30 de marzo de 2012

RAFAELA-SANTA FE: ACTO EN RAFAELA AL CUMPLIRSE DOS AñOS DEL ASESINATO DE SILVIA SUPPO: "Queremos Justicia, saber la verdad".

ACTO EN RAFAELA AL CUMPLIRSE DOS AñOS DEL ASESINATO DE SILVIA SUPPO
"Queremos Justicia, saber la verdad"
Esa fue la consigna que se cantó en la marcha de anoche en la ciudad donde mataron de nueve puñaladas a Suppo, testigo clave en el juicio a los represores santafesinos. El Espacio Verdad y Justicia denunció las irregularidades judiciales.
Desde Rafaela
"Es Silvia quien va adelante, marcando el camino, va", cantaban los manifestantes
Encabezado por Madres de la Plaza de Mayo de la ciudad de Santa Fe, el acto para pedir el esclarecimiento del asesinato político de Silvia Suppo, convocó anoche a centenares de personas, a dos años de las nueve puñaladas certeras que recibió la testigo clave de la causa Brusa en la mañana del 29 de marzo de 2010, en un comercio de una calle céntrica de Rafaela. Los hijos de Silvia, Andrés y Marina Destéfani, encabezaron la marcha junto a amigas, la integrante de la Asociación de Ex Detenidos y Desaparecidos Políticos, Nilda Eloy, así como Hijos y la Casa de Derechos Humanos de Santa Fe. El Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo elaboró un documento en el que denunciaron las "sospechosas casualidades que se sucedieron" en la investigación. Distintos manifestantes lo leyeron anoche, en la plaza 25 de mayo de la ciudad, después de marchar por el bulevar Santa Fe ida y vuelta desde esa plaza hasta la Jefatura de Policía, donde Silvia estuvo secuestrada en la noche del 24 de mayo de 1977, antes de ser llevada al centro clandestino de detención La Casita en Santa Fe, para ser torturada y violada. Que Silvia haya sido una de las pocas sobrevivientes que pudo verles la cara a los represores santafesinos de la primera causa por delitos de lesa humanidad que se desarrolló en la provincia, es un dato que subrayaron varios manifestantes de la compacta cuadra de marcha.

"Queremos Justicia por Silvia, queremos saber la verdad. Rodríguez ponete las pilas no esperamos más", cantaron los manifestantes durante la marcha, con el ritmo de Vasos vacíos, de Los Cadillacs. La apelación es al juez federal santafesino Reynaldo Rodríguez, que sobreseyó a los dos acusados por un testigo de identidad reservada de haber sido los verdaderos autores materiales del asesinato, instigado desde el pabellón de lesa humanidad de la cárcel de Las Flores.

El miércoles 21 de marzo los abogados de los hijos de Silvia, Lucila Puyol y Guillermo Munné, junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, se presentaron ante la Cámara de Apelaciones de Rosario para apelar el sobreseimiento, argumentar que el juez Rodríguez nunca desarrolló la investigación seria que le ordenaron tribunales superiores como la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación. "Tuvimos la audiencia en la Cámara, que ahora tiene la decisión en sus manos. El juez nunca hizo lugar a las medidas de investigación que pedimos, pero esperamos que la fiscalía nos acompañe", expresó Puyol.

En el acto, Munné planteó que el asesinato tuvo "como objetivo acallar a una militante como Silvia Suppo, una referente de la memoria de Rafaela". Pidió que "se designen en la causa a la Policía Aeroportuaria y al espacio Verdad y Justicia para investigar sin los vicios de fuerzas criminalizadas como las policías provincial y federal".

Marina subrayó que "fue evidente la decisión del juez Rodríguez de sacarse la causa de encima". Al final de la lectura del documento, fue la encargada de nombrar a los 18 desaparecidos de Rafaela, al grito de "presentes".

El espacio Verdad y Justicia afirmó que "a pesar de las evidentes irregularidades en el accionar policial que venimos denunciando públicamente y en el departamento de Asuntos Internos de la Policía de Santa Fe ningún funcionario policial fue citado a declarar ni apercibido".

