinoamericanos a solo cinco días del 2 de abril, cuando se cumplirán 30 años desde que una maniobra de la dictadura argentina consolidó el poder del Partido Conservador de Margaret Thatcher.
Browne pertenece al Partido Liberal Demócrata, aliado de los conservadores. Miembro del Parlamento por Taunton Deane desde 2005, antes de ser ministro el dirigente fue el responsable de asuntos internacionales y de temas económicos de su partido. Hombre del establishment económico, fue directivo de empresas de comunicaciones y de finanzas. Taunton Deane es parte del condado de Somerset, una de las regiones que en el siglo XI resistió, finalmente sin éxito, la invasión normanda que terminó con la influencia escandinava.
Según el relato, en el almuerzo con los embajadores Browne habló del diferendo de las islas como “el elefante blanco que tenemos sobre la mesa”. No citó el origen tailandés de la tradición, según el cual si el monarca entregaba un elefante blanco a un súbdito era un castigo y no un premio, porque debía mantenerlo y alimentarlo. Lo dijo tras felicitarse de que intensificar las relaciones con América latina fue una decisión de su gobierno. Acompañado del director para las Américas del Foreign Office, Angus Lapsley, Browne pidió creatividad en las relaciones de cooperación entre los Estados de América latina y el Reino Unido, sugirió intensificar el comercio y propuso discutir pautas sobre el cambio climático.
Si un elefante blanco es un animal por el que se paga un costo desproporcionado en mantenimiento, caben dos interpretaciones sobre las palabras de Browne. Una, que la existencia de las Malvinas tal como están, en medio de un conflicto no resuelto de soberanía, produce un costo alto, algo que podría indicar la pérdida de las cotizaciones en Bolsa de las cuatro empresas que están realizando exploración petrolífera en la zona. La otra interpretación es que para América latina apoyar la posición argentina de pedir una negociación que incluya la soberanía sería costoso ante Londres. La segunda lectura podría coincidir con una frase de Browne, que en el almuerzo dijo no entender “esa solidaridad latina”.
Sea cual sea la interpretación de la frase, un elefante blanco es un animal que se nota. Porque es un elefante y porque es blanco.
Hacerlo notar introduce un matiz diferente en la política que el Foreign Office viene desplegando estos días en los que el 2 de abril aparece solamente, y el propio ministro lo dijo ayer en un momento, como “una oportunidad para honrar a todos los muertos por la guerra”.
En su discurso ante los latinoamericanos, Browne defendió el principio de autodeterminación para los isleños y mencionó el próximo plebiscito escocés, que no tiene fecha y se discute en estos días entre Cameron y su colega de Escocia Alex Salmond, nacionalista. Escocia forma parte del Reino Unido por un acta de Unión firmada en 1707. Salmond quiere la independencia y una consulta en 2014, cuando se cumplirán 700 años de la batalla de Bannockburn, cuando Escocia le ganó una batalla a Inglaterra en las guerras por su independencia. Alentados por la riqueza petrolera, los nacionalistas argumentan que Escocia sería un país viable.
Según Browne, el principio de autodeterminación es “universal”. El Estado argentino sostiene, en cambio, que no se aplica a los isleños. Entre otros fundamentos se ampara para sostenerlo en que desde 1965 la Organización de las Naciones Unidas considera la cuestión de las Malvinas como una herencia colonial que debe ser subsanada por el diálogo entre Londres y Buenos Aires.
martin.granovsky@gmail.com
LA CANCILLERIA HABLO DE FALTA DE RESPUESTAS DEL GOBIERNO BRITANICO
Silencio nuclear de Cameron
El canciller Timerman y el viceprimer ministro británico se cruzaron el martes en la Cumbre sobre Seguridad Nuclear en Corea del Sur. Ayer, el gobierno argentino alertó que Clegg no desmintió el envío de un submarino nuclear.
El canciller Héctor Timerman denunció el envío de un submarino nuclear al Atlántico Sur.Imagen: DyN
Cancillería alertó ayer sobre el silencio del Reino Unido frente al requerimiento argentino para que brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el Atlántico Sur. Un día después del cruce entre funcionarios de ambos países en la Cumbre de Seguridad Nuclear en Seúl, Corea del Sur, el ministerio que conduce Héctor Timerman reiteró mediante un comunicado la “preocupación de que el Reino Unido viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta, y no respete el compromiso internacional de comunicar los incidentes con material nuclear”.
