MIÉRCOLES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Entrevista exclusiva al Comandante Timoleón Jiménez (FARC-EP): “Hemos estado dispuestos a la búsqueda de la Paz”
SEMANARIO VOZ
Primera entrevista exclusiva al Comandante Timoleón Jiménez (FARC-EP), realizada por Carlos Lozano, Director del semanario VOZ que en su última edición publica ésta interesante entrevista con el máximo comandante de las FARC-EP.
“El Presidente repite que no piensa cometer los errores del pasado y confiamos en que así sea. Usted sabe que el principal error de todos los procesos anteriores ha sido el de llegar a la mesa a exigir rendiciones”, le dijo el comandante Timoleón Jiménez al Director de VOZ.
Timoleón Jiménez, comandante en Jefe del Estado Mayor Central de las FARC-EP, es la cabeza visible del legendario movimiento guerrillero, hoy comprometido en la búsqueda de la paz democrática, mediante un nuevo diálogo con el Gobierno Nacional.
Es la continuidad de una orientación de la guerrilla de las FARC-EP. Se lo había dicho Manuel Marulanda a VOZ, durante los diálogos del Caguán: “La paz es una bandera de los revolucionarios”.
Esta entrevista se da en un momento histórico, ad portas de un nuevo esfuerzo para lograr la paz en Colombia.
Aquí están las respuestas de Timoleón Jiménez, concretas, precisas. Se podría decir, sin falso optimismo, que la paz está más cerca que antes, pero todavía hay mucho recorrido por delante. Todo el país espera que no sea una nueva frustración.
Comienza un nuevo proceso de diálogo con un Gobierno de alguna manera heredero de la “seguridad democrática” uribista. ¿Cómo lo abordan las FARC?
Foto: Los dos Santos y Uribe
Nosotros siempre hemos estado dispuestos a la búsqueda de soluciones distintas a la guerra. Con Uribe no fue posible, por su abierto desconocimiento de nuestra condición política. Santos no es sólo heredero de la seguridad democrática, sino además uno de sus protagonistas estelares. De hecho, con maquillajes al nombre, ha continuado con ella. Pero como él mismo lo dice, decidió asumir los riesgos de dialogar y dio pasos positivos en ese sentido. Cualquier colombiano diría que el verdadero riesgo es la guerra y no el diálogo, por eso no vacilamos en aceptar las conversaciones para buscar la paz. En cuanto al modo de abordar el nuevo proceso, diría que lo hacemos con grandes expectativas de alcanzar el fin del conflicto. El Presidente repite que no piensa cometer los errores del pasado y confiamos en que así sea. Usted sabe que el principal error de todos los procesos anteriores ha sido el de llegar a la mesa a exigir rendiciones, sin voluntad real de atender a la solución de las causas que dieron origen y siguen alimentando la confrontación.
La agenda contempla el tema de la “dejación de armas”, que sería el punto de llegada de un acuerdo o pacto de paz. ¿Qué expectativas tienen las FARC al respecto?
Carecería de sentido iniciar un proceso encaminado a conseguir la terminación definitiva del conflicto, sin contemplar la dejación de armas como punto de llegada. Dejación de armas consiste en la abolición del empleo de la fuerza, de la apelación a cualquier tipo de violencias, para la consecución de fines económicos o políticos. Es un verdadero adiós a las armas. Si lográramos que en Colombia eso fuera una realidad, nuestro país daría un salto enorme hacia adelante. Confiamos nuevamente en que la administración Santos, y todos los sectores empeñados en la violencia como método de acción económica y política, coincidan en este criterio con nosotros.
Los “errores del pasado”
El Presidente Santos ha dicho que su Gobierno requiere que este proceso de diálogo “no repita los errores del pasado”; que exista la garantía que va a conducir al fin del conflicto; y que el Gobierno mantendrá los operativos militares y la presión militar sobre las FARC. ¿Cuáles son los presupuestos de la insurgencia para que el proceso culmine con éxito?
La oligarquía dominante en Colombia, apoyada sólidamente por los Gobiernos de los Estados Unidos, lleva ya casi 50 años apostándole al exterminio de las guerrillas. Doce Presidentes, uno con mandato repetido, han prometido invariablemente nuestro fin y dado manos libres al aparato militar para cumplirlo. Cuando Santos ordena incrementar las operaciones no está dando satisfacciones a los sectores de extrema derecha, lo hace porque cree con ellos, como todos los anteriores gobiernos, que de veras podrá rendirnos por obra de la fuerza. Precisamente es ese el círculo vicioso que se necesita romper. Si usted observa el plebiscito general de aprobación a las conversaciones de paz, se dará cuenta de que la inmensa mayoría de los colombianos no comparte la salida militar, entre otras cosas porque con mayor cordura que sus gobernantes, sabe que no será posible. Nosotros partimos de la idea de que este proceso será exitoso, en la medida en que esas grandes mayorías que se inclinan por la solución política tengan oportunidad de hablar, de movilizarse, de influir, de decidir al respecto. Y las estamos invitando a hacerlo.