La enumeración de "sospechosas casualidades" incluye "el grado de ensañamiento que no se corresponde con un homicidio en ocasión de robo". También subrayaron que "los autoimplicados declaran que luego de atacarla, la arrastran por más de 12 metros. Es dudoso que no haya huellas, ni desorden, ni rastros de sangre en dicho trayecto". La larga lista de irregularidades incluye que "el accionar de la policía fue desprolijo, ineficaz y dudoso: realizó el peritaje en el lugar del crimen en ausencia de la Fiscal y sin proteger la escena, no encontró huellas, no dio con testigos que reconocieran a los imputados, y citó ilegalmente a declarar en la comisaría a uno de los remiseros cuando debía hacerlo frente al juez. A lo que se suma que no se encontraron rastros de sangre en los cuchillos ni en la ropa de los imputados. Por otro lado, la policía no entregó a la justicia el video de las filmaciones que la concesionaria de la terminal de ómnibus le entregó a pocas horas de la salida de la ciudad de los supuestos autores".

Otro punto de la investigación es que "todavía falta ubicar a un remisero, el que los acusados dicen haber llamado luego de cometer el hecho". Con esta enumeración, el Espacio subraya su certeza sobre el carácter político del asesinato. "No tenemos ninguna duda de que Silvia fue asesinada por su carácter de testigo clave en las causas", expresó Eloy, compañera y querellante de la causa por la desaparición de Jorge Julio López, que llegó desde La Plata para acompañar la manifestación.

Casi al final, se leyó la adhesión del diputado nacional por el Frente para la Victoria, Agustín Rossi, quien recordó el compromiso de la presidenta Cristina Fernández con el esclarecimiento del crimen.

La Murga La Memoriosa, con Olga Moyano y Amparo Palombo a la cabeza, anticipó el final con Fuiste, un tema que hicieron especialmente para Luis Patti. "Fuiste patota, fuiste apropiador, fuiste asesino, fuiste violador, todo eso fuiste, pero perdiste". "Brusa, fuiste", gritó Moyano en el final en referencia al ex juez federal santafesino y despertó los aplausos. La Murga Estación Esperanza, en cambio, hizo su tema dedicado a Silvia. "Que no se cansen mis compas, que no se cansen de luchar. Es Silvia quien va adelante, marcando el camino, va".
Fuente:Rosario12

A dos años del asesinato
Rafaela pide justicia por Silvia Suppo
Los hijos de Silvia Suppo encabezaron este jueves la marcha en reclamo de justicia.
Familiares y amigos de la testigo de la causa Brusa, Silvia Suppo, asesinada hace dos años en Rafaela, realizaron una marcha por el centro rafaelino en reclamo de una “investigación profunda” sobre el caso. La movilización cerrará las actividades organizadas con motivo del segundo aniversario del crimen ‒ocurrido el 29 de marzo de 2010‒ y del Día de la Memoria.

Los organizadores de la marcha de este jueves, agrupados en el espacio Verdad y Justicia de Rafaela, difundieron un comunicado en el que ratificaron el pedido de “Justicia” y reafirmaron la convicción de que el de Silvia Suppo “fue un crimen político”. “El asesinato de Silvia nos habla de un nefasto pasado abierto al presente y nos muestra la siniestra trama de continuidades históricas donde el aparato represivo sigue actuando impunemente”, expresaron.

“Estamos convencidos de que este crimen tiene su antecedente directo en la desaparición de Jorge Julio López y que ambas causas naufraguen entre la ambigüedad de la Justicia y las intrigas políticas no nos parece un mero detalle, nos muestra una parte de la realidad”, agregaron.

Cabe recordar que tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia, hace exactamente un año atrás, la causa pasó a manos de la Justicia Federal y a fines de 2011 el Juez Reinaldo Rodríguez dictó el sobreseimiento de los dos detenidos que habían sido acusados de tramar el crimen (a partir de la denuncia de un testigo de identidad reservada), dejando abierta la posibilidad que se investigue como un homicidio en ocasión de robo.

El fallo de Rodríguez fue apelado ante la Cámara Federal de Rosario, por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, querellante en la causa, por considerar que la medida judicial “carece de la debida fundamentación, estando pendientes de realización diversas medidas probatorias necesarias a los efectos del esclarecimiento de los hechos”, según explicó este jueves la hija de Silvia, Marina Destéfani, en diálogo con el programa Trascendental, de la radio rosarina LT8, que conduce el periodista José Maggi.