El martes, en su discurso, el canciller Timerman denunció en ese ámbito el envío de un submarino británico con capacidad para portar armas nucleares a Malvinas, zona cuya soberanía es objeto de una disputa reconocida por Naciones Unidas y que fue declarada zona libre de armamento nuclear. Timerman alertó sobre los “recientes episodios de militarización” y exigió a Londres que “confirme la ausencia de armas nucleares” en el Atlántico Sur. La respuesta del viceprimer ministro, Nick Clegg, representante del gobierno de David Cameron en el evento, fue la descalificación de la denuncia, a la que consideró como “insinuaciones infundadas, sin basamento”.
Desde el Palacio San Martín se destacó ayer que el funcionario británico “guardó silencio frente al requerimiento argentino de que Gran Bretaña brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur”. “Igual temperamento asumió el representante permanente británico ante la Organización de las Naciones Unidas en respuesta a la denuncia formulada por el gobierno argentino, el pasado 10 de febrero, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, señalando que el Reino Unido no informaba sobre los movimientos de su armamento nuclear”, agregó Cancillería.
“La República Argentina recuerda que el gobierno británico ya violó los acuerdos que en Seúl dijo haber respetado siempre”, señala el comunicado. También recuerda que en 2003 el gobierno del Reino Unido admitió que algunos buques de la Fuerza de Tareas que operó durante la guerra de 1982 “contaban con armamento nuclear, las cargas nucleares de profundidad WE177, que no fueron desarmadas de los buques al momento de la partida de la flota hacia el Atlántico Sur”. El Reino Unido “también reconoció que durante el curso de la campaña militar tales armas nucleares fueron trasbordadas, ya dentro de la zona libre de armas nucleares, a otros navíos, por razones de seguridad, y que durante esos trasbordos algunos de los contenedores de las armas nucleares sufrieron daños externos”.
El comunicado concluye con la reiteración por parte del Gobierno de su “preocupación de que el Reino Unido viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta, y no respete el compromiso internacional de comunicar los incidentes con material nuclear”. El Gobierno exhortó “una vez más al Reino Unido a que confirme la ausencia de armas nucleares en el Atlántico Sur y se avenga a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas”.
Fuente:Pagina12
Conmovedor testimonio de un soldado torturado en la Guerra de Malvinas
28/03/2012
Pablo De Benedetti, vecino de Vicente López, cuenta detalles desconocidos del conflicto y los padecimientos durante y en la posguerra.
En un largo monólogo, interrumpido varias veces por el llanto, este veterano da un panorama que ayuda a entender no sólo aspectos de la guerra en sí, sino de toda esa etapa signada por la falta de justicia y la brutalidad.
“Yo era clase 62, pero entré con la 63 porque había pedido un año de prórroga para terminar el secundario. Me incorporaron el 5 de febrero del 82 y en abril, el domingo de Pascua, sin haber terminado la instrucción militar, viajo a Malvinas. Yo pertenecía a la Escuela de Ingenieros de Campo de Mayo como soldado conscripto, y fui enviado a Malvinas con la orden de participar en la construcción de los campos minados. La Escuela de Ingenieros es donde hizo gran parte de su carrera Galtieri, y el general que se comunicaba con nuestros padres era Cristino Nicolaides.
En los días anteriores a jueves santo nos mandan a nuestras casas para que les contemos a nuestros padres que vamos a Malvinas.
El miércoles llego a la casa de mis padres en Olivos y ellos se ponen contentos porque pensaron que nos largaban para pasar con la familia la semana santa, cuando les digo que a la mañana siguiente tengo que presentarme en Campo de Mayo porque el domingo me voy a la guerra, no me creen, me dicen que debo estar equivocado, que qué se yo de armar minas. Al otro día me acompañan, yo tengo varios hermanos, toda la familia a Campo de Mayo.
El jueves no s enseñan lo que es una mina, la única que vimos antes de llegar a Malvinas. El sábado nos permiten ver a nuestros padres, el domingo ya no, ellos, mi familia y las de otros conscriptos están en la calle y nos saludan de lejos a través del alambrado. Nos llevan en camiones a El Palomar, de ahí en avión a Santa Cruz y en otro avión a Malvinas donde llegamos el lunes a la mañana.
Desde el 2 de abril nos venían lavando la cabeza con que nosotros íbamos a Malvinas para que la guerra no llegara a Buenos Aires, y no mataran a nuestros padres, familia, amigos, y uno a los 19 años y con una Plaza de Mayo llena de gente apoyando, se lo cree.
Uno piensa con total inocencia que, si va a la guerra por su país, para a recibir un trato diferente al que recibimos. Desde el puerto caminamos por el pueblo hasta unos galpones que había del otro lado, y los chicos nos miraban, los chicos de ahí, chiquitos, seis años, ocho, diez, desde las ventanas o los jardines que casi todas las casas en las islas tienen, un militar, un oficial, nos decía que le apuntáramos a los chicos para que no nos vean y se metan adentro ((Llanto) ahí me cayó la ficha que no iba a ser como yo pensaba.