En varios sectores que apoyan el diálogo se está planteando la propuesta de tregua, cese de fuegos y ceses de hostilidades. ¿Qué opinan las FARC-EP?
- Estamos completamente de acuerdo. Siempre ha sido uno de nuestros primeros planteamientos al producirse aproximaciones con los distintos gobiernos. Desafortunadamente, la oligarquía colombiana se ha inclinado porque los diálogos se produzcan en medio de la confrontación. Si el despeje del proceso pasado hubiera estado acompañado de un mecanismo de esa naturaleza, otra hubiera sido la suerte del mismo.
- En Colombia, las clases dominantes, su clase política y sus medios de comunicación sufren la manía de mirar sólo a uno de los lados. Informar de la matanza de 30 guerrilleros en un bombardeo aéreo despierta sus aplausos, mientras que las bajas oficiales en combate se repudian como asesinatos. Con dicha manipulación se busca además presionarnos groseramente en las mesas de diálogos.
El papel de VOZ
Foto: Carlos Lozano Guillén, director de VOZ y autor de ésta entrevista al Jefe del Estado Mayor Central de FARC-EP
- Ustedes, como medio alternativo de heroica perdurabilidad, son quizás quienes de manera más honrada han informado al país, desde décadas atrás, de la infame persecución criminal practicada en Colombia contra ese tipo de organizaciones. De los archivos de VOZ podría elaborarse la más fidedigna historia de los crímenes de Estado en contra del pueblo de este país. El número de víctimas en Colombia se equipara al espantoso holocausto judío en la Europa ocupada por los nazis. Entonces adquiere singular importancia el papel de los distintos movimientos sociales, sindicales, agrarios, populares, que el Estado colombiano pretende ignorar al abordar con migajas de manera individual uno que otro caso emblemático. Esa Colombia ignorada y victimizada es la que tiene que ponerse de pie ahora para reclamar por sus muertos y desaparecidos, para exigir el fin definitivo de la guerra, para impedir que se consagre la impunidad, para exigir la satisfacción de los viejos clamores por los que fue violentada de modo tan generalizado y atroz.
¿Qué opina de los 6 a 8 meses que presupuesta el Presidente Santos?
- Se trata de una expectativa que él está generando por su cuenta, en contravía de lo pactado en la letra y el espíritu del Encuentro Exploratorio. Allí se concertó no poner fechas fatales, ni siquiera la palabra meses, así que lo expresado por el Presidente nos indica lo difícil que va a ser este camino que emprendemos. De paso, evidencia de manera clara la estrategia que van a implementar: cuando no logren algo en la mesa intentarán imponerlo en los medios. Para llegar a La Habana y realizar el Encuentro Exploratorio duramos dos años, cuando inicialmente se creyó que sería cuestión de semanas. Y no fue precisamente por causa de la insurgencia, tema del cual no quiero dar pormenores por respeto el compromiso de mantener por el momento en reserva los detalles al respecto, aunque por las crónicas que han salido en los medios, la contraparte parece haberse olvidado de ello.
Un asunto de los colombianos
¿Qué propuesta política le hacen las FARC-EP a los colombianos al comenzar el diálogo?
Foto: Una imagen de una sociedad neoliberal clasista desde el centro banquero de Bogotá.
- Movilizarse en torno a la terminación definitiva del conflicto. La guerra o la paz son asuntos que nos conciernen a todos los colombianos y estamos obligados a pronunciarnos. El Gobierno pretende que los diálogos se realicen exclusivamente entre sus voceros y los nuestros, de modo discretísimo, sin bochinches, como repite insistentemente. Como cuando Laureano Gómez y Lleras Camargo firmaron en Europa los acuerdos de Sitges y Benidorm. Además, pretende que las FARC demos allá el espaldarazo a sus planes de gobierno, como lo más conveniente para el país.
- Es decir, que se desconozca otra vez a la población colombiana, que se pacte a sus espaldas lo que en verdad sólo interesa y conviene a las transnacionales, banqueros, empresarios y terratenientes. Eso no puede suceder más en este país. Las grandes mayorías deben ser escuchadas y atendidas. Nuestra propuesta apunta a eso.