La apelación es contra la resolución por la que se sobreseyó a Emiliano Martín Rodríguez y Miguel Angel Mendoza. Según el testigo de identidad reservada, el primero fue el que supuestamente contrató o realizó gestiones necesarias para encargar la muerte de Suppo, mientras que Rodríguez habría actuado de “campana” en el crimen.

Cabe recordar que en la causa están imputados Rodrigo Sosa y Rodolfo Cóceres, dos jóvenes que trabajaban como lavacoches en las cercanías del local comercial perteneciente a la familia Suppo, quienes confesaron la autoría del crimen.

Tras conocerse la resolución del juez Rodríguez, Andrés Destéfanis, uno de los hijos de Silvia Suppo, no se mostró sorprendido ante el fallo, ya que consideró que nunca hubo una investigación profunda del hecho. “Los dos lavacoches dijeron que tomaron un remís para dejar el comercio de mi madre, y nunca pudieron encontrarlo a pesar de que en Rafaela hay sólo cinco remiserías. Cóceres y Sosa se autoinculparon. Pero esto no tiene correlato con la reconstrucción del hecho: los cuchillos con los que dijeron que le dieron nueve puñaladas a mi madre no tienen sangre ni sus huellas digitales. Tampoco encontraron una huella de ellos en el local, ni siquiera una de mi madre, de igual modo no hubo un solo testigo que los viera entrar o salir a los supuestos homicidas. Es más, hay gente que estuvo en el lugar a esa hora y nunca fue citada a declarar. Todo esto hace que no nos cierre la hipótesis del robo”, ejemplificó.

La familia de Suppo exigió entonces “pruebas contundentes y concretas que hoy no tenemos”. De igual modo, Andrés remarcó que “seguir sosteniendo que fue un robo seguido de muerte tiene implicancias políticas –por la calidad de testigo que exhibía su madre– por lo cual la Justicia tiene que ser rigurosa, queremos una investigación profunda, queremos que accedan a investigar con grupo técnico científico de Buenos Aires”.
Fuentes: Diario la Opinión de Rafaela, Radio LT8 Rosario
Fuente:RedacciónRosario

Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo
¡Ni un paso atrás!
Dahiana y Marina junto a Maria Del Carmen, una compañera de Rosario.
Jorge Julio López está desaparecido desde 2006. A Silvia Suppo la asesinaron en 2010. Ambos fueron sobrevivientes de la última dictadura, testigos y querellantes en causas por delitos de lesa humanidad. Sus testimonios resultaron claves para condenar a los represores Miguel Etchecolatz, en La Plata y Víctor Brusa, en Santa Fe. Estando en la calle y en los tribunales, el Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo busca llenar de sentido la palabra Justicia. A dos años del crimen, siguen poniéndole el cuerpo, palabras y pinceles al intento de quebrar la impunidad. enREDando conversó con Marina Destéfani y Dahiana Belfiori, intengrantes del Espacio.

Marina se sienta en canastita, se saca el bolso, deja los afiches y folletos en el suelo. Se la ve cómoda y emocionada. Acaba de recorrer el Museo de la Memoria y en un rato va a marchar hasta el Monumento a la Bandera. El rostro de su mamá Silvia, estampado en la remera, dice tanto como sus ojos.

A su lado está Dahiana, que también se acomoda en el piso, sobre el pastito. De a poco la histórica plaza San Martín se va poblando de agrupaciones, militantes, jóvenes y familias enteras en una tarde de sol pleno. Luminosa, como la memoria colectiva que resplandece cada 24 de marzo. Dahiana saca un pañuelo verde y se lo ata en el pecho. Feminismo y derechos humanos desde hace años vienen marcando sus pasos.

Las palabras comienzan a rodar.
En el Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo confluyen una diversidad de organizaciones: feministas, culturales, sociales, de derechos humanos, todas comparten la convicción de que el asesinato de Silvia tuvo connotaciones políticas y su lucha, incansable, seguirá de pie hasta lograr el definitivo esclarecimiento.

“Estar acá es para nosotras una forma de apoyo y de acompañamiento a todas las organizaciones, de mostrar solidaridad con otras causas para visibilizar. Siempre buscamos abrir el Espacio, enredarnos, para ampliar la dimensión de la lucha. Queremos también que esté presente Silvia en la marcha”, nos dicen, minutos antes marchar a la par de 25 mil personas.