Después de pernoctar dos días en esos galpones nos dividen y a mí me toca una sección, justo atrás del hospital donde hacemos una posición, esto es cavar pozos de zorro, pozos de 2 metros de largo y 1,50 de profundidad, que se tapan con pasto y paja para que no puedan reconocerse desde los aviones. Ahí uno duerme, esos pozos por las inclemencias climáticas, llueve mucho, hace mucho frío, hay mucho viento, mucho más de lo que uno puede imaginar desde acá, esos pozos se llenan de agua. Como no se podían usar para los fines bélicos, se convirtieron en lugares de castigo para nosotros, los soldados. Te hacen meterte en el pozo con el agua helada hasta la cintura, y después no te podés secar, por el clima, y se te congelan las piernas.
La primera vez que me meten es porque agarramos carne de una oveja que habían matado los suboficiales, y nosotros hacía unos días que estábamos casi sin comer; tanta hambre teníamos que la comíamos cruda.
Cuando te descubren, te bailan horas, te bailan quiere decir que te obligan a hacer ejercicio físico, carrera, cuerpo a tierra, salto de rana, flexiones, a veces durante horas.
A mí me hicieron el baile al lado del campo minado que habíamos hecho, y hasta me gatillaron en falso un fúsil FAL en la cabeza.
Otra vez fui a buscar agua con la cantimplora a un camión cisterna que estaba a unos cien o doscientos metros, no teníamos nada de agua desde hacía muchas horas, y otra vez me mandan al pozo de zorro, como ya estaba muy mal, con las piernas muy hinchadas, casi no podía caminar, me llevan al médico, el capitán médico le dice al sargento Romero, que era uno de los que nos torturaba, el otro se llamaba Monges, que me tenía que dar ropa seca, medicación, que me la dio, y tenía que descansar al lado de una fogata porque corría riesgo de perder las piernas por congelamiento. Cuando volvemos a las posiciones el sargento Romero me tira la medicación, me dice que él sabe más que el médico, y que lo mío se cura con más pozo de zorro. Esto hasta el 30 de mayo, que volvemos a los galpones, que estaban cerca del lugar donde atendía el médico, el 2 de junio me voy arrastrando, ya no podía caminar, hasta ver al capitán médico, que apenas me ve me carga en un camión y me lleva al hospital de Malvinas, donde me tienen que cortar los borceguíes y las medias porque no me las podían sacar por la inflamación y las lastimaduras, las manos también las tenía llenas de ampollitas y pequeños granitos que produce el frío extremo y húmedo.
Poco antes de embarcarme en el Bahía Paraíso un teniente llamado Blanco me dice que en tres días me tengo que presentar en el frente, en las posiciones, pero los médicos me embarcan igual, salimos rumbo a Puerto Belgrano, tardamos seis, siete días en llegar.
En el bahía Paraíso nos llevan a santa Cruz, de ahí en avión a Punta Alta y después en camiones a Puerto Belgrano, ahí me internan. Cuatro veces por día me cepillaban las piernas con un cepillo embebido en Pervinox porque se me estaba pudriendo la piel, me salvé que me amputaran, pero hasta el día de hoy sigo tomando medicación para la circulación en las piernas.
Internado, no me dejaban hablar por teléfono, un día pido una silla de ruedas para ir al baño y me meto al office de una enfermera para hablarle a mi familia, para avisarles donde estaba, pero me agarra un jefe y me dice que no puedo hablar, que estamos en guerra y me corresponden sanciones, le digo que se vaya bien a la mierda porque mientras él estaba calentito tomando café yo vengo con las piernas destrozadas del frente de combate, y que voy a hablar le guste o no; una operadora me dice que tiene que escuchar la comunicación, le digo que sí, que lo único que quiero es avisarle a mi familia que estoy vivo y en el continente.
Mi vieja no me creía que era yo, se pensaba que era otro hermano, pero esa misma noche viajan y llegan a la mañana siguiente, cuando les dicen que casi seguro me tienen que cortar las piernas.
Estuve internado unos 20 días, hasta que me mandan a campo de Mayo, donde me dice un mayor que en 3 días me tengo que presentar a terminar mi servicio militar, yo le cuento todo lo que pasé y le digo que si me hacen eso agarro un fusil y quemo a cualquiera que se ponga adelante, entonces me dan licencia hasta la baja, pero antes me hace pasar por la Junta Calvi, que es una junta de justicia militar en tiempos de guerra, que está obligada a tomarte las denuncias, resulta que a mi me dicen que firme un papel donde reconozco que estuve bien tratado, como me quería ir a mi casa lo más rápido posible les firmo, pero por eso es este juicio que entablo ahora.
