17 de abril de 2012

PARAGUAY.

lunes 16 de abril de 2012
Paraguay disléxico
Por José Antonio Vera
Un balance de la situación de la enseñanza, que difundió esta semana el Ministerio de Educación (MEC), coincidente con la realización de una consulta del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), para conocer las preferencias de la ciudadanía acerca de sus tres postulantes mayores a la Presidencia de la República, constituyen dos hechos que ayudan a comprender este complejo país mediterráneo del sur americano.

La amplia presencia de las raíces indígenas en la cultura nacional, aunque negada por la mayoría de los seis millones de habitantes, que mantienen en estado de desquicio a las 17 etnias que pueblan el territorio con unas 100 mil personas, es un factor que presumiblemente explicaría el intrincado tejido social paraguayo.

Sin duda que un espejo de esa cosmovisión es el ñanduty (araña en guaraní) una filigrana que sería de origen canario, que con hilos finitos y a veces blancos y otras multicolores, en las manos de las mujeres produce maravillosos manteles, polleras, carpetas, centros de mesa y una gran variedad de rompecabezas en objetos y figuras de reconocida belleza artesanal que trasciende fronteras.

Según el informe “Datos sobre la Educación Superior en el Paraguay”, emitido por el MEC, el 81 por ciento de las matrículas están en manos de las Universidades privadas y, de ellas, sólo cuatro tienen alguna carrera acreditada, que certifique la calidad de la formación que ofrecen, como es el caso de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y sus filiales, seguida por la Católica “Nuestra Señora de Asunción” (UCA) y sus sedes en el interior.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) verifica que hay 54 universidades habilitadas que absorben a 303.539 alumnos, pero 46 de ellas ofrecen entre 50 y 100 carreras de grado en todo el mapa nacional, sin poseer acreditación, otorgando diplomas de egreso sin ningún sustento legal, lo cual permite hablar de “títulos mau” (falso).

La informalidad, de la que numerosos estudiantes se consideran víctimas y que sus familiares califican de estafa por la mediocridad de los programas y su alto costo, se verifica en el contenido curricular, en la infraestructura (universidades garaje, se comenta), y en el bajo nivel del cuadro docente, formado en la concepción autoritaria y confesional que aún prevalece en Paraguay.

Aparte de algunos cientos de extranjeros que cursan en las privadas, en particular en las que están cerca de la fronteras con Brasil, debido a que en un par de años regresan a su país con un diploma de médico o técnico superior, el grueso de los alumnos es de origen humilde, que acuden a ellas atraídos por los cursos de corta duración, con la esperanza de conseguir un título que les posibilite encontrar trabajo.

De las 1.573 carreras habilitadas, menos de 30 tienen crédito ministerial a nivel nacional y, aún menos del MERCOSUR, lo cual constituye un verdadero drama cultural, el que se agrava con el bilingüismo obligatorio guaraní-español, que presenta “un estado de disglosia”, o dependencia de la lengua original de la extranjera, según la Secretaría de Política Lingüísticas, que apunta gran déficit nacional entre los actos de hablar, entender lo que se dice, y escribir y entender lo que se lee.

En ese estado disléxico, se mueve el país, con un inédito 14.5 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado y éste con menos 1.5, pero con más de 5.000 millones de dólares de reserva en el Banco Central, como garantía para que la usura transnacional le otorgue créditos, pero negándose a invertir siquiera una décima parte en programas de desarrollo social.

En plena campaña por las nacionales de abril del 2013, hay absoluta acefalía presidenciable en todos los partidos políticos, y no hay ninguna familia partidaria consolidada, con un mínimo de homogeneidad y disciplina interna, desde los dos grandes partidos, el Colorado y el Liberal, hasta el Frente Guasu, que nuclea 18 insignias con voluntad progresista.

La fragmentación es inocultable. La Presidenta Colorada, Lilian Samaniego, anunció este lunes su postulación para el futuro Ejecutivo, separándose de Horacio Cartes, empresario con inmensa fortuna, de origen dudoso, acusado por la diplomacia estadounidense y O’Globo, de encabezar una rosca internacional del narcotráfico y lavado de dinero.

Otro par de precandidatos están en carrera y entre los liberales ocurre lo mismo, o quizás más grave, pues amenaza con un inminente quiebre institucional el retador Efraín Alegre del jefe del Partido Blas Llano, ambos Senadores, , tras conocerse el resultado final de una consulta, con urnas casa por casa, que el perdedor califica de fraude.

En el Frente Guasu, también hay una media docena de precandidatos. El último es Mario Ferreiro, un animador televisivo desde hace 30 años, con buena llegada al público urbano, que comenzó a competir ya con Miguel López Perito, Jefe del Gabinete Social de la Presidencia de la República, y con una dupla de mujeres, Lilian Soto y Magi Balbuena, la Ministra de Salud, Esperanza Martínez, el Presidente del Partido Popular Tekojoja, y Senador Sixto Pereira, y el ex General y ex Ministro de Defensa, Luis Bareiro Spaini.

Frente a ello, Fernando Lugo llama a la concordia de los partidos, aunque los grandes medios de prensa coinciden en que su estrategia es dividirlos para tener la última palabra en la definición de la dupla que debería continuar los cambios que ha efectuado su gobierno.

Las hipótesis hablan de que la encabezaría el candidato liberal, con un 75 ciento de la fuerza y el Frente Guasu con un 25, con la misión de derrotar de nuevo en las urnas al candidato colorado, como hace cuatro años. Por ahora, programa y gestión de gobierno, son temas congelados y el asunto es saber si existe aunque sea algún diseño.
Fuente:Argenpress

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