¿Por qué se decidieron las FARC a asumir este nuevo intento de paz? ¿Debilidad? ¿Estrategia? ¿Realismo?
- Quienes afirman que la presión militar ha sido definitiva para movernos a una negociación política, olvidan que esta década de guerra se desató cuando Pastrana puso fin de manera unilateral al proceso de paz que se celebraba en el Caguán. Es el Estado quien regresa a la Mesa de Diálogos con las FARC, para lo cual habrá hecho sus valoraciones internas. Una de ellas, así no la haga pública, tiene que ser el reconocimiento de que el enorme esfuerzo realizado para vencernos ha resultado inútil. Las FARC seguimos ahí, combatiendo, resistiendo, avanzando. Ahora volvemos al escenario natural de la política, los diálogos civilizados. Es absurdo afirmar que nos han obligado a sentarnos a la Mesa, cuando fue el Estado quien se levantó furioso de ella. Dialogamos, porque la solución política ha sido siempre una bandera nuestra y del movimiento popular.
Foto: Guerrilleras y guerrilleros de las FARC-EP
Serios golpes
¿Pero entonces no han recibido las FARC golpes severos durante estos diez últimos años?
- No puede negarse que hemos recibido serios golpes. Y sumamente dolorosos. Las muertes de cuatro miembros del Secretariado Nacional no pueden ser minimizadas. Son muy duras también las muertes de combatientes bajo el fuego de los bombardeos. Sin embargo, hemos asimilado con coraje todos esos casos. Ninguno de los actuales miembros del Secretariado cuenta con menos de treinta y cinco años de experiencia guerrillera, lo cual puede aplicarse también a casi todo el Estado Mayor Central. Los relevos no se improvisan. 48 años de lucha continua han producido un formidable engranaje. Seguimos adelante, con dolor en el alma, pero más avezados y convencidos de nuestras razones. En toda guerra hay muertos. La campaña mediática insiste en presentarnos como una organización derrotada y sin futuro. Igual ha sido siempre. Si se tratara de hacer frente a una fuerza vencida, no estarían trabajando en incrementar aún más el pie de fuerza y el ya de por sí enorme arsenal adquirido. Son verdades que el Estado y los medios ocultan deliberadamente.
Entonces, aunque las FARC no ejecuten acciones del calibre de las de catorce años atrás, ¿puede afirmarse que la confrontación continúa siendo de grandes proporciones? El Ministro de Defensa los minimiza a ustedes por completo y alega que la confrontación persiste tan solo en el área rural de diez municipios aislados del país...
- Las FARC-EP operamos y nos movemos en los mismos territorios que ellos ocupan. El supuesto control ejercido por los comandos conjuntos, fuerzas de tarea, brigadas y batallones, es puesto en ascuas con frecuencia por la actividad de las guerrillas móviles. El número de bajas de las fuerzas armadas ha venido en alza de tiempo atrás. Claro, también nosotros recibimos golpes, mucho más publicitados por los medios. Es que ese es el conflicto. Una guerra se libra según las circunstancias, no existen modalidades operativas válidas para todas las situaciones. Es obvio que las condiciones de hoy no son iguales a las de una década atrás, sobre todo por uso masivo de la aviación militar, pero se combate diariamente. En todos los Bloques de las FARC se trabaja en función de variar esa ecuación en cualquier momento. Sea como sea, la perduración del conflicto implicará mayor muerte y destrucción, más luto y lágrimas, más pobreza y miseria para unos y mayor riqueza para los otros. Imagínese las vidas que se hubieran ahorrado estos diez años. Por eso buscamos los diálogos, la solución incruenta, el entendimiento por vías políticas. Con ese propósito vamos a La Habana. Confiamos en que el Gobierno Nacional también entiende la necesidad de poner fin a tan larga violencia practicada contra el pueblo colombiano.
MIÉRCOLES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2012
La paz será exitosa si participan las mayorías, afirma líder de las FARC
PL
El máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), Timoleón Jiménez, afirmó que el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla será exitoso si participan y deciden las grandes mayorías del país.
Nosotros partimos de la idea de que este proceso será exitoso en la medida en que esas grandes mayorías -inclinadas a una solución política- tengan ocasión de hablar, movilizarse, influir y decidir.
Las estamos invitando a que lo hagan, subraya Jiménez en una entrevista exclusiva concedida a Carlos Lozano, director del semanario Voz, órgano del Partido Comunista colombiano.
La guerrilla aborda el nuevo proceso de paz, próximo a concretarse en Oslo, Noruega, con grandes expectativas de dar fin al conflicto armado que vive el país.
