Cañón: “Existen estereotipos impuestos por la dictadura que se mantienen vigentes”
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Julio Lisandro Cañón Voirin es argentino, se recibió de Licenciado en Historia en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Desde hace 7 años está radicado en España gracias a una beca que obtuvo por su investigación sobre “Terrorismo de Estado y política educativa argentina (1976-1983)”, cuya primera parte fue plasmada en un libro que hace unas semanas presentó en la Universidad Nacional del Nordeste, en Resistencia.
Mientras avanza en su investigación para su tesis doctoral en la Universidad de Santiago de Compostela (España), el joven licenciado accedió a charlar acerca de su trabajo y de la experiencia de develar detalles de la faceta más oscura de la historia del país.
El joven historiador basa su investigación en la causa Harguindeguy, en Concepción del Uruguay (Entre Ríos), en la que se investiga el secuestro y torturas que sufrieron 18 estudiantes secundarios en julio de 1976, a manos de la delegación de esa ciudad de la Policía Federal.
A raíz de su estudio, el licenciado desvela que “el Terrorismo de Estado no sólo son las prácticas de persecución, de violencia estatal, sino además la irradiación del temor; por ejemplo: la liberación de algunos detenidos tenía como finalidad enviar un claro mensaje a la sociedad.
Desde mi punto de vista se buscaba que el detenido cuente lo que le sucedió para que otros no continúen con su actividad social”. “En mi investigación reconstruí el discurso cultural ideológico de orden y como se implementó en la educación durante la dictadura militar.
Rastreé todas las disposiciones, las sanciones a los docentes, la ley de seguridad que permitía la cesantía pese a que nunca tuvieron un telegrama de despido”, detalla.
“Ahondé como fue implementado todo ese Terrorismo de Estado, mediante disposiciones en las que se establecían que debían vestir de determinada manera, cual era la actitud a tener ante un docente”, agrega.
“Un claro ejemplo es el documento oficializado por la dictadura con el título ‘La subversión en el ámbito educativo: conozcamos a nuestros enemigos’. En él se determinan pautas y directivas para que las maestras de jardín de infantes estuvieran atentas a si los niños utilizaban palabras como clase obrera, proletariado, lucha, ya sería un detonante de que podría ser hijo de padres comprometidos políticamente”, detalla.
El investigador aclara que “todo este arsenal tenía un sólo objetivo: irradiar miedo y es el resultado de que 30 años después, la gente de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) no haya podido resolver la presentación de una denuncia judicial sobre el caso”.
“De acuerdo a los conocimientos sistemáticos, los jóvenes de aquella época siempre fueron sindicados como peligrosos y el mensaje era reproducido por los medios de comunicación, como la revista Gente que publicó: ‘Qué hace usted para evitar que su hijo sea un guerrillero’”, señala.
Cañón Voirin realiza una revelación contundente a través de su investigación. “Todo lo que los militares formaban puertas adentro luego avanzó al resto de la sociedad y generó una polea de transmisión a través de los medios de comunicación y de un sector de la iglesia católica.
Todo empezó en un circulo social cerrado y luego inundó toda la sociedad” "En cierta forma reprodujeron estereotipos creados por la dictadura, como la del sujeto sindicado como peligroso.
Por eso muchas veces en las universidades cuando aparece un estudiante con la barba crecida y el pelo un poco largo lo identifican con aquella creación que tuvo la dictadura militar”, enfatiza.
“Eso sigue vigente ya que es un dispositivo tan grande, son estereotipos creados por los militares”, asegura.
Otro dato que se destaca en la obra del licenciado es que “la dictadura operó a través de la currícula educativa para amedrentar a los estudiantes, por ejemplo en la eliminación de la materia Ersa (Estudio de la Realidad Social Argentina).
Una de las primeras disposiciones de la dictadura fue suspender esa materia y después la nutrió de contenidos, se abandonó la problemática social, la situación de condiciones de pobreza extrema, por hablar de dios creador del mundo y la familia como instituciones primordiales”.
Currículum
Julio Lisandro Cañón Voirin nació en Necochéa, Argentina. Es licenciado por la Universidad Nacional de Mar del Plata y máster en Historia Contemporánea por la Universidad de Santiago de Compostela (España). Actualmente es doctorando de esa universidad y becario de investigación de la Xunta de Galicia.
Fuente:ElLitoral
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