MIÉRCOLES, 11 DE JULIO DE 2012
Revelan plan para asesinar a exsenadora colombiana Piedad Córdoba
PL
Los detalles de un supuesto plan para asesinar a la exsenadora Piedad Córdoba y al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fueron revelados por el diario colombiano La Opinión.
Un testigo, involucrado en el plan y actualmente refugiado en Venezuela, decidió revelar los detalles tras percatarse de que él también sería asesinado una vez cumplido su encargo.
Este hombre actuaría como elemento de distracción mientras que otros serían los encargados de atentar contra la vida de Petro y Córdoba.
Según reveló al diario, el encargado de contactarlos y organizar el plan fue Hernando Medina Camacho, sargento retirado del ejército.
Medina Camacho, condenado a 43 años por la muerte del dirigente de la Unión patriótica Manuel Cepeda, pena reducida a ocho años de prisión, se reunió el pasado 6 de mayo con los implicados.
El exmilitar hablaba con ellos del plan cuando recibió una llamada en la cual se le advertía: "Omega, la orden ya está dada, ya sabe, nada de cabos sueltos", refirió el testigo a la publicación del departamento de Cúcuta, fronterizo con Venezuela.
Esta fue la frase que lo alertó para entender que después de cumplir con su tarea, lo asesinarían, subrayó.
Medina les ofreció mil millones de pesos colombianos (unos 560 mil 300 dólares) por "el trabajo", explicó.
Dentro de lo que se pactó, estaba que luego de cometidas las acciones, cada uno tomaría su rumbo y deberían encontrarse 15 días después para recibir el pago.
Las autoridades advirtieron desde esta capital, que reforzaron las medidas de seguridad tanto para Petro como para Córdoba.
MIÉRCOLES, 11 DE JULIO DE 2012
El lavado de la Mano Negra colombiana
Por Alberto Pinzón Sánchez
Tayllerand, el ultra reaccionario obispo y aristócrata francés, coautor en el congreso de Viena de 1815 del pacto absolutista del “Trono y el Altar”, instaurado por las potencias Imperiales europeas de la Santa Alianza, solía decir que: “un dromedario es un caballo diseñado por una comisión”.
Imagen que me parece adecuada para caracterizar la Constitución del 91 vigente en Colombia, la que a pesar de los aspectos positivos allí firmados en el papel, después de sus innumerables reformas ha servido de fundamento jurídico-político para la instauración definitiva del neoliberalismo depredador y la “democracia genocida colombiana” actuales.
Menciono al diplomático francés, porque en Colombia es tal el “cipayismo” dominante, que si no se cita a un político Noratlántico, las opiniones no tienen aceptación. Por ejemplo, hoy que después de 40 años de denuncias contundentes e innegables, ha tenido que desenmascararse ante la luz pública la ultra clandestina y siempre impune “Mano Negra” del militarismo oligárquico e imperial, responsable directo de la vieja y catastrófica Crisis en la que se halla sumida Colombia y cuya ideología sigue siendo a pesar de los siglos el mismo nacional-catolicismo de los borbones de Fernando VII; haya tenido que hacerlo con el nombre cínico de “Puro Centro Democrático”, justificándolo con la figura de un movimiento pendular eterno entre la izquierda y la derecha, “comparable” con la sucesión bipartidista española contemporánea entre Suárez, Felipe González, Aznar, Zapatero y Rajoy.
Como si en Colombia existiera un pacto de la Moncloa de Santiago Carrillo y, reinara un Rey Borbón.
No vale la pena detenerse en repasar las ampliamente conocidas “ejecutorias Estatales en la economía de la Seguridad en el Campo” ( léase guerra contrainsurgente para quitarle el agua al pez) de los principales mascarones de proa del nuevo movimiento de los uribeños, y de los asistentes al cóctel de lanzamiento público de la Mano Negra, especialmente los altos oficiales genocidas de las Fuerza Publica, que han salido a disputarle mediáticamente y en el papel, “el Centro Democrático” a la otra fracción derechista de la clase dominante encarnada en el presidente de Colombia JM Santos, quien a su vez se está presentando como “el Centro de la democracia” atenazado por un lado por esta Mano Negra y por el otro por la Insurgencia Marxista; para comprender que lo que está en marcha no es un movimiento electoral por la presidencia de Colombia, sino una gran operación paralela a la reformas a la constitución hacia la impunidad y el lavado de crímenes de lesa humanidad, cometidos durante sus gobiernos.
La fotografía imborrable de la presidenta del congreso colombiano en 2002, Dilian Francisca Toro, con las bragas amarillas al revés (que en Colombia para las mujeres significan esperanza) coronando con la banda presidencial al revés a Uribe Vélez; hoy acusada públicamente de blanquear y lavar millonarias sumas de dinero a la Mafia del Cartel del Valle del Cauca, se complementa con la actual movida mediática de la Mano Negra para lavarse, blanquearse y quedar en la impunidad eterna.
Mientras tanto en la realidad y en la economía real que ya tiene cifras, siguen aumentando las ganancias y avanzando la contradicción en las alturas del Poder entre los representantes de las 20 millones de hectáreas donde se han lavado millones de dólares del narcotráfico y pastan 40 millones de vacas, opuestos con sus ejércitos oficiales a cualquier cambio; contra los representantes de las 22 millones de hectáreas dedicadas a la agro-minería y agro-negocios trasnacionales que chapucean desde la presidencia de la república. Y por el verdadero centro o mejor por la mitad, avanza incontenible la organización, unidad y movilización de la Gente del Común, por una paz democrática y la segunda independencia.
Fuente:Argenpress
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