El presidente Juan Manuel Santos repite que no piensa cometer los errores del pasado y confiamos que así sea, indica el líder de las FARC.
A su juicio, el principal error de todos los procesos anteriores ha sido llegar a la mesa de diálogo a exigir rendiciones, sin una voluntad real de atender y solucionar las causas que dieron origen y siguen alimentando la confrontación, alega.
Interrogado sobre cuáles son los presupuestos de la insurgencia -ante la posición del gobierno colombiano de mantener las operaciones y la presión militar sobre las FARC-, responde que 12 presidentes, uno de ellos con doble mandato "han prometido invariablemente nuestro fin y otorgado manos libres al aparato militar para cumplirlo".
Cuando Santos ordena incrementar las operaciones, no está dando satisfacciones a la extrema derecha, opina. Lo hace porque cree que con ello -como todos los anteriores gobiernos- podrá rendirnos por la fuerza. Ese es el círculo vicioso que es necesario romper, argumenta.
Precisa que, si se atiende al plebiscito general de aprobación a las conversaciones de paz, puede constatarse cómo la inmensa mayoría de los colombianos no comparte la salida militar, entre otras cosas porque, con mayor cordura que sus gobernantes, sabe que no será posible, puntualiza.
Al referirse a la renuncia de los pertrechos bélicos, puesta en el tapete de las negociaciones, expresa que carecería de sentido iniciar un proceso encaminado a finalizar el conflicto, sin contemplar la dejación de armas como punto de llegada.
Una dejación que consiste, esclarece, en abolir el empleo de la fuerza, la apelación a cualquier tipo de violencia, para la consecución de fines económicos o políticos.
Se trata de un verdadero adiós a las armas, detalla. Si logramos que eso se convirtiera en una realidad en Colombia, nuestro país daría un salto enorme hacia adelante, admite.
Con respecto al plazo de seis a ocho meses, anunciado por el jefe de Estado colombiano para dejar zanjado definitivamente el conflicto, Jiménez asegura: "Se trata de una expectativa que Santos está generando por su cuenta, en contravía de lo pactado en la letra y el espíritu de los acercamientos exploratorios".
Durante estos se concertó no fijar fechas fatales, ni siquiera poner la palabra meses, así que lo expresado por el presidente nos indica lo difícil que va a ser este camino que emprendemos, comenta.
De paso, evidencia de manera clara la estrategia de imponerlo en los medios.
Para llegar a La Habana, Cuba, y realizar el Encuentro Exploratorio duramos de dos años, cuando inicialmente se creyó que sería cuestión de semanas.
Y no fue precisamente por causa de la insurgencia, añade, tema sobre el cual no quiero dar pormenores por respeto al compromiso de mantener por el momento en reserva los detalles al respecto.
Aunque por las crónicas que han salido en los medios, la contraparte parece haberse olvidado de eso, señala.
El pasado 26 de agosto en La Habana, el gobierno colombiano y las FARC se comprometieron al inicio de una mesa de negociaciones en el llamado "Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera".
En esa cita, los gobiernos de Cuba y Noruega ejercieron como garantes de tales aproximaciones, mientras que los de Venezuela y Chile lo hicieron como acompañantes, condiciones que mantendrán en la etapa de negociaciones que se abrirá en Oslo y más tarde se trasladará a la capital cubana.
MIÉRCOLES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Colombia necesita una ley antimonopolio en las telecomunicaciones celulares
MOIR
La subasta de 4G debe debilitar el actual monopolio.
Colombia tiene que promover la competencia en el mercado de la telefonía móvil y permitir que nuevos operadores ingresen al mercado, tanto al de voz como al de la prestación del servicio de internet de alta velocidad o 4G, señaló el senador Jorge Enrique Robledo en el debate citado con el senador Juan Mario Laserna sobre la subasta del espacio radioeléctrico.
Están demostrados los efectos negativos del monopolio de Claro-Comcel en Colombia, puntualizó Robledo. Y preguntó: “¿La subasta de 4G va a fortalecer el monopolio actual de Claro-Comcel o va a debilitarlo?” Dijo que al monopolio no solo se lo combate mediante una regulación estricta, sino también creándole competencia, en aras de mejorar el servicio, rebajar las tarifas y estimular el progreso tecnológico. De lo contrario, añadió, el país terminaría peor que México, donde el monopolio de América Móvil, dueña de Claro y propiedad de Carlos Slim, el hombre más rico del planeta, le causa pérdidas en bienestar a la economía mexicana por US$25 mil millones al año. En Colombia el monopolio de Claro, según cálculos de Fedesarrollo, ya les ha provocado pérdidas de bienestar a los colombianos por US$2.565 millones.