Marina Destéfani (hija de Silvia Suppo) y Dahiana Belfiori vienen de Rafaela, lugar donde viven, sueñan, trabajan y luchan. Varios de sus compañeros hoy marchan allá y otros en Santa Fe. Repartidos buscan multiplicarse. Abrir los brazos, el pecho y la garganta. Hasta quedar afónicos. Pero nunca callados.

“Estamos tratando de encontrar nuestra propia voz y de releer lo que ya se viene haciendo en cuanto a las luchas por los derechos humanos. No empezamos de cero. Tratamos de releer ese devenir de luchas, modificarlo y ampliarlo”, explican.

Silvia Suppo, testigo y querellante en causas por delitos de lesa humanidad, fue asesinada el 29 de marzo de 2010 dentro de su negocio “Todo cuero”, en Rafaela. En menos de 24 hs, la policía había identificado a los presuntos autores, dos jóvenes pobres, lavacoches, que pronto se entregaron y se auto declararon culpables. Enseguida se lo asoció con un caso más de la inseguridad, sin contar con testigos que identifiquen a estos pibes, sin encontrar ninguna huella digital (ni siquiera la de Silvia), sin hallar restos de sangre, entre otras irregularidades.

Para el colectivo Verdad y Justicia, los abogados de los hijos de Silvia y la querella, la causa tiene demasiados cabos sueltos y merece una investigación más profunda que contemple la hipótesis de móvil político. Cosa que hasta hoy, a dos años del crimen, sigue pendiente.


La calle y lo colectivo
Además de seguir con atención la causa en los Tribunales, ocupar la calle y el espacio público son premisas fundamentales para los integrantes del Espacio. Quienes, a pocos días del crimen se convocaron casi espontáneamente para pedir justicia, hoy conforman este amplio colectivo.

Poniendo el cuerpo, música, colores y pinceles, estos artistas/ docentes/ profesionales/ padres/ madres/ familiares y amigos, apelan a la sensibilidad. Buscan generar preguntas desde la palabra y el arte. A partir de charlas, presentaciones de libros, obras de teatro. En la calle. En plazas céntricas y de barrio.

Desde el encuentro con otros y el mate compartido invitan a informarse sobre lo que pasó con Silvia. Invitan a apagar un rato el televisor para poder escuchar la historia real, sin maquillajes e intereses creados. A conocer cómo fue el recorrido político de Silvia -en los 70 militaba en el centro de estudiantes de su colegio y en la juventud peronista de Rafaela, también realizaba trabajos barriales- y de tantos otros militantes que apostaron a un proyecto común.

También llaman a conocer la historia reciente de nuestro país, aseguran que hablar de terrorismo de Estado en Rafaela “conservadora y elitista”, la tercera ciudad más poblada de la provincia, sigue siendo todo un desafío.

“Elegimos vivir en Rafaela, el cambio tiene que ser ahí, abriendo puertitas. No creemos que los demás son ingenuos o desmemoriados sino que también son producto de estos procesos, con secuelas de la dictadura, creemos que hay que revertir colectivamente. La memoria y la justicia se construyen colectivamente, hay que ponerle el cuerpo. Desde casa solos, no se logra nada”, dice Marina, que además de luchadora, es madre y docente de literatura.

Y no están solos en esta construcción. Continuamente generan actividades con diversas organizaciones a partir de la idea de articularse y aunar un mismo reclamo de justicia. Así lo vienen haciendo con Nilda Eloy (compañera Julio López), con integrantes del Frente Popular Darío Santillán de Rosario, con familiares Luciano Arruga y con Celeste Lepratti (hermana de Pocho), entre otros.

Poder decir
El 24 de marzo de 2010 Silvia estuvo en los actos en repudio del golpe del 76 de su ciudad. Tres décadas antes, en 1977, fue secuestrada, torturada y violada en un centro clandestino de detención de Santa Fe. Quedó embarazada y le realizaron un aborto. Además, a los 17 años presenció el secuestro de su novio de entonces: Reinaldo Hattemer, quien continúa desaparecido.

Todo ese abismo Silvia logró ponerlo en palabras, frente el Tribunal Oral de Santa Fe el 5 de octubre de 2009, como querellante en el marco de la causa Brusa, que derivó con las primeras condenas en nuestra provincia por crímenes de lesa humanidad.

