Se acerca una instancia histórica de revisión del genocidio
El más oscuro capítulo del genocidio en Tucumán será revisado dentro de pocos meses, cuando se inicie el juicio oral de la megacausa Jefatura 2-Arsenales.
Según testigos, Arsenales fue el campo de exterminio más importante durante la última dictadura militar en Tucumán.
La expectativa de las organizaciones de Derechos Humanos y de la sociedad en su conjunto es grande, porque se trata de echar luz a lo que sucedió en el campo de exterminio más importante del Norte argentino, mediante las declaraciones de numerosos testigos.
La abogada Valentina García Salemi, cofundadora de Andhes, trabaja desde hace varios años representando a víctimas del terrorismo de Estado en Tucumán. Comentó que el megajuicio involucra a unos 40 imputados y más de 200 víctimas. “Va a ser un momento muy importante para la provincia porque nuevamente se abre una instancia pública y democrática de lo que significa un juicio oral, para conocer con pruebas, con hechos, con sobrevivientes, con testigos de hechos de la historia reciente, muy graves. Es muy importante que la sociedad conozca que en la provincia existió un verdadero circuito de la muerte que empezaba en Jefatura y terminaba en el Arsenal Miguel de Azcuénaga -afirmó-. Estamos a la expectativa de la fijación de las audiencias orales, y con esto se vincula la captura reciente del represor Juan Carlos Benedicto”.
Parece increíble que después de tanto tiempo se estén conociendo detalles concretos de esos delitos de lesa humanidad.
Por eso la importancia de los juicios orales, que permiten una instancia institucional, resguardada y seria, para poder brindar un testimonio que antes mucha gente no se animaba o decía “para qué”. Pasaron unos 20 años de impunidad democrática, con las leyes de obediencia debida, punto final e indulto. Eso desalentaba a los testigos. Si no hubiese sido por la lucha de los organismos de derechos humanos y familiares de desaparecidos, no se hubiese podido sostener la insistencia del juicio y castigo a los culpables, memoria, verdad y justicia. Esa lucha constante de años, de los organismos, permite que el Estado se convierta en generador de una política en la materia a partir de 2003, con la llegada de Néstor Kirchner, que toma y hace suya la bandera.
Así la Argentina puede correr el velo de la impunidad y, a través de sus órganos competentes, como la Justicia, puede abordar nuevamente estos juicios, tan relevantes e históricos como el juicio a las Juntas, en los ochenta.
¿Hay una idea de cuánta gente fue asesinada en el Arsenal?
Fue el centro clandestino más importante del NOA. Comparable a la ESMA, en Buenos Aires, y a La Perla, en Córdoba. Se calcula que en Tucumán hay cerca de 2.000 personas desaparecidas. Ya existen cerca de 800 causas judiciales. Se cree que son más de 2.000, porque en el interior de la provincia todavía hay muchos casos no denunciados. Además, aquí el genocidio comenzó antes del golpe militar, durante el gobierno de Estela Martínez, con el Operativo Independencia. De esas 2.000 víctimas, al menos la mitad fueron asesinadas en el Arsenal. Como en Auschwitz, los prisioneros eran mantenidos cautivos, asesinados, incinerados y enterrados. El año pasado se descubrieron tumbas colectivas con cadáveres maniatados, que presentaban huellas de tortura y fusilamiento.
Un centro clandestino de detención y tortura, y de exterminio, como el Arsenal Miguel de Azcuénaga, no agravia sólo a sus víctimas y a los familiares. Agravia a la Humanidad toda, con su existencia, funcionamiento y avasallamiento de derechos humanos. En este sentido, Argentina ha captado y hecho suyo el fuerte movimiento internacional contra los delitos de lesa humanidad. A pesar de que, de un padrón profesional muy extenso, somos pocos los abogados que representamos a víctimas del terrorismo de Estado, lo hacemos con mucha convicción.
FuentedeOrigen:http://www.primerafuente.com.ar
Fuente:Agndh
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