La Constitución, subrayó el senador del Polo, obliga al Estado a dictar normas para evitar que se monopolice el espacio radioeléctrico, un bien público de propiedad de la nación. Sí es factible entonces que se excluya la participación de Claro en la subasta de 4G, tecnología que permitirá aumentar la capacidad para transmitir información a través de redes inalámbricas y unir en una sola, a velocidades superiores, el internet, la voz y la TV y que modificará radicalmente el panorama de las telecomunicaciones.
Al culminar su intervención como citante, Robledo les propuso a las distintas bancadas diseñar una ley antimonopolio que imponga una cuota máxima del mercado y evite que los abusos de un operador dominante se sigan repitiendo. Sería una muy buena noticia para todos los colombianos.
MIÉRCOLES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Condenado Joaquín Pérez Becerra a 8 años de cárcel: Una condena contra la libertad de expresión
Por César Jerez (PRENSA RURAL)
Joaquín Pérez Becerra fue condenado por el juez séptimo penal del circuito de Bogotá por “incurrir en el delito de concierto para delinquir agravado”, el mismo juez lo absolvió por el delito de financiación del terrorismo.
Según el abogado Rodolfo Ríos, se presentaron serias irregularidades en este proceso, ya que se utilizaron pruebas de la Operación Fénix que fueron declaradas ilegales por parte de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
Foto: “Desde acá nuestra solidaridad para Joaquín y los miles de presos políticos colombianos, para todas y todos ellos exigimos libertad”, reclama el autor de ésta nota.
¿Donde esta la respuesta en Colombia?
Los abogados indicaron que apelarán el fallo proferido por el juez de la República y que llegarán a las últimas instancias judiciales para demostrar la inocencia de Joaquín Pérez.
Foto: El Terrorismo de Estado no logró asesinar a Joaquín Pérez, elegido dos veces al concejo del municipio de Corinto, Cauca por la UP. Ahora cobró la factura, sentenciando al colega y compañero a 8 años de cárcel.
Joaquín Pérez Becerra es un comunicador, director y editor de la Agencia de Noticias Nueva Colombia -ANNCOL. Es un perseguido político de siempre, sobreviviente del genocidio contra la Unión Patriótica que dejó a miles de compatriotas asesinados por el terrorismo de Estado. Por esa persecución se vio obligado a salir del país a finales del año 93, en calidad de exiliado hacia Suecia, país que le otorgó posteriormente la ciudadanía.
El 23 de abril de 2011 fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía cuando ingresaba a Venezuela procedente de Alemania. La captura se efectuó por un supuesto requerimiento de la Policía Internacional (INTERPOL).
El día 25 de abril de 2011, el Estado venezolano extraditó irregularmente a Joaquín hacia Colombia por petición del presidente Juan Manuel Santos, violando así los derechos que tiene Joaquín como refugiado político.
Ya en Colombia Joaquín afrontó un proceso por concierto para delinquir y financiación de grupos terroristas, cargos basados en pruebas que incautaron sin cadena de custodia las fuerzas armadas en el computador del abatido comandante guerrillero Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano durante la Operación Fénix. Pruebas que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en fallo del 18 de mayo de 2011, declaró ilegales. Joaquín se encuentra recluido en el establecimiento de orden nacional (ERON La Picota) de Bogotá.
Desde La Picota física y pública Joaquín acaba de manifestar que su condena obedece a “un fallo político que demuestra que la justicia colombiana no es independiente, aceptando pruebas amañadas, extemporáneas y contaminadas de la fiscalía. Es un atentado contra la libre expresión y al derecho a la sociedad a estar objetivamente informada. Invito a los medios alternativos a no dejarse intimidar por este fallo emitido por el juez 7 especializado. No soy un criminal, soy un prisionero de conciencia que siempre me he opuesto a las desigualdades sociales y al terrorismo de Estado en Colombia. Con entusiasmo saludo el compromiso del gobierno de Santos y las Farc para transitar por caminos del diálogo hacia una paz estable y duradera”.
La libertad de expresión, de comunicar, de conciencia, como derecho político, debe estar en el centro de las conversaciones de paz que Joaquín Pérez saluda desde la fría prisión. Precisamente será este proceso el que deberá garantizar la inclusión política, fundamental para el ejercicio de la política en la transición que todo el país anhela. Desde acá nuestra solidaridad para Joaquín y los miles de presos políticos colombianos, para todas y todos ellos exigimos libertad.
Fuente:Argenpress
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