“Silvia fue una de las pocas compañeras, sino la única en Rafaela, que se animó a declarar la violación y la tortura como elementos de disciplanamiento específico para las mujeres, con nombre y apellido, con fotos. Eso en Rafaela fue único, en cuanto al dolor, al pudor”, explican las compañeras, con la certeza de que el crimen a su vez sirvió para callar y atemorizar a compañeros/as que estaban por declarar.

“Silvia fue una asesinada en democracia y se puede hacer una lectura política de su pasado. Brusa fue el primer juez federal de Santa Fe condenado en nuestra provincia, no son datos menores”, sostienen con fuerza.

Las palabras siguen rodando. Al compás de bombos y murgas de a poco se transforman en consignas y cánticos comunes.

El calor popular ahora gana las calles que rodean la plaza San Martín. Somos miles.

Comienza la marcha.

Contactos:
Mail: verdad_yjusticia@yahoo.com.ar
www.verdadyjusticiaporsilviasuppo.blogspot.com

Integran el Espacio:
Grupo de mujeres y feministas Enredadera
La Casona de los Pibes
CTA Región Centro
Centro Cultural y Social Estación Esperanza
Centro Testimonio
Movidero
Programa Nacional de Promotores territoriales
Ex presos/as políticos de Rafaela
Los hijos de Silvia, Marina y Andrés Destefani
Familiares y amigos de Silvia
Publicado el: 28/03/2012
Por Vivi Benito
Fuente:EnreDando

Este es listado de los militantes rafaelinos desaparecidos durante la última dictadura militar
Cecilia Marfortt de Trod: nació el 11 de mayo de 1950. Se casó en la Iglesia Santa Rosa de Lima. Vivió en Esperanza y Santa Fe. Fue secuestrada en Zárate, en enero de 1978, junto a su marido.

Carlos Alberto "Caco" Morel: nació el 28 de enero de 1957. Se recibió de Perito Mercantil y se fue a Rosario a estudiar Medicina. Cuando cursaba el segundo año, en febrero de 1977, fue secuestrado junto a otro seis compañeros.


Silvia Fabris y Roberto "Tito" Altamirano: se trasladaron a Rosario para comenzar sus estudios en el año 1975. Fueron secuestrados entre el 12 y el 17 de febrero de 1977, día en que aparecieron fusilados en el pasaje Marchena junto a Carlos Morel. Militaban en la JP.

Luis Anselmo "Colo" Ricciardino: nació el 8 de julio de 1955. Cursó la primaria en la Escuela Belgrano y la secundaria en el Nacional. Empezó sus estudios Universitarios de Historia en la UNL. Se fue a Córdoba. Allí se casó el 23 de marzo de 1976. Un mes después, fue secuestrado.

José Luis "Pepe" Manfredi: nació en la localidad de Suardi. Trabajó en ENTEL, y militó en el Sindicato de Telefónicos. Fue secuestrado en la vía pública en Santa Fe, el 1 de febrero de 1976.

Ricardo "Nico" Nicolini: hizo su escuela primaria y secundaria en el Colegio de los Hermanos Maristas. Comenzó la carrera de abogacía. Mientras estudiaba, trabajó en la Policía. Era gremialista y, por su militancia, fue secuestrado el 17 de enero de 1977. Tenía 25 años.

Reinaldo "Alemán" Hattemer: su desaparición es la más emblemática de la ciudad. Fue secuestrado en plena celebración religiosa, cuando asistía al casamiento de su hermano Oscar. Fue el 25 de enero del '77, a las 11:30, en el atrio de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús.

Osvaldo "Valdi" Colombo: nació el 13 de enero de 1952. Cursó sus estudios primarios y secundarios en la colegio católico de los Hermanos Maristas. En 1973 se trasladó a Santa Fe para estudiar arquitectura. Falleció el 6 de noviembre de 1976, en la ciudad de Corrientes.

Yolanda Ponti: participó en la conformación de la Asociación de Estudiantes Secundarios. En 1975 se fue a estudiar Ciencias Sociales a Santa Fe. Murió el 1 de diciembre de 1976. Tenía 19 años.

María Guadalupe Porporato: fue maestra, y antes de morir tuvo una hija: Paula. La asesinaron en 1975.


José Antonio "Negro" Rossi: nació el 27 de octubre de 1951. Emigró a Santa Fe para estudiar Ciencias Económicas. El 9 de febrero de 1976 detuvieron a su esposa. Al poco tiempo, lo secuestraron a él.
Fuente:ProyectoDesaparecidos

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