Cuando llegás a tu casa es otra odisea, otro calvario, ya nada va a ser igual que antes, que las conversaciones con tus padres, tus hermanos, ya no son iguales porque hay cosas que no entienden, y vos hay cosas que no entendés, que perdiste mucho, que mientras tus amigos estaban en un boliche bailando vos estabas matando gente y esquivando tu propia muerte, que te usó un gobierno para tratar de perpetuarse, y que el pueblo que nos apoyaba cuando nos íbamos para allá, ahora nos hacía culpables de la derrota.
Yo sentí lo que deben haber sentido las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la incomprensión del dolor por parte de los que te daban la espalda, que “malvinizar” estaba mal, ellas eran las “Locas”, nosotros los “locos de la guerra”.
En Malvinas los militares argentinos eran los mismos que acá durante el Proceso se robaban pibes, secuestraban, torturaban, afanaban, aunque hay que decir, porque me consta, que no todos fueron iguales.
A mí, en este recurso que presento ante la Comisión Provincial por la Memoria, un jefe me sale de testigo, contra otro que es el que acuso. Hace dos años fui a un asado que se hace regularmente en donde antes estaba la Escuela de Ingenieros, yo nunca iba porque no me quería encontrar con cierta gente, pero esta vez fui porque me aseguraron que no iban a estar, pero uno estuvo… y me viene a saludar, yo le pongo la mano en el pecho para frenarlo y le digo - Yo a vos no te saludo porque sos un hijo de puta.- El me dice que no puede ser que tenga tanto resentimiento después de todos estos años, que no soy quien para manchar su legajo, y que debo estar con un Centro de Soldados de La Plata al que acusan de ser “zurdos”. Se justifica, es tipo que se llama Romero, diciendo que en esa época no existían los Derechos Humanos y que la ley era la ley militar por estar en una Dictadura, yo le dije que los Derechos Humanos y la dignidad existieron siempre.
A todo esto otro suboficial presenció la discusión y le dice a Romero que el jamás le hizo eso a un soldado, y Romero le contesta que no le puede decir eso porque son camaradas de armas, después se pasó todo el asado hinchándome las pelotas con que no le hiciera el juicio, que eran temas que debían estar olvidados, al final le dije —Te lo voy a hacer y te voy a hacer mierda porque cada día que tomo la medicación para las piernas me acuerdo de vos y de los pozos de zorro.-
El suboficial que lo enfrentó me preguntó porque nunca lo había dicho, y yo le respondí que nunca iba a los asados para no encontrarme ni a Romero ni a Monges, entonces me dijo que me iba a ayudar porque no puede ser que estas cosas no tengan su debida justicia, su debido castigo.
Un día Romero me llama y me dice que quiere hablar, yo le digo que voy a ir con dos veteranos para que escuchen lo que me vaya a decir, me cita en un bar y él no va, entonces yo de ahí me voy a hacer un trámite al Hospital de Vicente López, y me agarra en la escalinata, me dice otra vez que no entiende mi rencor, y que lo malinterpreté cuando me habló en el asado justificándose, yo le digo que lo malinterpretaron varios, porque se ofrecieron como testigos. Después me dice que no se acuerda de haberme hecho ese castigo pero que si lo hizo fue porque algo habría hecho yo, el argumento de aquella época; a partir de ahí me hablaba por teléfono para amenazarme, para decirme que me podía morir, cosa que ya está también en la causa y de la que tengo varios testigos. En una causa anterior un tribunal de Tierra del Fuego declara los hechos como violación a los derechos Humanos y por lo tanto imprescriptibles. Los militares apelan y ganan en Casación 2 a 1, y es por eso que ahora está en la Corte Suprema.
Yo no actúa por rencor sino por un sentimiento de justicia y convicciones, yo necesito justicia por lo sufrido, y la sociedad, así como necesitó saber que poasó con los desaparecidos, necesita saber que pasó con Malvinas, para crecer como comunidad.
Estos dos personajes, uno hasta hace dos años era Suboficial mayor y otro ya estaba retirado del Ejército, cobran pensiones como héroes de Malvinas. Yo espero que vayan presos, las Fuerzas Armadas también tienen que ser depuradas, y es muy injusto que militares que actuaron bien en la guerra, los metan en la misma bolsa con estos delincuentes. A mi la determinación que tome la Justicia no me va a devolver lo perdido, para mí los festejos de fin de año con fuegos artificiales no son festejos, son sufrimiento, porque me acuerdo de las bombas, los tiros, los compañeros muertos, porque el que estuvo en la guerra y fue torturado nunca más puede disfrutar de una noche estrellada, todos los días hay algo que te recuerda que sos un veterano”.
Fuente:InfoBan
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